domingo, 19 de febrero de 2023

Depertares.


Mientras coloca la alianza de plata en el dedo de su sonriente prometida, y tras escuchar que puede pronunciar sus votos matrimoniales,  el emocionado novio traga saliva y clavando su mirada azul en los ojos de la mujer que ama, consigue vencer la emoción y le dice con absoluta sinceridad, "te juro ante los hombres y ante nuestro Dios, que pase lo que pase y le pese a quien le pese, te amaré con toda el alma el resto de mi vida, y todas las vidas que pase junto a ti. Te amaré con distintos nombres, con distintos cuerpos, pero con el mismo corazón, en distintas épocas y en distintos lugares. En este planeta o en mi asteroide que ya es tuyo. Y siempre te seré fiel, siempre. No concibo una existencia sin mirarme en tus ojos. Y es que sé que eres tu, lo tengo muy claro. Te he vuelto a encontrar y no quiero perderte de nuevo, ya que no hay ninguna otra mujer en el universo conocido que sea capaz de aportarme lo que tu me aportas, de despertar en mi lo que tu despiertas. Y es que creo en ti, y si tu no estás, nada me importará, nada tendrá sentido, nada merecerá la pena. Estaré junto a ti siempre, o al menos mientras quieras que caminemos juntos. Me tendrás a tu lado en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza, hasta que la muerte intente separarnos, porque no habrá muerte capaz de desatar el hilo rojo que une nuestras almas. Esto te lo prometo con el corazón, y ya sabes que siempre cumplo mis promesas."

La hermosa mujer le sonríe con los ojos, con la boca y con el corazón y, haciendo de él el hombre mas feliz de cuantos han habitado la tierra, coloca en su dedo la alianza que simboliza la unión ante la ley, y antes de besarlo con pasión pronuncia una única palabra, "ven".

Ambos dejan en la orilla el equipaje acumulado a lo largo de sus trayectorias vitales y se entregan el uno al otro con decisión y alegría, y con la absoluta certeza de que el destino ha decidido concederles una nueva oportunidad para darle el más intenso y pleno de los sentidos a la palabra amor. Entonces suena el vals más hermoso a través de la megafonía de la sala, y siguiendo el ritmo que marcan los Vetusta Morla, comienzan a bailar. Todo es absolutamente perfecto. Todo.

La luz que entra por las rendijas de la persiana despiertan al enamorado y romántico escritor que descansa tras otra noche llenando páginas con ilusión y  esperanza y, al despertar, se gira buscando a su esposa. Pero ella no está. Solamente ha sido un sueño y el único anillo que luce en su mano, no es una alianza, ni se lo colocó la hermosa mujer vestida de blanco que hace tan solo unos segundos le había jurado amor eterno.

Antes de levantarse de la cama enciende un cigarrillo y conecta el equipo de música que sobre la mesilla de noche reproduce el vals que instantes antes bailaba abrazado a la mujer con la que los hados en un alarde de infinita crueldad decidieron cruzarlo para luego separarlo rompiéndole el corazón y haciéndole perder al razón. No puede evitar que una enorme, cálida y salada lágrima resbale por su mejilla, pero antes de dejarse llevar por la desesperación, se repite en voz alta el mantra al que se agarra cuando toma conciencia de la realidad más allá de sus novelas, "todo termina llegando, incluso lo bueno."

Bajo el chorro de agua fría de la ducha que desentumece los músculos, pone en marcha los sentidos y lava su llanto, se promete a si mismo intentar controlar esa intensidad que marca su vida, que inunda su pecho y que le impide escribir sobre cosas banales. 

Hoy es tan solo un día más, otro día más.





viernes, 17 de febrero de 2023

Para servir y proteger


 Y en realidad sirven y protegen. Y se juegan la vida por nosotros, sin importarles nuestro color de piel, nuestra condición social o nuestro credo.

Ayer conocí a un inspector de homicidios del cuerpo nacional de policía y por esas cosas de la vida, compartí mesa con él y con su familia, y disfruté de una conversación muy interesante, de un buen vino de la Ribera de Duero y de un entrecot al punto (al del cocinero, no al mío).

Tengo la suerte y el orgullo de conocer a muchos miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. Conozco miembros de la policía científica, de la brigada de información, del SEPRONA e incluso, una mujer con la que viví un delicioso romance de juventud, es desde hace unos años miembro de la unidad de Caballería de la Policía Nacional. 

Lo siento mucho, pero para aquellos que se empeñan en vendernos que todos los policías, guardias civiles y militares, son unos fascistas represores, levanto mi dedo mientras les dedico la más perfecta y contundente peineta. Y de paso los mando a disfrutar de una abundante ración de sexo anal sin caricias previas ni palabras bonitas. Ojo, que de todo habrá en la viña del señor, pero generalizar es de mediocres, y os aseguro que en esta ocasión pagan muchos justos por muy pocos pecadores.

El servidor público al que conocí ayer es un tipo realmente agradable y muy comprometido con su labor. Ha servido en distintas unidades del cuerpo nacional de policía, se ha jugado la piel como escolta de autoridades durante esos tiempos en los que los etarras disparaban en la nuca en vez de apoyar propuestas del gobierno en el congreso, y ha hecho muchos kilómetros a lomos de una moto de gran cilindrada antes de unirse al grupo de Homicidios.

