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sábado, 16 de agosto de 2025

Camino errante


 Y como canta este adalid de las canciones románticas y dolorosamente acertadas que siempre parecen haber escrito para ti, el camino errante tiene miles de kilómetros de vía por delante..

Particularmente creo que hay muchas más maneras de decir amor y de darlo, no solo dos. Y mucho me temo que eso de que algunas veces recibes más de lo que ofreces, es la panacea del idealismo del amor romántico.

Dejarse amar con temor es mucho más habitual que hacerlo pase lo que pase, porque todos somos cobardes en esto del amor, todos. 

Partamos de la base de que la mayoría de los sentimientos que  hemos confundido con amor, no son más que sucedáneos de todo tipo, en los que el deseo, el placer, el cariño, la amistad o la empatía, juegan importantes papeles. Pero te das cuenta de que no has sabido lo que es realmente el amor hasta que la persona amada te ha dicho adiós y al escucharla hacerlo, el precio de la vida ha sufrido la mayor de las caídas en el oscilante parqué de tu corazón. Entonces ese adiós, como canta el señor Abraira, puede herir, herir de muerte, y ahí es donde sabes que lo que sentías por esa persona era realmente amor y no cualquier otra cosa.

Decir amor de verdad es tan arriesgado y peligroso como hacerlo en broma y hacer comedia, pues aunque parezca que es una estupenda coartada para disfrazar y ocultar todo tipo de errores, seguramente te terminará estallando en la cara, y si tienes algo de moral y de conciencia te robará el sueño una noche tras otra y te convertirá en el más gris de los seres humanos .

Hacer comedia y dejarse amar a medias es dulcificar una mentira, y no terminar de coger el toro por los cuernos, pero jugarse el todo por el todo implica que seguramente pierdas, y al perder la banca no perdonará ni una de las ilusiones que apostaste y arramblará con todas ellas, vaciando por completo las arcas de tu alma. Por eso la inmensa mayoría de la humanidad prefiere dejarse amar sin arriesgar sus fichas, sosteniendo los naipes con temblorosa mano y encontrando siempre la escusa perfecta para no liarse la manta a la cabeza, despojarse de la armadura y saltar a ese  vacío en el que te pueden recoger los brazos de quien amas evitando el fatal golpe, o simplemente puedes reventarte contra un corazón de piedra esparciendo por todas partes pedacitos de tus destrozadas esperanzas.

También tenemos que aprender que ese O tu o nada de una de las canciones más famosas de este artista,  es otro de los errores más comunes que cometemos las personas idealistas, ingenuas y jodidamente crédulas, o lo que es lo mismo, las personas románticas, porque nunca conjugamos correctamente el pronombre adecuado. El verdadero ultimátum que uno debe darse a si mismo es: o yo o nada, y comenzar entonces a mirar un poco por la dignidad, el amor propio, el orgullo y la felicidad de cada uno.

No obstante tengo que aprender a refrescar la habitación antes de tratar de dormir en estas noches tropicales que vienen cargadas de malos recuerdos, sobre todo del recuerdo del sabor de los labios equivocados, del eco de palabras que nunca debí pronunciar y de terribles incendios que consumieron por completos las hectáreas de inocencia que componían una amplia extensión en el interior de mi pecho.

Pero bueno, qué se le va a hacer. Cada uno es como es y contra eso si que es muy difícil luchar. Creo.