martes, 30 de abril de 2019

¿A dónde vamos a llegar?

El bueno de Clark kent perdió su trabajo en el Daily Planet donde desde que entro en vigor el decreto ley que obliga al control presencial de los trabajadores, se desesperaba al tratar de ingeniárselas a diario para justificar las continuas ausencias repentinas. Además, con la llegada del teléfono móvil, las cabinas de teléfonos fueron desapareciendo paulatinamente y en los últimos años todo eran problemas y buscarse la vida para cambiarse en cualquier sitio y conservar su identidad en secreto
El capitán América fue abucheado e insultado en sus últimas apariciones públicas,por un sector de la población que lo tildó de fascista, racista y homófobo. Estas acusaciones lo llevaron a cometer la imprudencia de aparecer en un popular Late Show de la Fox junto a su novio, el afro americano, fornido y tatuado cantante de rap, Yaka Mustafá. Allí anunciaron su deseo de contraer matrimonio y formar una familia adoptando varios niños y tratando de conciliar la vida laboral con la familiar.
El otrora poderoso y rudo soldado de invierno, asistió impotente al asesinato a tiros de Yaka durante un concierto, por una grupie que declaró sentirse engañada por las letras de los temas del rapero, en las que se declara abiertamente heterosexual, mujeriego insaciable y dispuesto a mantener relaciones sexuales con cuanta hembra se lo pidiese.
Batman no superó la quiebra de las empresas familiares que sufrieron un espantoso descalabro en el parquet de wall street, acosadas por los fondos buitres que intimidaron a sus accionistas. Bruce wayne se quitó la vida una fria mañana de febrero colgándose de la lujosa lámpara que engalanaba el techo de la sala donde se reunía el consejo de administración.
 Mr Stark, más conocido como Iron man, contrajo el SIDA por practicar sexo sin tomar precauciones y en la actualidad y pese a los tratamientos y paliativos que ha podido pagar con su fortuna, apenas cuenta con unos meses de vida.
Linterna verde abandonó el planeta harto de aguantar bromas sobre las bombillas led y Lobezno cumple veinte años y un día en una prisión de máxima seguridad, por haber atravesado el cuello a un insistente e inoportuno comercial de "Círculo de lectores".
Los héroes ya no son lo que eran, la sociedad no los necesita y los supervillanos han aumentado hasta un 80% su popularidad según los últimos sondeos públicos.
Hulk ha encontrado trabajo como teleoperador de ORANGE y el coordinador de su equipo no para de agradecer con incentivos de todo tipo el que no se le resista un cliente y ninguno de los contratos que gestiona haya pedido la portabilidad a otras compañías.
Avispa sufre una fuerte depresión pues la comida basura a la que consiguieron engancharla le ha hecho perder su famosa cinturita y a Flash los radares de la Guardia Civil le han fotografiado en diversos puntos de las carretereas españolas, lo que le ha llevado a perder todos los puntos del carné de Super Héroe.
Cat Woman se enfrenta a la prisión permanente revisable al haber arrancado los ojos a zarpazos a los seis miembros de un grupo de impresentables conocidos como "La manada", que intentó intoducirla a la fuerza en un portal durante la celebración de los últimos San Fermines. Aunque colectivos feministas de todo el planeta han recogido más de mil millones de firmas pidiendo su liberación, la corte suprema, formada íntegramente por hombres se está haciendo de rogar. La extrema derecha la considera el paradigma de las "feminazis".
Mucho me temo que nos va a tocar librar nuestras propias batallas y combatir el crimen y la maldad con los recursos que tengamos a nuestro alcance, por insignificantes que estos sean. Yo por si acaso voy a ir buscando un nombre chulo y un traje que resalte lo mejor de mi cuerpo, es decir...los dedos de los pies.