Mientras charlábamos y compartíamos vino, daba gusto verlo pendiente de que a su mujer y a sus hijas adolescentes no les faltara absolutamente nada, y de que estuvieran a gusto en una mesa donde nos reunimos 12 personas para celebrar el cumpleaños  de una de mis hermanas.

Por avatares de la vida me senté junto a este ángel de las calles y desde el primer minuto conectamos y mantuvimos una conversación cordial, amena y muy entretenida y edificante.

Ha sido compañero y es amigo de algunos de mis conocidos en el cuerpo, y fue muy fácil conectar con él, pues también disfruta de la novela negra y ha leído a algunos de los autores que yo respeto y admiro.

La conversación fue derivando por diferentes puertos y arribamos al de la situación actual de aquellos que como él están dispuestos a recibir un disparo por nosotros o a matarse en la carretera persiguiendo a delincuentes o acudiendo en nuestra ayuda. Me asombró saber por su boca de que en una pequeña capital de provincias como Valladolid, se hayan intervenido un impresionante número de armas de fuego y no hablo de escopetas de caza, sino de armas automáticas y semiautomáticas. De armas de combate como el AK 47 con el que un vecino del barrio de Pajarillos disparó una ráfaga, atravesando las carrocerías de varios vehículos aparcados junta a su casa y estando a punto de herir a un taxista. O de la Pietro Beretta de 9 mm que utiliza el inspector Pinacho (protagonista de mi trilogía de novela negra distópica) y con la que él mismo fue encañonado por un delincuente vallisoletano con antecedentes penales durante una identificación rutinaria en la ronda de circunvalación de la ciudad.

Este padre de familia, enamorado de su mujer y entregado custodio de sus hijas, está dispuesto a todo con tal de garantizar la seguridad incluso de aquellos que sin tener la más remota idea de las condiciones laborales de los servidores públicos, no dudan en calumniarlos y difamarlos, aferrándose a un malentendido derecho a la libertad de expresión. 

Cuando este servidor de  la ley se ve obligado a sacar su arma para defender su vida o la de un ciudadano, lo hace con el temor de verse obligado a utilizarla, pues sabe que además del nada desdeñable daño moral y sicológico que puede sufrir si la dispara, correrá un grave riesgo al verse sometido a una presión judicial y social inmerecida y realmente abusiva.

Desde aquí quiero levantar mi copa por todos aquellos hombres y mujeres que en un acto de generosidad están dispuestos a morir o a matar por nosotros.

Desde este humilde blog aplaudo y agradezco su valor y su entrega, y pido respeto y consideración con quienes eligieron cuidar del ganado y protegernos de los lobos, que gracias a la incompetencia de los legisladores y a la necesidad de mantener la poltrona de aquellos que nos gobiernan, cada día que pasa agrandan la manada y se vuelven más voraces y mas sanguinarios.

Escribir sobre un tiroteo con bajas es fácil, vivirlo tiene que ser una pesadilla.

Gracias por servirme y protegerme.



jueves, 26 de enero de 2023

Orientación y creación literaria desde una gran verdad


Tras haber compartido mi experiencia y lo aprendido de ella con miles de estudiantes, mediante la charla/coloquio La literatura salva vidas, que pude desarrollar en institutos de todas las provincias de mi comunidad gracias al apoyo de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, he dado forma a este taller trimestral homónimo en el que con la colaboración de escritores, blogueros, periodistas, editores, músicos y social media managers, voy a tratar de orientar a aquellos jóvenes con inquietudes literarias en su relación con esa literatura presente en  todo cuanto los rodea, y en la creación literaria de aquellos que sienten la necesidad de expresar su mundo interior mediante la escritura.
A raíz de una dura y desagradable experiencia personal que me llevó a pasar por unos minutos de muerte clínica y una semana en estado de coma, descubrí gracias a los neurólogos y profesionales médicos que trataron mi caso, que mi sorprendente recuperación contra todo pronóstico de la lesión cerebral más grave de cuantas existen, se debió a tener el cerebro fuertemente entrenado gracias a ser un lector empedernido desde mi más tierna infancia y a escribir un relato tras otro y un poema tras otro, y a publicar un libro tras otro al haber recibido la orientación adecuada en mi creación literaria. Esta recuperación, me ha llevado desde que desperté del coma hace ya más de ocho años, a ganar distintos premios literarios, a publicar cuatro libros y a estar trabajando al tiempo en tres novelas distintas.
Me he documentado y he investigado sobre los aspectos neurológicos de la influencia de la literatura, y de su importancia para prevenir el deterioro cognitivo y poder superar el daño cerebral adquirido, y he llegado a la conclusión de que como afirman prestigiosos y refutados neurólogos, el fomento de la lectura desde edades tempranas llevaría a disminuir la necesidad de ingresos por problemas cerebrales en hospitales, residencias geriátricas y centros de día.
Conozco también en primera persona lo incómodo de sentirte diferente al encontrar en los libros un lugar seguro y una fuente de diversión, y al escoger la lectura frente a otro ocio alternativo, sin haber renunciado en su momento a la  diversión y a la fiesta propias de una adolescente y de un joven de mi entorno sociocultural. Pese a haber viajado cuanto he podido y a haber residido en distintas ciudades españolas y del extranjero, los libros siempre ocuparon un lugar en mi vida y a ellos debo el poder seguir despertándome cada mañana y el querer aportar cuanto esté en mi mano a las personas que quieran escucharme y aprender de mi experiencia.
Me defino siempre como el eterno aprendiz de escritor porque  aún no he llegado a ser el escritor que me gustaría ser. Y puede que no lo consiga nunca, pero rendirme nunca será una opción y gracias a la incansable lectura, y a la ayuda de editores y de profesores de cursos y talleres literarios, aprendo a darle una forma más adecuada a lo que me inunda el cerebro y el alma, y a poder compartirlo con compañeros, seguidores, lectores, críticos y alumnos.
El ayuntamiento de Simancas ha decidido apostar por esta actividad y ofrecérsela a los jóvenes que se residen en su municipio.
El próximo día 8 de febrero explicaré a los que así lo deseen en que consistirá este taller, y lo que vamos a ver en cada una de las 12 sesiones que lo conforman. Les invitaré a disfrutar de la literatura como medio de expresión, y como fuente de conocimientos y a desarrollar su criterio personal. Les hablaré también de la lectura y la escritura como el necesario gimnasio en el que entrenar el músculo más importante, el cerebro.
Otros municipios como Medina de Rioseco, Mojados o Arroyo de la Encomienda están estudiando ofrecer esta actividad a los jóvenes que residen en ellos. Y yo estoy deseando seguir compartiendo esas charlas con los estudiantes de institutos de mi comunidad y llevar este taller a cuantos lugares lo soliciten, pues sé que las segundas oportunidades nunca son gratuitas, y quizás esta es la manera de saldar mi deuda con mi Dios, o con el destino.
Y es que es verdad...LA LITERATURA SALVA VIDAS.


