miércoles, 6 de enero de 2016

Conquistar mi polo.




Desde pequeño me explicaron que los polos opuestos se atraen irremediablemente pero por muchas vueltas que le doy, no encuentro esa oposición más que en el que tú seas una  mujer y yo un hombre, por lo demás tenemos muchas cosas en común igual demasiadas, empezando por aquel pasado que ya compartimos y que siempre vivirá en mi cabeza y en mi corazón.

Para mí seas opuesto o no, eres el polo hacia el que me siento irremediablemente atraído.

Sé que ahora mi misión en la vida es comparable a la de los excepcionales e intrépidos Amundsen y Scott, quiero conquistar este polo aunque muera en el intento.

No tengo miedo a perderme en la ventisca, tan solo a congelarme con el frío desolador de tu rechazo.

Puede que no merezca alcanzar mi objetivo, puede que como explorador de los rincones más recónditos de tu alma y como conquistador de tu corazón sea también un fracaso.

Puede que los perros de mi trineo se desorienten al seguir tu rastro y lo confundan con el de otros polos más cercanos o más fáciles de alcanzar pero yo solo quiero llegar hasta ti.

Tengo la impresión de que la nieve aún no ha sepultado las señales que dejaste en el pasado para que te encontrase si me perdía, aún no pero  el blanco manto de la vida comienza a taparlas, volviéndolas irreconocibles

La nieve comienza a acumularse también sobre mí, pero tu recuerdo no tarda en derretirla permitiéndome avanzar en la que creo que es la dirección correcta.

Necesito distinguir la luz de ese impresionante faro que es tu sonrisa y dejaré descansar a los animales, me calzaré las raquetas y correré hacia tus brazos.

No temo sumergirme en el hielo de los acontecimientos, no voy a ahogarme entre los millones de motivos en contra de que conquiste mi polo ni a acobardarme por la distancia que nos separa.

Tardaré en llegar hasta ti pero me enfrentaré a la tempestad con paso firme y decidido.

Solo habrá algo que de inmediato podrá hacerme desistir de intentarlo, que el viento me traiga el eco de tu voz  pidiéndome que no vaya, o descubrir que ya puso su bandera en tu cima un aventurero  más afortunado.

Al preparar el equipo y calentar café cada mañana de este viaje, rezo para que mi nombre sea recordado junto a los de aquellos que consiguieron alcanzar sus aparentemente inalcanzables metas  arriesgándolo todo
Solo te pido que apuestes por mi, a caballo ganador. Tú de eso entiendes. .
 

martes, 5 de enero de 2016

Capitán del equipo.





Me he acostado muy prontito. No quiero que los Reyes decidan no entrar en casa para evitar ser sorprendidos por un niño despierto.

Este año he sido muy muy bueno y estoy seguro de que por fin me traerán la Nintendo y el balón del Real Madrid.

Mi abuela me había dicho que tengo que irme pronto a la cama y dormirme enseguida porque si no los Reyes no entrarán en  casa. Al parecer lo reyes cuentan con un eficaz servicio de pajes de información que les chivan hasta la última trastada y si duermes o no y como presenten un informe negativo sobre un niño, este se queda sin sus regalos.

Aprovechando un descuido de mamá le he quitado de la mesilla de noche unas cuantas pastillas  de esas que toma para dormir desde que  papá se marchó de casa con aquella señora tan simpática de ojos azules y me he tomado media docena con el colacao. Empiezo a tener sueño, mucho sueño.

Mi plan es perfecto, en casa no hay más niños, soy hijo único así que nadie espantará a sus majestades de oriente. Mamá también se ha acostado y no se la oye, eso es que ya debe de haberse tomado la pastillita pero en vez de con colacao con esa guarrada que le gusta a ella y que tiene nombre como de cantante folclórica,  Martirio, Maritrini, Martini o algo así. Todas las noches  se sacude un par de copas escuchando música y disimulando las lágrimas pero se debe pensar que soy ciego o gilipollas porque aunque disimule, me doy cuenta perfectamente, lo que pasa es que no la digo nada porque a mí tampoco me gusta que me vean llorar, es humillante y luego los demás se ríen de ti.

Voy a ser el capitán de mi equipo en el patio, que para algo pienso llevar el balón al cole, con uno del Real Madrid me hacen capitán fijo.

Ya veré si invito a alguien a jugar con mi Nintendo, que igual juegan mal y me la estropean, que mis amigos son muy burros.

Que sueño, me estoy quedando frito, ya casi estoy dormido, cuando lleguen los Reyes todo estará correcto y dejarán sus regalos junto a los zapatos, se comerán las galletas y se irán. Fijo que este año también se beben media botella de la guarrada esa que le gusta a mamá, como el año pasado, que el día de Reyes a la pobre se le puso dolor de cabeza del disgusto y todo.

Un chico de primero de la ESO me ha dicho que los Reyes son los padres, pero no tiene ni puta idea. Mi padre se fue de casa hace casi dos años ya y si fueran los padres tendría que venir a casa por lo menos a traer los regalos y por aquí no ha asomado el hocico, dice mamá que ni siquiera le ha pasado la pensión o no se qué.

