miércoles, 29 de octubre de 2025

Buscar el gremio. Puntada sin hilo.


 Tal y como Ulises le había explicado, Pinacho recibió la llamada de Salomé, citándolo en un lugar ajeno a SVAE para evitar posibles encuentros indeseados con clientes que pudieran interesarse por el desconocido y echar por tierra futuras tapaderas.

A las 20,30, puntual como un soldado prusiano, Iván se personó en el concurrido bar de la cercana población de Tudela de Duero, donde lo aguardaba ya Salomé disfrutando de una cerveza de importación acompañada de una original tapa cortesía de la casa, consistente en un rollito de cecina relleno de confitura de tomate, aliñado  con aceite de oliva y orégano.

—Está bastante rico—afirma la agente secreta mientras lo besa en ambas mejillas aparentando ante el gentío recibir a un amigo de toda la vida—.La casa lo ofrece hoy con la consumición, en este sitio son así de generosos.

—Da gusto que haya lugares en los que aún se cuide al cliente—responde Pinacho haciendo un gesto a la camarera que al verle levantando la mano se acerca solicita y sonriente—me tomaré un Jesús Yllera acompañado de una de estas delicatessen—indica a la empleada de la barra, quien asiente con la cabeza y se retira en busca de una copa y de la botella del tinto elegido.

—Veo que tienes buen paladar para los vinos—dice Salomé mientras apura el contenido de su jarra y hace un gesto a la camarera señalando que tomará otra—pero yo soy más de buena cerveza. Es algo que siempre agradeceré a los belgas, sus buenas cervezas. Eso—añade—y los comics de Tintín.

—Imagino que él fue quien te inspiró para introducirte en este mundo de misiones secretas, aventuras y cosas que parecen otra cosa y en realidad esconden mucho más de lo que permiten ver, ¿No?

—Bueno—responde la discreta y eficaz agente de inteligencia—no creo que necesites que te explique la de vueltas que puedan dar las cosas, ni lo complicada que llegan a ponerse las circunstancias más absurdas, en cualquier caso perdóname, Pinacho—se disculpa con seriedad—,pero no estamos aquí para hablar de mi vida. En la mochila guardo la documentación necesaria para sostener vuestras identidades de cara a la reunión con los narcotraficantes que se ocultan tras la eficiente empresa de telefonía e internet que les sirve de pantalla para su novedoso e inteligente sistema de distribución. Nogueira y tu podréis ocupar mi lugar y el de Charly, aunque claro—remata con gravedad—esto solo nos servirá una vez, a partir de ahí seremos Charly y yo los que deberemos tomar las riendas si os descubren. Ya hemos pensado la historia que les contaremos a nuestros "clientes" si todo se va al carajo y encontramos vuestros cadáveres con un agujero de bala en la nuca tirados en una cuneta.

—No te preocupes, Salomé—dice Iván sonriendo de medio lado como una tintorera antes de morder a su presa—los cadáveres que se encontrarán en la cuneta no serán los nuestros, te lo aseguro. Mi querida compañera tiene casi tanto carácter como tú, y no te quepa duda de que venderá cara su piel.

—Pues venga—dice Salomé concluyendo la reunión—coge tu la mochila como si fueras un caballero ayudando a una dama a llevar peso y salgamos de aquí.

—Sabes que eso hoy en día casi se podría considerar machismo ¿verdad?—ironiza el inspector de homicidios obedeciendo la sugerencia.

Los dos servidores públicos de azarosas vidas y complicadas circunstancias, pero idénticos objetivos abandonan el local y se despiden en la calle con dos besos, uno por mejilla.

—Una vez hayáis leído los protocolos creados para atender esta misión, confirmadme que todo está correcto, que los habéis interiorizado y que los seguiréis sin apartaros un ápice de lo escrito en ellos —. Solicita la agente mientras se da la vuelta y emprende camino hacia su coche.