jueves, 18 de abril de 2019

Más allá del pilón

A tan solo doscientos metros del hermoso y  antiguo lugar de encuentro y trabajo de las mujeres del más pequeño de los pueblos vallisoletanos, se encuentra un refugio con siete habitaciones con baño propio, terraza, pantalla de plasma, cama con dosel y minibar.
Al subir las escaleras que te conducen a través del jardín hasta la puerta de entrada del hotel rural donde las almas cansadas y los corazones rotos pueden sentarse a tomar un café con leche, acompañado de unas deliciosas pastas caseras, la propietaria sale a tu encuentro. Propietaria, directora, relaciones públicas, administrativa, recepcionista cocinera, auxiliar de cocina, camarera, empleada de limpieza, jardinera y amable anfitriona.
Esta menuda y vigorosa leonesa afincada en tierra vallisoletana construyó con esfuerzo, paciencia y sacrificio el perfecto lugar para escaparte a disfrutar de los pequeños placeres de la vida que la sociedad actual desprecia. Sentarse en la terraza de tu habitación con una copa de vino a escuchar el canto de los pájaros que parecen contratados por la dirección para interpretar en directo la banda sonora del necesario retiro espiritual y a pensar porqué coño el amor real no es como el de las películas, no tiene precio. Cómo tampoco lo tiene descubrir que cuando una puerta se cierra, se abre una ventana y que las cosas nunca pasan porque sí, sino porque tienen que pasar.
Decides renunciar a la idea de encerrarte en soledad y descubres un sorprendente e inesperado encanto en lo natural, en lo arcaico; en lo sincero de la charla con una mujer que al igual que tu, decidió sacrificar caprichos y apegos materiales en pos de un enriquecimiento personal que no cotiza en bolsa, no se acepta como aval crediticio ni se cuantifica en moneda de curso legal.
Piensas en las veces que la angustia de la realidad  te ha llevado a desesperar y a pedir que se parase el mundo, que te bajabas y, descubres que simplemente, tenías que haber comprado el billete adecuado; el que te lleva a la estación donde los viajeros esperan pacientes con una sonrisa en la boca y dispuestos a prestarte un mapa donde te señalan lo que no debes perderte, todos y cada uno de los monumentos y museos y, aquello que es visita obligada para conseguir ser feliz.
Decidida a saborear una dosis de esa ansiada felicidad en el café de puchero que suma su aroma al del fuego de la chimenea, te relajas y sonríes cuando la artífice de aquel remanso de paz, pone en el tocadiscos uno de tus vinilos favoritos.
Y tarareas en voz baja, en francés. El idioma de Alejandro Dumas y de Víctor Hugo, fue el regalo más útil que te hicieron las monjas del colegio donde perdiste la inocencia y descubriste que puedes ser una mujer de mundo vivas donde vivas. Y con  perfecto acento parisino aunque hayas nacido en Zaragoza y criado en la montaña leonesa.


martes, 16 de abril de 2019

Conversaciones con mi psique

Leí La metamorfosis de Kafka siendo un adolescente y como tantos otros libros, me produjo un especial desasosiego interior, pues aunque comprendí la metáfora de la transformación, muchas noches me dormía preguntándome en qué clase de ser repulsivo podría llegar a transformarme en una futura novela. Pero aún escribo alter egos antropomórficos, no muy altos y con el cabello rubio, los ojos azules y cierta propensión a meter la pata.
La combinación de escuchar a Vetusta Morla y recuperar recuerdos de la angustia de aquel personaje literario que angustiado se arrastraba por el suelo de su casa, me ha hecho pensar que sin darme cuenta he sido mosca, zángano y predestinado macho de mantis religiosa que aun sabedor de su final, no supo luchar contra la lujuria. Me han atrapado en su tela arañas existenciales, más de una reina me expulsó a picotazos de las colmenas que ayudé a construir y un par de hermosos ejemplares de mantis se lo han pasado pipa devorando mi cabeza. Y mi corazón.
He sido tantas veces cigarra que ahora al pretender ser hormiga, no puedo evitar desmoralizarme al recordar lo bien que se vivía tocando la guitarra, leyendo un libro tras otro y abasteciéndome de los frutos del trabajo de las eficaces obreras que pese a avisarme de que un día la suerte me daría la espalda, consentían que vaciase sus almacenes no privándome de nada.
La vida es una continua metáfora. Y a veces una cruel ironía. De repente pasas de limpiar los restos de insecto que ensucian la pantalla del casco tras una ruta en moto por los campos de Castilla, a ser el bicho moribundo que se ha reventado con el impacto poniéndolo todo perdido de sangre.
Lo que hace que todo cobre sentido es que un día y a base de insistir y de aprender, consigues abandonar la crisálida y corres a reunirte con la más bella de las mariposas de montaña que ha decidido aceptar tu cortejo. Y un ejército de luciérnagas iluminan tu camino, evitando que vuelvas a estrellarte.
Aprendes a eludir el peligro de las pegajosas telas y a identificar quien quiere saciar su apetito contigo después de la cópula. Y que esta, por placentera que sea, no merece que entregues a cambio tu vida, tu ilusión o tus sueños.
Puede que un día el divino entomólogo clave un alfiler en mi pecho y me coloque en un lugar visible, para el deleite de todos, orgulloso de su creación