 

domingo, 15 de enero de 2023

Lentamente


 Hazlo, por favor. Y que no te tiemble el pulso. Esto no será en absoluto un crimen, será un acto de amor porque muero lentamente entre terribles sufrimientos, y cada día me desangro en las lágrimas que no puedo contener. Así que por favor, si alguna vez me quisiste, y me consta que así fue, mátame rápidamente y permíteme escapar de esta condena. Apoya el cañón en mi frente y aprieta el gatillo con la certeza de que estarás realizando una buena obra, sin duda una acción terriblemente compasiva pues se me ha llenado de llagas el corazón y no te imaginas cuanto sufro cada vez que cierro los ojos y mi inconsciente te busca.

No te preocupes, digamos que tu colaboración será una suerte de eutanasia, la más generosa de las respuestas a mi llamada de auxilio y a mis súplicas implorando clemencia, pues me desgarran la carne los recuerdos de las noches a tu lado, y me arden en la piel los restos de tus caricias. Será un acto de suprema bondad , de infinita generosidad y de extrema dulzura. Así lo comprenderán quienes deban juzgarte en la tierra y en el cielo, y te prometo que nadie podrá acusarte de mi muerte, porque llevo muerto mucho tiempo ya, y ningún juez se ha personado para certificar la defunción, firmar docenas de tristes y fríos papeles que obvian el verdadero motivo   ni  ordenar el  levantamiento del cadáver. Morí el día en que cortaste el hilo rojo que unía nuestras almas y me abandonaste tras besarme por última vez. Y en ese mismo instante supe que había muerto porque una vida sin ti es la mayor de las tristezas, un desierto abrasador, una ciénaga insalubre infestada de caimanes, un precipicio infinito. Todo ello incompatible con la vida. Al menos con la mía.

Si he de subir al parnaso quisiera alternar con todos esos poetas que cantaron al amor a lo largo de los siglos. Y pedirles explicaciones y responsabilidades. Y si el destino decide volver a enviarme a este valle de lágrimas, solo espero que una vez más decida cruzarme contigo y permitir que te encuentre de nuevo, como llevo haciendo desde que el mundo es mundo y el creador quiso que una criatura bípeda y torpe habitara el planeta y jugara a ser dios, creyera ser dios y diseñara y ejecutara sin remedio  su propia extinción. Un siglo tras otro he muerto y he vuelto a ti, y un siglo tras otro se me ha permitido hallarte, porque en efecto dios existe y se lo pasa genial con nosotros.

No temo que se me arroje al infierno porque vivir si ti es el peor de los infiernos y ya lo he conocido, ya se me ha recluido en él, y ya lo he sufrido cada mañana que he despertado, he podido abrir los ojos y he tomado consciencia de no hacerlo a tu lado. 

Por eso, mi vida, te pido que lo hagas ya. Mátame rápido, permíteme entrar de nuevo en ti y bucear en tu humedad, hacer el amor lentamente, por última vez, y volver a sentir que al vaciarme entre tus brazos, todo habrá merecido la pena, incluso el dolor de volver a perderte.

miércoles, 4 de enero de 2023

Irse



—No hay nada que hacer –dijo el cardiólogo cuando revisó las pruebas que se le habían realizado al paciente que dormía sedado en la habitación situada dos pisos más abajo en el hospital donde se le  ingresó de urgencia unas horas antes– su corazón ha decidido que ya no puede más, que ya ha tenido suficiente. Esto no es habitual, un caso así solo lo he visto en otra ocasión hace muchos años ya, pensé que nunca volvería a tratar a un paciente con el síndrome Capuleto, pero los electrocardiogramas y el tac con contraste no dejan lugar a dudas.