Iván asiente con la cabeza aunque Salomé ya no puede ver el gesto de conformidad y, sonríe pensando que cuándo se siente con Clara a preparar la misión y lean los protocolos, ratificarán que esta eficaz agente de El faro del norte nunca da puntada sin hilo ni deja un cabo suelto. 



viernes, 24 de octubre de 2025

Y ayuda a hacer de ellas algo mucho más digno

 


Mañana presentaremos en sociedad el libro de relatos, canciones y poemas que la editorial Suseya ediciones ha decidido publicar como reconocimiento a una iniciativa que nació de la afirmación que acostumbro a repetir tras haberla ratificado en mis propias carnes, la literatura salva vidas.
A raíz de cierta catastrófica desdicha que ahora no viene al caso, decidí crear un taller literario en el que a lo largo de distintas sesiones y con la colaboración y la inestimable ayuda de algunos talentosos y muy especiales amigos, los integrantes del taller fueran poco a poco dándole forma a su pasión literaria y a su necesidad de escribir, que es lo que distingue a un verdadero escritor de todos los demás.
El poder sanador y catártico de la literatura se hizo evidente a lo largo de unos cuantos meses, de poco más de un año en el que mis alumnos y yo nos conjuramos para permitir que los libros fueran la más eficaz medicina para combatir nuestras dolencias y nuestros males y al ver que había aún alguna bacteria emocional que se nos resistía, trabajamos la elaboración de las más efectiva vacuna en negro sobre blanco. Y ha tomado forma con 142 pags y pasta blanda y mañana se presentará en sociedad en el mismo maravilloso espacio que acogió generosamente todas las sesiones del taller, La bien pagá espacio escénico.
Parafraseando a cierto hedonista y campechano monarca que añora su patria desde el exilio, me llena de orgullo y satisfacción ver el resultado de mis aportaciones en la creatividad de mis alumnos y el cómo ellos han crecido literariamente trabajando distintos estilos y esforzándose en ofrecer lo mejor de ellos mismos.
Y como no podía ser de otra forma, esa relación de aprendizaje se fue transformando poco a poco en cariño y amistad.
Y mañana lo celebraremos con familiares, amigos y lectores en general.

martes, 14 de octubre de 2025

Voluntad de Dios


El santo oficio lo dejó muy claro en el edicto que promulgó para que no quedara duda alguna de que aquel que osase prestarme ayuda o cobijo, sufriría el peor de los tormentos antes de ser ejecutado en la vía pública a ojos de cuantos quisieran comprobar la grandeza de Cristo. 
El tribunal de la inquisición que juzgo mis crímenes me condenó a morir en el potro sin opción alguna a defender mi vida y mi honor, ni a probar ante Dios y los hombres, que jamás renuncié a mi fe ni adoré otro dios que no fuera el Cristo que predicó el amor como forma de vida, y la igualdad entre los hombres sin importar la pureza de su sangre. Y que si di muerte a un hombre, lo hice en el intento de salvar la vida de aquella a quien desgraciadamente tuve que llorar a pesar de mi crimen.
Me llamo Pedro de Aduza y mi único delito ha sido enamorarme de la más hermosa criatura que creó Dios nuestro señor, y que al decidir que viniera a este mundo del vientre de una hebrea, me supuso hacerme merecedor de la ira de quienes nunca conocieron ni conocerán el amor que Cristo predicaba, ni el perdón que quiso enseñarnos al bendecir a aquellos que le dieron muerte en la cruz.
Soy natural de Orbaneja, en el reino antiguo de Burgos,  y esta Villa que acogió un hospital templario, también albergó una aljama en la que judíos y mozárabes se reunieron para comerciar y asentar los lazos de unión y conocimiento que habrían de enriquecer las tierras de mis padres y de mis vecinos.
Cuando una mañana al ir a por agua a las fuentes, por casualidad vi el brillo en los ojos de Rebeca, casi me despeñé por las laderas de la cascada, deslumbrado por su luz. Pero me rescató la enorme sonrisa que me regaló al percatarse del traspiés que me produjo contemplar tanta belleza y que a punto estuvo de dar con mis huesos en tierra muchos metros más abajo.
La amé y me amó, nos descubrimos, nos reencontramos y nos amamos de nuevo, pues no me cabe duda de que Dios nos ha bendecido con tanto amor que no alcanza tan solo para una vida, sino para multitud de ellas. Y es por ello por lo que disfruta permitiéndonos cruzar nuestros caminos una existencia tras otra. Pero en esta vez nos tocó además sufrir, y tuve que ver como mi amada rebeca se quitó la vida en lo más profundo de la cueva del agua, antes de que aquel odioso esbirro a quien di muerte con mis propias manos, la alcanzase para conducirla a la pira por orden de los enviados del santo oficio, acusada de brujería por alguna vecina envidiosa de su belleza y de su natural habilidad para sanar heridas.