jueves, 11 de abril de 2019

Tus alas

En este videoclip lo cantan por mi, Dario Martín H y Enrique Hidalgo y me resulta curioso seguir encontrando canciones que le ponen música y letra a mis sentimientos. Lo bueno es que cuanto más abro el abanico de compositores y escritores, descubro más sentimientos compartidos y me siento menos "rarito".
De un tiempo a esta parte he optado por vivir a través de la literatura, de la música y de las redes sociales. Todo parece menos peligroso cuando media una pantalla de ordenador y de alguna manera sentir y compartir a traves de la red, resulta más sencillo. Lo cierto es que la vida real aún me asusta y me resulta menos complaciente. Pero el creador es sabio y ha decidido poner en mi camino a muchas personas dispuestas a prestarme sus alas para que de vez en cuando me permita sobrevolar un poco la realidad y atreverme a caminar por el valle de las sombras. 
Cómo dice esta canción, "he sentido tantas veces odio y resignación, necesito ser más fuerte" , pero por fortuna algunas de estas personas que ponen sus alas a mi disposición me han enseñado a sacarme de dentro esos sentimientos que únicamente me restan energía y felicidad. No quiero odiar y no quiero resignarme a vivir un continuo proyecto de vida, en el que tropiezo una y otra vez.
Muchas personas con su impresionante ejemplo de superación y de coraje, me están demostrando que vivir es algo difícil para gran parte de la población, que agobiada por diversos tipos de males que afectan a la salud, al corazón y al bolsillo, cada día se enfrenta a una prueba de la particular y nada divertida gincana que ha diseñado el destino. A mi me soltaron la más grande de las vaquillas hace cinco años, pero conseguí recortarla y ahora escondido en este burladero virtual, del que solo salgo por el aire cuando me prestan unas alas, espero el momento en volver de nuevo a la arena sin miedo.
Pero todo termina llegando, incluso lo bueno.Sé que un día me atreveré a volar sin paracaídas y sé que un día la gente que me quiere, me soporta y me ayuda, conseguirá arreglar mis alas rotas y entonces podré ser yo el que las preste a otros, como hice en el pasado y eso es algo de lo que estoy muy satisfecho, pues dentro de mis posibilidades ayudé a cuantos pude y cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da. Todo se transforma.
La vida se construye con amistad y amor y ambas cosas a su vez con respeto, confianza y buena comunicación.
Estamos en ello. Préstame tus alas, por favor.

domingo, 7 de abril de 2019

En una ensalada

Estaba yo comiendo una ensalada, enfrente de la comisaría al salir de servicio,cuando al apartar con el tenedor una tajada de atún al natural en aceite de oliva, me sorprendí al descubrir una alianza de oro. Tras sacarla del plato y limpiarla con la servilleta mojada en un poco de agua, estuve a punto de caerme de la silla al leer que alguien había grabado en su interior mi nombre junto al que sin duda fue el primer amor de mi vida y la fecha en la que ambos coincidimos en el instituto público donde estudiamos BUP.
-Hace tiempo que quería habértela entregado-dijo una voz conocida a mi espalda. Al girarme me encontré con Vanessa,ataviada con delantal y gorro de cocina
-¿Trabajas aquí?-pregunté en un alarde de estupidez al ser algo más que obvio. Valiente agente de la ley estaba hecho.

