martes, 22 de febrero de 2011

Carolina.

Aquella morena pequeñita de nariz respingona me estaba trastornando completamente, poniéndome el corazón a bailar merengue cada vez que su mirada se cruzaba con la mía.
Coincidimos durante tres semanas en unas clases de expresión corporal y ya desde el primer día, en que el destino nos seleccionó para realizar un ejercicio por parejas, supe que esa sonrisa al tiempo infantil y maligna, cambiaría mi vida.
Y vaya si la cambió.
Fue un viernes por la tarde, al salir del aula sudorosos y extenuados, cuando se acerco a mi pizpireta y terriblemente hermosa, y sin darle importancia alguna a la proposición, como si fuera lo más natural del mundo, me invitó a cenar en su casa esa misma noche.
Corrí hasta casa en una suerte de trance místico-nervioso y mientras me duchaba fantaseé con cientos de situaciones en las que ella me apartaba el pelo del rostro buscando mis labios, acariciaba mi nuca con las uñas en pleno éxtasis o simplemente, se despojaba de la ropa en un erótico baile a ritmo de blues.
Antes de salir de casa, asalté la cava de mi padre y escogí una botella de Moet del ochenta y dos, no porque entendiera de champanes franceses y añadas, simplemente porque ese fue el año de Naranjito y tan simpático personaje no podía asociarse más que a diversión y locura.
A punto estuve de matarme por el camino.
Conduje como un loco, con la Vespa hiper-revolucionada echando humo del esfuerzo, solo quería llegar, estar allí con ella, besarla, apretarla contra mi.
Carolina vivía en un pequeño apartamento en el barrio de Aluche, junto al "Corte Inglés".
Un cuarto piso sin ascensor.
Creo que no hizo falta ni que llamara a la puerta, los latidos de mi corazón se oían hasta en Majadahonda.
Abrió con una sonrisa enorme en el rostro y me pidió que pasara en voz muy bajita, como si me estuviera invitando a entrar en otro lugar, muy muy privado.
Estaba preciosa.
Unos vaqueros ceñidos, de tiro bajo que moldeaban con la precisión de un escultor su impresionante trasero y que permitían de forma "accidental" que asomara unos milímetros el elástico de unas braguitas blancas de algodón.
El color beige de una sencilla camiseta de tirantes realzaba el miel de sus ojos almendrados y no pude evitar lanzar una fugaz mirada a su pecho, donde encontré para mi deleite unas formas pequeñas y desafiantes que parecían querer atravesar a golpe de pezón erecto la licra de la camiseta.
Estaba tan excitado que no podía ni hablar.
Ella lo notó, seguro, y rompió aquel momento contemplativo cogiéndome con suavidad de la mano y pidiéndome que la acompañara a la cocina.
Al mismo infierno la hubiera acompañado.
Estaba cocinando algo especial para mi, me dijo, una receta vegetariana a base de pastel de champiñón y salsa de pepino.
No se si fue mi mente calenturienta, pero aquella manera de pronunciar "pepino", deteniéndose en la "e" con una lujuria fuera de lo normal para una chica de veinte años, hizo que mi cuerpo entrara en un estado de erección permanente, casi febril.
Me estaba poniendo realmente enfermo.
Puso un cd de blues americano, donde un hombre con la voz muy grave acompañado de la guitarra más melancólica del universo, parecía susurrar una advertencia.
Putada grande la de no hablar ingles.
Cenamos a la luz de las velas y poco a poco, entre charla y risas, dimos cuenta de todo el pastel bien cubierto completamente por esa salsa griega llamada "satsiki" (salsuki, según Belén Esteban).
Yo quería ser el comensal perfecto y que ella notara que adoraba todo lo que me ofrecía.
En mala hora.
Ya en los postres, comencé a notar unos extraños movimientos en mi intestino.
Probé a ignorar tan desagradable sensación y traté de concentrarme en el momento que se avecinaba.
Mentalmente preparé la estrategia y propuse tomar una copa de champagne francés en el sofá.
Ella accedió solícita y sirvió el Moet en dos copas alargadas y estrechas.
Probé a besarla y con gran placer descubrí su lengua rozando la mía casi al instante.
Las copas cayeron al suelo derramando aquel líquido acarbonatado de "a cojón de mico" la botella, pero todo daba igual.
Introduje mi mano derecha por debajo de su camiseta y pronto confirme lo que ya sabía: no llevaba sujetador.
Al rozar con la yema de los dedos uno de sus pezones, su cuerpo se estremeció y note como en un movimiento absolutamente instintivo y natural, sus piernas se relajaron, abriéndose lentamente.
Estaba preparada y comenzamos a despojarnos de la ropa.
En ese momento una punzada horrorosa en mi estómago, hizo que me doblara en un gesto de dolor y a duras penas pude controlar una terrible flatulencia.
Esto no podía estar pasando.
De nuevo otra punzada...aún más intensa que la anterior.
Aterrorizado me incorporé disimulando lo mejor que pude y pregunté por el baño.
Ella, entre molesta e impaciente me indico con la cabeza una puertecita que se hallaba justo en frente del sofá donde habíamos comenzado a amarnos.
Rezando porque la música amortiguara el sonido de lo que se avecinaba entre en el excusado y tras cerrar con pestillo, me despojé de pantalones y calzoncillos y caí desolado sobre la taza del wc.
No podía creerlo, el pepino del Sasiki, me estaba arruinando la mejor noche de mi vida.
Una terrible y estruendosa diarrea se apoderó por completo de mi cuerpo y antes de que pudiera a penas controlarlo, mi estomago se descompuso completamente.
Recuerdo que supliqué a Dios que no terminará nunca el Cd, ya que apenas cinco metros separaban aquella taza del sofá donde esperaba incómoda carolina.
Pero los dioses son caprichosos.
Justo en el momento en el que mi cuerpo produjo el segundo estallido anal, la música se detuvo.
Traté de disimular tosiendo estruendosamente, pero lejos de amortiguar la escandalera, solo conseguí maquillarla malamente y que Carolina golpeara la puerta preguntándome si me encontraba bien.
Un hilo de voz respondió por mi asegurando que si, que era cuestión de un segundo.
Entonces ella pronunció una frase que me paralizo el corazón: "por cierto...no hay papel"
En ese momento deseé estar a mil kilómetros de Madrid, en un iglú en el polo o a bordo de una cápsula espacial, girando en la órbita de la tierra.
Con pavor eché un vistazo a aquél desaguisado y a tenor de lo que pude ver, me iba a ser imposible salir de allí con un mínimo de dignidad.
Me temblaban las piernas del esfuerzo y no sabía como escapar de aquella situación.
Mi entrenamiento como Boy -scout afloró repentinamente desde el subconsciente y en un golpe de audacia, me despojé de los gayumbos y tras romperlos en dos mitades, los utilicé para tratar de devolver su antiguo esplendor a mis posaderas.
Tiré de la cadena y tras un buen trabajo de escobilla, me decidí a salir de aquel baño.
Entonces me di cuenta de que no podía dejar allí los dos trozos del calzoncillo salvador.
Gracias a Dios soy de los que utilizan vaqueros anchos, de enormes bolsillos así que doblé aquellos restos impregnados como pude y me los eché a los bolsillos traseros.
Como soy fumador, una cerilla oportuna disolvió sin problemas el aroma del wc y tras lavarme las manos y la cara, salí del baño.
Ella opto por disimular y hacer como si no había oído nada, cosa que le agradeceré eternamente y volvimos al sofá.
Tras un buen rato de besos y caricias, se levantó y tomándome del brazo me condujo hasta el dormitorio.
Nos desnudamos lanzando la ropa sobre una silla junto a la cama y pasamos a la acción.
Cuando me disponía a entrar en ella, en el último momento, me pidió que utilizara un preservativo.
-en mis vaqueros- dije yo y antes siquiera de que me diera tiempo a reaccionar, Carolina se levantó y para mi desgracia introdujo su delicada mano en el bolsillo trasero de mis pantalones, buscando la fastidiosa goma.
Aún recuerdo su grito de horror.
Entro en fase "histeria-inmediata" y entre gritos y lágrimas, no dejaba de mirarse la mano, que había restregado por dentro de uno de los trozos de calzoncillo sucio, impregnándose hasta la muñeca de los restos del pastel de champiñón y del puto Satsiki.
No me quedé a ver como solucionó la situación.
De un salto me lancé sobre los pantalones y la camisa y corrí, corrí como si me persiguiera el mismo diablo y maldiciendo mi mala fortuna abandoné aquel apartamento , dejando allí a la chica más hermosa y más dulce que había besado en mi vida, literalmente, llena de mierda.
Unos meses después, conseguí que mis padres me pagarán la matricula de la facultad en Oslo, y aún no he vuelto por España.
De vez en cuando, sueño con Carolina.
Nunca supe más de ella.
No he vuelto a probar el Satsiki...ni a enamorarme.
Justo en el momento en el que voy a besar a una chica, el pánico se apodera de mi y siento una extraña flojera en el cuerpo.