Los pocos días que pudimos resistir escondidos en la cueva, fueron para mi los más dichosos, y tantos besos nos regalamos y con tantas caricias nos cubrimos, que esta noche oscura en la que la nieve todo lo cubre, no tengo siquiera frio, pues su recuerdo me calienta el alma.
Maldigo el momento en el que abandoné la cueva en busca de un pan con el que alimentarnos, pues debieron ver mis movimientos y aquello nos llevó a la ruina.
Pero a pesar de todo, sigo creyendo en mi Dios que es todo amor y todo misericordia, y sé que me permitirá reencontrar a Rebeca en mi próxima vida, por lo que estoy ya deseando abandonar esta envoltura y volver a nacer donde Él disponga para llegar de nuevo a sus labios.
Es voluntad de Dios que nos amemos, y yo lo obedezco agradecido de haberme bautizado en las aguas de la verdadera fe.

 

jueves, 9 de octubre de 2025

La misma novela

 

 Una hater que frecuenta este blog(o un hater, no lo sé la verdad, pues se ampara en el anonimato) y que debe de amarme en secreto y tocarse a escondidas pensando en mi dado que al parecer me odia y le horripila cuanto escribo, pero no deja de visitar Laespinilla y de escribir comentarios aún sabiendo que hay un filtro mediante el que le privaré siempre de esos segundos de gloria que desde su mediocridad persigue, me acusa de escribir siempre la misma novela. Y mira tú por donde, esta vez no va del todo desencaminada, pues tras Incluso lo bueno, presentaré Inocentes y, lo cierto, es que aunque están ambientadas en épocas y continentes muy distintos, ambas hablan de amores supuestamente imposibles o al menos muy complicados, y narran las peripecias de oficiales de caballería que se debaten entre las necesidades y obligaciones del servicio y sus principios morales y sus emociones y sentimientos.

Inocentes además incorpora algo nuevo en mis novelas y creo que eso puede culminar con el antes y el después que me propuse al comenzar Incluso lo bueno, y que aunque no logré llevarlo a cabo en ella al cien por cien, sí es evidente la diferencia con el resto de mis novelas anteriormente publicadas.

Mis protagonistas masculinos ya no son yo, ya no se parecen a mi, no hablan como yo y no frecuentan mis bares, beben mis vinos , disfrutan de mis manjares preferidos y besan a quien yo beso, o quisieran besar.

El decurión de la caballería de las legiones de Roma, es un hombre de tez morena y cabello oscuro, parco en palabras, poco dado al ocio y mucho menos al vicio, y absolutamente neófito en los lances amorosos.

Una vez más estoy disfrutando lo indecible al documentarme sobre cuanto describo y cito al narrar las vicisitudes de un soldado romano destinado en la Judea del año cero, y una vez más, espero ofrecer a los lectores una novela con rigor histórico y de lectura ágil, entretenida e interesante.

En unos meses (ya en 2026) tras su conclusión y el correspondiente trabajo editorial, la lanzaré al mercado para que seáis vosotros quienes podáis juzgarla, si así lo queréis.

Creo que esta vez he dejado que mi corazón escriba y rubrique cuantas páginas conforman esta historia, pues como dije en la presentación de Incluso lo bueno, si aquí el amor forma parte de la novela, en Inocentes, la novela forma parte del amor.

Así que ahora a trabajar y a intentar hacerlo lo mejor posible, porque ya sabéis:  Todo termina llegando.


martes, 23 de septiembre de 2025

Más pronto que tarde


 Y me encanta poder ratificarme en que en efecto, todo terminará llegando, Incluso lo bueno.