Además ¿cómo haría mamá para fingir el dolor de cabeza del disgusto por  lo de la media botella del año pasado? No es tan buena actriz.
Seguro que ese chico se lo ha inventado o lo ha dicho para fastidiar, que la gente es muy mala.

Me duermo, huele a humo, está entrando humo por debajo de la puerta, eso debe de ser que ya están aquí y que se han colado y han traído incienso de ese cómo el que llevaron al portal de Belén. Mientras no se hayan olvidado de lo demás bienvenido sea que a mamá le gusta poner incienso a veces, aunque no huele tan mal ni suelta tanto humo, se conoce que este debe de ser de oriente y aquí no lo conocemos.

Tengo sueño, mucho sueño. Me duermo…



Cuando los bomberos alertados por los vecinos llegaron a la vivienda ya era demasiado tarde.

Las llamas, presuntamente originadas por la mala combustión de una caldera se extendieron rápidamente por toda la casa y lo que les había llamado poderosamente la atención es que encontraron ambos cadáveres, el de la madre y el de su hijo, en sus respectivos dormitorios, como si no se hubiesen percatado del incendio.

Tampoco habían respondido a los gritos de los vecinos ni siquiera a las llamadas al teléfono móvil de la madre.

Seguramente se hubiesen intoxicado con el humo pero tendrían que esperar a los resultados de la autopsia.

Es horrible que ocurran tan trágicos sucesos en una noche como la de Reyes pero la vida nunca dejará de sorprenderme.

A veces es mejor no ver las noticias. Ojos que no ven…








viernes, 1 de enero de 2016

Compañeros de armas

El teniente Dumas detuvo el galope de su yegua al llegar al punto del camino que le indicaba que ya había entrado en territorio mexicano.Sus compañeros de la denominada "vieja guardia" se detuvieron junto a él, preocupados por lo que había hecho detenerse al jefe de la misión.
-¿Algún problema John?- pregunto el sargento Guere llevándose instintivamente la mano a  la culata de cachas de nogal de su revolver LeMat modelo "caballería" fabricado en Francia ,que portaba en la funda sobaquera que ocultaba bajo la chaqueta de ante.
-Ninguno Patrick, solo me he detenido aquí para recordaros que a partir de este momento entraremos en territorio de nuestros siempre belicosos vecinos y que si surgiese algún problema y fuéramos descubiertos se nos consideraría espías y seríamos tratados como tales y os garantizo que no tardarían en llevarnos ante un pelotón de ejecución.-
-Lo sabíamos cuando accedimos a acompañarte John y creo que hablo por todos al decir que ninguno vamos a abandonarte ahora, ni ahora ni nunca. La misión que hemos emprendido es de vital importancia para el futuro de nuestra causa y no será un pelotón de ejecución mexicano el que nos haga cambiar de idea.-
El que así habló fue el sargento O´brien, suboficial de origen irlandés al igual que Guere que también había luchado junto a Dumas en Gettysburg y que como el resto de sus compañeros de armas, no dudó un segundo en presentarse voluntario para acompañar a Dumas en esta misión.
El teniente Dumas agradeció con una sonrisa  las palabras de O´brien y dirigió su mirada hacia su último compañero en esta aventura, el teniente Ortega.
-¿Y tú Ortega? ¿Algo que añadir a lo dicho por estos dos locos irlandeses?-
El teniente Ortega era un joven bien parecido, con rostro aniñado y rasgos latinos, dado su genética española.  Su dominio del idioma español, su aspecto físico que le sería muy útil para pasar desapercibido si se diera el caso y su bravura en combate, hacían de él un miembro fundamental en el equipo.
Ortega se irguió en la silla de montar y escupió sobre un crótalo de gran tamaño, que a pocos metros de su alazán había comenzado a agitar los anillos córneos del extremo de la cola que producían aquel sonido característico por el que su especie recibía el sobrenombre de serpiente de cascabel.
El gargajo alcanzó al crótalo en plena cabeza terminando de soliviantárlo  por lo que adoptó una posición muy amenazadora, lo que hizo que Ortega dirigiese  su montura  a unos cuantos metros de distancia de aquel venenoso y ofendido animal.
-Para mi llevar esta misión a buen término, será como escupirle en el rostro a Lincoln, por lo que no pienso privarme de ese placer. Iré con vosotros hasta el final John y si está de Dios que muera en el intento, alimentaré con mi cadáver a los buitres de México que imagino que no le harán ascos.-
- No voy a consentir que ninguno de vosotros se convierta en pasto para los carroñeros, Ortega, en cuanto nos encontremos con Boyance trataremos de agilizar el trabajo todo lo posible y regresar a casa lo antes que podamos y con la cabeza bien alta por la satisfacción del deber cumplido.-
El cielo se había comenzado a cubrir de oscuros nubarrones que presagiaban tormenta, confiriendo a la situación cierto ambiente de dramática reunión. más propio de una representación de teatro clásico que de un alto en el camino de estos cuatro valientes camaradas.