jueves, 17 de febrero de 2011

Lo bonito de los sueños.

Lo más hermoso de un sueño, es que se puede hacer realidad.
Diferentes corrientes psicológicas y filosóficas ha profundizado en los sueños a lo largo de la historia del Ser humano.
Yo no voy a entrar en teorías ni corrientes, simplemente me gusta soñar.
Siempre he soñado mucho, la mayoría de las veces despierto.
Desde muy pequeñito, he tenido la suerte de ver como muchos de mis sueños se iban haciendo realidad, incluso en algunas ocasiones, la realidad ha superado al sueño.
En una ocasión soñé que me enamoraba de una chica preciosa, y al despertarme lloré porque no podía recordar su rostro.
Han tenido que pasar más de veinte años para volver a verla y casarme con ella.
Otra noche soñé que conducía una moto que iba muy despacito, y me daba tiempo a fijarme en los colores del campo, en la forma de las nubes y en los pájaros posados en los hilos del teléfono.
Ahora salgo a rodar en mi vespita, con un buen grupo de compañeros que soñaron lo mismo, y que detienen los escuters en cualquier cuneta, para contemplar el paisaje y dedicarte una sonrisa.
Soñar es genial.
Soñé que me hacia mayor y viajaba con mis amigos de siempre y ahí estamos...unos más calvos, otros más gordos o más arrugados, pero todos juntos en el mejor de los viajes, que es la vida.
Soñé que mi perrita se escapaba y no podía encontrarla, por más que corriera parque arriba y parque abajo, y una madrugada mi perrita se escapó dejando su correa y su mantita en el sofá de casa y se marchó a correr por otros campos.
También soñé que un gigante con muchas cabezas me perseguía y trataba de comerme, y aún sigue intentándolo, lanzándome dentelladas con olor a crisis, a paro y a miseria, pero yo corro y corro, y por mucho que me pesen las piernas, no dejaré que me atrape.
En ocasiones me doy la vuelta en la cama y ya despierto, trató de retener todos los detalles del sueño, sumergiendome en el abismo onírico de un salto, y noto como caigo al vacío.
Sueño con mi abuelo que me habla y siento su presencia junto a mi, el sonido hueco de la contrera del bastón golpeando el suelo al caminar y la fragancia de su colonia.
Hay veces que sueño por todos y me duele la cabeza y al despertar me encuentro con alguna noticia en la prensa que me reafirma en los soñado.
Soñé que un grupo de niños se colaban por una rendija abierta en la carpa de un circo, y allá que me fui con mi caravana pintada de rojo, a reírme y a hacer reír.
Los sueños son la carta de ajuste de la vida.
Me gusta soñar, y me gusta que la gente aún tenga sueños.

