domingo, 18 de septiembre de 2016

Héroe

Masticó con calma su rabia y se levantó de la mesa del estudio donde llevaba horas aporreando su máquina de escribir y fumando un pitillo detrás de otro.
Algo había cambiado en él y aunque a través de la ventana podía ver como caía la lluvia en una mañana completamente gris y desapacible, en el interior de su pecho brillaba un sol espléndido.
Nadie volvería a hacer que se sintiese pequeñito. 
Puede que se estuviese alimentando de los restos de ego que no  había consumido en los atracones del pasado. pero esa mañana había decidido confiar en si mismo, creer en sus habilidades y en sus posibilidades.
Lucharía.
Desgranando uno a uno los recuerdos del pasado que se habían resistido a desaparecer tras la tempestad precedida por una calma irreal encontró muchos momentos de paz, y demasiados momentos de lucha, de combate existencial, que le habían convertido en su propio héroe de leyenda. 
Había derrotado a la hidra de siete cabezas que vomitaba a la vez por sus siete bocas histéricas insultos, embustes y amenazas. Había decapitado al dragón que lanzaba fuego abrasador en forma de traición y había conquistado la  prácticamente inalcanzable cima de la nueva vida.
Se acabó llorar. Se terminó lamentarse y hacer un drama de todo. La camiseta le quedaba pequeña tras haber alimentado sus músculos con ganas e ilusiones combinadas con ejercicio diario.
Se acercó hasta el armero donde guardaba bajo llave las metáforas más hirientes, las alegorías con mira telescópica y varias cajas de esdrújulas con la punta hueca, adverbios de plata para neutralizar a los monstruos y vocales y consonantes de nueve milímetros. Munición de combate, armas de destrucción masiva.
Se ciñó a la cintura justo por debajo de la cadera el cinturón con sus dos viejos revólveres : prosa y verso.
Volvería a la pelea. Ya no tenía miedo. Nadie ni nada podría hacer que se siguiera ocultando detrás de millones de páginas sin sentido.
Pertenece al sueño de un destino y ha decidido cumplir con él.
No tiene que rescatar a ninguna princesa, que se rescaten solas. Solamente tiene que avanzar en su camino sin arredrarse ante peligros reales o imaginarios. No debe temer. No habrá brujerías, hechizos ni sortilegios que le vuelvan a reducir de tamaño. Una bala de sinceridad directa entre los dos ojos de la bruja será más que suficiente y, siempre ha sido el más rápido, pero demasiadas veces prefirió sentarse en la barra del Saloon y pedir un Whisky tras otro a salir a la calle principal y contar diez pasos, espalda contra espalda, antes de girarse y desenfundar.
Vuelve a sentarse al teclado de su vieja Olivetti. Las ideas llegan entre marchas de cornetas y tambores. Comienza a escribir mientras las tropas neuronales entonan el himno de Héroes del silencio. Ideal para la batalla.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Abdicar

