Anoche tuve un sueño.
Aplaudías desde el público congregado en la
presentación de mi nueva novela. Soñé que estabas feliz, orgullosa, y que en la
sonrisa que me regalabas desde tu localidad, se reflejaba la certeza de que lo
nuestro había conseguido trascender en negro sobre blanco.
Soñé que había escrito una novela diferente. Tal vez
no la mejor, ni la peor, pero en cualquier caso era una nueva novela y era mía.
era tuya, era nuestra.
La novela llevaba por título el nombre de aquel restaurante donde comimos en nuestra primera cita y en cada página, le di forma a nuestra historia de amor. Solo podía ser un libro precioso y dada la cantidad de gente que aplaudía en el evento que organizó mi subconsciente, había tenido muy buena acogida.
Puede que en el mundo real aún quede algún romántico, por lo que me pegaré una ducha y me sentaré a escribir.
Dormir, soñar, tal vez morir
de amor por ti, da igual lo que me reserve esta noche, pero quiero escribir esa
novela con la que soñé. Y volver a soñar contigo. Y dedicártela con todo mi cariño, que es mucho.
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