-Desde el día en que te vi a través del ventanal y entré a hablar con el dueño.-contestó ella esbozando una de sus preciosas sonrisas- La fama de mi apellido y las dos estrellas Michelín que lo avalan,fueron razones más que suficientes para conseguir el puesto y una incorporación inmediata a media jornada. Solo hago el turno de noche entre semana,para poder verte desde la cocina cuando vienes a cenar a eso de las diez,después de quitarte el uniforme y dejarlo en tu taquilla de la comisaría.
-Jamas hubiese imaginado que esa repentina mejora de los platos estuviese relacionada con tu arrebatadora sonrisa y tus ojos azules-dije mientras me decidí a besarla.
Dos meses después nos desposamos en el salón de recepciones del Ayuntamiento y una unidad de compañeros ataviados con el uniforme de gala,dispararon al aire tres salvas de fogueo.
Cada noche soy yo el que cocina para ella. Y se lo llevo a la cama,deseoso de que lleguen los postres.

viernes, 29 de marzo de 2019

Leer es una opción vital

Hoy he escrito un microrrelato para una lectura pública que reunirá a diversos relatistas de Valladolid durante los diferentes eventos para celebrar el Día del libro(por desgracia tendrán que volver a leer por mí, dado que aún me cuesta enfrentarme a un salón lleno de público).
El motor de creatividad o tema, era precisamente "el libro" y, a mi este motor de creatividad tan cercano y tan amplio me ha sugerido cientos de textos.
La extensión del relato no debía superar las doscientas palabras, título incluido. Genial. En las distancias cortas me siento mucho más seguro, como la colonia de hombre del famoso anuncio.
Lo primero que me vino a la cabeza fue un relato sobre una princesa que se escapa de un cuento y en el mundo real es asesinada por uno de esos desgraciados que abundan en la sociedad actual y que tras convencerla de que era el príncipe que siempre soñó, abusa de ella y termina con su vida. Pero lo he descartado porque tan solo hay que poner el telediario cualquier día del año, para ver que la realidad siempre supera a la ficción y a diario mueren demasiadas princesas.
He barajado diversas historias, algunas de humor muy irónicas y cínicas, otras eróticas, también muy irónicas y cínicas y al final me he decantado por este que a continuación os ofrezco.
No está basado en hechos reales, que nadie se asuste. No quiero preocupar a familiares y amigos, no siempre escribo sobre mis circunstancias personales. Si bien es cierto que me gustaría llegar a saber escribirme la vida perfecta, pero también quiero vivirla, sino no tendría ninguna gracia no me vale con dibujarla en negro sobre blanco. 
Espero que os guste. Sé que parece muy triste, pero leedlo un par de veces y tratad de poneros en el lugar del protagonista. No he tenido la oportunidad de describirlo por lo reducido de la extensión del texto, pero si lo hubiese podido hacer, habría descrito a un tipo de más de metro noventa, famélico y con el negro cabello cortado a cepillo. Vamos...que no soy yo.



La hura
Sintió que se acercaban. No los escuchó acercarse, simplemente sintió su cercanía. En breves segundos volverían los rostros de impostada amabilidad y ternura, las falsas y excesivas muestras de cariño, las interminables preguntas, las inyecciones con calmantes, los antidepresivos y los ansiolíticos para adormecer con química todo lo que se había despertado dentro de su pecho. Y de su cerebro.

 Él no hacía daño a nadie, tan solo quería que lo dejasen en paz, que no lo torturasen con el mundo más allá de su habitación. Ya salía a alimentarse y al cuarto de baño a hacer sus necesidades y a ducharse. Sabían que estaba vivo y era cordial con sus padres y con sus hermanos. Pero no había manera de que lo dejasen en paz.