Cuando me arrojaron al interior de esta celda, no eran conscientes de lo que habían hecho. Sin darse cuenta, me acababan de ceñir la corona y me habían entregado el cetro con el que me sentaría en mi trono del patio.
Llegué del juzgado, como el príncipe heredero al que las circunstancias y las intrigas palaciegas, habían estado a punto de cerrar el camino, impidiendo lo que me correspondía por derecho de sangre.
Pero aún debía de afianzar mi reinado.
En las duchas de prisión, un par de equivocados plebeyos intentaron dominarme, lo que terminó convirtiéndose en una salvaje lección sobre el derecho real y la sucesión, que llevó a uno de ellos a la enfermería con la cabeza y tres costillas rotas y al otro al destierro en una celda de máxima seguridad.
Los funcionarios que revisaron los sucesos registrados por las cámaras de vigilancía, se contentaron con grabarme con sus porras en la espalda, los hematomas que conformaron mi escudo heráldico.
Al salir al patio tras el confinamiento preventivo, los súbditos allí presentes, se arrodillaron ante mi.
Un verdadero rey ha de ser magnánimo y recompensar la fidelidad y el valor de sus caballeros. Senté en mi mesa redonda a los más laureados en las justas del presidio y les permití que me rindiesen vasallaje, besando mi anillo y jurándome lealtad hasta la muerte.
Los consejeros de la corona, se ocupan de que mis designios se cumplan y de que se imparta justicia. Son muchos los miembros de la guardia real que imponen mi voluntad cuando los funcionarios no pueden impedirlo.
Hay una docena de bufones que me divierten y entretienen cada noche, con sus volteretas, acrobacias y juegos de manos.
Solo echo de menos a mi reina, pero tengo previsto visitar en cuanto pueda el palacio de verano, donde se ha retirado a tomar las aguas y a disfrutar del sol.
Según me ha dicho el mago de la corte, podré verla en tan solo dos años, tres meses y un día. Mientras, saciaré mis apetitos con alguno de los mancebos que se me ofrecen mientras tomo mi baño cada mañana.
Los juglares y trovadores cantarán mis gestas. Pasaré a la historia como el monarca del puño de hierro que trajo la paz al reino y que aunque tuvo que ordenar la ejecución de muchos conspiradores que intentaron derrocar al elegido por los dioses para gobernar a su pueblo, supo devolver la alegría y llenar los silos con el grano cosechado por los campesinos. El comercio con otros reinos fue muy fructífero. Especialmente con los de allende los mares, que nos suministraron las exquisiteces provinientes de las indias que tanto aportaban a los más exigentes.
Ahora debo abdicar. Lo hago por mi pueblo. Mi tiempo ya ha pasado y no debo mantenerme en el trono injustificadamente o por mero capricho. Abdicaré en mi delfín. Larga vida al Rey.


martes, 13 de septiembre de 2016

Carne de objetivo

El pueblo entero está de fiestas, aunque este año ha habido algunos cambios. La presión social y principalmente la de los animalistas, creia haber consiguido erradicar la parte más salvaje de los festejos tradicionales. Sinceramente a ella eso le importa un bledo, tiene problemas más serios en los que pensar, problemas que le han llevado a desear la muerte...pero la muerte no llega.
Los farolillos y los banderines que cuelgan de los balcones le asquean y el olor a alcohol que desprende cada centímetro del pueblo, mezclado con el de orines proviniente de cada callejón y cada garaje, le obliga a contener las arcadas por no montar el número delante de las fuerzas vivas y los vecinos, que han sacado en procesión a la Virgen. Suben los cohetes y estallan en el aire con un ruido ensordecedor y molesto, que consigue encabritar a los caballos que montan algunos paisanos vestidos para la ocasión.
Aprovechando el revuelo causado por una yegua que se ha puesto a piafar de manos, aterrorizada por el estruendo y la muchedumbre, Perla se cuela en la iglesia del pueblo y antes de que nadie pueda detener su ascenso, sube hasta el campanario y se encarama a la barandilla, desde donde amenaza con caer al vacío.
No hace ni diez días que se llevaron a su hijo pequeño y todo apunta a que no volverá nunca a verlo. Hablando con las amigas le han explicado que aunque parezca mentira, en el mundo actual, se siguen dando casos como el suyo y el final siempre es el mismo: un psicópata mata y descuartiza al pequeño y luego expone el cadáver en un lugar público para que su obra sea contemplada por cuanto quiera verlo y sepa apreciar su pericia asesina.
Desde abajo, la gente, alertada por uno de los jinetes, que ha reparado en ella, levanta la vista y comienza a gritar, apartándose prudentemente del lugar donde seguramente se estrelle con gran fuerza, al caer desde esa altura. Algunos gritan suplicándole que resista, que no se enfrente a la gravedad, que no tiene sentido, que es una locura. Para ella la única locura es seguir viva en las condiciones en las que se encuentra, sin su hijo, explotada laboralmente por un hombre al que le importa una mierda la tan manida paridad y mucho menos sus condiciones laborales.
Un ruido a su espalda le hace girarse y ve como el alcalde y el cura han subido hasta allí y tratan de sujetarla pero entonces Perla comprende que lo único que quieren es disimular el escándalo de su muerte durante las fiestas, nada más. Ella les importa menos que nada y aunque la devuelvan a salvo a la finca donde reside, al día siguiente no volverán siquiera a mirarla.
Perla cierra los ojos y cae, gritando y liberando su rabia y su ira en la caída.
En pocos minutos, las fotos de su impacto contra el cemento llegan a los rotativos de todos los diarios nacionales y a los de algunas publicaciones internacionales: "Un año más, la cabra cae desde el campanario de la iglesia de Manganeses de la Polvorosa, en Zamora". Jesús, el redactor de A3, va un poco más allá y llama a la víctima por su nombre, Perla, añadiendo que por primera vez; la cabra que se estrella contra el suelo, había sido utilizada para la cría y, en la cena de inauguración de las fiestas, se había servido a las fuerzas vivas de la localidad, su primer cabrito; sacrificado según el método tradicional por el carnicero del pueblo.
Nada es verdad, ni es mentira. Todo depende del cristal con que se mira.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Emocionado y agradecido.