martes, 15 de febrero de 2011

Apaga y vamonos


El señor Burns quiere amasar otro billón...o algo así.
El caso es que los que deciden que el leer por las noches, sea un artículo de lujo, han vuelto a dar otra vuelta de tuerca.
Sinceramente opino que no son más que unos ladrones, otros ladrones.
Por eso os pido a todos que esta noche quitéis el chivato oportuno, y por un ratito prescindáis de la electricidad de vuestros hogares.
Podéis aprovechar para silbar, para dormir, para sentaros en el rellano de la escalera a echar un pitillito o si tenéis con quien o con que, echar otra cosita, o un par de ellas.
No se si va a ser efectivo o no. No se si va a ser contraproducente o no.
Lo que si se, es que va siendo hora de que nos juntemos para decir basta, y que se escuche bien fuerte, que llegue hasta sus poltronas de cuero.
Que sepan que las cosas están cambiando y que llegará el día en el que no nos dejaremos chulear más.
Haced lo que os dicte vuestra conciencia, pero que sepáis que yo, de diez a diez y media estaré apagado.
Ojo...no vale aprovechar para desvalijarme la casa...cabrones.

lunes, 7 de febrero de 2011

Si la vida es sueño...¿a que hora suena el despertador?

Actuar es una de las cosas que todo el mundo sabe hacer.
Desde que nacemos estamos actuando, bien por el placer de la recompensa en forma de beso o caricia o bien para obtener lo que deseamos.
Todos, absolutamente todos, actuamos a diario.
Actúa el que le da largas al de la cruz roja por la calle, fingiendo tener mucha prisa, o hablar por el móvil.
Actúa el empleando del banco cuando te dice que va a estudiar tu solicitud, a sabiendas de que no te van a dar ni un duro.
Actúas cuando te toca sentarte al lado de una persona que no soportas, en la boda de un primo segundo.
Actúas cuando te pillan mirando el escote de la rubia que está poniendo los cubatas y no quieres que su novio te rompa la cabeza, o que tu mujer te rompa la cabeza, o que la rubia, su novio y su mujer se pongan de acuerdo y te rompan la cabeza.
Actúas cuando llaman de Orange, de Movistar o de Vodafone y te apetece "contestar a una sencilla encuesta" como sentarte en un charco.
Actúas cuando te sometes a un interrogatorio, digo...a una entrevista de trabajo.
En cada gesto cotidiano, sale el actor que llevamos dentro, en mayor o menor medida.
Por supuesto hay gente que es incapaz de actuar, pero son los menos y suelen estar internados.
Yo siempre he dicho que para mi ha sido muy sencillo compaginar mi trabajo en el sector inmobiliario, con el grupo de teatro.
La vida es teatro, continuamente teatro.
Hay grandes funciones, donde puedes llegar a bordar un orgasmo.
Uno de mis papeles preferidos, es el de "tipo que se ríe ante un chiste que ya conoce, o no le hace puta gracia". Ese se me da muy bien.
Para mi actuar es vivir, y vivir es actuar, con lo que cada día que pasa es salir a un escenario, con la única diferencia del número de público asistente.
En ocasiones el aplauso está garantizado.
Animo a todo el mundo a que acuda al teatro siempre que pueda, para formarse y pulir el estilo.
Vamos, no me sean cínicos, no se me rasguen las vestiduras, todos, absolutamente todos, somos personajes en busca de autor.

martes, 1 de febrero de 2011

Adios...Corderos


No soy un revolucionario...faltaría más. Soy demasiado bajito y me falta valor. En cuanto las tropas cargaran sobre nosotros, fingiría un angina de pecho o un parto prematuro, me escondería bajo los cuerpos de la muchedumbre pisoteada o saldría corriendo como el correcaminos.
Los disparos me dan cosica y el olor a pólvora me desagrada más que el de coliflor cocida.
Además...la sangre sale fatal de las ropa blanca, y a mi el blanco me sienta realmente bien.
No obstante, me pido el papel de agitador, que va mucho más acorde con mi personalidad.
Ha llegado el momento.
Lo estamos viendo en Egipto y en Túnez y si además, lo canta Macaco, tiene que ser verdad.
Hay mucha gente cansada de deslomarse y pasar hambre, para que el gobernante de turno (y su familia y amigos, of course) se forren a costa de sus sufrimiento.
Es el momento de que el pueblo le ponga ruedas a todos esos fulanos y los largue del país.
Sin violencia, a ser posible.
Al fin los ejércitos empiezan a cerrar bocas, ya que hoy por hoy, lejos de ser elementos de represión, se están posicionando al lado de sus hermanos para facilitar y asegurar la transición a la democracia.
La de punkis que van a tener que meterse la lengua en el orto.
Y es que es normal, los soldados también tienen madre, hijos, hermanos y mascotas, y a nadie le gusta que los suyos pasen un mal trago.
En Egipto y en Túnez esta sucediendo, quizás es la hora de que el resto de los países que tragan con la misma mierda, se harten de tanta corruptela, de tanto traje a medida, de tanta bajada de pantalones, de tanto subastar deudas, bajar pensiones, cerrar empresas.
Puede que sea la hora de fletar un "Estrella polar" del tamaño del Queen Mary y llenar los camarotes de políticos "sucios", banqueros sin alma y ladrones de sueños, para fletarlo alegremente y hundirlo después en alta mar.
Se iban a poner ciegos los escualos, no iban a tener dinero bastante para comprar Almáx y Omeprazol.
No hace falta poner bombas ni que mar cajeros, no hace falta asaltar palacios, saquear comercios, agredir periodistas.
Es tan sencillo como salir a la calle a gritar "Ya está bien" y demostrar que la unión hace la fuerza.
Somos poderosos porque somos suficientes, bastantes, demasiados.
Hay que aprender de lo que está sucediendo aquí al lado, tomar nota y aprovechar el ejemplo.
Lo único que me da miedo, es que en España solo sale la gente a la calle para celebrar as victorias de Futbol, o para reivindicar el humo en los bares.
Lo demás, parece que nos da igual.
No soy un revolucionario, pero si lo fuera, se iban a enterar.

viernes, 28 de enero de 2011

Hay que ver.