Este texto es un extracto de la novela "Colgado de la cuerda oportuna" , en la que llevo unos cuantos meses trabajando y que está ambientada en la guerra de secesión americana, donde el protagonista, un alumno de último curso de West Point, nacido y criado en la plantación familiar de Carolina del norte, se une al ejército confederado y participa en diferentes acciones durante la guerra en compañía de varios hombres con los que crea un fuerte lazo de amistad y camaradería.
Aunque no lo parezca.  lo fundamental de esta novela es la historia de amor entre el joven oficial y su prometida, historia que peligra con los trágicos sucesos que se desencadenan en el país meses antes de su enlace y con la aparición de una atractiva viuda abolicionista capturada por el regimiento del protagonista, cuando trataba de liberar esclavos en territorio de la confederación.
Este fragmento pertenece al capítulo que lleva por título el mismo de esta entrada.

jueves, 31 de diciembre de 2015

Ya se va

y de la que se va, se lleva con esta que escribo hoy, un total de 115 entradas. Sin duda ha sido mi año más prolífico desde que abrí este blog en el 2008.
Hoy voy a utilizar este blog para desear a todos sus lectores el mejor 2016 posible.
Puede que el 2015 haya sido un año perfecto para algunos de vosotros, cosa que celebro aunque no pueda decir lo mismo.
El año donde sucedieron  los  grandes cataclismos que fragmentaron mi existencia fue el pasado 2014 pero en el 2015 no solo terminó de afianzarse mi nefasta rachita, también y por encima de cualquier otra cosa, he tomado conciencia plena de todo lo sucedido y he abandonado esa ignorancia vital que me hacia creer que tan solo eran espejismos o pesadillas. No han sido malos sueños ni efectos ópticos,  han sido experiencias desgraciadamente reales.
De todas formas paso de ponerme en "modo plañidera on". No voy a volver a quejarme, no puedo ni debo hacerlo, al contrario, voy a recuperar mi alegría natural y mi optimismo porque tengo muchos motivos por los que sentirme afortunado y estar agradecido pero me voy a conceder la licencia de comenzar a hacerlo a partir de las doce de esta noche, entrando ya en el nuevo año.
He aprendido que quiero mucho a la gente que quiero y que tengo mucho dentro que pelea por salir, ya sea en mis textos o en forma de lágrimas. Como les comentaba a unos buenos amigos hoy, esas lágrimas son tan solo las emociones a presión luchando por salir. Puede que la famosa "labilidad" que se me diagnosticó tras despertar del coma en el que entré a raíz del accidente, tan solo sea el nombre médico para ese enorme caudal de emociones que me inunda y al que me cuesta poner límites.
En cualquier caso estoy aprendiendo mucho y aunque mi querida Blancanieves siga dormidita en su cama del hospital,el día en el que vuelva a hablar con ella la diré que incluso de los sucesos más duros se pueden extraer  diamantes y con el más grande y el más hermoso de los muchos diamantes que he sacado de todo lo vivido, encargaré que le hagan un collar, porque no tendría ningún sentido regalarle un anillo, ese tipo de accesorios sirven popularmente para sellar cosas que van más allá de la pura amistad y que incluso en ocasiones la destruye.
Volveré, como dijo el general Mc Arthur al abandonar el pacífico en la segunda guerra mundial.
Recuperaré mi esencia y mi personalidad aunque ya estarán acompañadas de lo aprendido en este tiempo.
Conseguiré con esfuerzo y toda la ilusión ser un digno hijo de mi padre, el mejor ejemplo que he tenido jamás.
Trataré de compensar la confianza de tantos y tantos amigos y de tantas personas que apostaron por mi, sin conocerme apenas.
El año va a arrancar con ciertas dificultades para mí pero no pienso rendirme nunca.
Os lo iré contando a través de este blog pero voy a tratar también de darle el uso más conveniente, que es el de ejercitar mi estilo al escribir y plasmar en él mis experimentos literarios.
Muy feliz año para todos, tan feliz como nos lo permitan los hados.


lunes, 28 de diciembre de 2015

Por mí que no quede.