De entre las muchas cosas que siempre le agradeceré a mi padre, una de las más importantes es el que nos inculcase la afición por la literatura. Él era un lector insaciable y escribía estupendamente. Además de ser abogado y oficial superior del Ejército español, de joven trabajó como redactor en El Norte de Castilla, con nombres de la talla de Miguel Delibes y Maribel Rodicio o Manu Leguineche, a las órdenes de su buen amigo Fernando Altés.
Nos transmitió desde bien pequeños la importancia de la palabra escrita, que como él decía, siempre queda. Lo escrito queda.
Mi hermano mayor, José Ángel, fue primer premio de poesía de la Junta de Castilla y León y el primero de los hermanos en publicar un libro. Mi hermana Elena, ganó el certamen de cuentos sobre la igualdad de género del Ayuntamiento de Valladolid y su cuento publicado, fue el libro más vendido de la Feria del libro de Valladolid en el año 2015. 
Mi hermana Alejandra, debe de ser un hacha redactando demandas y recursos (a los hechos me remito) ha heredado la habilidad jurídica de mi padre. Mi hermana Silvia, la pequeña, es ese "angelito de alitas de plumón blanco" del que ya os he hablado alguna vez y que por su deficiencia mental, no sabe escribir pero no le hace ninguna falta, con su mirada y su sonrisa, escribe los versos más hermosos.
Yo soy lo que soy y escribo como escribo pero hoy quiero hablaros de mi hermana Elena. 
Sobra decir lo muchísimo que quiero a mi familia pero en Elena he encontrado muchas cosas y no deja de sorprenderme tanto su impresionante vis cómica como actriz, como su natural talento para la dramaturgia.
Ayer acudí a la representación en la Casa de Zorrilla de Valladolid, de una comedia escrita por ella y que estrenó el año pasado junto a dos estupendas actrices y amigas, Evangelina Valdespino y Anahí  Santos, cosechando un gran éxito, que repitió anoche pero en esta ocasión junto a Noemí Martinez y Beatriz Toquero.
El público no paró de reírse durante toda la función y no solo por la brillante y divertida interpretación de las tres actrices de Katakrok Teatro, sino por lo divertido, original y sorprendente del texto.
Nunca he sido envidioso, al contrario, me siento muy orgulloso de la calidad literaria de mis hermanos y sé que de alguna manera, mi padre siempre vivirá en nosotros y en nuestros textos.
Elena vale su peso en oro, como persona y como escritora y en este momento está en proceso editorial de un libro en verso para niños,que dará mucho de que hablar.
Trato de aprender de todos y de todo. Mis hermanos forman parte de mi buena estrella y sé que aunque todos tenemos lo nuestro y no somos ni con mucho, perfectos, mi madre está orgullosa de nosotros y reconoce a mi padre en mucho de lo que hacemos y decimos, sirviéndola de  consuelo,(aunque pequeño) para el enorme dolor por su pérdida.
Emocionado y agradecido por formar parte de esta familia y por haber visto ayer, como personas que habían asistido a la representación, paraban a mi hermana por la calle para felicitarla.

