lunes, 5 de junio de 2017

Zumo de lacrimal. V¿ES?

Me cuenta una gran amiga (excelente persona a la que adoro) que en un momento de bajón emocional, no pudo evitar que se le escapasen las lágrimas tumbada en la cama y, la perrita que ha elegido como compañera existencial se tumbó junto a ella y para tratar de consolarle, le lamía las lágrimas que resbalaban por sus mejillas.
No me ha sorprendido lo más mínimo, pues conozco perfectamente la capacidad que tienen los animales para empatizar con nosotros y cómo son capaces de intuir el estado de animo del ser humano que han elegido como compañero de camino. En este caso en concreto además, también conozco bien a ese animalito que trataba de consolar a "su humana" y doy fe de que la quiere con locura o mejor aún, de que se quieren con locura.
Algo muy parecido viví en primera persona durante mi separación matrimonial, cuando la pequeña perra que vino con mi ex mujer y que se terminó llevando con ella al destierro, se tumbaba junto a mi durante las noches más duras, frías y solitarias y lloraba conmigo, aullando lastimosamente para acompasar mis sollozos.
Años después de aquello, al volver a mi casa tras haber pasado unos meses de ingreso hospitalario y posterior recuperación en casa de mis padres,tras mi accidente de moto; Gatete (el gato que me ha tomado como mascota); no me dejaba solo en ningún momento y además de comenzar a dormir hecho un ovillo en la almohada pegadito a mi cabeza, me acompañaba en los ejercicios diarios y se entretenía jugando entre mis piernas, divertido por el torpe caminar que me produjo la hemiplejía inicial. Cuando abandoné el bastón y ya pude caminar en condiciones, creo que le privé de una responsabilidad añadida y de una estupenda diversión.
Desde niño, he tenido la suerte de convivir siempre con animales en casa. Primero con perros y despues y hasta ahora, con gatos. Y con ambas especies al tiempo, dado que eso de "llevarse como el perro y el gato" es un tópico erróneo y que le ha hecho un flaco favor  a la verdadera relación que suele darse entre estos maravillosos animales. Aquella catadora de lágrimas de la que os hablaba al principio, se lleva estupendamente con Gatete y yo creo que incluso están deseando volver a verse y compartir el cariño y la inmensa amistad que comparten "sus humanos".
Llevo tiempo escribiendo sobre los animales que comparten espacio y oxígeno con mi gente. Comparten también penas y alegrías y que nadie dude ni un segundo que los animales no entienden que hay días en los que necesitas que te den cariño, jueguen, disfruten contigo y compartan cada uno de tus segundos y otros días, en los que necesitas que respeten tu soledad. Practicamente no hay ni que decirlo. Lo saben. ojala muchos humanos tuviesen la misma intuición, compartiesen la misma ternura y nos trataran con el mismo respeto.
Y ni estoy borracho, ni me he fumado nada ni se me ha terminado de ir la fresa con el golpe en la cabeza. Simplemente cada día que pasa, más quiero a los animales. Aunque no pienso hacerme vegano ni encadenarme en la puerta de una plaza de toros. Una cosa no tiene nada que ver con la otra y respeto absolutamente todas las opciones y todas las formas de pensar. lo que no respetaré jamás es a esos descerebrados insensibles que descargan su frustración maltratando a su mal llamado "animal de compañía". Mejor solo,que mal acompañado. Y aunque no soy de odiar, no puedo evitar sentir algo muy feo hacia aquel que es capaz de pegarle un tiro a bocajarro a una inocente criatura, tenga dos o cuatro patas.
La amiga que me contaba aquel acto de amor de la perrita que trataba de enjugarle las lágrimas, me decía hoy mismo que podía escribir algo sobre estos momentos de armonía entre especies y que desde luego, los animales que los protagonizan merecen un reconocimiento público y en ello estoy, se merecen lo mejor que pueda darles y por lo menos, tratar de compartir con aquel que quiera leerlo, todo lo que me aportan desde sus nobles y puros espíritus.

domingo, 4 de junio de 2017

Reflexiones con Gardel.