Pues si, hay que ver como siguen tomándonos el pelo, día a día.
Durante un tiempo, hemos vivido acojonaditos, sin saber si lo que nos iba a llevar a la tumba era la "gripe aviar", la "peste porcina", la "gripe amarilla", la "gripe A", el "mal de las vacas locas" o una exposición permanente a la música de Raphael.
Al final, seguramente nos muramos de asco, después de haber terminado de estudiar a los treinta años (entre carrera, master e idiomas, que es lo mínimo que te piden para un curro de mierda)pasemos diez o doce en el paro y luego tratemos de cotizar cuarenta años para cobrar una ridícula pensión.
Nos toman el pelo.
Cuando decidan que ya no pueden meterle más mierda a los cultivos, por que no paren de nacer niños con siete cabezas, tratarán de convencernos de que consumamos exclusivamente productos ecológicos, al módico precio de un riñón.
Nos venderán Internet a todas las familias, con esas ofertas tan suyas que son más un matrimonio eclesiástico que un acuerdo comercial, porque perdura después de la muerte (puedo dar datos reales de viudas destrozadas por el dolor de la pérdida y asoladas por hijosdeputa que impiden las bajas con las compañias telefónicas pertinentes)pero como se nos ocurra hacer un uso "indebido" de las posibilidades de la red, nos perseguirán como a perros rabiosos.
"Hinchese en el Mc Donalds, pero no se le ocurra engordar, que esta sociedad solo quiere cuerpos bonitos".
"Tenga usted un cuerpo bonito, pero ojo, no caiga en la anorexia, porque no van a saber donde esconder su mierda...debajo de la alfombra no les cabe ya nada".
"Compre una vivienda, por el amor de Dios, que tenemos un montón de funcionarios y empleados de banca deseando embargar sus bienes y mandarle a la puta calle".
"Firme aquí...justo aquí, donde dice claramente :tu culo nos pertenece, esclavo".
"Ya está, bienvenido al equipo: tu trabajas como un negro por un salario ridículo y nosotros nos forramos".
Me cago en el equipo.
"Mi niño es un NINI y me chulea", pues claro...si estáis todo el día currando para pagar la hipoteca y el crió necesita a sus padres, no a la tercera temporada de LOST, o a PIKACHU, o a los idiotas de GRAN HERMANO.
"Lea nuestra prensa plural e independiente, financiada por el PSOE, el PP o por la CIA"
Yo ya no se a donde mirar, donde esconderme, a quien pedir ayuda.
Creo que va siendo hora de que nos levantemos del sofá para mandar un mensaje bien claro: IROS TODOS A TOMAR POR EL CULO.
Que nos dejen vivir, que los de siempre dejen de explotarnos, de robarnos, de humillarnos, de lavarnos el cerebro.
Que los de siempre nos permitan ser SERES HUMANOS, que yo no quiero ser millonario, solo quiero disfrutar de la vida.
Que nos dejen viajar donde queramos y como queramos, que nos dejen hablar como queramos y con quien nos de la gana.
Que nos permitan ser LIBRES.
Que nos permitan ser INTELIGENTES, porque hoy por hoy, les interesa que seamos unos simios bípedos.
Que los que llevan años dominando en la sombra, se empapen de la miseria que han generado.
Que los que sufren la miseria, puedan llenarse de esperanza.
Quiero que me permitan creer en Dios, porque hoy por hoy, está la cosa de la fe muy complicada.
Quiero que me permitan creer en mi, porque hoy por hoy, está la cosa muy complicada.
Quiero hablar con alguien al otro lado del teléfono, no con una máquina.
Quiero hacer Kilómetros en Vespa, viendo hermosos paisajes y paisanos felices.
Me gustaría estar orgullosos de todo el mundo.
Mataría por olvidar mis quejas.

miércoles, 19 de enero de 2011

Motauros o el ocaso de una civilizaciión.


No soy yo muy de acudir a concentraciones moteras, ni a concentraciones de ningún tipo la verdad. No soy yo mucho de concentrarme.
Pero para todo hay una primera vez (incluso para el sexo con gaviotas) y mis amigos de Vesperdidos (insigne no-club de vespa de Valladolid) me liaron para acudir a Motauros, famosa concentración motera que se realiza en Tordesillas desde hace muchos, muchos años.
Aquí mi señora, me dijo que no estaba muy por la labor de irse a dormir a una tienda de campaña en pleno mes de Enero, así que con harto dolor de mi corazón, tuve que acudir en la única compañía de un grupo de amigos descerebrados y obsesionados por las motos y el alcohol de importación.
La vida, es así de dura.
No voy a entrar a destripar lo horroroso y chusco que hay en más de diez mil moteros acampados en un pinar, porque me bastaría hacer un corta-pega de cualquier novela histórica que hablara de la primera cruzada, por tierras sarracenas.
Os podéis imaginar.
Pasé bastante miedo, casi tanto como en aquella ocasión en la que por causas ajenas a mi voluntad, la policía turca encontró quince toneladas de heroína en el doble fondo de mi mochila y pasé ocho años encerrado en una prisión de Ankara. Pero eso, es otra historia.
La verdad es que tras el primer impacto, decidí relajarme y disfrutar, como hice aquella vez en la que me secuestró la plantilla al completo de los "Glober- trotters" y poniendo al mal tiempo buena cara, pagué religiosamente mi inscripción y me adentré en Mordor.
Y curiosidades de la vida...hasta el peor de los infiernos puede compararse con el paraíso si estás acompañado de tus amigos.
Hizo frió, olía mal, el pinar estaba tomado por macarras con casco y mono de cuero,cuya única misión en la vida era reventarme los tímpanos, pero pasé veinticuatro horas muy agradables entre gente que se volcó por hacerme sentir bien (sin desabrocharse los pantalones).
Aunque el hambre atacó mi cuerpo y debilitó mi espíritu, ellos estuvieron ahí para alimentarme.
Aunque las fieras me rodearon y trataron de devorarme, ellos estuvieron ahí para ahuyentarlas.
Aunque cientos de mujeres alcoholizadas trataron de arrojarse cobre mi, ellos estuvieron ahí para...¡¡MALDITOS CABRONES!!
Bailamos, bebimos, comimos, fumamos y nos reímos y en ocasiones, la vida te enseña que los prejuicios son absurdos y que las cosas buenas se encuentran en todos los lados.
Bien es cierto que anduve errante por la campa buscando el club de lectura hasta que caí extenuado, pero no se puede tener todo.
Alex, Ricar, Suso, Rebeca y Victor: Iría con vosotros hasta...hasta Cuenca si fuera preciso (y si llevais una botella de Chivas, como la última vez).
Dispuesto a descubrir nuevas emociones y a buscar lo bueno donde no se espera, pienso irme de botellón con León de la Riva.