viernes, 9 de septiembre de 2016

El mundo



Se sentó frente a él y con la mano izquierda se retiró el flequillo de la cara, dejando al descubierto uno de esos rostros que cualquier pintor querría ser capaz de dibujar al detalle.  Su sonrisa era el perfecto complemento para unos ojos tan bellos como expresivos.
Durante más de hora y media charlaron amistosamente poniéndose al día de lo sucedido desde la última vez que se habían visto y el tiempo parecía haberse detenido en la mesa de aquella cafetería, respetando el encuentro y convirtiéndolo en eterno. En un momento de la conversación, ella le dijo que no entendía lo que estaba sucediendo en el mundo. No entendía porque para la gente afín era tan difícil encontrarse, porqué la sociedad había creado unas nuevas cadenas con las que atar a las almas libres y porqué la gente tenía tanto miedo a decirse las cosas, a compartir sus sentimientos y a dedicarse las palabras necesarias, las caricias necesarias, los abrazos necesarios.
Él, no podía apartar la atención de su mirada mientras formulaba aquellas preguntas. Trató de responder, de explicar el porqué de todo aquello que ahora ella había comenzado a cuestionarse y le habló del necesario cambio que había experimentado su visión de la vida. Ambos compartían una misma idea quimérica de la vida y de las relaciones humanas. 
Entonces ella disculpándose, se ausentó unos minutos al cuarto de baño del local y él dió con la respuesta perfecta, pero cuando ella regresó, no encontró el valor suficiente para decírsela por miedo a confundirla, por miedo a que la interpretase erróneamente.
Él se arrepintió en el acto de no haber reunido las fuerzas suficientes para decirle: "Este mundo nunca estará a tu altura, pequeñita, porque tu eres un ser de luz. Una persona noble y sensible, incapaz de comprender el comportamiento de una sociedad que se ha vuelto egoísta, cruel y avariciosa. Desde que te conozco he sabido que tu amistad es un inconmensurable regalo. Que en ti se encierra la cura para todos los males del alma, que lates y respiras como un ángel desubicado. No te merecemos, ni el mundo ni yo".
Pero una vez mas, calló ante ella. Contuvo el torrente de verdades que le vinieron a los labios y en su lugar, argumentó con trivialidades retóricas. Aprovechó para inhalar cada molécula de oxígeno que ella expiraba junto a él, tratando de imbuirse de su esencia, ya que supo que nunca podría respirar aire más puro y más limpio La quiso hasta lo indecible, hasta que llegó la despedida; el duro momento en el que le toca volver a la dura realidad sin ella. Prometieron volver a verse al día siguiente y se despidieron con un cariñoso abrazo, seguido de un beso que a él se le antojó demasiado corto, demasiado formal. La habría estado besando hasta el fin de los tiempos. Pero el fin de los tiempos llegó cuando se separaron.En ese mismo instante decidió soñar con ella una noche más y que su inconsciente le diera la respuesta que había callado por miedo. Quizás en la onírica conversación, se atreviese a abrirle por completo su corazón. Que bobada... suyo, siempre le pertenecerá a ella. El solo lo utiliza en usufructo.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

A este lado del Pisuerga.