No esperes nunca una ayuda, ni una mano, ni un favor.
Menos de esas personas que en contadísimas ocasiones te cruza el destino y al hacerlo,  te lleva a retractarte de la asumida y deprimente idea de que todo es mentira, de que nada es amor.
La vida da muchas vueltas, muchísimas. Esto a veces parece el puto tren de la bruja, donde al salir del túnel, te aguarda un escobazo en el hocico o una invitación formal para arder en su horno, bien untado de lágrimas y mantequilla y con una manzanita en la boca y varias cicatrices en el pecho.
Pero que más da. Hoy tengo el mate lleno de infelices ilusiones y por muy infelices que sean, he descubierto que no me importa lo que tenga que venir,ni mucho menos me importa ya lo que hizo aquella percanta,ni lo que hace, ni  lo que hará.
La vida me ha cruzado con personas que creí pertenecían tan solo a mi romántica esperanza de encontrar almas afines. Pero las he encontrado y me han ayudado a conocer mis miserias, mis limitaciones y todo lo que quisiera pulir, para conseguir estar a su altura. Y también he aprendido que aunque en un principio estas personas me pareciesen perfectas y envidiables, también arrastran sus cargas y también lloran, sufren y no todo es color de rosa.  He aprendido que en absoluto tengo el monopolio del dolor y que simplemente ese amigo tan bromista que es el destino, ha colocado algunas muescas en la culata del revolver de mi vida. Y aun hay espacio para muchas muescas más y con tesón y esfuerzo, aprenderé a que no sean más que marcas o recuerdos del pasado. Pero tengo que estar junto a los que me necesiten, como ellos están a mi lado y eso requiere de abandonar el egoísmo infantil que conlleva lo de "a mi me duele más" y "aquí y ahora porque allí y luego, me importan una mierda".
Tengo que aprender a tararear mi melodía de arrabal tan solo cuando bajo la quieta luz de un farol, unicamente pueda distinguir mi sombra y la música no haga bailar a nadie más. 
Este juego es un continuo aprendizaje y hay que estar vivo, pues las reglas cambian con cada bandoneón que se suma a la milonga.
Nadie dijo que esto iba ser fácil y aunque me encantaría sacar a bailar a la pareja perfecta, hay piezas que tengo que aprender a bailarlas solo. Pero es cierto, el día que me quieras, las estrellas celosas nos mirarán pasar.
No hay prisa. Todo termina llegando, incluso lo bueno.
Quien sabe si supieras, que nunca te he olvidado, volviendo a tu pasado, te acordarás de mi.
Tomo y obligo pero me he empeñado en beber de la copa rota y eso ya se ha terminado, me ofrecen copas sin muescas ni cortantes filos y voy a degustar los mejores caldos sonriendo y renunciando a lo que no me sume. Quien quiera restar en mi vida, que se vaya a la mierda, ya sea hombre o mujer, en eso soy absolutamente paritario.
La indiferencia del mundo, que es sordo y es mudo, recién sentirán.

martes, 30 de mayo de 2017

Canciones


Hace unos quince minutos he terminado de ver una película que me ha zarandeado todas y cada una de las emociones que campan a sus anchas por el interior de mi pecho, Begin again.
Si ya en su día, no hace más de un par de años, descubrí la película Once y me pareció un golpe directo a mi conciencia, este nuevo trabajo del equipo que se ocupó de aquel emocionante y tierno film, roza la perfección 
En ambas películas, el hilo conductor es la música como necesidad vital y como energía generadora de los sentimientos más hermosos y más humanos. Porque sí, los humanos somos capaces de las más horrorosos y atroces acciones pero también de las más maravillosas y generosas. Como amar. Pero amar de verdad, nada que ver con querer. Amar de esa forma tan mágica y sorprendente que te lleva a entender de repente el funcionamiento del cosmos, el sentido de la vida y el porqué de cada cosa, de cada beso y de cada lágrima.
Con estas dos cintas, el espectador comienza pensando que va a ver unas películas románticas con buenas bandas sonoras y a medida que avanza el metraje, va comprendiendo que son  muy bonitas pero que no tienen absolutamente nada que ver con las típicas de "chico conoce a chica" o "chica pierde a chico". Esas películas van muchísimo más allá y convierten las tramas en deliciosas y continuas sorpresas, giros de guión y odas a las canciones y a las segundas oportunidades.
Las canciones que forman las bandas sonoras de estas cintas, son partes fundamentales  del elenco y
aldabonazos en la conciencia del espectador. Según se va acercando el final de cualquiera de estas dos películas, vas sintiendo la necesidad de ser mejor persona, de conocer al amor de tu vida, de darlo todo por aquel ser que te reserva el destino y, te preguntas como es posible que teniendo dentro la sensibilidad suficiente para que tu alma tarareé las canciones sin conocer ni música ni letra, no hayas sido capaz de encontrar aún el momento, con esa persona para la que sabes que vives y respiras.
Creo que todos llevamos dentro ese amor que nos hará completos y felices el día que podamos regalárselo a la persona adecuada. Regalarlo o cambiarlo por un "no te vayas nunca de mi vida". No lo sé. Pero hoy según he terminado de ver Begin Again, he llamado a la amiga que me prestó el dvd para agradecerle que intuyese el que me fuera a gustar tanto y el que me haya llegado a conocer así de bien. Después de decírselo, he encendido el ordenador para entrar en mi blog. Y escribir.Necesito escribir más que nunca pero como en la mayoría de las ocasiones en que me siento ante el teclado, escribir desde el alma. Escribir que he visto una película tan conmovedora,que sé que por muchas trampas que me ponga el destino, por muchos cepos que pise a lo largo de mi vida, un día, por fin, ella me dirá que me ama. Y todo habrá merecido la pena. Todo.
 

