Una vez me dijo que pertenezco a otra época y eso me gustó. La verdad es que me gusta todo en ella, me gusta todo de ella.
No puedo evitar sentarme ante un teclado y abrir la espita del pecho para permitir que desagüe parte del caudal de emociones contenido en el embalse de mi alma, y que a punto ha estado de destruir las paredes de esta presa emocional con la crecida derivada de todo lo sentido al haber besado sus labios. Y este vertido del caudal excesivo que puede reventar la estructura etérea que contiene y alberga todo lo que me hace sentir, se traduce en textos en mi blog, relatos en el disco duro de mi ordenador y post en diferentes redes sociales.
Pero hoy le he escrito cual amanuense o cual analfabeto funcional, un manuscrito que solo leerá ella y que recoge en apenas dos folios todo lo que me desborda. Y se lo entregaré en mano, dentro del sobre adecuado y en el momento perfecto, no a través de la red y a ojos vistas de todo aquel que quiera disfrutarlo, criticarlo o incluso puede que mofarse de ese inequívoco rastro de almíbar que han dejado mis palabras, pues ella es DULCE y todo lo que me inspira es acorde a su increíble y tierna personalidad.
En este manuscrito le doy mi amor, como cantan Pablo y Miguel en el tema que encabeza esta entrada, y que sé que es una de las canciones que más le gustan de Blow. Y es que mi amor es todo suyo porque lo ha inspirado ella, lo ha despertado ella y ella es quien le ha dado sentido. Y sin haberlo querido me ha enseñado la diferencia entre el amor y el cariño, el deseo, el capricho, o la necesidad. Me ha enseñado el sentido de una palabra que he utilizado en diferentes idiomas y con diferentes mujeres a lo largo de mis vidas, sin conocer su verdadero significado y sus deliciosas consecuencias.
Este manuscrito no necesita de copias, pues su contenido nunca se perderá, siempre vivirá en mi memoria mientras me mire con esos ojos del color del sol que me han robado la razón y me han devuelto la fe en el creador, pues algo tan hermoso y tan bueno como ella solo puede ser obra de Dios y no de los hombres, por mucho que la genética y la biología hayan sido los instrumentos mediante los cuales la trajo al mundo.
Ya no me duele haber perdido muchos de mis recuerdos, pues sé que los más hermosos aún están por llegar y no se irán nunca, por muchos golpes que me de en la cabeza. Ya no me pesa haber sido tan estúpido, haberme equivocado tanto y haberme caído una y otra vez, pues el levantarme, el rectificar y el aprender de mis errores me ha servido para poder ofrecerle una versión mejorada de mi. Y es que no merece más que lo mejor que pueda darle, y aún así y todo me aterra pensar que no llegue a aceptarlo...a aceptarme.
Aquí me tienes, eterna, to give you my love.
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