Y es que el Rosarillo es mi Saloon preferido a este lado del Pisuerga.
Muchas veces aparqué mi montura a la puerta de este bar, junto a las de otros vaqueros de mi banda.
Allí los cuatreros no se atrevían a asomar la cabeza y hasta que tropezó rompiéndose una pata, mi hermosa y fiable "Vespa" (mi yegua italiana), conocía a la perfección el camino hasta las puertas del Rosarillo.
El dueño del Saloon es un tipo honesto que decidió retirar la escopeta de debajo del mostrador y enfrentarse a los forasteros con la mejor de sus sonrisas y con sus ganas de hacer las cosas bien. Como él mismo dice, "las cosas bien hechas, bien parecen". El propietario está seguro en su local, ya que ha sabido rodearse de un estupendo equipo de colaboradores.
En la barra le acompañan dos jóvenes que a simple vista parecen tan solo unos amables y eficientes camareros pero que no dudo que llegado el momento, sabrán demostrar al mundo su rapidez con el revólver y desarmar certeramente a quien se atreva a desafiarlos.
Las camareras que allí trabajan también, además de preciosas, ocultan entre las enaguas de su profesionalidad y experiencia, el  Derringer de pequeño tamaño y dos cañones, con el que atravesar el corazón del patoso de turno que piense que con la consumición y la sonrisa, le van a servir por obligación cualquier otro placer.
Al entrar en el Rosarillo, cuelgo en el perchero el  cinturón del que pende mi Colt y, sé que allí estaré a salvo y no tendré ningún problema. Eso es algo muy difícil de encontrar en el mundo de los salones del salvaje oeste, creedme, sé de lo que hablo. Además de por  su excelente whisky, su mejor zarzaparrlla, las estupendas melodías de la pianola y que la clientela siempre es de mi agrado (otros vaqueros como yo y muchas valientes pioneras que han volcado su futuro y sus esperanzas en el fondo de la carreta y se han atrevido a cruzar el Pisuerga, buscando tierras donde establecerse), os animo a acercaros  a beber unos tragos pero os recomiendo cautela y buenos modos, en este Saloon, no nos gustan los problemas.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Agua que no has de beber...

Cristina no puede dormir. Por quinta noche consecutiva, opta por levantarse a tomar un vaso de leche calentita y unos somníferos. Su conciencia le impide conciliar el sueño. Su conciencia y la viva imagen del hombre que ocupa por completo sus pensamientos.
Creía haber estado enamorada en pasadas ocasiones...y no pocas veces, pero Cristina descubrió sensaciones totalmente desconocidas para ella, al mantener fugazmente la mirada de Iker, la noche en que lo conoció. 
Esto que siente, debe de ser amor verdadero pero no está bien. Iker es  el prometido de su prima Begoña y Begoña está completamente enamorada de él y feliz por haberlo encontrado. Desde que su prima comenzó a salir con Iker, Cristina supo que debía de ser un hombre excepcional y se alegró hasta el infinito por ella.
 Todo comenzó la noche en que Begoña acudió con su flamante nuevo novio a cenar a casa de Cristina y los presentó oficialmente. 
Sobra decir que Iker es guapo, bueno, más que guapo, es terriblemente atractivo y sus ojos y su sonrisa transmiten al tiempo sinceridad y alegría. Eso no fue lo que comenzó a confundir a Cristina. Ella siempre ha tenido cierto éxito entre los hombres y ha mantenido romances con todo tipo de varones; muy agraciados la mayoría. Pero siempre busca algo más interesante que el atractivo físico en sus parejas y el novio de Begoña destila atracción por los cuatro costados. Cristina sabe que no debe fantasear con que Iker y ella tienen la oportunidad de conocerse mejor y que aquello deriva en la historia de amor más intensa y especial del mundo. La felicidad de Begoña está por encima incluso de la suya propia, ya que Begoña merece un hombre como Iker. Pero en el fondo Cristina la envidia y, le da mucha rabia ver que al fin ha encontrado al hombre con el que lleva soñando toda a vida y resulta ser la pareja de su prima. Encima desde el primer minuto, Iker y ella encontraron un punto de complicidad muy elevado y sintieron una poco frecuente conexión al hablar y disfrutar de la cena y del posterior whisky en el saloncito de casa.
Volvieron a verse al día siguiente, pues Iker vive y trabaja en Pamplona y estaba en Burgos, ciudad donde residen ambas primas, porque Begoña y él aprovechan cualquier oportunidad para pasar unos días juntos, sea donde sea, en Burgos o en Pamplona. Como en todas las relaciones a distancia, la ocasión la pintan calva y ambos se pasan el tiempo de un lado para otro, con la maleta siempre dispuesta y el teléfono echando humo, de llamadas y mensajes en los que dejar constancia de lo que se quieren y se echan de menos.
Obviamente Cristina nunca bebería de ese manantial, a no ser que Begoña ya hubiese saciado su sed y le dejará vía libre para sumergirse en sus aguas y recibirlo y disfrutarlo a través de todos los poros de su piel. Eso es lo que le roba el sueño a Cristina cada noche, la necesidad de demostrarle su amor a Iker, de poder decirle al menos que siempre ha soñado con encontrarlo y que ahora que lo ha encontrado, debe dejarlo pasar de largo por fidelidad y amor a su prima.
A veces la vida no es justa. Cristina maldice el momento en el que cruzó su mirada con la de Iker y supo que siempre lo amaría, aunque fuese en secreto. Al fin Cristina, sabe en que consiste eso del amor platónico y lo que es peor, ha comenzado a componer preciosas melodías fruto del amor no correspondido, que interpreta con su violín.El violín es el instrumento que lleva muchos años tocando y con el que  al fin puede ganarse a vida dando clases, tras haber recibido diversos reconocimientos públicos por su virtuosa interpretación. Siempre que puede , Cristina se encierra a tocar hasta que le duelen los dedos. Tocar es su forma de expresar todo lo que le inunda el pecho y convierte las alegrías y las penas en pegadizas y armoniosas melodías.
Mientras observa como Begoña besa a Iker, las notas de una triste romanza comienzan a venirle a la cabeza. Tararea en voz muy baja y se aparta un poco de la acaramelada pareja, para que no descubran que su corazón se acaba de romper y de que una enorme lágrima ha empezado a resbalar por su mejilla.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Sevilla