lunes, 29 de mayo de 2017

Farándula V¿ES?

Y es que el teatro alimenta el alma. Y Pancho, como no podía ser de otra manera, es un macho tan guapo como glotón y no ha podido evitar "ponerse como un cocker", engullendo cuanto teatro y demás artes escénicas tiene a su alcance. Y tiene mucho que comer.
Pancho comparte vida desde hace la friolera de doce años, con Begoña Martín Prieto, actriz de la compañía vallisoletana Kul D^Sak. 
La vida de este cocker ruano, discurre entre funciones, ensayos y celebraciones de un  trabajo bien hecho. Si bien es cierto que en alguna ocasión, ha tenido que enterarse del éxito de Bego por la prensa, dado que había que coger aviones hasta los escenarios de turno y para eso, Pancho es un poco como M. A Baracus. No le gusta volar. Le gusta cantar y escuchar a Pepe, el chico de su compañera de vida, tocando la travesera. Muy gilipollas, Pancho, resulta que no va a ser porque Pepe es un maestro que toca en la Orquesta sinfónica de Castilla y León y que toque lo que toque, lo va a tocar con el corazón y lo bordará, por lo que deleitarse con su música viene practicamente de serie. Hacer los coros con acierto es ya otra historia pero Pancho tiene la suerte de que Bego es la afortunada poosedora de una voz preciosa y de que cuando cantan juntos, le tapa los gayos. No como al representante de España en Eurovisión 2017.
Pancho es un perro feliz. Adora juntarse con todos los miembros de la compañía de Bego y disfrutar de su cariño, sus juegos y su desbordante vitalidad. Todos y cada uno de los miembros de este elenco tan especial, aportan a la vida de Pancho mucho más que una caricia oportuna o una rascada de lomo.
Espero que aún podamos disfrutar de la espontaneidad de Pancho en los espectáculos que se ponen en el escenario de Madera^s House, donde siempre tiene acceso directo a escena. Y a camerinos.
La vida te va descubriendo personas y animales maravillosos y eso es lo que me ha llevado a escribir los textos para este volumen de relatos sobre los animales que comparten vida con mi gente, que verá la luz dentro de unos meses.
Aún escribiré unos cuantos más, porque gracias a Dios, a Supergato o a quien sea, tengo muchos y muy buenos amigos. De dos y de cuatro patas.

miércoles, 24 de mayo de 2017

¿Colores?