lunes, 3 de enero de 2011

Al fresco

Pues así hemos comenzado el año.
Soy fumador, para mi desgracia y he sido exfumador durante dos años, para desgracia de los demás.
Me enveneno los pulmones unas veinte veces al día en circunstancias normales y unas cuarenta si salgo de fiesta.
Soy plenamente consciente de que el tabaco es una auténtica mierda, tóxica y dañina, que como no espabile algún día me llevará a la tumba.
El sexo en exceso también puede llevarme a la tumba, aunque me preocupa menos.
Hasta hace no mucho no me daba miedo fumar, ya se sabe..la arrogancia de la juventud, cuando piensas que esas cosas no te pueden pasar a ti y de repente un día empiezas a enterarte de amigos y familiares de amigos con cancer de pulmón, de garganta y demás mierdas mortales.
Una vez que le ves las orejas al lobo, empiezas a pensar que a lo mejor hay que dejar de fumar.
Tengo claro que hay que ponerle remedio a estas cosas, porque igual que no acostumbras a golpearte el pitito con dos ladrillos, ya que sería una estupidez, necrosarte los pulmones a base de pitillos lo es de igual manera.
Hasta ahí todo bien.
Ahora vamos a hablar de la última lindeza de los de arriba.
En este país tolerante y de estupendo talante democrático, donde una niña de catorce años puede decidir entre ponerse un preservativo o abortar directamente, donde un político corrupto y delincuente pede conceder simpáticas entrevistas en programas de la prensa rosa y donde cualquier animal puede saltarse la orden de alejamiento con total impunidad y rajarle el cuello a su señora, empezamos a ponernos límites.
Y no hablo de condenar a cuatro guardias civiles a indemnizar economicamente a dos etarras culpables de la muerte de dos viajeros en el aeropuerto de barajas no.
Tampoco hablo de no echar a la puta calle a cientos de controladores aéreos por haber secuestrado a miles de viajeros de la forma más canalla.
Hablo de prohibir fumar en cualquier espacio público cerrado.
Vamos a ver:
Me parece estupendo que se quira salvaguardar la salud de los fumadores pasivos, pero creo que esta medida es una auténtica estupidez.
Hace unos años se obligo a miles de hosteleros a realizar reformas en sus establecimientos para delimitar zonas de fumadores y no fumadores. También se dio la opción a los propietarios, de elegir si su bar o restaurante era o no espacio libre de humo.
Yo podía decidir si acudía a un garito de fumadores o de no fumadores, lo que más me apeteciera.
No entiendo porque ahora condenan al ostracismo a los fumadores, como si fuésemos apestados.
En Hawai a lo mejor no importa, pero salirte al fresco a fumar un pitillo en Valladolid, en pleno mes de enero y con siete grados bajo cero es unas risas.
Al margen de la cara de idiota que se te queda, en la puerta del bar, fumando el pitillo como si te estuvieses fumando un basuco.
Ahora si, dentro puedes beber hasta pillarte la cirrosis del siglo, que al gobierno se la suda.
Francamente no se cual puede ser la solución para este asunto...quizás crear clubs para fumadores donde puedas envenenarte a gusto mientras te bebes una birra, rollo "made in england".
De todas formas, la mayoría de la gente que ha presentado esta ley y la ha votado, no pisan mucho por los bares, así que a ellos como si nos la pica un pollo.
Pues nada, voy a tener que comprarme unos gayumbos térmicos y unas orejeras, porque ante todo soy un hombre temeroso de Dios y de las multas de la policía.
Espero que los hosteleros de mi ciudad vayan haciendo acopio de bidones de metal, leña y pastillas para el encendido de barbacoa.
Las calles del centro van a parecer el Bronx.
Me surge una duda: no se si a partir de ahora se ligará más en la puerta, o en el interior de un bar.