Era feliz con sus libros. En los libros había encontrado los mejores amigos. Y el amor. Viajaba entre las páginas de sus volúmenes de un lugar a otro del planeta y vivía miles de aventuras emocionantes.  No necesitaba nada ni a nadie más. Odiaba la realidad de una vida en la que la lluvia mojaba, el fuego ardía y las emociones dolían. Al leer mucho ,aprendería a escribirse una vida perfecta.




miércoles, 27 de marzo de 2019

Brilla el sol

Y deslumbra.
En esta ocasión, he decidido utilizar el videoclip de esta banda canaria que ha entrado en mi vida por casualidad y sé que lo ha hecho para quedarse, para aportar muchas cosas buenas y para formar parte de la BSO de la historia de mis días. Además no creo en la casualidad.Soy un ferviente seguidor de la teoría de la causalidad: todo tiene una causa y un efecto y las cosas nunca pasan porque sí, pasan porque tienen que pasar.
El caso es que después de cinco años, comienza a brillar el sol en un cielo que por fin ha prometido no desplomarse sobre mi,porque  cual guerrero galo, he temido todos estos días al abrir los ojos y enfrentarme a cada jornada.
La vida es dura. Por desgracia no sabemos lo dura que puede llegar a ser hasta darnos de bruces con su rostro más desagradable. No es el cuento de hadas que soñaba de niño, ni predomina el color rosa que adorna los cuentos y las películas infantiles. Es más bien una batalla de 365 días al año y 24 horas diarias y las sombras se ciernen sobre uno cuando menos lo espera y crean una oscuridad terrible y lúgubre que asusta sobremanera al adversario que no encuentra la luz con la que iluminar el futuro que ha de llegar.
Lo maravilloso es encontrar esa luz en los ojos de las personas que te quieren y que están dispuestos a alumbrarte con una mirada amable y una sonrisa. Al darte cuenta de que disminuye el peligro, que podrás aferrarte a una mano amiga, apoyarte en un hombro que servirá de roca firme, recrearte en unos labios que sanarán tus heridas con besos de amor y cariño, sientes que todo es posible y estás dispuesto a enfrentarte a cuanta adversidad se presente oscureciendo el entorno.
No necesito bufones. No quiero que nadie me entretenga con acrobacias, ilusionismo ni sonrisas impostadas. Solo quiero gente a mi lado que esté dispuesta a comprender mis miedos y mis inseguridades, a perdonar mis errores y a darme la oportunidad de compensar mis muchos defectos.
A cambio ofrezco mi corazón, mi alma, mis manos y lo que queda de mi maltrecho y cicatrizado  cerebro.
Solo no puedes, con amigos, sí.
Al igual que sé que tenía que pasar por los mil y un desengaños vividos para estar listo para ella y ella ya ha entrado en mi vida, al tomar conciencia de que la vida es aprendizaje y cada minuto una lección existencial, estoy listo para dejar de defraudar a aquellos que cierren filas junto a mi en este combate.
El cielo se ha abierto, luce el sol y su brillo ilumina mi gesto que ya no es una mueca triste, sino la sonrisa que había perdido y no conseguía encontrar por mucho que me esforzase y buscase debajo de cada trauma, de cada herida, de cada desilusión y de cada uno de esos errores que siempre pasan factura.
Mi acero aún resiste y estoy listo para la próxima carga de las huestes del destino.