Creo que de tanto morderme noche y día las uñas del rencor y los padrastros de las consecuencias de las malas acciones, en vez de manos, terminaré luciendo dos hermosos muñones.
Y ya está .He tenido que decirlo en verso porque no me salia decirlo en prosa ni convertirlo en una buena canción, para eso ya tenemos al maestro Sabina.
En alguna ocasión, he escrito que no hace muchos años, un amigo de Puertollano me dijo que la gente odia los grises y que solo aprecia los colores. Puede que por eso siempre haya tratado de tirar del arco iris en mis sonrisas para ocultar las penas y no tener que remendar el jodido traje gris, que empieza a desgastarse por exceso de uso. Y además soy consciente de que no me favorece en absoluto,aunque lo luzca con chaleco a juego y un sombrero de fieltro para proteger las pocas buenas ideas que aún brotan de mi contusionado cerebro.
Esta canción con la que encabezo la entrada dice muchas cosas y muy bien dichas. me encanta eso de "no salgo a buscarte porque sé que corro el riesgo de encontrarte". Pero yo quiero encontrarte de una puta vez.porque  te he confundido con demasiadas y, a fecha de hoy, sigo pagando por ello.
A lo mejor, en vez de abusar tanto del gris de un tiempo a esta parte, debería combinarlo con  azules; como los ojos de una mujer muy especial que conozco, que son tan azules como grises y le quedan de maravilla. 
Hace tres semanas, conocí a una jovencita encantadora que me dijo que tenía que perdonar, que tenía que librarme de ese rencor y ese odio que tan solo me perjudicaban a mi. Pero aunque lo he intentado no puedo. Igual que no puedo fingir que soy feliz porque no lo soy. Pero tampoco soy imbécil y sé que no debería quejarme y sé que soy un tipo afortunado por tener a la gente que tengo, las necesidades básicas cubiertas y de nuevo, unos cuantos años por delante. Igual soy excesivamente ambicioso pero quiero más, quiero encontrar a esa mujer que se pasa la vida jugando al escondite conmigo y ser capaz de aportar lo que mi gente necesita de mi y de recibir lo que yo necesito de mi gente. Tampoco es tanto. Solo la certeza de que no va a haber daños colaterales ni víctimas por fuego amigo.
No quiero hacer daño a la gente que quiero.En realidad no quisiera hacer daño a nadie pero eso ya no está en mi mano. Algunos tienen que recibir lo que dan. Todo se transforma.
Quiero recuperar mi vida y no quiero escribirla, quiero vivirla. Quiero volver a ser capaz de equivocarme sonriendo y de acertar llorando. Quiero recuperar lo bueno de aquel Juan que por circunstancias he dejado de ser. Y no reniego del que soy ahora. Solo sé que me falta algo. Y eso me entristece. y me viste de gris.No quiero vestir de gris. Si eso prefiero el negro que por lo menos estiliza y siendo rubio me favorece. Pero ya veremos lo que se le antoja al diseñador divino.

lunes, 22 de mayo de 2017

Negro. V¿ES?

El nombre del guardaespaldas felino de la joven modelo de esta fotografía es Ras, que en árabe quiere decir "negro".  Los árabes, tienen un refranero popular parecido al nuestro pero quizás el suyo es algo más metafórico y profundo. Dice un refrán árabe, que Dios hizo al gato para que el hombre pudiera acariciar al león. Y es cierto. Si Ras midiese metro y medio más y pesara trescientos kilos, no tendría que ajustarse cada noche la  funda sobaquera donde acostumbra a transportar su Beretta de nueve milímetros y un cargador completo.
Ras es el Kevin Costner de los gatos y si esta atractiva muchacha cantase, estoy convencido de que se decantaría por el conocido tema de W. Houston que sirvió de BSO para la película "El guardaespaldas".
Ras está entrenado por los servicios secretos saudies y es un verdadero experto en el combate cuerpo a  cuerpo. Lo de la pistola automática es por precaución, porque hoy en día, hay mucho imbécil y mucho mediocre que se piensa que puede abusar de los demás tanto física como psicológica y emocionalmente. Y Ras eso no lo va a consentir.
Lleva varios años trabajando a tiempo completo para Carolina, un  bellezón como su hermana Alba,con la que posa en esta foto y de un tiempo a esta parte, ha ampliado la protección a ambas hermanas con quienes tiene una afinidad total y por las que siente un inmenso cariño.
Es un gato inteligente, tan solo empatiza a más no poder con los humanos que merecen la pena.
No os sorprendáis si un día os lo encontráis apurando un vaso de leche on the rocks, mientras fuma un cigarrillo sin filtro frente a la puerta de uno de los bares de moda de la ciudad. Le encanta el cine negro, tan negro como él y, se ha visto varias veces todas las películas de Bogard.
La preciosas sonrisas de Alba y Carolina, estarán siempre a salvo con Ras.