José Luis, director de la editorial Suseya ediciones, es un tipo tan valiente como profesional y al margen de que se ha volcado siempre con mis proyectos y ha creído siempre en mi, algo me dice que en el fondo debe de creer que un día conseguiré dar esa campanada que algunos autores consiguen dar y que su inversión en mi (no solo económica, sino emocional y de esfuerzo) no caerá en saco roto, y tendrá un retorno efectivo (aunque me no escatimo en agradecimientos y muestras de afecto hacia él). Eso, o que simplemente es uno de los pocos editores románticos que aún confían en los sueños y las ilusiones de los escritores que llevan los manuscritos a su editorial.

En 10 días esta novela verá la luz en un espacio muy especial de mi ciudad y ofreceremos a autoridades, familiares, amigos y lectores en general, lo mejor de nosotros mismos y de nuestros amigos artistas, reposteros, cocineros y bodegueros, en uno de esos eventos que dejan huella entre quienes amamos la cultura.

Pero antes de que alguien se confunda al fijarse en la cubierta o al leer la sinopsis que en ella aparece, confieso que esta es la novela más romántica que he publicado, y aunque quizás se vea superada en un futuro por Inocentes (aún en proceso creativo) en cuanto a lo que amor se refiere, no puedo negar que ambos títulos se nutren del mismo sentimiento y son el resultado inequívoco de escribir mojando la pluma en el tintero del pecho.


 Y es que para mi, una novela, un poema, un relato o un simple wasap, siempre son mucho más que palabras. 

Y si alguien no me cree o  duda de lo que acabo de afirmar, no tiene más que leerme mirando con el corazón ya que lo esencial es invisible a los ojos.

Estoy deseando que Incluso lo bueno llegue al público, y escuchar cuanto tengan que decir sobre ella.


sábado, 13 de septiembre de 2025

Sin tilde



 La sinrazón y la barbarie se alimentan de sinrazón y barbarie, y como nos hemos cansado de escuchar millones de veces, la violencia solo engendra violencia.


No vamos a entrar a juzgar si primero fue el huevo o la gallina, ni mucho menos a valorar si debimos aplastar el huevo contra el asfalto o retorcerle el cuello a la gallina, el caso es que ahora de aquellas aguas vienen estos lodos que están poniendo perdida la conciencia del planeta.

Una salvaje matanza de seres indefensos e inocentes derivó en una salvaje matanza de seres indefensos e inocentes, y o se detiene pronto esta escalada bélica que algunos incluso justificamos en un principio, o no sabemos a donde podrá llevarnos.

No voy a ser hipócrita rasgándome ahora públicamente las vestiduras ante la matanza que el gobierno israelí está llevando a cabo en la franja de Gaza, pues aplaudí las primeras reacciones a la nauseabunda acción criminal del grupo terrorista Hamas, por eficaces y más que justificadas, pero desde luego desde aquí me ratifico en la consideración de que se les ha ido demasiado de las manos y lejos de estar acabando con esos desgraciados que lo empezaron todo, están creando mártires al ejecutar sin misericordia alguna ya no solo a ciudadanos inocentes en edad de combatir o de inmolarse en el nombre de Alá, sino a miles de niños que no saben siquiera en que se basan las diferencias entré ellos y los otros niños, más allá de que unos deban estudiar el Talmud y otros el Corán.

A la guerra, como canta Residente, le dan miedo los abrazos, y quizás la humanidad debería abrazarse más y matarse menos, sentarse a charlar sobre ese amor de Dios tan monopolizado por cada fe de las autodenominadas verdaderas, que enarbolan la exclusiva de la elección del creador por su pueblo y compartir un te, un vino de Rueda, un zumo de sandia o una esperanza en el mundo futuro.

Amen (sin tilde).

sábado, 30 de agosto de 2025

Incluso lo bueno

 

Se acerca el momento en el que como siempre creí, todo terminará llegando, incluso lo bueno.

Con el título de Incluso lo bueno, he cambiado completamente de tercio y al son de nuevos clarines literarios, he abandonado la novela negra para sumergirme en la novela histórica, en la que me siento realmente a gusto y cómodo.

He saltado de continente y de época, pero como he descubierto un divertido placer en esto de pasear por el tiempo y el espacio, en mi novela, la acción va de Europa a EE.UU, de Valladolid a Carolina del sur y de 1861 a 1809, sin restarle interés, veracidad y acción a la trama.