—Nunca ha sufrido del corazón –le explicó la hermana del paciente sollozando –fuma, si, pero lleva un par de años cuidándose mucho y sé que al menos hace algo de deporte a diario. 

El doctor vuelve a ponerse las gafas y le echa otro vistazo a los resultados de las distintas pruebas y análisis. Las evidencias son claras y en momentos como ese es cuando se le hace un mundo ser absolutamente sincero con los familiares de los pacientes que le toca tratar en urgencias. A urgencias no suelen llegar tipos sanos y en perfectas condiciones. Más allá de infartos y anginas de pecho, a veces le toca enfrentarse a situaciones mucho más delicadas incluso, y entonces es cuando debe hacer un verdadero esfuerzo para presentarse como el profesional que es y dejar de lado frases vacías e inútiles que ni consuelan no alivian. El doctor Gómez De la Finca sabe que al paciente de la 211 apenas le quedan unas horas de vida y tiene que decírselo a los familiares que asustados y muy impresionados ocupan las sillas frente a la mesa de la consulta.

La luz de la sala aporta una fría calidez al momento del comunicado y el poto que cuelga de la librería tras la mesa y el ficus que reposa en una de las esquinas de la consulta tratan de darle algo de humanidad a la estancia, pero noticias como la que tiene que transmitir al matrimonio que aguarda el dictamen no resultan menos duras ni aún comunicándolas en un parque de atracciones.

—Lamento comunicarles que Iván se está dejando morir. La ciencia aún no se explica cómo, pero los pacientes afectados por este síndrome encuentran la manera de convencer a sus corazones de que la vida no tiene sentido y consiguen que el músculo obedezca a la mente y paulatinamente va deteniendo su camino decelerando el bombeo de la sangre hasta que el ritmo de los latidos se detiene y se produce ese fallo cardiaco que es incompatible con la vida.

La hermana de Iván no puede controlar el llanto y rompe a llorar desconsolada. Su marido la abraza y trata de mantener la compostura pero el asombro y la incredulidad se reflejan con claridad en su semblante.

Y ¿No hay ninguna forma de devolver la función al músculo? No sé...con química o mediante electrochoques o algún tipo de tratamiento agresivo –pregunta el afectado y sorprendido cuñado mientras abraza a su esposa.

—Lo siento, de verdad –contesta con verdadera sinceridad el abrumado galeno –pero si el no quiere vivir no hay nada que hacer, y parece que hace ya unos meses que comenzó el abandonó y el declive. Los enfermos del síndrome de Capuleto no reaccionan ante ningún estímulo ni a ningún tratamiento, por agresivo que resulte. Si me aceptan la analogía es como si hubiesen decidido desenchufarse de la máquina que los mantiene con vida, y la muerte es su único deseo.

—¿Esta sufriendo?–pregunta la hermana con un hilito de voz.

—No físicamente, eso se lo garantizo. No hay dolor de ningún tipo más allá del dolor emocional y del sufrimiento anímico. En efecto su hermano no padece de ninguna dolencia ni de ninguna afección que pueda acarrearle algún tipo de molestia, de dolor o de malestar. Los compañeros de siquiatría definen el síndrome de Capuleto como una depresión extrema. Lo llaman "la muerte amada".

El compungido matrimonio abandona la consulta del doctor Gómez De la Finca y bajan a la habitación donde mantienen a Iván sedado y conectado a distintas máquinas. 

Iván está consciente y cuando los escucha entrar abre los ojos y les dedica una mirada azul con os ojos brillantes y acuosos.

—Lo siento mucho, tesoro –dice con voz queda –no quería haceros sufrir y no quiero que sufráis por mi. Entiéndeme, hermanita, mi vida sin ella no tiene sentido y me voy feliz porque sé que el destino volverá a juntarnos en otro momento, con otros nombres, con otros cuerpos, pero la reconoceré y me reconocerá.

—Siempre dijiste que rendirse no era una opción...que nunca tararías la toalla–protesta su cuñado mientras apoya una mano sobre el hombro del moribundo escritor. –Sé que eres católico. Tu dios es el único que podría quitarte la vida. Según tu fe él te la dio y solo él puede arrebatártela. Si te dejas morir por voluntad propia será un suicidio y condenarás tu alma inmortal Y de alguna forma al hacerlo estarás negando la existencia de dios y renegando de tu fe.

—Dios existe, cuñado. Y se lo pasa genial con nosotros. No reniego de él ni lo culpo de mi pena. Todo está escrito y quizás él decidió que en esta ocasión ella quisiera dejarme ir, que no le importara perderme, que aún queriéndome, porque sé que me quiere, prefiriera esperar a otro momento, a otra vida a otra realidad en la que podremos ser felices al fin. 

—Eres un romántico, Iván. Y lo vas a ser hasta el final. ¿No te das cuenta de que al dejarte morir vas a destrozar el corazón de los que te queremos? –le increpa su hermana verdaderamente enfadada.

