En esta ocasión, he decidido utilizar el videoclip de esta banda canaria que ha entrado en mi vida por casualidad y sé que lo ha hecho para quedarse, para aportar muchas cosas buenas y para formar parte de la BSO de la historia de mis días. Además no creo en la casualidad.Soy un ferviente seguidor de la teoría de la causalidad: todo tiene una causa y un efecto y las cosas nunca pasan porque sí, pasan porque tienen que pasar.
El caso es que después de cinco años, comienza a brillar el sol en un cielo que por fin ha prometido no desplomarse sobre mi,porque cual guerrero galo, he temido todos estos días al abrir los ojos y enfrentarme a cada jornada.
La vida es dura. Por desgracia no sabemos lo dura que puede llegar a ser hasta darnos de bruces con su rostro más desagradable. No es el cuento de hadas que soñaba de niño, ni predomina el color rosa que adorna los cuentos y las películas infantiles. Es más bien una batalla de 365 días al año y 24 horas diarias y las sombras se ciernen sobre uno cuando menos lo espera y crean una oscuridad terrible y lúgubre que asusta sobremanera al adversario que no encuentra la luz con la que iluminar el futuro que ha de llegar.
Lo maravilloso es encontrar esa luz en los ojos de las personas que te quieren y que están dispuestos a alumbrarte con una mirada amable y una sonrisa. Al darte cuenta de que disminuye el peligro, que podrás aferrarte a una mano amiga, apoyarte en un hombro que servirá de roca firme, recrearte en unos labios que sanarán tus heridas con besos de amor y cariño, sientes que todo es posible y estás dispuesto a enfrentarte a cuanta adversidad se presente oscureciendo el entorno.
No necesito bufones. No quiero que nadie me entretenga con acrobacias, ilusionismo ni sonrisas impostadas. Solo quiero gente a mi lado que esté dispuesta a comprender mis miedos y mis inseguridades, a perdonar mis errores y a darme la oportunidad de compensar mis muchos defectos.
A cambio ofrezco mi corazón, mi alma, mis manos y lo que queda de mi maltrecho y cicatrizado cerebro.
Solo no puedes, con amigos, sí.
Al igual que sé que tenía que pasar por los mil y un desengaños vividos para estar listo para ella y ella ya ha entrado en mi vida, al tomar conciencia de que la vida es aprendizaje y cada minuto una lección existencial, estoy listo para dejar de defraudar a aquellos que cierren filas junto a mi en este combate.
El cielo se ha abierto, luce el sol y su brillo ilumina mi gesto que ya no es una mueca triste, sino la sonrisa que había perdido y no conseguía encontrar por mucho que me esforzase y buscase debajo de cada trauma, de cada herida, de cada desilusión y de cada uno de esos errores que siempre pasan factura.
Mi acero aún resiste y estoy listo para la próxima carga de las huestes del destino.
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