Me he acostado muy prontito. No quiero que los Reyes decidan
no entrar en casa para evitar ser sorprendidos por un niño despierto.
Este año he sido muy muy bueno y estoy seguro de que por fin
me traerán la Nintendo y el balón del Real Madrid.
Mi abuela me había dicho que tengo que irme pronto a la cama
y dormirme enseguida porque si no los Reyes no entrarán en casa. Al parecer lo reyes cuentan con un
eficaz servicio de pajes de información que les chivan hasta la última trastada
y si duermes o no y como presenten un informe negativo sobre un niño, este se
queda sin sus regalos.
Aprovechando un descuido de mamá le he quitado de la mesilla
de noche unas cuantas pastillas de esas que
toma para dormir desde que papá se marchó de casa con aquella señora tan
simpática de ojos azules y me he tomado media docena con el colacao. Empiezo a
tener sueño, mucho sueño.
Mi plan es perfecto, en casa no hay más niños, soy hijo
único así que nadie espantará a sus majestades de oriente. Mamá también se ha
acostado y no se la oye, eso es que ya debe de haberse tomado la pastillita pero en vez de con colacao
con esa guarrada que le gusta a ella y que tiene nombre como de cantante
folclórica, Martirio, Maritrini, Martini
o algo así. Todas las noches se sacude un par de copas escuchando música y disimulando las lágrimas pero se debe pensar
que soy ciego o gilipollas porque aunque disimule, me doy cuenta perfectamente,
lo que pasa es que no la digo nada porque a mí tampoco me gusta que me vean
llorar, es humillante y luego los demás se ríen de ti.
Voy a ser el capitán de mi equipo en el patio, que para algo
pienso llevar el balón al cole, con uno del Real Madrid me hacen capitán fijo.
Ya veré si invito a alguien a jugar con mi Nintendo, que
igual juegan mal y me la estropean, que mis amigos son muy burros.
Que sueño, me estoy quedando frito, ya casi estoy dormido,
cuando lleguen los Reyes todo estará correcto y dejarán sus regalos junto a los
zapatos, se comerán las galletas y se irán. Fijo que este año también se beben
media botella de la guarrada esa que le gusta a mamá, como el año pasado, que
el día de Reyes a la pobre se le puso dolor de cabeza del disgusto y todo.
Un chico de primero de la ESO me ha dicho que los Reyes son
los padres, pero no tiene ni puta idea. Mi padre se fue de casa hace casi dos
años ya y si fueran los padres tendría que venir a casa por lo menos a traer
los regalos y por aquí no ha asomado el hocico, dice mamá que ni siquiera le ha
pasado la pensión o no se qué.
Además ¿cómo haría mamá para fingir el dolor de cabeza del
disgusto por lo de la media botella del
año pasado? No es tan buena actriz.
Seguro que ese chico se lo ha inventado o lo ha dicho para fastidiar, que la gente es muy mala.
Me duermo, huele a humo, está entrando humo por debajo de la
puerta, eso debe de ser que ya están aquí y que se han colado y han traído
incienso de ese cómo el que llevaron al portal de Belén. Mientras no se hayan
olvidado de lo demás bienvenido sea que a mamá le gusta poner incienso a veces,
aunque no huele tan mal ni suelta tanto humo, se conoce que este debe de ser de
oriente y aquí no lo conocemos.
Tengo sueño, mucho sueño. Me duermo…
Cuando los bomberos alertados por los vecinos llegaron a la
vivienda ya era demasiado tarde.
Las llamas, presuntamente originadas por la mala combustión
de una caldera se extendieron rápidamente por toda la casa y lo que les había
llamado poderosamente la atención es que encontraron ambos cadáveres, el de la
madre y el de su hijo, en sus respectivos dormitorios, como si no se hubiesen
percatado del incendio.
Tampoco habían respondido a los gritos de los vecinos ni
siquiera a las llamadas al teléfono móvil de la madre.
Seguramente se hubiesen intoxicado con el humo pero tendrían
que esperar a los resultados de la autopsia.
Es horrible que ocurran tan trágicos sucesos en una noche
como la de Reyes pero la vida nunca dejará de sorprenderme.
A veces es mejor no ver las noticias. Ojos que no ven…