Creo que le debía un homenaje a esta preciosa ciudad, donde reside parte de mi familia más querida y algunos buenos amigos, además de una personita a la que he querido y quiero mucho.
Esto no es una guia de viajes pero creo que en estos tiempos, se peca en exceso de postureo y la gente tiende a esclavizarse con las cadenas de la apariencia y, estoy convencido de que muchos de los que gastan sus ahorros en viajes a la República Dominicana , Mexico o Cuba, para encerrarse en un resort donde se les anilla como a las palomas, con una pulserita de "Todo incluido", no se habrán molestado en conocer bien el país.
Sevilla encierra muchas maravillas, además de la lluvia en Sevilla, que es una maravilla, como decían hasta la saciedad en la película "My fear lady".
Es la capital hispalense, podemos encontrar vestigios de la ocupación musulmana y de que la convivencia pacífica entre culturas, es algo posible.
Además de Torre del Oro y Giralda, hay muchísimo que ver. La ciudad es un reclamo para rodajes de películas como "Star Wars" , "´Misión imposible" y otras muchas cintas. Incluso series para televisión tan famosas y comerciales como "Juego de tronos", han caído bajo el embrujo del que habla el señor Bosé en su canción.
A mi me gusta la Sevilla de Juncal, en la que tomarte una caña con una aceutunita en alguna de sus tascas de toda la vida, se convierte en un palcer a tener muy en cuenta.
"El corazón que a Triana va, nunca volverá" y mucho me temo que eso es una gran verdad, basada en hechos reales.
Sevilla ha sido también y sigue siendo, cuna de grandes músicos y artistas. El flamenco campa a sus anchas por la ciudad y puedo asegurar que pocas cosas me han sobrecogido tanto, como escuchar cantar una saeta desde un balcón, al paso de una virgen durante la Semana Santa sevillana, de sobra conocida en el mundo entero. Algunos de los mejores raperos de España son sevillanos y las letras de sus canciones rezuman arte y carácter por los cuatro costados.
En temas taurinos no estoy muy puesto, pero creo que "La maestranza" es una plaza donde debe de ser un verdadero honor enfrentarse a un toro, o aun torero (dependiendo del lado de la contienda en el que te encuentres).
El clima acompaña durante prácticamente todo el año y el calor, sofocante en demasiadas ocasiones,invita a muchos a probar las aguas del Guadalquivir, río navegable que atraviesa la ciudad. De todas formas el mediterraneo está a tiro de piedra en coche, por lo que el deje del acento sevillano, se escucha hasta la saciedad, en playas de Cadiz, Granada, Almeria y Málaga.
Si me meto a hablar de la Feria de Abril, que he podido disfrutar junto a mis primos sevillanos en más de una ocasión, esta entrada se convertiría en un libro. Impresiona ver el arte y la belleza de la mujer sevillana, vestida de lunares, bailando sus bailes típicos que como curiosidad, os contaré mi sorpresa cuando estudiando la carrera, me explicaron en clase,que "Las sevillanas", en realidad son danzas de Ávila que al trasladarse la corte a Sevilla a raíz del descubrimiento de América, se bailaron añadiendo el salero y la gracia típica del pueblo andaluz. Esto es demostrable y comprobable.
En cualquier caso, bailar una sevillana bebiendo un Rebujito en una caseta de la Feria de abril, con una mujer vestida de corto porque acaba de bajar de su montura con la que circula por la feria, es una cosa que aunque apeste a topicazo, realmente emociona.
Creo sinceramente que merece la pena acercarse por Sevilla, si no lo conocéis. No os va a defraudar en absoluto.