lunes, 27 de diciembre de 2010

El dedo en el ojo


No entiendo esa obsesión que tienen algunos por meter el dedo en el ojo a los demás.
Por ejemplo hoy mismo, el gobierno sacude a las eléctricas con unas nuevas tasas y como estas empresas no pueden hacer nada para evitarlo, nos meten el dedo en el ojo a los ciudadanos con una fuerte subida en la factura de la luz.
Así mal de muchos, consuelo de tontos.
Al final como de costumbre, esas tasas a las eléctricas terminan siendo unos nuevos impuestos indirectos para las familias españolas, que tienen que agarrarse los machos y hacer alquimia "one more time".
Como fumar perjudica seriamente la salud, ala, una subida del precio del tabaco que deja a los fumadores planteandose si dejar de fumar o atracar un estanco.
Sin embargo se siguen vertiendo residuos a ríos y océanos, emitiendo gases incontroladamente a la atmósfera y demás atentados contra la salud de todos, fumadores y no fumadores, consentidos por el gobierno.
Toma dedo en el ojo.
Hay que solucionar la crisis en las que nos han metido bancos y dirigentes....pues nada, se soluciona todo a base de recortes fulminantes en los derechos de los trabajadores, cuya consecución supusieron años y años de lucha social.
Nos han metido un dedito en el ojo con la uña larga como la de una corista.
Así podría estar horas y horas, pero voy a ir al grano.
¿DE QUIEN COJONES HA SIDO LA IDEA DE LLENAR LA PROGRAMACIÓN TV CON PROGRAMAS DEL PELAJE DE "CASAS DE ENSUEÑO" "QUIEN VIVE AQUÍ" Y "PASEANDO CON CARMEN LOMANA" ?
Ahí si que nos están metiendo el dedo en el ojo hasta el codo, por lo menos.
Que fantástica idea: para distraer al ciudadano medio del inminente embargo de su vivienda por la incapacidad de afrontar los gastos de la hipoteca, vamos a pasarle todos los días cuatro horas en parrilla de las increíbles mansiones que gastan los millonarios.
Cuando ya no puedan ni parpadear del escozor, un paseito por NY, London y el Madrid de "Pitita", de manos de Carmen Lomana, paradigma de la lucha obrera.
Es cojonudo estar en casa haciendo cuentas, para ver si uno pone de primero zapatos viejos con ali-oli, o alfombrilla de coche en papillote y escuchar a esta SEÑORA como debes comer el caviar o a que modisto comprar el modelito para la comunión de tu sobrino. En que restaurante debemos cenar después de acudir a la opera de Viena, que hotel de Bali pone las mejores sales en el Jacuzzi y que protocolo seguir si cenas con la familia real británica.
¿Estamos tontos o que?
Se estan riendo de nosotros día tras día, coño, y en vez de salir a la calle a meterles por el culo el último diseño de Ágata Ruiz de la Prada (no imagino una muerte peor) nos quedamos en casa suspirando con beber Don Perignon del zapato de la Lomana, o del playero de Belén Esteban, que es mucho más triste.
Uno casi muere de gusto al ver como los jóvenes ingleses, en lucha por las subidas en las tasas universitarias, hicieron que el príncipe Carlos y la pedorra de Camila se hicieran cacotas al verse rodeados, insultados y zarandeados por el pueblo que paga sus vacaciones en Hawai.
En Grecia la gente se lanza a la calle a protestar, en Italia, en Rumania, en Alemania...
Aquí nada.
Bien de fútbol, bien de Sálvame de Luxe, un poquito de "algún día todo esto tampoco será suyo" y unas gotas de "golfas con diamantes".
Somos una nación cerril como pocas y mientras de cada cien cabezas españolas, una siga pensando y noventa y nueve embistiendo, vamos a seguir yendo de culo.
Esto...felices fiestas.

martes, 21 de diciembre de 2010

Felices esperanzas

Pues ya estamos de nuevo en medio de la vorágine navideña.
Ha pasado un año ya, desde que nos saturábamos de correos y mensajes de texto deseándonos unas felices fiestas y un próspero año nuevo.
Lo cierto es que muy prospero no ha sido, a decir verdad.
Ha sido un año de mierda para mucha gente, un año muy difícil, plagado de nuevos nombres en las listas del paro, de crisis, de empresas que se han ido al carajo y de recortes drásticos en la lista de los juguetes que se entregarán en noche buena o el día de reyes.
Papa Noel va a tener que esperar un par de añitos más para jubilarse y en algunos ayuntamientos de España, la policía arrestará a Baltasar en cuanto ponga un pies en su término municipal.
En algunos hogares van a cambiar el pavo por un pollo del Mercadona y en vez de comer doce uvas comerán tres pipas, eso si, peladas.
A todos aquellos que no hemos tenido la fortuna de acertar con la lotería, los Euromillones o el Cuponazo, solo nos queda rezar para que las cosas sigan tan mal como hasta ahora y no vayan a peor.
Yo con eso me conformo, creanme.
Pero no pasa nada si perdemos nuestros trabajos, echamos el cierre a nuestras empresas o no conseguimos plaza en la maldita oposición, porque ahora se ha puesto de moda desde "arriba" aconsejar a los ciudadanos que se "reciclen".
Y eso es lo que va a pasar, que viendo el panorama, mucho honrado padre de familia se va a "reciclar" y va a recortar los cañones de la Benelli con la que salía a cazar perdices los domingos por la mañana, para tratar de seguir alimentando a los suyos cada día.
Yo, que además de bajito soy optimista, me voy a jugar todas mis esperanzas a una carta y voy a hacer de mi vida algo realmente divertido, porque ya solo me queda eso.
Sinceramente le deseo lo mejor a los lectores de estas estupideces que acostumbro a escribir.
Espero que este año me de una colleja enorme y me haga tragarme mis palabras.
Con todo mi cariño, les deseo a todos ustedes, unas muy felices esperanzas.

