jueves, 21 de septiembre de 2023

Como el escritor que soy


 Amo como solo sabe amar un escritor.

Y te hago el amor en negro sobre blanco, en las páginas de una libreta y en el teclado de mi ordenador. Te deseo tanto que me quedaré sin tinta en la pluma y sin batería en el portátil, pero tu mirada y tu sonrisa, tú cuerpo y tus caricias, recargan ambas cosas.  Nací para escribir con pasión cada segundo que me regalas y para convertir en textos y en versos la esperanza de una vida juntos, en la que no necesite escribirte, solo leer cada capítulo impreso en tu piel.

Me da igual quien haya escrito el prólogo de tu vida y los hombres de los anteriores capítulos. Aceptaré las críticas y toleraré el desdén de quien no sepa entender que eres el verbo más hermoso que puedo conjugar y que se hizo carne para regalarme el parnaso entre sus brazos. No me  importa compartir páginas con otro del que sabrás despedirte. 

Escribiremos juntos el final y firmaremos a dos manos cada ejemplar. Y se lo dedicaremos al destino agradecidos por habernos hecho coincidir otra vez.

Y  es que es verdad, mi amor, si un escritor se enamora de ti, nunca morirás. Y además sabrá escribirte los momentos más felices, los amaneceres más radiantes y las noches más placenteras. Y repasará todo una y mil veces hasta que edite la obra perfecta junto a ti. Sin notas a pie de página, sin fe de erratas, y sin citas de otros amantes que pecaron de mediocres por no haberse fundido contigo.

Pero esconderé esta realidad hasta que la llevemos a imprenta y pasemos la censura de quien no comprenderá que nos hemos amado, nos amaremos y volveremos a amarnos en esta vida y en todas.


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