Si con el inspector Iván Pinacho, protagonista de mi trilogía Crímenes de temporada, fui incapaz de disimular la presencia en él de mi personalidad y de mi realidad cotidiana al crear el personaje, con el capitán de la caballería de Carolina del sur, John Dumas, he sido un poquito más discreto, y mi protagonista  ya no tapea en el Vayco ni en el Pide por esa boquita, escucha a Blow , se deleita con las creaciones de Dasilva gastronomía, ni bebe vinos de Yllera, aunque casualmente sea rubio, tenga los ojos azules y no destaque por su altura.

Digamos que me he construido un alter ego excesivamente real en lo nítido con lo que he visualizado los sucesos que acontecen en las paginas del libro, y sobre todo su desmedido y pasional amor por Rebeca y en lo dispuesto que está a  matar o a morir por la gente que quiere, y por sus valores.

Siempre me he declarado católico convencido, pero de un tiempo a esta parte intento encontrar la explicación al porqué mi dios se lo pasa tan bien jugando con mi existencia, y me lleva de una vida a otra reencarnándome en distintos hombres muy diferentes entre si, pero excesivamente parecidos en lo que les bulle en el interior del pecho. No sé...no estoy demasiado puesto en teología, pero os juro que tengo la certeza de que mucho de lo que cuento tanto en Incluso lo bueno, como en Inocentes, no es tan solo producto de mi imaginación, ya que al ponerlo en negro sobre blanco, lo he sentido, lo he recordado, lo he sufrido.

Os mantendré informados, pero al parecer , Dios mediante y si Putin lo permite, ya hay fecha y lugar para presentar esta bélica historia de amor y muerte.


lunes, 25 de agosto de 2025

El mayor de los míos


 Como canta este poeta urbano al que tanto admiro, y de quien me llevé un ejemplar dedicado de uno de sus poemarios, "prométeme que yo he sido el mejor de tus errores, y que si vamos a irnos es para echarnos en falta entonces".

Soy un tipo muy afortunado en mi en demasiadas ocasiones atormentada vida sentimental, y pese a que he perdido a muchas personas con las que compartí verdaderas historias de amor que darían pie a cientos de poemas y a infinidad de textos, no puedo ni quiero renunciar al recuerdo de la tarde en la que Ella  me descubrió el verdadero significado de la expresión "hacer el amor", ni a la sonrisa que me volvió loco, a los ojos que encerraban un radiante y espléndido sol, a la mujer que me escribió en la pizarra cien veces lo mucho que me quería para luego borrarlo con el trapo de la mentira empapado en otros labios, ni a las caderas que bailaron al son del frenético ritmo de un corazón desbocado.

Sé que si cierro los ojos podría dibujar a carboncillo el rostro que me hizo bautizarme en una religión desconocida y no apta para indecisos ni temerosos del dios que habita en el corazón de la persona amada. 

No soy capaz de olvidar según qué besos, ni de dejar de querer cuando he querido. De hecho cuanto más intento olvidar mejor recuerdo y cuanto más intento recordar más olvido el sabor de su piel, sus caricias y su forma de pronunciar mi nombre mientras se mordía los labios.

El mayor de mis errores fue enamorarme de verdad por primera vez y descubrir las mieles y las hieles del amor. Y creo que por ello siempre estaré agradecido y del mismo modo nunca me lo perdonaré.

Puede que solamente sea un empedernido romántico al que le ha tocado vivir una existencia vertiginosa, puede que solamente viva eternamente confundido, o puede que me autolesione sin remedio al pretender encontrar el sentido de aquello que en realidad no lo tiene, y si lo tiene, no es apto para un corazón extremadamente sensible.

En cualquier caso no reniego de nadie, ni tan siquiera de mi mismo. 

Dudar es tan humano como errar, e incluso mucho más.

miércoles, 20 de agosto de 2025

Buscar el gremio. Oportunas pavesas y drogas de diseño.


 —Supongo que estarás un poquito más tranquilo después de lo de Aldemayor Golf, ¿no? pregunta Ulises directamente al escuchar al inspector Pinacho descolgar el teléfono.

