martes, 5 de enero de 2016

Capitán del equipo.





Me he acostado muy prontito. No quiero que los Reyes decidan no entrar en casa para evitar ser sorprendidos por un niño despierto.

Este año he sido muy muy bueno y estoy seguro de que por fin me traerán la Nintendo y el balón del Real Madrid.

Mi abuela me había dicho que tengo que irme pronto a la cama y dormirme enseguida porque si no los Reyes no entrarán en  casa. Al parecer lo reyes cuentan con un eficaz servicio de pajes de información que les chivan hasta la última trastada y si duermes o no y como presenten un informe negativo sobre un niño, este se queda sin sus regalos.

Aprovechando un descuido de mamá le he quitado de la mesilla de noche unas cuantas pastillas  de esas que toma para dormir desde que  papá se marchó de casa con aquella señora tan simpática de ojos azules y me he tomado media docena con el colacao. Empiezo a tener sueño, mucho sueño.

Mi plan es perfecto, en casa no hay más niños, soy hijo único así que nadie espantará a sus majestades de oriente. Mamá también se ha acostado y no se la oye, eso es que ya debe de haberse tomado la pastillita pero en vez de con colacao con esa guarrada que le gusta a ella y que tiene nombre como de cantante folclórica,  Martirio, Maritrini, Martini o algo así. Todas las noches  se sacude un par de copas escuchando música y disimulando las lágrimas pero se debe pensar que soy ciego o gilipollas porque aunque disimule, me doy cuenta perfectamente, lo que pasa es que no la digo nada porque a mí tampoco me gusta que me vean llorar, es humillante y luego los demás se ríen de ti.

Voy a ser el capitán de mi equipo en el patio, que para algo pienso llevar el balón al cole, con uno del Real Madrid me hacen capitán fijo.

Ya veré si invito a alguien a jugar con mi Nintendo, que igual juegan mal y me la estropean, que mis amigos son muy burros.

Que sueño, me estoy quedando frito, ya casi estoy dormido, cuando lleguen los Reyes todo estará correcto y dejarán sus regalos junto a los zapatos, se comerán las galletas y se irán. Fijo que este año también se beben media botella de la guarrada esa que le gusta a mamá, como el año pasado, que el día de Reyes a la pobre se le puso dolor de cabeza del disgusto y todo.

Un chico de primero de la ESO me ha dicho que los Reyes son los padres, pero no tiene ni puta idea. Mi padre se fue de casa hace casi dos años ya y si fueran los padres tendría que venir a casa por lo menos a traer los regalos y por aquí no ha asomado el hocico, dice mamá que ni siquiera le ha pasado la pensión o no se qué.

Además ¿cómo haría mamá para fingir el dolor de cabeza del disgusto por  lo de la media botella del año pasado? No es tan buena actriz.
Seguro que ese chico se lo ha inventado o lo ha dicho para fastidiar, que la gente es muy mala.

Me duermo, huele a humo, está entrando humo por debajo de la puerta, eso debe de ser que ya están aquí y que se han colado y han traído incienso de ese cómo el que llevaron al portal de Belén. Mientras no se hayan olvidado de lo demás bienvenido sea que a mamá le gusta poner incienso a veces, aunque no huele tan mal ni suelta tanto humo, se conoce que este debe de ser de oriente y aquí no lo conocemos.

Tengo sueño, mucho sueño. Me duermo…



Cuando los bomberos alertados por los vecinos llegaron a la vivienda ya era demasiado tarde.

Las llamas, presuntamente originadas por la mala combustión de una caldera se extendieron rápidamente por toda la casa y lo que les había llamado poderosamente la atención es que encontraron ambos cadáveres, el de la madre y el de su hijo, en sus respectivos dormitorios, como si no se hubiesen percatado del incendio.

Tampoco habían respondido a los gritos de los vecinos ni siquiera a las llamadas al teléfono móvil de la madre.

Seguramente se hubiesen intoxicado con el humo pero tendrían que esperar a los resultados de la autopsia.

Es horrible que ocurran tan trágicos sucesos en una noche como la de Reyes pero la vida nunca dejará de sorprenderme.

A veces es mejor no ver las noticias. Ojos que no ven…








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