Eso es poco más o menos lo que se me grabó a fuego en el subconsciente de mi conversación con la poseedora de la sonrisa más bonita del mundo conocido y seguramente del mundo por conocer.
Y tuvo tantísima razón en todo lo que me dijo que he recordado esta canción en la que me aseguran que aunque  encuentre 3000 razones para llorar, hay al menos 1000 razones para reír (que no está nada mal) y la principal es como dice la letra de este tema,  que resurgí de mis cenizas cuando me dieron por muerto y cada vez debería importarme menos si soy grande o soy pequeño.
Por mi que no quede.
Este va a ser mi nuevo grito de guerra y me va a servir para mucho, en primer lugar para levantarme de cada una de las bofetadas que me vuelva a dar la vida y sobre todo para tratar de no derrumbarme ante todo lo difícil que aún tiene que presentarse.
Nadie dijo que fuera a ser fácil y en efecto, no lo está siendo, al revés, está siendo muy duro y muy difícil, pero que coño, no tengo el monopolio de la tristeza ni del sufrimiento y lo mínimo es esforzarme con todas las ganas para dejarme ya de tanto miedito y tanta vaina, que vale que es duro pero al menos tengo la oportunidad de intentar superar todo esto y demostrar a mi gente y demostrarme a mi mismo que ha merecido la pena.
Como he escrito unas cuantas veces ya, prefiero dar asco que dar pena. A ser posible no quisiera dar ninguna de las dos cosas.
Junto a mi amiga disfruté de una impresionante muestra de sonrisas enormes y preciosas además de muy terapéuticas, tanto, que como le dije a ella, esas sonrisas deberían ser patrimonio de la humanidad o al menos estar catalogadas por la OMS como vacuna contra la depresión.
A veces me siento incómodo con esta nueva personalidad donde prima lo emocional por encima de todo lo demás pero hablando con mi amiga lejos de agobiarme ante el aluvión de recuerdos y de emociones que acompañaban sus sonrisas, sus abrazos y su mirada franca y sincera, gocé como un niño en los autos de choque. Cada colisión  contra el pasado, formó parte de lo chulo del momento y lejos de esquivar esos choques frontales contra el ayer, dirigí el vehículo de mi memoria contra él, ayudado por la presencia de esta excepcional persona. 
De entre todos los cambios que estoy experimentando me quedo con el de tomar conciencia plena de la realidad de cada momento que vivo, cosa que antes apenas hacia por lo acelerado de mi vida y en esa nueva percepción incluyo algo tan impresionante como esa especie de rayos x emocionales que disparo con el alma y que me permite escanear el interior de la persona que tengo enfrente y admirar lo hermoso de su aura. Cuando conecto con este tipo de Seres humanos, me entran unas ganas locas de ser mejor persona o al menos todo lo buena persona que pueda ser si trabajo duro mis valores.
No puedo evitarlo, me dejo llevar y necesito escribir lo que siento en momentos como el que estoy tratando de reflejar ahora pero creo que aún no se han inventado las palabras adecuadas y si ya existen, no soy capaz de dar con ellas, seguro que me quedan grandes. 
Por mí que no quede, me levantaré las veces que haga falta, me esforzaré en dar todo lo que tengo dentro y aprenderé a hacerlo de la mejor de las maneras.
Esto y dejar de fumar no está nada mal como propósitos de año nuevo y de vida nueva.
Puede que trabajando con más ganas consiga en primer lugar pasar página a este capitulo en el que parece que me he quedado estancado y seguir escribiendo mi vida, estoy deseando que comiencen los capítulos donde el prota  es feliz.
Desde luego por escribir que no quede tampoco.


domingo, 27 de diciembre de 2015

Debí arrojar el puto anillo

Yo creo que va a ser eso.
Si me hubiese deshecho del anillo en su momento, ahora no tendría a este vouyer dando la paliza en cuanto me quedo dormido.
Supongo que será el todopoderoso señor del mal o algo de eso, pero su vida tiene que ser de lo más coñazo ya que necesita que le demos la más mínima excusa para disfrutar del reality.
El anillo lo encontré de la forma más absurda, como se encuentran las cosas que nos pueden destrozar la vida y en cuanto me lo pongo, aunque sea una metáfora, este ente tan plasta me tiene controlado.
Cae la noche, mi gato me hace un hueco en la cama y tras cerrar el libro de turno y apagar la luz, Sauron se viene arriba.
A veces me siento como un concursante de gran hermano y eso es lo que he vivido esta noche.
Áragon y Frodo me han nominado para abandonar el monte del destino y Légolas que parecía un tipo enrrollado, se ha pasado tres horas en el confesionario poniéndome a parir sin saber que algo parecido a Mercedes Milá me había dado permiso para verlo todo por un agujerito y cuando le he preguntado que porqué me había dado tanta caña. él, sin saber que yo lo había visto todo, me lo ha negado; en élfico, eso sí.
Resulta que creo que esto viene de una vez en la que una chica monísima me dijo que la recordaba a un personaje de el señor de los anillos.
Yo me vine arriba y la pregunté si a Légolas (en aquellos tiempos yo llevaba el pelo largo y al ser Áragón moreno y yo rubio como el elfo del arquito, supuse que sería a aquél) pero sin cortarse un pelo se me escojonó en la cara y me dijo que no, que era clavadito al amigo de Frodo, el hobbit chapas que le acompaña en su viaje.
Antes muerto que confundido con Sam.
Creo que me marcó mucho entonces, obviamente no me enrollé con ella (no por falta de ganas, claro) y jamás la volví a ver, debe de estar tejiendo su tela en el fondo de alguna gruta dispuesta a atrapar a alguien a quien chuparle la sangre (como poco).
El caso es que un par de orcos de la organización me fueron a recoger al salón de la gruta y gracias a Dios mi inconsciente me ha privado del edredoning con ellos.
Recogí mi hacha, mi maleta y mi cota de mallas de cuerpo entero y me llevaron en limusina al plató donde se celebraba el debate de "gran enano vip".
La audiencia (que es un pelín hijadeputa) había decidido largarme de allí a patadas y de paso cerrar las fronteras a los refugiados sirios.
No sé que me pasa en la cabeza pero he despertado justo cuando un gato gigante se abalanzaba sobre Jorge Javier Vazquéz.
Juro que no veo ni Gran Hermano ni Sálvame pero me parece que su veneno inyectado en los pocos segundos de zapeo en los que me cruzo con ambos programas me ha emponzoñado la cabeza.
La OMS debería hacer algo al respecto.
Trataré de aplicarme un antídoto a base de la última novela de John Banville.
Espero que esta noche no se me presente Gandalf vestido de cobrador del frac. 
Por cierto, vendo anillo. Es guay, pone que es un anillo para dominarlos a todos y no sé qué publicidad más.