—Hola, Ulises—contesta Iván sin dejarse provocar por la directora de la organización secreta que da cobertura a muchos de los asuntos de interés nacional que deben gestionarse de forma clandestina— Ya sabes, para servir y proteger. La inspectora Nogueira y yo estamos y estaremos siempre al servicio de España, aunque eso suponga que en ocasiones debamos quitar una vida, o jugarnos las nuestras.

—Madre mía—se burla Ulises—si parece que me he confundido de inspector y he llamado a Jose Luis Torrente, el de las pelis.

—Las comparaciones son odiosas—gruñe Iván—aunque mira tu por donde, me parece que Santiago Segura acertó con muchas de las críticas que esconden los guiones de sus pelis tras ese humor zafio y chabacano.

—Bueno, Pinacho, otro día nos tomamos un vino y hablamos de cine. Hoy tengo algo más importante que contarte. Acabo de recibir un aviso de Salome.

—Joder, con la señorita de inteligencia—apunta Iván realmente sorprendido—creo que se gana hasta el último céntimo de su sueldo. Espero que tengáis la decencia de premiar con incentivos a vuestros agentes secretos.

—A ver, Pinacho...ya—le corta Ulises—Salome ha confirmado con Charly y con Alma una serie de movimientos sospechosos entre los técnicos de una de las compañías de internet y telefonía móvil con las que trabajan en Castilla y León. Casualmente están recibiendo avisos para la instalación de fibra óptica en poblaciones que en la actualidad se hayan confinadas perimetralmente por los incendios que asolan la comunidad. Con acierto fingimos un control de tráfico  y una de nuestros hombres al mando de un control de la Benemérita detuvo uno de los coches rotulados de la compañía tecnológica y con una peregrina excusa ordeno el registro del vehículo, encontrando bajo la rueda de repuesto Efecincoina por valor de medio millón de euros si se distribuye en el mercado negro.

—Joder...Efecincoina,ni más ni menos—se preocupa realmente Iván—.Esa droga es demoledora. Quien la consume sufre tal subidón descontrolado que cree que de pronto se han solucionado todos los problemas y se han superado todas sus limitaciones en su vida por arte de magia. Hasta ahí todo suena guay, pero es muy peligroso porque inhibe cerebralmente el control de la realidad y ha habido casos de consumidores que han saltado desde un quinto piso convencidos de poder vencer el vacío, e incluso de quien en pleno viaje ha entrado al interior de la jaula de los tigres del Zoo de Madrid para jugar con los gatitos. 

—Conozco aquel dantesco episodio, Pinacho, aún recuerdo la imagen de aquel macho de Bengala masticando una pierna del adicto antes de que los guardias de seguridad pudieran dormirlo con un dardo tranquilizador.

—Desde luego los delincuentes de este país saben aprovechar el momento. Todo aquello que pueda distraer la atención general por causas de fuerza mayor o de interés nacional, como  la espantosa Dana de Valencia, el reciente apagón nacional, la final de la Copa de Europa, el victoriosos discursito de Puigdemont y su posterior huida y tomadura de pelo, la detención del ex ministro de transportes, la imputación del hermano o de la mujer del presidente del gobierno...en fin...todo lo que pueda apartar la atención de los delitos comunes...no desperdician una estos hijos de puta.

—¿Cómo dices?—le afea Ulises

—Nada...que me gusta la fruta.

—Así me gusta, Pinacho. Menos vinitos y menos tapas de autor y más dieta equilibrada, que te estás echando a perder.

—Bueno, venga...a lo que estamos. ¿Qué quieres de nosotros?

—Charly y Salomé se van a reunir con el responsable de comunicación de esta empresa tapadera, con la excusa de diseñar nuevos protocolos para facilitar la labor de los tramitadores. Como no los conocen físicamente, la inspectora Nogueira y tu ocuparéis su lugar en esa reunión y aprovecharéis para averiguar cuanto podáis sobre su actividad paralela.

—Muy bien, Ulises—acepta Iván—Entiendo que mientras sigan los incendios activos van a distribuir cuanta efecincoina puedan a los miembros de su red en lugares seguros y ellos se ocuparán de aprovechar el caos en la comunidad para hacer negocios sin miedo y repartir la droga en dosis entre sus camellos lista para la venta en las calles de las ciudades.