martes, 14 de diciembre de 2010

FERNANDO URDIALES

Ya veis,
como escribiera Poe en aquel poema hermoso y tétrico, el cuervo, posado en el dintel de la puerta, nos ha graznado en voz alta y clara "nunca más".
Nunca más volveremos a disfrutar de la fuerza y la pasión de ese gran actor y director teatral que fue Fernando Urdiales.
El señor Urdiales, ha sido y será, un referente y un ejemplo para todos aquellos que padecemos la enfermedad vital que es el amor por el teatro.
No voy a recitar la larga lista de premios que obtuvo en vida porque al igual que la de los reyes godos, dicha de carrerilla pierde todo su sentido.
Yo he tenido la suerte de verlo en escena y he vibrado con su voz profunda y su saber hacer.
Como yo, miles de personas se quedaron con la boca abierta mientras las manos se lanzaban al pago justo del aplauso merecido antes quizás, de que el cerebro enviara la orden.
Se ha ido un gran actor, un mejor director y según tengo entendido, ya que no disfruté del regalo de su amistad, una buena persona.
En esta ciudad mía, donde las autoridades solo se quitan el sombrero ante un "canutito de cecina desconstruida sobre lecho de avutarda mareada en caldos de la ribera", a Fernando le rinden homenaje sus compañeros del TEATRO CORSARIO, que están llorando tan triste ausencia, y junto a ellos, las personas sensibles y amantes de cualquier arte al que se pueda llamar cultura, cultura de verdad, la cultura que se forja a golpe de pincel, de cuerda de violín, de pluma y teclado, de cincel, de manos con vida propia, de noches memorizando un texto, la cultura que no necesita de un estoque y un trapo lleno de sangre, ni unos pantalones cortos y unas botas de tacos.
Todo el mundo sabe quien se acuesta con la ex de aquel empresario mezquino y barrigón, pero la mayoría desconoce la opresión en el pecho ante un teatro abarrotado y el placer de la lágrima que brota de una ovación.
Somos miles los que queremos despedir a este gran hombre como se merece y los que añoraremos su presencia.
Desde aquí, con todo mi agradecimiento, con todo mi respeto y con el deseo de que allí donde estés, ya estés preparando una escena, mi más cariñoso aplauso.
Gracias Fernando y hasta la próxima.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Operación galgo

Si es que manda cojones.
Siempre he dicho que yo solo he corrido dos veces en mi vida: una detras de una chica y la otra delante de ella.
No me fío de la gente que sale a correr todos los día, me parece algún tipo de demencia y de hecho, estoy convencido de que todos llevan el dichoso mp3 para tratar de silenciar las voces internas que les piden que maten a la vecina, o que se coman el perro.
Hay algo muy oscuro en los deportistas.
¿En que coño piensa un tipo que se hace trescientos largos seguidos en una piscina olímpica? Fijo que en la soledad clorada, está planeando como anexionarse Polonia.
El rollo ese de "mas alto, más fuerte , más rápido" es absolutamente nazi.
No me extraña pues, que en el sórdido mundo del deporte, se muevan más drogas que en el festival de Benicassin.
Yo tengo un vecino, que despues de currar nueve horas seguidas, se pone el chandal y sale a correr una horita...¡¡¡UNA HORA CORRIENDO SIN QUE LE PERSIGA NADIE!!!
Fijo que es un yonki.
Si os fijais, los yonkis casi siempre llevan chandal y van a la carrera a todas partes, bueno...más que carrera es un extraño trote cochinero, como el de la maratón.
Marta Dominguez la ha cagado de gordo, la pobrecita.
Supongo que hasta que no se dicte sentecia en un juzgado sigue siendo inocente, pero lo cierto es que se ha caido del podio y se ha roto los dientes.
Lo tenían muy bien montado, ya podian aprender los cárteles de Medellin y de Calí.
Un camello campeón de mountain bike es un lujo.
Como le decía a una amiga, tiene que ser la leche que Sergei Bubka salte la tapia de tu chalé con la pértiga para traerte dos gramos de farlopa.
Habría que ver a la pareja de la policia local corriendo por las calles de Palencia detrás de Marta Dominguez...infarto asegurado.
Si es que...
Cuando uno ve la cara de chulo putas que lleva el médico ese implicado en la trama, solo puede pensar que es "super-culpable".
Al margen del cachondeo, creo que esta gente le ha hecho un flaco favor al deporte, porque es muy triste que nuestra mejor atleta y el entrenador español más laureado (que por cierto, tiene una estética deplorable) se hayan cagado de esta forma en los sueños de miles de chavales que dedican las mañanas de sábados y domingos a correr y a pegar brincos.
En el talego lo van a pasar de escándalo dando vueltecitas alredeor del patio.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Vínculos

Creo que la maternidad debe ser una experiencia francamente increible.
Que nazca y se desarrolle en el cuerpo de una mujer un pequeño alien, que se alimente y respire a través de ella durante nueve meses y que sienta y viva lo que la madre siente y vive es seguramente, lo más hermoso de la naturaleza.
Bien es cierto que luego a alguna se le pira la fresa y termina apañando a su retoño en siete trocitos dentro de una maleta, pero visto lo visto, hay que disparar primero, porque sino llega un día en el que el pequeño angelito te aparca en un edificio enorme y aséptico, con peluquería, capilla y extenuadas auxiliares que cantan el siguiente para bingo.
Yo me "jarto" de proclamar a los cuatro vientos mi ausencia de instinto paternal (el sexual es tan grande que no deja espacio para ningún otro) pero he de reconocer, que me asombra y me cautiva es vínculo feroz que dota a una madre de superpoderes durante el embarazo.
No se si se debe a lo intrínsecamente animal que hay en el ser humano, pero todos conocemos alguna historia de madres que han padecido horrores para salvar la vida de sus hijos.
No creo que sea algo muy humano, ya que el humano es por naturaleza,mezquino y egoísta y una madre se desnuda de esos defectos para cubrir las necesidades de su hijo.
Envidio esa capacidad de sacrificio( en serio) y envidio también el vivir esa experiencia tan alucinante que tiene que ser el parir.
Hombre...lo de las contracciones y las cesareas y los dolores, no lo envidio mucho, de hecho, pediría una epidural para elefantes si se diera el caso, por lo que me quito el sombrero ante cada madre, que despues de pasar por el paritorio aún tienen la santa paciencia de sonreír y acariciar a esa bola peluda de más de tres kilos que le han sacado por "el túnel de lavado".
Los hombres somos más de bajar al perro cuando llueve o hacer cola para el pescado en el corte ingles (no parece muy jodido, pero cuando pillas el número23 y ves que van por el 8 es francamente dramático).
Otra cosa que me alucina es lo de dar el pecho.
Supongo que si hubiera prestado más atención en clase de ciencias naturales ahora me resultaría menos impactante, pero el caso es que es un pasote lo de amorrar al niño al pilón y que se sirva cuarto y mitad de leche fresca.
Lo de ser madre es un no parar de hacer cosas raras.
Será por eso, por lo que una madre simboliza el no va más del cariño.
Quizás en la próxima reencarnación me toque ser una madre amantísima y criar a cuatro enanos rubios y parlanchines.
Mejor eso que tertuliano en el "Sálvame de luxe".
En cualquier caso, vaya desde aquí mi particular homenaje a todas las madres del mundo.
La madre, es el único tesoro que tenemos los pobres.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Filtraciones