jueves, 24 de diciembre de 2015

Piensa en algo encantador


 Dudó entre apagarlo en el suelo junto a él, o apagárselo en el antebrazo para que al menos durante unos segundos algo le doliese más que eso que le estaba destrozando por dentro. Se decidió por la segunda opción y el cigarrillo (apurado entre ataques de tos tras haber sido previamente sustraido de la pitillera semioculta en el gran bolso de su tía de Murcia) al ser aplastado en su antebrazo izquierdo cumplió de la manera más efectiva su misión, traspasando sobradamente el umbral del dolor al abrasar piel y carne.
Apretó los dientes y trató de contener las lágrimas que acudieron raudas a sus ojos pero no pudo evitar que una de ellas, la más grande quizás, llegase a resbalar por su rostro terminando la fuga en caída libre desde el mentón, tras haber empapado su mejilla.
No pasa nada, llorar no es de niñas, también es de niños, eso se llama paridad y se lo acaban de enseñar en el cole y además en esta ocasión tiene una excusa aceptable, no como el resto de ocasiones en que sin quemaduras, golpes, ni heridas de ningún tipo se entrega al llanto en la intimidad de su habitación, con el rostro entre las manos y  completamente desolado. 
Hacerse mayor lo está matando, perder la inocencia y descubrir que todo es una farsa le ha llevado a la desesperación.
Ningún roedor con caprichos odontológicos le cambiará las piezas defectuosas por monedas, ningún nórdico con sobrepeso vestido de ultra del Liverpool, se descolgará por su chimenea ( a no ser que se trate de un pedófilo alcoholizado, allanando la morada familiar)  y  no concibe a tres monarcas con poderes sobrenaturales a lo Harry Potter, repartiendo unidades del último grito en juguetes, colonias,  juegos de la play y demás caprichos por las viviendas de todo el planeta, con la que está cayendo. Con las fronteras de media Europa cerradas y reforzadas por unidades especiales del ejército, con cazabombarderos rusos derribando todo aquello que sobrevuele su espacio aéreo y con los océanos infestados de submarinos nucleares de la OTAN dispuestos a fijar el objetivo en cualquier sospechoso con turbante.
Los peces en el río han dejado de beber afixiados por los vertidos tóxicos y la navidad ya no es blanca, ahora viste de negro, de luto lo llaman.
Hacerse mayor implica aceptar las reglas del juego y aprender que todos tienen que morirse y que un día de repente sus seres más queridos le abandonarán para ocupar su lugar en una caja de pino o en un bote con aspecto de termo de café.
Hacerse mayor es descubrir que los mayores también lloran cuando creen que no les ve nadie y que también tienen miedo, mucho miedo,  aunque no a lo que se esconde en el armario o debajo de la cama, sino a lo que les llega en forma de correo certificado, de burofax o de llamada del departamento de recursos humanos de la empresa.
Si el amor verdadero existe, no entiende porqué los padres de su mejor amigo se han divorciado y porqué hay tantas canciones y tantas películas que hablan de mentiras y de traiciones, incluso de violencia entre los supuestamente enamorados.
Una vez escuchó a un adulto decir con irónica sonrisa; "poderoso caballero es Don dinero" y le pareció una frase muy divertida, como sacada de un chiste. Ahora ya conoce los superpoderes del supuesto caballero y la habilidad con la que puede convertir un día tranquilo y feliz en la antesala de la desesperación.
Piensa que eso no es lo que le han contado desde pequeño. ¿Dónde están los valientes caballeros que siempre vencen al mal, ganan todos los combates y se terminan casando con las princesas más hermosas?
¿Dónde coño están las alfombras voladoras? Puede que en el IKEA entre otros miles de alfombras aunque no vienen en el catálogo.
Pero sobre todo ¿Dónde están los finales felices? 
Ahora que se está haciendo mayor descubre que los finales felices no existen y que siempre, siempre va a tener un motivo para llorar y, el final se escribirá con una placa o con un cincel en el mármol y eso la verdad es que feliz, lo que se dice feliz, no parece.
Acaricia la idea de no crecer y de buscar billete a Nunca Jamás, a ver si con alguna compañía low cost de esas puede llegar hasta allí ,porque no es capaz de volar ni habiendo conseguido "pensar en algo encantador" cómo dice la canción de la peli de Disney. Igual es porque ese pensamiento encantador le ha durado lo que un pedo en la mano y enseguida ha llegado la imagen del coche fúnebre trasladando el cadáver  de su padre.
Da igual, si los billetes son muy caros se pondrá a currar en lo que sea o robará el dinero a alguien, el caso es largarse de aquí y no crecer. No quiere crecer y le importa una mierda que los niños que ya fuman a diario y tienen novias con las que se dan morreos, se rían de él.El que ríe el último ríe mejor.
No sabe porqué le han castigado a ser mayor si él no ha hecho nada, ha sido bueno, muy bueno y no se merece esto. 
-La vida es injusta (exclama en voz alta tras apuntarlo en su libreta mental) soy mayor porque ya lo he comprendido y no quiero hacerme mayor.-
Tras enjugarse las lágrimas se levanta buscando una fuente donde sumergir su dolorido y enrojecido antebrazo. 
En lo que consigue llegar a Nunca Jamás intentará resistir. Solo espera que no le hayan engañado también con eso y Nunca Jamás sea otra mentira. 
Piensa que ahora que es mayor ya se puede cagar en la puta y decir todo tipo de palabrotas y borderías en voz alta sin que nadie le de una colleja por ello. Sonríe por primera vez en mucho tiempo.