—Ya te he explicado que me voy feliz, porque sé que volveré a verla. Este no era nuestro momento, pero nos amamos, la amo, la he amado a lo largo de muchas vidas y sé que la amaré hasta que el universo deje de existir. Y más allá todavía. He atravesado galaxias de cariño y he cruzado océanos de amor para encontrarme con ella. Este Iván que hoy morirá no es más que el envoltorio que recubre el sentimiento más hermoso, tan hermoso que solo puede nacer de dios. ..del único dios, del dios verdadero. Sin duda fue ese dios quien la creó a ella, pues solo dios pudo tallar en una mujer a una criatura tan adorable, con un corazón tan bello, con un rostro tan hermoso, con un espíritu tan puro.

—¡Vale ya!–grita la desconsolada hermana de Iván tan enojada como desesperada al ver que su hermano tiene perfectamente claro que no quiere vivir sin aquella que simboliza todo lo que llevaba años soñando en una mujer, sin aquella musa que inspiró sus mejores novelas y sus poemas más armoniosos.

—No te enfades, nena. Ahora soy feliz. Me voy sabiendo que algún día volveré a ser un hombre feliz y pleno y que todo terminará llegando. Incluso lo bueno.

Y diciendo estás últimas palabras cerró los ojos y expiró. Las maquinas que recogían sus constantes vitales comenzaron a emitir un desagradable y estruendoso pitido que alertó al personal de guardia y aunque en cuestión de segundos se presentaron en la habitación médicos y enfermeras provistos de desfibriladores y demás aparatos concebidos para obrar milagros, el único milagro que sucedió allí fue la paz y al felicidad que se reflejó el rostro del difunto.

viernes, 30 de diciembre de 2022

Ver para creer. O al menos para dudar o para entender.

 

Sé que a estas alturas de la película y en la sociedad actual, si se te ocurre declararte católico te expones a que te miren con condescendencia, con incredulidad, con lástima o incluso con desprecio, pero parafraseando a Red Butler una vez más, "francamente, querida, me importa un bledo". Tengo mis motivos para no renegar de mi fe y que nadie se piense lo que no es; cualquiera que me conozca sabe que no soy precisamente un beato, ni una hermanita de la caridad. Soy un pecador de manual y aunque no me considero una mala persona el que este libre de pescado, que tire la primera raspa.

A ver...aun no he matado a nadie, ni he cometido pecados que puedan considerarse delitos o estén tipificados en el código penal, pero soy muy humano y aunque intento aportar y ayudar a quien me lo pide y trato de comportarme con la mayor corrección, también la cago ( qué se le va a hacer).

La vida me ha llevado de un lado a otro, me ha cruzado con personas adorables, de esas que en efecto debieron ser hechas a imagen y semejanza de mi dios, pero también con seres demoniacos, con auténticos demonios que ratifican la existencia del maligno. Y el haber conocido a todo tipo de pecadores y pecadoras y a auténticos ángeles me ha enseñado que la humanidad tiene mucho de celestial y de infernal. Como acostumbro a decirle a una persona adorable a la que quiero hasta la extenuación, Dios existe, y se lo pasa genial jugando con nosotros.

He visitado la exposición The Mystery Man en la catedral de Salamanca y sigo impresionado con lo que he visto y ratificado allí. 

Conocía ya la existencia de la Síndone, la sábana santa, la reliquia más importante e impresionante de las que conserva el cristianismo, pero al recorrer las distintas salas de esta exposición en la que pude ver piezas asombrosas de todo tipo y escuchar las explicaciones mediante la voz que narraba la audio guía, casi me da un ataque de ansiedad (bueno...la verdad es que esos me dan con facilidad por lo que tampoco hubiera sido algo reseñable). La ciencia aún no ha podido demostrar muchas cosas que rodean a esta reliquia y  aunque suene acojonante en pleno siglo XXI, esta reliquia es mucho más que una prueba, una evidencia y un desafío a los avances técnicos y científicos.

Pese a ser una exposición ofrecida por el Vaticano, dejan una puerta abierta a la posibilidad de que esta no sea la demostración más evidente de la existencia de un ser supremo. Ni tan siquiera a la demostración de la existencia del personaje histórico de Jesucristo, personaje por otro lado que encontramos en distintos textos recogidos por historiadores de su época y por los registros de distintas instituciones romanas y hebreas.

A mayores de poder plantearte dudas sobre la autenticidad de la sábana santa, lo que no deja lugar a duda alguna es la crueldad de la especie humana y la barbarie con la que se torturó y ajustició a aquel personaje histórico, para mi el hijo de Dios, para el islam un profeta, para los sacerdotes judíos de sus tiempos un taradito, un blasfemo  y un hereje y, para el procurador romano Poncio Pilato, el hombre cuya muerte garantizaría su estabilidad en el puesto. Para muchos agnósticos, ateos, punkis y colegas de noches de parranda, Jesucristo fue sin dudas el primer anarquista de la historia.

Yo en mi particular concepción del cristianismo, hago un remix con todas estas posibilidades y pese a saber que fue un agitador, un revolucionario, un perseguido y un alborotador, para mi Jesucristo fue el hijo de Dios que se hizo hombre y habitó entre nosotros, porque quedan testimonios de que en efecto fue un hombre bueno, porque su palabra sigue removiendo los cimientos de la civilización y porque para aguantar lo que aguantó y soportar lo que soportó, solo podía ser el hijo de Dios. Cualquier otro la hubiera liado parda al manejar como manejaba a la multitud y al contar con una legión de seguidores entre los que había incluso zelotas (los terroristas hebreos de la época) prostitutas, trabajadores del campo y del mar, e incluso funcionarios de hacienda (esos si que han acojonado a lo largo de los siglos). 