sábado, 20 de mayo de 2017

Los jueves de ceniza

Bajo este nombre, "Los jueves de ceniza" hemos disfrutado de un "encuentro de relatistas vallisoletanos" en la casa-museo del ilustre y laureado poeta, Don José de Zorrilla.
Un jueves de cada mes, nos reuníamos en una sal de esta casa decimonónica en la calle de la ceniza e inspirados en el "motor de creatividad" o tema que se nos daba al final de cada sesión escribíamos un relato que enviábamos por mail a la organización del encuentro. Seleccionaban los tres mejores, que serían corregidos en público durante la siguiente sesión. La corrección de estilo y orto tipográfica, impartida por el personal de la empresa Índigo crea y en ocasiones por la directora de la casa museo, nos ha servido a todos para aprender mucho y limar errores, depurar estilo y aprender que la escritura, es un trabajo arduo que conlleva un alto porcentaje de sacrificio.
Con los relatos seleccionados durante los meses que ha durado esta iniciativa, se publicará un volumen de relatos "made in pucela" que se presentará el próximo 29 de junio.
Allí encontraréis uno de los que se me seleccionaron, pues aunque han seleccionado varios mios, solo se publicará uno por autor.
A continuación os dejo el último que presenté, con el motor de creatividad "te cambio un corte de pelo por uno de uñas".
Espero que os guste y que si os apasiona escribir, participéis del próximo encuentro de relatistas.
Merece mucho la pena.




El trato que lo cubrió de cadenas.
Debió haberlo adivinado en el mismo instante en el que ella se lo propuso, pero le pudo la lujuria y ya advirtieron distintos profetas, que la lujuria es uno de los pecados más comunes y que por lo habitual y recurrente del mismo, más ofenden al todo poderoso.
Lo cierto es que ella era una mujer de increíble belleza, de curvas que quitan el sueño y de maneras exquisitas. Una hembra diseñada para el placer y para volver locos a los hombres.
Aún no habían llegado a darle rienda suelta a su pasión. Siempre había surgido algún inoportuno problema en el momento más cálido y más cercano al natural desenlace. Hubo ocasiones en las que sintió que Dios lo estaba poniendo a prueba pues, después de haberse besado y acariciado hasta lo humanamente soportable, el todopoderoso siempre terminaba por encontrar la forma de enfriarlo todo. Tenía que haber comprendido que Dios había tomado su deseo y obcecación por ella, como un desafío a su poder y como falta de agradecimiento por el don que decidió concederle para ayudar a su pueblo. Y al fin comprendió. Y casi perdió la vida al hacerlo.
Aquel íncubo de largas uñas esmaltadas, con las que le había grabado todas y cada una de las letras de la palabra deseo en su espalda desnuda, de pechos firmes, apetitosos y turgentes, de melena negra que le llegaba hasta allí donde soñaba con perderse y caderas de experimentada bailarina del burdel más exclusivo de todo el país, le propuso un trato que no supo rechazar.
-Te cambio un corte de pelo por uno de uñas- Le susurro ella al oído mientras le acariciaba la cara interna del muslo derecho y lo arañaba juguetona y lascivamente justo antes de alcanzar el centro del placer más carnal.
-Lo que tú quieras mi vida, - respondió él entre gemidos de excitación y deseo.
Con aquella frase, cambió su suerte y sufrió el castigo a sus pecados.
Dalila ordenó con un gesto a una esclava, que le cortase los cabellos mientras de rodillas frente a él, lo distraía con una técnica amatoria que Sansón nunca había disfrutado aún y que a punto estuvo de llevarlo al desmayo. Una vez escuchó el metálico chasquido de las enormes tijeras seccionando la parte trasera de su leonina melena, supo que algo malo iba a suceder.
Una docena de soldados armados invadieron los aposentos de Dalila a través de una puerta oculta tras los tapices con motivos de caza, que decoraban el lado más alejado del enorme y mullido lecho. Aunque Sansón escapó como pudo de los besos y demoniacos juegos de la boca traidora de aquella perra del infierno, para enfrentarse con valentía y destreza a los enemigos que pretendían prenderlo y encadenarlo, en esta ocasión, su fuerza sobrehumana lo había abandonado por completo.
Al perder el cabello, Sansón perdió el poder que Dios le había entregado y maldijo sin cesar el no haber sido lo suficientemente astuto, para intuir lo que aquella tentación del averno había planeado.
Los caminos del señor son inescrutables y encerrado en las lóbregas y oscuras mazmorras, solo pudo rezar y pedir perdón a Dios. Y otra oportunidad para proteger a su pueblo y librarlo de las garras de los opresores.
El cabello volvió a crecer, casi a la misma velocidad que su deseo de venganza.




viernes, 19 de mayo de 2017

Pequeño.