lunes, 11 de marzo de 2019

Letras a Polonio

¿En qué me he convertido?
Sinceramente, aún no lo sé.
Está claro que ya no soy aquel que fui y que no volveré a serlo. Y sinceramente, creo que tampoco quiero recuperar por completo mi pasada personalidad. Lo único que pretendo es vivir con todo lo aprendido y no volver a decepcionarme, ni a decepcionar.
Es cierto que el dolor es real. Y es una putada muy grande ver que ya ha empezado la época en la que pierdes un ser querido tras otro. 
Sin darme cuenta he pasado de ese momento en el que acudes a los esponsales de muchos amigos (e incluso tu mismo terminas por dar un contraproducente y dañino "si quiero" con fecha de caducidad), al tiempo en el que acudes a un tanatorio tras otro, e incluso yo mismo estuve muy cerca de ser el protagonista de un entierro o de una cremación (cualquier opción para abandonar la carcasa me resulta válida).
"Es ley de vida", acostumbran a decirte mientras estrechan tu mano o te abrazan en las tristes y sombrías salas donde despides los cuerpos de aquellos que amaste y, no se dan cuenta de que hay leyes que por naturaleza quisiéramos incumplir, desafiando a los legisladores y a la justicia divina. 
La vida es un continuo aprendizaje, estamos de acuerdo. Pero hay lecciones que no quisiera aprender y asignaturas en las que me gustaría no haberme matriculado, como "Llorar a quien no debería haberse ido tan pronto" o "Pasar noches en vela preguntándome porqué duele tanto amar".
Hay heridas de las que sé que no podré recuperarme nunca, pero también hay personas que ejercen en mi alma un sorprendente poder analgésico. Y a ellas me agarro, con ellas camino y de ellas aprendo.
Algunos me preguntan porqué de un tiempo a esta parte he abandonado a Peter Pan y utilizo a Laertes como seudónimo e incluso como alter ego en muchos de mis  textos.
Aquí va la respuesta: 
Ya no es tiempo de niños perdidos ni de hadas diminutas. Es tiempo de madurar, de vivir con los pies en el suelo, de aprender de los buenos consejos y de agradecer las enseñanzas.
Tuve la inmensa fortuna de contar con un Polonio que me amó lo indecible y que perdonó mis múltiples fallos. Y hasta el final de sus días trató de corregir mi sendero y de ayudarme a encontrar el camino correcto.
Lloré y lloro aún el no haberle llegado a decir lo mucho que lo quise, pero me debo a los consejos que tomó prestados de Shackespeare por lo acertados y que me repitió en muchas ocasiones:

Llévate mi bendición
y graba en tu memoria estos principios:
no le prestes lengua al pensamiento,
ni lo pongas por obra si es impropio.
Sé sociable, pero no con todos.
Al amigo que te pruebe su amistad
sujétalo al alma con aros de acero,
pero no embotes tu mano agasajando
al primer conocido que te llegue.
Guárdate de riñas, pero, si peleas,
haz que tu adversario se guarde de ti.
A todos presta oídos; tu voz, a pocos.
Escucha el juicio de todos, y guárdate el tuyo.
Viste cuan fino permita tu bolsa,
mas no estrafalario; elegante, no chillón,
pues el traje suele revelar al hombre,
y los franceses de rango y calidad
son de suma distinción a este respecto.
Ni tomes ni des prestado, pues dando
se suele perder préstamo y amigo,
y tomando se vicia la buena economía.
Y, sobre todo, sé fiel a ti mismo,
pues de ello se sigue, como el día a la noche,
que no podrás ser falso con nadie.
Adiós. Mi bendición madure esto en ti. 


Trato de conducirme por su código de honor y venero su recuerdo. Algún día llegará a estar orgulloso de mi, porque aunque ya no esté a mi lado, su recuerdo me sigue educando.
Por eso el dolor  es algo real, porque cuanto más aprendo de él, más reconozco mis fallos.
No sé en quien me he convertido, pero si sé quien quiero llegar a ser.