La exposición me llevó ante auténticas interrogaciones cuya respuesta solo podía encontrar en la fe y ante conclusiones que hombres más inteligentes y más buenos que yo han ido cosechando a lo largo de más de dos mil años de errores continuos en los que hemos preferido ignorar el mensaje.

Yo no le voy a dar la chapa a nadie con lo que tiene que creer o no, lo que si que voy a hacer es recomendaros que visitéis esta expo, y que leáis cuanto podáis al respecto. Ya sabéis, todo está en los libros y la literatura salva vidas y ayuda a mejorarlas. Es posible que también pueda salvar algún alma. O al menos la mía.

En esta expo encontré también mucha documentación para distintos momentos de la trama de Inocentes esa que creo puede llegar a ser mi mejor novela y que he ambientado en la Judea del siglo primero.

Espero conseguir aportar a  este libro la belleza, la originalidad, la intriga y cuanto sea necesario para hacer de él lo que quisiera conseguir al volcar toda mi creatividad, mi esfuerzo y mi amor en sus páginas.

Dios dirá (hay que ver...que bien traído).

lunes, 26 de diciembre de 2022

Tal vez morir


 

Anoche tuve un sueño.

Aplaudías desde el público congregado en la presentación de mi nueva novela. Soñé que estabas feliz, orgullosa, y que en la sonrisa que me regalabas desde tu localidad, se reflejaba la certeza de que lo nuestro había conseguido trascender en negro sobre blanco.

Soñé que había escrito una novela diferente. Tal vez no la mejor, ni la peor, pero en cualquier caso era una nueva novela y era mía. era tuya, era nuestra.

La novela llevaba por título el nombre de aquel restaurante donde comimos en nuestra primera cita y en cada página, le di forma a nuestra historia de amor. Solo podía ser un libro precioso y dada la cantidad de gente que aplaudía en el evento que organizó mi subconsciente, había tenido muy buena acogida. 

Puede que en el mundo real aún quede algún romántico, por lo que me pegaré una ducha y me sentaré a escribir. 

Dormir, soñar, tal vez morir de amor por ti, da igual lo que me reserve esta noche, pero quiero escribir esa novela con la que soñé. Y volver a soñar contigo. Y dedicártela con todo mi cariño, que es mucho.


viernes, 23 de diciembre de 2022

Premios


 A veces los hados te premian con conocer a la persona adecuada y  te permiten descubrir con ella el significado de esos verbos que no supiste conjugar en el pasado, que te rompieron el alma y que hicieron que renegaras del género humano. Y aprendes a conjugar los verbos más amables y a disfrutar de la humanidad en sus brazos. Y tus heridas cicatrizan con el poder sanador de sus caricias.

Pero la vida no es fácil y el destino caprichoso se entretiene confundiéndote, confundiéndola,  colocando obstáculos y desviando metas. Aunque como aquel que maneja los hilos es un ser bondadoso, siempre habrá una salida de emergencia, una luz al final del túnel y una píldora de felicidad para que respirar no sea una condena y para que abatido y desesperado no reclames una muerte que aún no te corresponde, pero que ansias al convencerte de que vivir sin ella no merece la pena.

En ocasiones tienes el corazón insoportable porque verdaderamente es sumamente difícil soportar un golpe tras otro en ese músculo que agotado, maltrecho y dolorido, pide una tregua para coger aire y así continuar latiendo. En ocasiones tienes miedo a saber quien es, pero el miedo desaparece cuando comprendes que has llegado a donde querías llegar y eres plenamente consciente de que ES ELLA,. Porque al mirarla a los ojos y al perderte en sus labios sabes sin dudas que es la persona que el creador eligió para colmar tu alma, para darle sentido a todo, para hacer de ti  un privilegiado entre las criaturas del universo. Y entonces tus ojos brillan y tienes la mirada azul, la palabra azul la esperanza azul. Y reencuentras las ilusiones perdidas. Y estás dispuesto a pelear como un jabato y a no tirar la toalla.

No es fácil. No ha sido fácil. No va a ser fácil. Pero...¿Quién dijo que lo fuera?

Decides que nunca te rendirás y te prometes que jamás le darás un motivo para que  vuelva a maldecirte en cada una de sus lágrimas, ni para que vierta ni una sola de ellas, a no ser que nazcan de la felicidad y te bendiga en su llanto. Te prometes y le prometes que no soltarás el extremo del hilo rojo que une vuestras almas. Y avanzas. Ríes cuando puedes, lloras cuando lo necesitas y avanzas. Sabes que tus ojos brillan porque ella los hace brillar y que cada palabra que ocupa un verso en el poema que nace de la tinta del alma es una suma de vocales y consonantes tatuadas en su piel.

Y entonces ya no te importa reconocer que si algo es real en este mundo de mentira, es aquello que su amor ha cultivado en el interior de tu pecho.