La vida había conseguido hincharle los cojones hasta un punto más que insoportable y Pequeño decidió que todo tenía que cambiar de una puta vez. En primer lugar se prometió cuidar un poco más su vocabulario y dejarse de tanto taco y tanta vulgaridad. Él no era precisamente una persona vulgar pero la impotencia y la frustración le llevaban a perder las formas. Necesitaba volver a tomar el control. Necesitaba volver a sentirse grande y poderoso, útil y necesario. Pequeño siempre había sido un tipo fundamental entre los de su entorno y desde no hacía demasiado, se había convertido en poco más que un lastre. También se prometió cuidar más su imagen. No era Brad Pit pero siempre había tenido su público y había disfrutado de cuantas flechas le otorgó Cupido. Ahora sentía que había perdido su encanto y su presencia y había descubierto que un hombre inseguro, no resulta en absoluto atractivo. Puede que en el pasado fuese precisamente esa seguridad en si mismo y su más que bien alimentado ego,  lo que le hacía interesante entre las mujeres. En cuestiones amatorias fue siempre un tipo de recursos y le dolía hasta lo indecible, ver que había pasado de ser el eterno enamoradizo que fracasaba una y otra vez pero disfrutaba con cada intento, al cobarde que prefería ver los toros desde el burladero. Había recibido tantas cornadas en el corazón, que le aterraba volver a saltar a la plaza.
Pero se acabó eso de esconderse y aplaudir a novilleros, banderilleros y espontáneos.
Todo estaba en su mano. Todo. No necesitaba seguir dependiendo de los demás. No tenía sentido seguir reprochándose tanto mal y tener tanto miedo a no gustar a los que pululan por su mundo.
Pequeño había decidido volver a gustarse y a gustar y, a encender de nuevo su luz. Una luz que ya había demostrado que podía iluminar la noche más oscura, que podía deslumbrar a quienes le dedicaban miradas de odio y envidia y guiar el vuelo de esas pilotos con problemas que necesitaban realizar un aterrizaje de emergencia en la pista de su pecho.
Pero el destino no se lo quería poner fácil y se dedicaba a hacerle traviesas y juguetonas zancadillas. Y Pequeño aunque cansado, dolorido y muy magullado, volvería a ponerse en pie.Una y otra vez. Las veces que hiciera falta. 
Y ganaría. Pequeño era un ganador que por circunstancias había perdido demasiado y a demasiados pero aún no había sonado la campana y como el prudente luchador que era, todavía reservaba algunos de sus mejores golpes.
¿Qúe el destino hacía que perdiese el autobús que lo llevaría hasta ella? Pequeño escribiría lo delicioso de haberla encontrado al final de un imaginario viaje.
¿Qué el destino cruzaba en su camino a mujeres para las que no sería nunca, nada más que un buen amigo? Pues disfrutaría de su amistad y se enriquecería con la sola presencia de cada una de ellas. Aquella que llevaba buscando desde que descubrió el amor, terminaría llegando en el momento más inesperado, como las mejores cosas de la vida.
El amor. A pesar de todo lo vivido y lo sufrido, a pesar de todos los desengaños, las mentiras y traiciones, las lágrimas y los silenciosos gritos de desaparición, seguía creyendo en el amor y no pensaba renunciar a él.
Pensaba en como se enfrentaría al futuro mientras se arropó  en la cama con folios llenos de sueños, de deseos y de esperanzas, en forma de versos, relatos y cuentos. Porque la vida es literatura y Pequeño había aprendido a escribirse su propia vida y a vivirla, leyéndola con sus nuevas gafas junto a la lámparita de su mesilla de noche.
Y nada más importa.