—Si detrás de esa carita de inocente y esos ojitos azules de niño tímido al que una vez rompieron el corazón se esconde un tipo inteligente. Salomé os contactará en breve y os citará en SVAE para explicaros como proceder de cara a la reunión y facilitaros la información necesaria y documentación con el sello de la empresa. Estad atentos.

Tras colgar, Pinacho enciende un pitillo, se sirve una copa de Jesús Yllera y se arregla para acudir a una cena en el Vayco, que espera termine con un postre a al altura de las exquisiteces que le ofrecen Pablo y Almu, pero en su casa y lejos de miradas indiscretas. 

Sonríe y antes de salir comprueba que su arma está debidamente municionada y tiene el seguro puesto.

Mañana será otro día.

sábado, 16 de agosto de 2025

Camino errante


 Y como canta este adalid de las canciones románticas y dolorosamente acertadas que siempre parecen haber escrito para ti, el camino errante tiene miles de kilómetros de vía por delante..

Particularmente creo que hay muchas más maneras de decir amor y de darlo, no solo dos. Y mucho me temo que eso de que algunas veces recibes más de lo que ofreces, es la panacea del idealismo del amor romántico.

Dejarse amar con temor es mucho más habitual que hacerlo pase lo que pase, porque todos somos cobardes en esto del amor, todos. 

Partamos de la base de que la mayoría de los sentimientos que  hemos confundido con amor, no son más que sucedáneos de todo tipo, en los que el deseo, el placer, el cariño, la amistad o la empatía, juegan importantes papeles. Pero te das cuenta de que no has sabido lo que es realmente el amor hasta que la persona amada te ha dicho adiós y al escucharla hacerlo, el precio de la vida ha sufrido la mayor de las caídas en el oscilante parqué de tu corazón. Entonces ese adiós, como canta el señor Abraira, puede herir, herir de muerte, y ahí es donde sabes que lo que sentías por esa persona era realmente amor y no cualquier otra cosa.

Decir amor de verdad es tan arriesgado y peligroso como hacerlo en broma y hacer comedia, pues aunque parezca que es una estupenda coartada para disfrazar y ocultar todo tipo de errores, seguramente te terminará estallando en la cara, y si tienes algo de moral y de conciencia te robará el sueño una noche tras otra y te convertirá en el más gris de los seres humanos .

Hacer comedia y dejarse amar a medias es dulcificar una mentira, y no terminar de coger el toro por los cuernos, pero jugarse el todo por el todo implica que seguramente pierdas, y al perder la banca no perdonará ni una de las ilusiones que apostaste y arramblará con todas ellas, vaciando por completo las arcas de tu alma. Por eso la inmensa mayoría de la humanidad prefiere dejarse amar sin arriesgar sus fichas, sosteniendo los naipes con temblorosa mano y encontrando siempre la escusa perfecta para no liarse la manta a la cabeza, despojarse de la armadura y saltar a ese  vacío en el que te pueden recoger los brazos de quien amas evitando el fatal golpe, o simplemente puedes reventarte contra un corazón de piedra esparciendo por todas partes pedacitos de tus destrozadas esperanzas.

También tenemos que aprender que ese O tu o nada de una de las canciones más famosas de este artista,  es otro de los errores más comunes que cometemos las personas idealistas, ingenuas y jodidamente crédulas, o lo que es lo mismo, las personas románticas, porque nunca conjugamos correctamente el pronombre adecuado. El verdadero ultimátum que uno debe darse a si mismo es: o yo o nada, y comenzar entonces a mirar un poco por la dignidad, el amor propio, el orgullo y la felicidad de cada uno.

No obstante tengo que aprender a refrescar la habitación antes de tratar de dormir en estas noches tropicales que vienen cargadas de malos recuerdos, sobre todo del recuerdo del sabor de los labios equivocados, del eco de palabras que nunca debí pronunciar y de terribles incendios que consumieron por completo las hectáreas de inocencia que componían una amplia extensión en el interior de mi pecho.

Pero bueno, qué se le va a hacer. Cada uno es como es y contra eso si que es muy difícil luchar. Creo.