Y te sientas a escribir. Y escribir ya no duele porque poder hacerlo es ya en si un premio.

 

lunes, 19 de diciembre de 2022

El pozo de los recuerdos


 El pequeño príncipe no conseguía encontrarle el punto al olvido, pues un triste día tuvo que decirle adiós, pero nunca llegó a despedirse de ella, de su princesa. Aquella que creyó que el destino había elegido para que reinara a su lado. La mujer con la que descubrió lo que era el amor, eso sobre lo que había leído tanto a lo largo de sus viajes.

Ella habita un asteroide cercano al suyo, también pequeñito y yermo, pero que recibe muchos más rayos de sol que el B612, por eso ella brilla tanto y reluce entre las sombras, y al principio el príncipe deslumbrado  la confundió con una estrella, y fue precisamente la radiante luz de su rostro lo que conquistó su corazón.

Escuchó una vez que el olvido es construir un recuerdo con los pedazos de un corazón partido y mientras preparaba su nave para abandonar por un tiempo su galaxia escapando de la triste verdad de lo que pudo ser y no fue, un torrente de lágrimas incontenibles y rebeldes recorrieron sus mejillas y cayeron sobre la tierra, a sus pies.

Iba a secarse el rostro con la manga de la casaca cuando escuchó una voz a su espalda

—Déjalas caer, príncipe, no las enjugues ni las seques, permite que broten y que empapen el suelo.

Al girar la cabeza vio a un diminuto ser que montaba un pequeño roedor ciego y de afiladas garras.

—Soy el pocero del alma, mi príncipe y los hados que todo lo rigen me han enviado a cavar en tu asteroide un pozo de los recuerdos.

—¿Un pozo de los recuerdos? ¿Qué es eso? –pregunto intrigado y sorprendido el pequeño niño rubio con gorro de aviador y mirada triste.

—Un pozo de los recuerdos es algo muy especial. Nace allí donde las lágrimas se han vertido por amor. Los hados permiten que ese manantial nunca se pierda y que el caudal que lo alimenta pueda ser creador de vida. El pozo de los recuerdos te permitirá saciar tu sed con su agua, volver a la presencia de ese amor  siempre que desees recuperar los momentos más felices a su lado, y disfrutar de sus caricias, de sus besos y de todas y cada una de las veces que te dijo que te quería solo con cerrar los ojos y beber los recuerdos más hermosos.

—Pero eso es algo muy triste –dijo el príncipe entre sollozos– ella no estará aquí, solo su recuerdo.

—¿Y quien crees que habita su recuerdo, majestad?–le cuestionó el pocero del alma – tu amor por ella la mantendrá viva siempre en el interior de tu pecho y mientras la sigas amando seguirá tan hermosa como el día en el que os dijisteis adiós.  

—Pero esa es la realidad–dijo el príncipe llorando más intensamente y creando un charco a sus pies. La única verdad –insistió el príncipe– es que ella ya no está junto a mi. Ya no me ama.

—Eso es lo que tu crees,  príncipe. Vengo de su asteroide. Acabo de ayudar a cavar el pozo en el que tus ojos azules y melancólicos aportan luz al agua del que bebe sedienta y desconsolada. Nunca dejó de amarte. Simplemente el momento divergió y vuestros caminos debieron seguir rumbos diferentes. Pero ella siempre sostendrá el otro lado del hilo rojo que unirá vuestras almas. Y en sus noches más oscuras se aferrará a él con la esperanza de que en esta vida o en otra, el destino, ese caprichoso lacayo de los hados, vuelva a cruzaros y a permitiros hacer el amor. No sueltes ese hilo, príncipe. No renuncies a su recuerdo y no te rindas al olvido. El olvido es el escarpelo con el que el destino extirpa aquello que fue. Pero el agua de este pozo mana con la fuerza del torrente de lo que podrá ser o no será. Es el agua de lo posible, de lo real y de lo soñado. El agua que riega las ilusiones perdidas. Es el afluente de fantasía que inunda las almas soñadoras y los corazones esperanzados.

—¿Y podré regar a mi rosa con el agua de este pozo? Ella es perfecta, es preciosa, es sabia y es el único ser al que jamás diré adiós. Quiero que nunca le falte de nada. Quiero que sea feliz y que embellezca mi asteroide, mi mundo mi vida y mi ser.

—Hay otras muchas rosas, príncipe, pero no son tu rosa. Todas ellas merecen ser felices porque su especie se creó para que el mundo fuera un poquito más amable y el dolor más soportable. Cada una de las rosas alguna vez han mojado sus raíces en el rio subterráneo de recuerdos por manar.

El príncipe ayudó al diminuto ser a cavar y a darle forma al pozo, a levantar el murete que lo recubre y protege,  y a  instalar el brocal y la polea de la que pende el cubo decorado con besos de rojo carmín junto a los que ha escrito sus iniciales. 

—Un día este agua será dulce y deliciosa y conseguirá apagar mi sed –suspiró el principito mientras deshacía el equipaje. La vida da tantas vueltas que es mejor agarrarse en las curvas. Cada tormenta de meteoritos que ha sacudido mi alma me ha ayudado a comprender que pase lo que pase, yo seré lo que sienta, lo que ame y lo que sueñe. Y en esos sentimientos, ese amor y esos sueños siempre habrá lugar para el recuerdo de mi princesa.


jueves, 15 de diciembre de 2022

Ocaso


Marco se frota los ojos que lagrimean cansados y molestos tras haber pasado varias horas seguidas frente a la pantalla del ordenador y enciende un pitillo buscando relajarse después de haber cerrado el archivo y guardado los cambios en  la novela en la que está trabajando desde hace meses.