jueves, 7 de marzo de 2019

Canciones

Siempre me ha gustado encabezar cada texto de este blog con una canción, quizás porque hace ya mucho que descubrí que una canción puede hablar de lo que uno siente, aunque el autor del tema no tenga nada que ver contigo ni conozca tus vivencias.
Hace no tanto descubrí que hay muchos recuerdos perdidos que se recuperan con una melodía, con un olor, con un sabor o con una caricia.
Es cierto que tiendo al romanticismo y que escribo mucho sobre el amor y sobre todos los sentimientos que me ha despertado la mujer desde que comencé a jugar las cartas que me otorgó Cupido porque las flechas que me signó este angelote (como escribió Machado en su Autorretrato) comenzaron a hacer blanco siendo yo muy pequeño y he creído estar enamorado en demasiadas ocasiones, al confundir emociones, sentimientos y necesidades físicas.
Pero un día, de repente y sin apenas darte cuenta, descubres que has encontrado a una persona que se apropia de las letras de todas las canciones de amor y de la que realmente hablan todas esas canciones.
Esta naturaleza mía tan romántica y tan sentimental, me ha generado muchas críticas e incluso algunos me han denominado "ñoño" o "exhibicionista emocional" dado que la combinación del romanticismo y la necesidad de ponerlo todo por escrito, convirtiendo el sentimiento en textos, siempre termina pasando factura.
Lo único que sé y que no temo reconocer, es que "la prefiero compartida antes que vaciar mi vida" es una frase muy bonita y muy poética, pero un embuste como la copa de un pino.
Me considero un tipo generoso, pero la vida me ha enseñado que hay cosas que no se comparten, porque al hacerlo las estás perdiendo y ya he perdido demasiado.
El destino ha puesto en mi camino a una mujer maravillosa a la que no quiero perder bajo ningún concepto y por la que tendré que empezar a espabilar para no ceder a mi natural impulso de que todo es de todos.
Desde luego no pretenderé bajo ningún concepto restringir ni dosfificar el amor que ella quiera repartir entre los suyos. Pese a mi experiencia, sigo sin ser celoso y entiendo perfectamente lo que es el amor de amiga, de madre y el generoso amor que distribuyen esas personas que se vuelcan en su trabajo cuando ese trabajo implica hacerse cargo de la tutela, del cuidado y de la educación de seres desvalidos y con necesidades especiales.
Me hago mayor y la vida es un continuo aprendizaje. He aprendido a discernir y a valorar lo que realmente merece la pena y también he aprendido que hay cosas que no se pueden tratar de retener a toda costa, porque si lo intentas, se te escurrirá entre las manos como una pastilla de jabón.
Y ella merece la pena.
Puede que todo lo que he tenido que pasar hasta aquí, haya sido para estar listo para ella.
Espero ser lo que ella necsita. Tengo mucho amor que dar. (y ahora el que quiera que me llame ñoño exibicionista emocional y lo que se les ocurra, que me la pela de gordo).

jueves, 28 de febrero de 2019

Los ojos de su padre


Esta es la natural y necesaria evolución del texto "Allá en el sur" que publiqué presa de la emoción al descubrir el estilo de novela "gótica sureña". No he podido evitar comletarlo y darle la forma que me pedia el cuerpo. Espero que os guste ver que los  relatos también tienen vida propia.




Mathew se dispuso a recorrer a pie los más de dos kilómetros que separan la plantación de su padre de la del coronel Steuvesant, porque la yegua apaloossa torda que le había traído desde Alabama su tío Jeremías como regalo de bodas había muerto desangrada aquella mañana en el parto, al dar a luz a un potro de dos cabezas. El grotesco recién nacido apenas vivió unos segundos, el tiempo justo para clavar sus cuatro ojos en el animal que lo había llevado en su vientre y que había sufrido un mortal desgarro al sacarlo al exterior. Las dos criaturas murieron atadas por el cordón umbilical.
El joven heredero de la plantación más productiva de Tennessee iba a comprar el mejor semental de la yeguada del viejo coronel: un alazán negro como la noche y poderoso como las tormentas que azotaban los campos de algodón con la llegada del verano. Aunque volvería montado sobre su compra, el camino de ida lo haría andando en solitario. Los habitantes del estado sabían que desde que terminara la guerra, cabía la posibilidad de encontrarse con alguno de esos negros rencorosos y sedientos de sangre que malvivían en los caminos desde que el norte los hizo libres y, que deambulaban de un lado a otro en busca de algún viajero desprevenido al que asaltar y asesinar tras despojarlo de sus pertenencias, para devolverle al hombre blanco los años de humillación y servidumbre.
Los negros que habían permanecido junto a su familia por fidelidad o por otros motivos que se escapaban a la comprensión de los nuevos libertos por decreto, trabajaban ya en los campos de algodón. Muchos saludaron con la mano al joven señor al verlo pasar. Mathew reparó en el gesto de desprecio que le dedicó Moira, una atractiva esclava senegalesa que hasta su embarazo había trabajado como empleada doméstica en la mansión y que su padre devolvió al algodón cuando no quiso explicar que había hecho con el fruto de su deshonra, pues nadie llegó a verlo nunca.
Al perder de vista los límites de la propiedad de su padre, Mathew se santiguó encomendándose a su ángel de la guarda, pero de poco le serviría aquella medida de celestial precaución. Sabedor de la poca utilidad de las plegarias, se enfundó el revólver que su padre, el difunto Martín Willians, caído en Richmond al frente de la unidad de caballeros voluntarios que mandó cargar contra las tropas de Grant, le regalara cuando los patriotas de La Confederación decidieron defender sus costumbres, sus singularidades culturales y su economía latifundista, frente al usurpador Yanqui que pretendía imponer unas libertades y un progreso, que nadie ─en los trece estados que juraron resistir bajo el gobierno del presidente Davis─ quería.