martes, 16 de mayo de 2017

Nací en París por casualidad

Lo que inevitablemente me dió pie para hacer las típicas bromas sobre tu dominío del francés. Pero lejos de enfadarte o de sentirte molesta, tímida o íncómoda, reaccionaste con espectacular frescura. Y me dijiste que te encanta el sexo oral. No sabes la que preparaste al hacerlo., Me encanta que compartamos aficiones.
Pagamos la cuenta del restaurante y ya fuera del local, encendimos un cigarrillo y nos dimos nuestro primer abrazo de camino al coche. La vida es así de complicada y tras dos horas maravillosas compartiendo conversación y un menú fantástico a precio más que asequible, tenías que rematar la faena. Laboral.
Decidí acompañarte a tu oficina, pues quería compartir contigo mis nuevos conocimientos en una materia que también te interesa y te gusta y nada tiene que ver con el sexo. La literatura.
En el coche, rumbo a tu lugar de trabajo, seguimos bromeando con el asunto de las felaciones. Y no te voy a engañar, durante unos segundos te imaginé practicándome una felación de concurso, en la que arrodillada frente a mi y entregada a la glotona lujuria necesaría para ello, me decías muchas cosas con tus dos ojos azules y grises a la vez. Normal, con la boca llena, no se habla y eres una mujer tan correcta y educada como atractiva y deseable. No pude contener una erección espontánea. Aunque para que engañarme, espontaneos son los toreros que saltan a la plaza. Esta erección mía, había presentado su solicitud por escrito y por triplicado.
Traté por todos los medios de cambiar de conversación y de hablar de algo sórdido y distante, como la política, los matrimonios fracasados o los gatitos de pocos meses. Pero fue imposible. Dentro de mi mente, seguías lamiéndome con maestría y jugando con las partes de nombre latino  de mi virilidad. Y joder, que bien lo estabas haciendo. Aunque no haya llegado a suceder, ha sido una de las mejores felaciones que me han practicado nunca. Y estabas completamente vestida, con ese aire entre virginal, travieso y prudente que define tu personalidad y tu estética.
Menos mal que la nuestra es una ciudad pequeña, donde todo está a tiro de piedra, por lo que en unos minutos llegamos a tu s oficinas y al entrar coincidimos con tu socio y una pareja de clientes de vuestra empresa. Y ahí terminó todo.
Ahora tan solo puedo escribir ese momento en el que al hablar contigo, te estaba imaginando entregada a otros menesteres. Que se le va a hacer, necesito escribir.
No suelo decir nunca "de este agua no beberé" "o agua que no has de beber, déjala correr". Si algo quiero que corra, no es precisamente agua. Además siempre he sido de naturaleza optimista y aunque el listón está muy alto, tengo la impresión de que terminarás por alzarte con el primer premio. De hecho voy a encargar que vayan grabando tu nombre en la placa del trofeo.
Lo que no sabes es que yo también he ganado varios premios nacionales e internacionales en la misma disciplina afectiva. Tiempo al tiempo, ya mediremos fuerzas. Y puede que lleguemos a firmar un empate tácitamente, buscando plantearnos el desempate de forma eterna.

domingo, 14 de mayo de 2017

La mirada V¿ES?

La mirada de Zeta, es la mejor forma de expresar su agradecimiento a esos humanos con los que comparte vida y hogar, alegrías y penas, paseos, comidas y dolores.
Al sentir la caricia de su humano, intentando tranquilizarla, Zeta trató de tranquilizarlo a él pero no supo articular más que gruñidos de complacencía, que su humano no terminó de comprender.
Vive con Felix y Laura. Dos artistas, ambos con espectacular talento pero cada uno en su especialidad y ella ha heredado de ellos el saber expresar sus sentimientos de forma poco convencional y los expresa mirando.
A Zeta le van a ingresar para someterle a una cirugía bastante agresiva, en la que los doctores, por evitar riesgos serios para su salud, le van a desproveer de su capacidad de traer al mundo pequeños pastorcitos alemanes. Y aunque sabe que ya no será madre natural, no le termina de entristecer porque ha volcado todo su amor y su instinto maternal sobre esa pareja de humanos con los que comparte la vida.
Los quiere mucho, la quieren mucho. Los protege y los cuida, la protegen y la cuidan. Los hace felices, le hacen muy feliz.
Zeta sabe que sus humanos van a sufrir y van a estar muy intranquilos durante su operación pero intenta transmitirlos que ella es una perra fuerte y que no tienen porque preocuparse. No va a pasar nada y todo va a salir bien. Ella podrá con eso y con más. Podrá con todo lo que pretenda separarla de ellos hasta el día en que se consuma la arena de su clepsidra.
Zeta sabe que Felix le escribirá que la quiere con su increíble y original caligrafía y que Laura le bordará una mantita cálida para tumbarse en el sofá junto a ella las noches de invierno.
La felicidad no entiende de especies, ni de géneros ni de razas, ni de ningún tipo de diferencias.
Ella es una perra. Ellos son humanos. Los tres son una verdadera familia.
Hoy solo puede mirarlos con el más inmenso amor y agradecimiento por ser. Y por estar.