martes, 30 de agosto de 2016

¿De Teruel o de Verona?

Romeo colgó el cinturón del que pendía su espada, en el perchero de la pared junto a la mesa que acababa de ocupar. Aún llevaba una pequeña daga en la bota derecha, por lo que en caso de que apareciesen problemas, cosa habitual en las tabernas de aquella zona de la ciudad, podría plantar cara con cierta seguridad.
Mercuccio regresó a la mesa con una jarra de vino siciliano, tinto, espeso y muy alcohólico. El tabernero les había obsequiado con un poco de queso parmesano, para acompañar la bebida. Esta era una costumbre muy española, que habían importado los soldados llegados desde la península ibérica a  los tercios de Nápoles y que rápidamente se había extendido por todo el país.
-Me bebo esta jarra contigo y me retiro a casa, Mercuccio. A estas horas ya, solo podremos encontrar problemas. 
-Vamos Romeo, no me vengas con esas. Eres una de los mejores espadachines de Italia, nunca te has arredrado ante bravucones y camorristas y jamás se ha podido decir de ti, que eres un cobarde. Creo que esa Julieta te está cambiando el carácter y te conseguirá convertir en aquello de lo que siempre te has mofado.
-No metas a Julieta en esto. Voy cumpliendo años y la arrogancia de la juventud, comienza a dejar paso a la prudencia de la madurez. Querido amigo, aún podré atravesar el pecho de quien ose importunarnos pero empiezo a cuestionarme si realmente merece la pena jugarse la vida por pendencias tabernarias.
-Antes ni te lo planteabas, al igual que antes ibas libando de flor en flor, desayunando una infusión distinta cada mañana y regresando a casa con diferentes perfumes en la piel.
-Pero la he conocido a ella y aquel Romeo ya partió. Ahora soy un Romeo que respira por y para ella.
-Y eso te terminará costando la vida. Bien sabes que lo vuestro es imposible. Vuestras familias no os lo consentirán nunca.
-No conozco más familia que la que pienso crear con ella. No hay nada imposible si el amor verdadero, anda de por medio.
-¿Amor verdadero? Perdona amigo, pero el amor verdadero es un invento de poetas y juglares.
-Te compadezco Mercuccio. Llegará el día en que lo descubras y disfrutes de sus mieles.
-Pues en lo que llega ese día, si no te importa creo que prefiero disfrutar de las mieles de una de aquellas bailarinas españolas que acaban de entrar después de haber terminado su función de hoy en el palacio del  duque. Mira que cuerpos, que cabellos, que ojos. Que cantidad de placer oculto bajo sus vestidos.
- Ciertamente son hermosas ambas pero me llama mucho más la atención la de la derecha, la de la hermosa sonrisa. La sonrisa es lo más hermoso de una mujer. No obstante muero por la sonrisa de Julieta y creo que me perderé este baile.
- No puedo contigo Romeo. Eres muy dueño de hacer lo que te plazca pero mucho me temo que pierdes el tiempo, que lo tuyo con Julieta solo te va a traer problemas y que la cosa terminará mal.
- Termine como deba terminar Mercuccio pero si he de morir, moriré junto a ella, por ella y para ella.
- En  efecto esa españolita tiene una sonrisa espectacular, de hecho creo que la he visto antes. A fe mia que trabaja en una taberna del puerto, en la "Taberna del Albor". Esa sonrisa no se olvida facilmente. Voy a intentar acompañarla a su casa. A no ser que quieras acompañarla tu y yo se lo pida a su amiga, que tampoco está nada mal.
-Ya te he dicho, Mercuccio, que como casualmente he leído en un libro español no hace mucho y si se me permite apropiarme de un pasaje y adecuarlo a mis circunstancias, Julieto soy, en Julieta creo y a Julieta amo. Me retiro amigo, te deseo un gran éxito, la joven merece el esfuerzo que creo que vas a tener que realizar. Las españolas son mujeres bravas y muy difíciles y no se van con el primero que les dice "ojos verdes tienes". 
-Puede que no se me logre, pero cómo me dijo otra española de muy parecida sonrisa no hace demasiado tiempo, "por mi, que no quede". Descansa amigo. Y sueña con ella.
- Si no lo hago con ella, prefiero no soñar. Buenas noches Mercuccio.
-Buenas noches, Romeo.