Cuando los hijos del coronel descubrieron el cadáver de Mathew unas horas después, los ladrones le habían arrebatado cuanto de valor y de utilidad llevaba encima. El cuerpo presentaba varias heridas de bala y de machete. Además, y para espanto de los dos jóvenes hermanos que encontraron su cuerpo, los asaltantes le habían arrancado el corazón lo que no dejaba lugar a dudas de que el crimen fue obra de una conocida partida de criminales compuesta por salvajes entregados a rituales de vudú. El joven caballero debió haber vendido muy cara su piel, pues junto a él yacían los cuerpos de tres negros alcanzados por sus disparos.
El diablo se había cobrado sus almas a cambio de una libertad que tan solo les sirvió para vagar como los animales que eran sin pertenecer a ningún sitio, sin poder construir su futuro en una tierra de blancos y sin haber conseguido hacer realidad esa patraña de que todos los hombres son iguales.
En el sur siempre sabremos quienes son los verdaderos hijos de Dios y quienes bajaron de los árboles para servir al hombre blanco, aunque pretendan confundirnos con su aspecto de simios parlantes.
Cuando la noticia del asesinato del joven señor llegó a la plantación de su familia, todos se impresionaron por lo injusto y lo triste de los acontecimientos. La viuda de Mathew no podía siquiera aceptarlo y nadie era capaz de consolarla en su inmensa pena. Los gemelos de cinco años, a los que ella y Mathew educaban para que un día se pusieran al frente de los negocios familiares se abrazaron llorando al cadáver de su padre y solo consiguieron separarlos de él cuando el reverendo O`Malley les convenció de que los sirvientes tendrían que adecentarlo para el entierro, puesto que debía subir con sus mejores galas para presentarse ante Dios en el paraíso.
Lo que nadie sabía es que otra mujer también lloraba su muerte. Moira era una esclava de nacimiento que se había criado en los barracones de la plantación y que desde muy niña había servido a la familia Williams. La joven belleza negra se enamoró del amo y se ofreció a él cuando este alcanzó la edad de poder satisfacer a una mujer. La pasión de aquel momento derivó en una descomunal barriga que fue la comidilla de todos los esclavos de la plantación pues ninguno de los negros asumió aquel embarazo.
El niño que engendró en ella Mathew había nacido muerto y nadie supo nunca que el pequeño cuerpo enterrado bajo el espantapájaros del este habría mirado al mundo con los azules ojos de su padre, pese a tener la piel negra como su madre.
Moira se inició en los arcanos y en los rituales oscuros de su gente para devolverle la vida a su pequeño y tras ofrecerle su alma deshonrada a Belcebú y sacrificar una res en su honor, consiguió que el maligno aceptase el trato.
Cuando la partida de libertos sorprendió al joven señor caminando solo y decidió asaltarlo, el líder del grupo ordenó que no hubiese piedad con aquel hombre y que una vez hubiese caído lo dejasen a solas con su cuerpo
Mientras extraía el corazón de aquel señorito blanco que un día disfrutó del amor y la pasión de una de las esclavas de la plantación donde Satanás decidió devolverle a la vida, los ojos azules del jefe de la partida se clavaron en los de su padre, que aún vivía cuando comenzó a abrirle el pecho con su cuchillo consagrado al ángel caído.