 





martes, 22 de diciembre de 2015

Feliz todo, incluida la navidad.

Me he tomado la licencia de volver a utilizar el vídeo de este villancico que interpretan mis amigos Mario y David, de Cosmic Birds  y que ya elegí para una entrada del blog en diciembre del año pasado(lo cierto es que me encanta todo lo que hacen, pero este tema es muy apropiado).
Hoy me voy a dejar de terapias, ejercicios literarios, pruebas de estilo y demás historias, para desearos a todos, queridos lectores, felices fiestas y un año nuevo cargadito de buenas noticias. 
En estas fechas es lo suyo, aunque no veo porque no podemos desearnos felicidad en cualquier día del año, en cualquier estación, en cualquier momento.
Parece que la navidad nos hace sentirnos mejores personas y nos purga de todo lo malo.
Esta noche me acostaré con la misma triste cantidad en mi cuenta corriente, las mismas deudas y los mismos agobios. No me ha tocado la lotería.El premio gordo ya me tocó el 14 de abril de 2014 y al parecer ya no optó a más premios, con ese debería tener suficiente.
Cómo dicen por ahí, hablar de dinero empobrece las conversaciones y hay personas tan pobres que solo tienen dinero, así que enhorabuena a los que compraron el décimo acertado y, a los demás, sabed que la esperanza es lo último que se pierde y a veces y sin venir a que, la vida nos sonríe con un "sigue jugando".
Sé que debo considerarme muy afortunado y que no puedo ni debo quejarme, aunque haciendo mi particular balance de pérdidas, este año ha sido un verdadero desastre ¡¡¡Que empiece ya el 2016 por favor!!! 
Hoy me decía una buena amiga que en mi cazuela tengo todos los ingredientes para cocinarme una vida genial, que solo tengo que encender el fuego y ponerme a ello.
Sé que tengo la suerte de contar con muchos y muy buenos amigos, con una familia maravillosa, con un gatete adorable y con ciertas habilidades para luchar por mi porvenir.
Aquellos que se fueron simplemente tenían que irse, es ley de vida y a todos nos llegará el momento, aunque lo que sí que podemos hacer en su memoria, es tratar de llenar ese vacío que han dejado y no permitir que nos pueda la tristeza, ellos querrían vernos felices.
Mi nueva vida está llena de sorpresas, la primera y la más grande es haber conocido a la persona en la que me he convertido y que aunque no me cae del todo mal, me cuesta un poco adaptarme (el chico es majete pero demasiado reservado y melancólico, nada que ver con el Juan de antes).
Dentro de mi balance de pérdidas he de contabilizar también la pérdida de mi natural disposición a buscar el amor y a vivir en pareja. Creo que ahora trataré de hacer las cosas mejor y no volveré a engañarme ni a confundirme, ni a engañar ni a confundir, aún con la mejor intención y sin ánimo de fastidiar a nadie, mucho menos a ellas.
También tengo un balance de ganancias (como cualquier empresa) y he ganado un montón de cosas, empezando por un cambio salvaje de la visión de la vida que me lleva a comprender las cosas desde otro punto de vista y con algo más de criterio.
Ahora le concedo la importancia que merecen a palabras como familia o amistad, a verbos como soñar, recordar, compartir, acertar o escribir ; a sentimientos como el cariño, la alegría y la confianza y a las demostraciones sinceras en forma de sonrisas,  abrazos, lágrimas y  besos. 
Durante este 2015 que está a puntito de largarse por donde ha venido, he aprendido un montón de cosas. Alguna de estas cosas me ha confundido y descolocado sobremanera, pero no por ello quiere decir que hayan sido malas o negativas, simplemente que tenía que pasar por ellas aunque no estuviese aún preparado para adquirir esos conocimientos.
No soy ni mejor ni peor persona, creo que únicamente soy diferente y en cuanto me acostumbre a quien soy ahora, trataré de dar lo mejor de mi mismo.
Tengo muchos retos y muchas responsabilidades por delante y prometo dejarme la piel en conseguir hacer de esta "segunda temporada", la mejor de la serie. 
Lo dicho queridos lectores, seáis quienes seáis y estéis donde estéis: Feliz todo, incluida la navidad.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Sigue enseñándome a vivir, please.