lunes, 29 de agosto de 2016

Zapatero a tus zapatos.

Y eso me lo digo a mi mismo, porque no suelo hacer reseñas sobre cine, ni tampoco literarias. Este no es un blog de reseñas pero si os habéis fijado, muchas canciones, libros y películas inspiran mis textos. Incluso encuentro la inspiración en sucesos de la vida cotidiana y en los titulares de la prensa internacional. Me inspiran muchas cosas, no solo mis circunstancias.
He crecido con el cine de este genial newyorkino que tan pronto se marca un solo de clarinete, como presenta una película impresionante o abarrota las portadas de la prensa sensacionalista con sus escándalos familiares.
Dado el excelente gusto musical y cinematográfico de mis progenitores, desde muy pequeño el Jazz y Woddy Allen marcaron ambos territorios en mi casa y poco a poco fui devorando la filmografia de este judío de mi estatura. Mis padres compraban todas sus películas y luego comencé a poder pagarme el cine y aprendí a escoger su cine sobre las películas para adolescentes o la acción y el amor de segunda categoría.
Ayer fui a ver Café Society con unos buenos amigos y creo que incluso antes de salir de la sala, dije en voz alta: Sencillamente, me ha encantado.
A esta película, escrita y dirigida por el señor Allen, no le falta ni le sobra absolutamente nada. No voy a hacer spoiler de ese pero si os diré, que el guión es de esos que uno sueña con firmar algún día, que los personajes están impecáblemente construidos y dirigidos, que los actores, todos, bordan sus papeles y que la ambientación es soberbia, por no hablar de la B.S.O.
La trama es inteligentísima y durante toda la película y para mi desgracia me sentí muy identificado con el protagonista.
La cinta nos da una visión muy especial del amor, que tan pronto es maravilloso, como el peor de los castigos,al ver que responde al egoísmo de los amantes por encima de los designios del corazón.
Es cierto que el amor te embruja, te atrapa y que en ocasiones no puedes arrancarte ni del pecho ni de la cabeza, a la persona amada, con las consecuencias que eso conlleva cuando la relación con esa persona termina.
No sé a que Dios, se le ocurrió la brillante idea de dotarnos de la capacidad de amar, sin dejarnos un manual de instrucciones de uso.
No suelo hacerlo, pero os recomiendo esta película con la certeza de que os va a gustar, ya que combina muchas temáticas del cine norteamericano y además es un interesante documento metacinematógrafico, al hacer un recorrido por el interior del mundillo del espectáculo de Hollywood.
El mundo de los gangsters y el de las creencias religiosas también tienen su espacio, así como el brillante ingenio y el sarcástico humor de Woody Allen.
No os vais a arrepentir de verla, os lo prometo.