Las musas son caprichosas y aunque Marco es un escritor con una sorprendente inventiva, una gran imaginación y mucha facilidad para inspirarse en sus circunstancias personales y en todo lo que le rodea, a veces siente que la trama no avanza como debería y que las figuras que se le presentan en el texto no transmiten aquello que realmente nace de su alma. Siempre escribe lo que le dicta su corazón, y cuando al releer lo escrito no siente la emoción que ha querido imprimir a las palabras traga saliva y borra un párrafo tras otro con la desagradable sensación de que ha perdido el tiempo. El ocaso ha llegado antes de lo esperado, pero como el ocaso, también llegará puntual e imparable el alba, y todo volverá a girar en el ciclo de una vida más gris que colorida. Y Marco odia el gris.

Puede que el error radique en que el amor y los sucedáneos de este  alimentan la mayoría de sus textos y generan las historias que más que querer necesita contar, y eso le vacía por dentro aunque los lectores que llegan hasta sus creaciones piensen que debe de ser un hombre muy afortunado para poder escribir con semejante sensibilidad y naturalidad sobre algo tan sumamente complejo. Pero él sabe que se equivocan. Que lejos de sentirse un tipo afortunado, cada día que pasa recordando el único amor verdadero que tuvo y perdió y, que antes de irse destrozándolo por dentro le inspiró docenas de volúmenes, es un día de suplicio, de sufrimiento y de angustia. La quiso, si, y la quiso tanto, que le dolió quererla y pese a todo se empapó hasta lo indecible de su esencia, de su alma y de su belleza, y todo ese caudal de emociones que nacieron del amor que aquella mujer gestó en su corazón, se pudrió entre lágrimas corrompiendo la ingenuidad de un espíritu soñador que nunca volvió a ser el mismo.

La vida sigue, su obra sigue y sigue la necesidad de traducir en negro sobre blanco los recuerdos de los besos más deliciosos, de las caricias más tiernas y de las noches más felices, necesidad que por suerte sigue haciendo que se levante cada mañana y se siente frente al ordenador a escribir una novela tras otra. 

Hay personas que llegan a morir de amor e incluso personas que confiesan haber matado por amor. Él escribe por amor, y sueña con que un día todo ese amor que almacena en el interior de su pecho y que para su desgracia  no ha dejado de crecer al haber sido abonado con recuerdos ricos en nutrientes, podrá entregarlo a quien quiera hacer de él el terreno en el que cultivar la más hermosa de las historias.

Echa un ojo por la ventana y ve que hace un típico día  invernal en su Valladolid natal, frio y lluvioso, desapacible y oscuro. Pero no tarda en vencer la resistencia a enfrentarse al desagradable clima y antes de terminar el pitillo ya está en la calle. A pocos cientos de metros de su portal se encuentra uno de esos locales de toda la vida tan válidos para el chocolate con churros de las señoras que se reúnen para hablar de sus nietos mientras disfrutan del dulce, como para los melancólicos y solitarios tragos del que bebe para sobrevivir a una realidad insufrible. Entra saludando con familiaridad desde la puerta al camarero,  se acomoda en la barra y pide un café con leche y un chorrito de su whisky escocés preferido. Mientras lo disfruta relajadamente se permite el placer de distraerse ojeando a la clientela y entonces descubre en una mesa cercana a la puerta a una preciosa rubia de aspecto aniñado, pero que ya no cumplirá los 45, que sostiene  un ejemplar abierto de la última novela de Marco. Parece que realmente la está devorando pues la observa leer con avidez y con una sonrisa en la boca. Una boca realmente sugerente, piensa Marco complacido por la visión. 

Marco baraja distintas opciones entre las que termina triunfando abandonar el local con discreción tras pagar su café y el de la bella lectora desconocida.  

Ojala esa punzada que ha sentido en el corazón al dedicarle una última mirada a la atractiva mujer que sostiene un ejemplar de la novela que publicó por despecho y desamor, y que lleva por título el nombre de aquella que conquistó su alma, quiera decir que el día ,menos pensado volverán a encontrarse y se atreverá a presentarse y a dedicarle su ejemplar, y  que en realidad ella es la persona que lleva años necesitando encontrar. La persona adecuada. Pero justo cuando se despide del camarero, un hombre de mediana edad entra con decisión en el establecimiento y cerrando un chorreante paraguas y despojándose de los guantes, se acerca hasta la rubia y la besa fugazmente en los labios a modo de saludo.

Marco sonríe irónicamente y abandona el lugar resignado y decidido a no tratar de condicionar al destino. Lo que tenga que ser será, la que tenga que llegar llegará y si un día consigue ser feliz, luchará por escribir la novela perfecta.

Ya en casa enciende otro pitillo con su mechero de gasolina, se sirve un whisky escocés de malta con hielo y deja sonar a Wagner en el estéreo del salón.

Wagner es un maestro de las emociones fuertes.