No voy a mentirte querida amiga. Según me has contado lo sucedido, he disfrutado imaginando el momento en el que clavaba mi cuchillo botero en su cráneo de un golpe seco y rápido, para hundir toda la hoja en su cerebro librando a la humanidad de otra alimaña.
No lo entiendo, no entiendo que siendo tú una persona tan dulce y tan especial, que desprende amor en cada gesto, en cada movimiento, hayas encontrado semejante castigo.
Sé que vas a volver a vivir tu vida, que te levantarás de este mazazo y cual ave fénix  resurgirás de tus cenizas para convertirte de nuevo en esa potente yegua que un día me ayudó a volver a galopar y a saltar los obstáculos más peligrosos.
Si hay tantas personas que como yo, solo te podemos querer en la distancia, no me entra en la cabeza que los privilegiados que te pueden amar de tú a tú, se permitan el lujo de hacerte daño y traicionar tu confianza.
Una vez cayera al suelo, extraería el cuchillo de su cráneo y me entretendría arrancándole el corazón muy despacito, fijando mi mirada en la suya hasta que se le apagase el brillo de la vida y sonriéndole irónicamente.
Me importaría un carajo ponerlo todo perdido de sangre y tener que pasar horas de rodillas fregando el parquet a conciencia, te juro que disfrutaría quitándole la vida.
Me conoces y sabes que nunca he sido así, pero de un tiempo a esta parte algo esta cambiando en mi y me arde el pecho cuando veo a mis seres querido sufriendo injustamente.
No soy un ángel vengador,  ni siquiera soy un ángel. No tengo una espada de fuego, no es mi misión impartir justicia y no sabes cuanto lo siento. 
Me informaré bien y si por lo que sea doy con la convocatoria de oposiciones para ángel vengador, me las prepararé a conciencia y sacaré la plaza por muchos candidatos que haya.
Que venga el encargado que quiero el libro de reclamaciones, quiero presentar una queja.
No concibo que se te haga sufrir así por las buenas y sin que la justicia divina, poética, o llámala como prefieras, intervenga para castigar al infractor de las reglas morales más elementales.
Cuando tuviese su corazón en la mano, lo aplastaría entre mis dedos sin dudar (como él intentó aplastar el tuyo) y arrojaría los despojos sobre su cadáver.
Estoy convencido de que por muchas veces que te haya mirado a los ojos, no habrá sido capaz de apreciar esa luz y la profundidad de tu mirada. 
No hay peor ciego que el que no quiere ver, bueno sí, el que pretende destruir aquello que le deslumbra.
Mientras afilo la hoja de mi cuchillo con una piedra especial, silbo un tema de Nacho Vegas que me trae muchos recuerdos, demasiados por desgracia.
Por ti iría a la cárcel, que es una forma sencilla de decirte que por ti iría al fin del mundo.
Si me necesitas llámame, yo lo hice y viniste a rescatarme, así que no te de ningún reparo, te debo una, te lo debo todo.
Puede que estos pensamientos tenebrosos nazcan en la fosa abisal que surgió en mi alma tras la fragmentación de mi mundo interior. Puede que haya descubierto el infierno y ese infierno lo habiten los monstruos que se conjuran para  hacernos daño.
Soy el dueño del universo que he creado al escribir recordando aquellos días en los que fuiste mi sanadora y en ese universo ni él, ni nadie como él, tiene cabida. En ese universo tu luz y tu energía marcan las estaciones y controlan las mareas. En ese universo vengaré cada sonrisa que te hizo perder y cada lágrima que derramaste.
No hace falta que te diga lo muchísimo que te quiero y lo dispuesto que estoy a cambiar la pluma por la espada, aún sabiendo que nunca será tan poderosa.
Sonríe, vive, galopa de nuevo junto a nosotros.





sábado, 19 de diciembre de 2015

Vueltas y vueltas. Génesis de un personaje.

