lunes, 18 de noviembre de 2019

Querida lectora

Sé que me lees, que te gusta hacerlo y que entiendes mis textos, así que bienvenida, pasa y ponte cómoda.
No soy un escritor al uso. Como canta el artista que encabeza esta entrada, "mil veces prefiero que pierdan los buenos. Que ganen los indios". 
La vida me enseñó a reconocer al indio que llevaba dentro y a medida que fui tropezando, me despojé prenda a prenda del uniforme del séptimo de caballería. Y se está mucho mejor en taparrabos. Más cómodo por lo menos.
Una de las primeras críticas cualificadas que recibí sobre mis textos, decía que llegaba muy bien al lector porque profundizaba en lugares comunes. Y estoy completamente de acuerdo. A ver...¿quien no ha perdido un amor?¿Quien no ha tenido que despedirse de un ser querido? ¿Quien no ha fracasado unas veces y triunfado otras?¿Quien no tiene una ilusión y unas metas a las que agarrarse desesperadamente por inalcanzables que parezcan?.  Esto se llama vivir y sí...escribo sobre la vida.
También escribo ficción, de hecho mi primera novela, que se publicará en diciembre por una  editorial joven y valiente, es pura ficción. Es una novela negra repleta de crímenes y de muertes evitables, pero incluso al narrar hechos ficticios, estos están fundamentados sobre personas y circunstancias de mi realidad más intensa.
Esta novela se distribuirá por toda España, a diferencia de mi primer retoño, Historias para según qué días, que solo se distribuyó en Valladolid, o de mi segundo bebé, Juantierasmus, que se distribuyó en Valladolid y Madrid. Este último también se puede encontrar en Amazon. No voy a negar que me siento más orgulloso de mi primer título, pero desde luego este segundo es infinitamente más divertido y las risas están garantizadas. Para pasar un buen rato es un libro muy cómodo y muy agradecido. Historias para según qué días está escrito en pleno divorcio y aunque también tiene algún relato cómico, predomina lo muy emocional y lo triste. pero es muy bonito y aunque esté feo decirlo, está bien escrito. Lo escribí con la perfección que aporta el dolor más intenso y con la corrección de hectolitros de lágrimas depuradoras de todo.Y no voy a negarlo, con la ayuda de una formidable editora que además es una gran amiga y, supo entender todos y cada uno de los textos y corregirlos con cariño y esmero, sumando a mi caudal creativo, el más acertado de los criterios. Creo que de este libro solo queda a la venta un ejemplar y se agotó la edición. Trataré de localizarlo y hacértelo llegar,dedicado.
Al haber obtenido algunos galardones en certámenes de relatos, ciertos textos mios también aparecen en volúmenes de relatistas y en recopilatorios de certámenes literarios. Solo uno de ellos internacional, pero de ese me siento muy orgulloso, dado que gané un sorprendente primer premio.
No puedo dejar de escribir, no sé vivir sin hacerlo. Los neurólogos que trataron la lesión cerebral que me mantuvo en coma una corta temporada de mi nueva vida,tras unos minutos de muerte clínica, me explicaron que dada la gravedad de la lesión sufrida al estrellar la moto, pese a llevar casco, que la única explicación que le podían dar a mi sorprende te evolución era lo mucho que leía y lo mucho que escribía. Al parecer mis neuronas se recuperaron por plasticidad y el constante trabajo de concentración y comprensión lectora al que sometía a mi cerebro, fue el tratamiento más efectivo. Ergo la literatura salva vidas. Díselo a todos los niños que conozcas. Yo lo hago.
Soy un romántico empedernido. Me encanta escribir sobre el amor y las historias hermosas. Quizás sea porque a lo largo de mi vida he apurado hasta el ultimo trago cada copa de amor que me sirvió el cantinero del destino. Algunas contenían un brebaje demoniaco que me destrozó por dentro y otras un licor de imitación bastante afrutado,atrevido en aromas, delicioso en boca, pero pobre y astringente en el fondo. Puede que todos estos sucedáneos hayan servido para que mi paladar y mis papilas se fueran preparando para degustar el impresionate vino que estoy saboreando ahora, ya que por fin he encontrado el mejor caldo nacido jamás en cepas de la montaña leonesa y me estoy emborrachando a diario con sus caricias, con sus besos y con sus abrazos.
Cómo acostumbro a escribir, todo termina llegando, incluso lo bueno. Y parafraseando a Jorge Drexler, al que cito muy a menudo, "cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da. Todo se transforma".
Encantado de tenerte al otro lado de la pantalla. Puede que un día compartamos un buen vino, una mejor conversación y la compañía de las personas adecuadas. Brindo por ello. 
Mientras tanto, me tendrás aquí, perpetrando relatos y textos en este blog. Siempre a tu disposición.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dices... "Soy un romántico empedernido. Me encanta escribir sobre el amor y las historias hermosas"

Pues eso... Jo! Me gusta leerlas, leer amorcitito del bueno.

Zeroide

Bueno,

lacantudo dijo...

Hoa, Zeroide, buenos días,
esa entrada la ha inspirado una chica que a raiz de otra entrada que habla de su increible historia de amor con un buen amigo mio, se ha hecho lectora del blog.
Pero está deicada a ti en igual medida, proque sé que me lees y que me entiendes y eso siempre me hace sentir que mis textos tienen un sentido
El amor es algo incrible y tan doloroso como placentero. En tanto que de rosa y azucena se muestre la color en nuestro gesto disfrutemos de él. Y despues también, que coño.