A todo lo que pasa por mi cabeza. A mi presente y a mi futuro pero sobre todo a mi pasado; no paro de darle vueltas y vueltas.
Hay muchas cosas, demasiadas que podía haber hecho mejor, demasiadas.
Identifico un error tras otro, un fracaso tras otro y una larga lista de cosas a medio hacer.
Hay que ver, con que facilidad el Ser humano abandona aquello que emprende, sobre todo si le supone  el más mínimo esfuerzo, ya sea mental, físico o emocional.
No nos damos cuenta de que será más que difícil terminar lo comenzado en el futuro. El día que decidamos concluir lo que una vez emprendimos y terminamos aparcando como un carrito de la compra en el super tras haber, completado la lista y descargado las bolsas en el maletero del coche, nos encontraremos con un sinfín de dificultades.
Abandonar es sencillo y demasiado tentador, lo verdaderamente jodido es concluir bien lo que se empieza.
La juventud es tan atrevida como la ignorancia y tendemos a creer que siempre habrá tiempo para todo, pero oh, mierda, resulta que no lo hay. 
Tenemos el tiempo medido y podemos malgastar el justo. Un día te encuentras con que te ha pillado el toro, que la policía te pisa los talones y que poco podrás hacer ya para apañar los desaguisados de tu vida y los parches que te obligaron a poner aquellos que hicieron un siete tras otro en el tejido de tu existencia.
También descubres que por uno u otro motivo, te has olvidado de dar demasiados besos y demasiados navajazos.
Tienes que aprender a perdonar, te dicen, si perdonas te sentirás mucho mejor y alcanzarás la felicidad
Una mierda. Lo siento, pero yo más que perdonar, al ignorar las afrentas lo que he hecho ha sido librarme de la cárcel o de un jurado popular que me enviaría directo al corredor de la muerte.
Repasando mi particular lista de abandonos, además de metas y aspiraciones, he abandonado demasiados principios.
Detesto la violencia y juro que nunca haría daño a nadie gratuitamente pero a base de poner la otra mejilla resulta que tengo demasiadas cicatrices ocultas por la barba.
Hoy estoy buceando demasiado en mi interior y acojona, porque lo hago a pulmón y como no tire de bombona me voy a quedar sin oxígeno, esto es mucho más profundo de lo que pensaba, además aquí abajo está muy oscuro.
Siempre he creído que era un tipo muy dulce, un romántico empedernido, buen chaval e incluso cursi  pero  estoy encontrando una parte desconocida de mi que me asusta  y que he tenido recluida demasiado tiempo, tanto que ha renunciado a su libertad y ahora me intimida su imagen al aflorar.
-No pasa nada - me digo tratando de convencerme pero si nunca se me ha dado bien engañar a los demás, dificilmente podré engañarme a mi mismo. 
Si pasa. Caminas arrastrando una mochila llena de fracasos y de rendiciones y llega un día en el que pesa demasiado, así que he decidido no rendirme de nuevo y si he de fracasar, fracasaré pero al menos no abandonaré a la primera de cambio. Ya no, no pienso volver a rendirme, voy a dejar salir todo lo que llevo dentro, todo.
Esto no quiere decir que me vaya a dedicar a repartir puñaladas en el abdomen o a rajarle la yugular a todo aquel que me haga daño pero desde luego se acabó eso de poner un cafetito, la cama y el aire acondicionado para que los que vengan a joder, se encuentren lo más cómodos posible.
No creo que vaya a salir a la calle siempre con un cuchillo en la bota. Simplemente dejaré de mirar hacia otro lado y de dar las gracias mientras me meten un dedo en el ojo, me escupen en la cara, me joden la vida o me orinan encima.
Sigo declarándome no beligerante, como Suiza en la segunda guerra mundial.
No me gusta la polémica y odio discutir pero cuando eres tan taimado y tan prudente, mucha gente lo interpreta como una señal de debilidad y se aprovecha de ello.
Una cosa es que sea tímido y otra es que sea gilipollas y que me vaya a dejar humillar por el primero que lo considere oportuno.
Se van a terminar los miedos ¿Qué me puede pasar en el peor de los casos, que me metan en la trena o que me lleguen a matar? Pues al carajo, ya no me da miedo, no me asusta.
Desde esta misma noche serán otros los que tengan que estar prevenidos, los que miren atrás de vez en cuando al caminar por calles oscuras y los que midan todas y cada una de sus palabras al vomitarlas frente a mi.
Desde esta misma noche sé que me van a preguntar por cada uno de mis conocidos que aparezca muerto entre los contenedores de basura, con el corazón atravesado por una daga certera.
Que tiemblen los miserables, los mezquinos y los que tengan como fin último romperme los esquemas.
A partir de este momento algunos moribundos tratarán de escribir mi nombre en el suelo con la sangre que les mana de sus cabezas abiertas a botellazos, pero no permitiré que lleguen siquiera a dar forma a la primera consonante.
La  corrompida sociedad crea tantos monstruos como la razón y alguno de ellos habitará entre nosotros sin llamar lo más mínimo la atención y sin ser descubierto jamás.
Yo no quería, de verdad, las circunstancias me han obligado y aunque me pese, esto acaba de empezar.