¡Que escándalo!
He tenido acceso a más de cien mil folios filtrados a Wikileaks desde el pentágono.
Tras haber pasado la noche en vela, enfrascado en la lectura, procedo a reasaltar desde este humilde blog, alguna de las informaciones más espeluznantes:
En efecto, tal y como yo suponía, y por mucho que Rouco Varela haya corrido a desmentirlo, el hombre no procede del mono, sino de un agente de la CIA llamado Giogio Espotify.
Rocco Sigfredi fue un esperimento de científicos rusos durante los años más turbios de la guerra fría. Se les fue de las manos y lo abandonaron en el desierto de Mohave, donde lo encontraron dos monjas y una mula. Allí mismo comenzó su leyenda...la mula vio la luz y se convirtió al cristianismo.
Fraga fue utilizado en Palomares por los yankis, como flotador para el embajador americano, que no sabia nadar.
Franco en realidad media un metro noventa y cinco y jugaba de pivot con los "Globbers trotters", pero tras su pasó por el tercio de Melilla decidio menguar y dar un golpe de estado.
Zsa zsa Garbor, en realidad se llamaba "Manoli".
Lola Flores fue la fundadora de la "Hermandad Aria Española", ya que ella misma era la hija secreta de Hitler.
Ocultó su herencia genética durante años con el famoso maquillaje de la "Señorita Pepis".
El "blandiblug" era un alienigena que llegó a la tierra untado en un meteorito y al no saber que hacer con el , cientifícos USA lo trocearon y lo vendieron a cientos de miles de niños del mundo.
Por las noches se escurria hasta el suelo y aprovechaba para espiar a los padres haciendo el amor, por eso era verde, de envidia.
El verdadero nombre de "Imperioso", el caballo de Jesús Gil era Ralph Mungchacostem, atleta austriaco que no pudo aceptar perder el campeonato del mundo de alterofilia y tras retirarse, buscó otra ocupación y murió en el anonimato.
Maradona no era cocainómano, solo fue una pose para caerle bien a Calamaro.
El cid campeador, lideró el movimiento GAY en una época dificil para los guerreros del arco iris. Aún así ganó batallas después de muerto, sujeto a lomos de Babieca, tieso como si le hubieran metido una ....cimitarra.
La vespa es un invento de ingenieros mecánicos del Opus Dei, ya que no se tiene constancia de que nadie que tenga una Vespa, haya ligado con ella.
El popular pastelito "Pantera rosa", se fabricó en sus orígenes a base de carne de pantera y fresa, pero gracias al activismo feróz del músico Sting, dejó de utilizarse la fresa y se sustituyó por colorante.
El controvertido lider de Corea del norte, tiene un nombre muy jodido de escribir.
El ex-presidente USA George. W. Bush, fue diseñado por Jim Hennsom y manipulado con gran soltura por miembros de la compañía Katakrok.
La paella congelada es un arma de destrucción masiva, ideada por el CESID para exterminar turistas alemanes en Mallorca.
Aznar no tiene abdomen, lo perdió jugando al padel y en su lugar le colocaron unas barras para cortinas de ducha.
E.T.A, nació como una performance, pero se les fue de las manos.

En fin...
Tengo mucha más información pero será mejor que vayáis asimilando esto poco a poco.
Que pasada.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Cora.


Adiós perrita.

Gracias por haberme regalado dieciséis años de cariño desinteresado y verdadero.

Gracias por haberte tumbado junto a mi, por haber lamido mis manos, por haber acompañado tantos momentos, buenos y malos.

Adiós perrita, has sido un animal noble y bueno, con tus pequeñas manías, como todos, pero con esa ausencia de maldad que hace que envidiemos lo puro que esconde la palabra "perro".

Me gustaría volver a verte.

Tengo que preguntarle al Papa, o a un Pope, o a un Lama, adonde vais las almas limpias, y si yo podré ir también algún día,aunque seguro que me van a soltar alguna cantinela que no me va a gustar.

En fin, tengo la desgracia de haber nacido "Ser Humano", ya ves, con todo lo chungo que trae de serie.

Te vamos a echar mucho de menos, pero te toca marcharte, como me tocará a mi en su momento.

Que faena, porque dejas un vació que va a ser muy difícil de llenar, aunque muchos no lo crean, o no lo entiendan,pero eso es porque no te conocen.

Que gran putada que exista la muerte, aunque en ocasiones nos viene muy bien.

Sería estupendo que solo se fueran aquellos que no merecieran quedarse, pero como yo no pongo las reglas, me tengo que aguantar.

Y eso, que te he querido mucho y no te voy a olvidar.

Adiós, perrita...joder, como duele despedirse de ti.


lunes, 22 de noviembre de 2010

Ana Marquina.



Managua once de abril de dos mil tres


Muy señores míos:

Me llamo Ana Marquina y tengo trece años.
Desde los once, estoy viviendo en un lugar maravilloso, con otras chicas de mi edad.
Aquí me han ayudado mucho, ya que cuando llegué, no era capaz de relacionarme con otros muchachos y muchachas, solo quería morirme y encima hasta eso no me salía demasiado bien.
Intenté quitarme la vida en tres ocasiones, la primera arrojándome al paso de un auto de esos grandes, americano, con nombre de presidente antiguo.
Para mi desgracia entonces, el piloto era formidable, y pudo esquivar con soltura mi pequeño cuerpo lleno de moratones.
Desde el suelo vi cómo se alejaba, enojado, blasfemando en no sé cuántos idiomas.
Me levanté y tras sacudirme el polvo del camino, volví a mi casa.
Allí papá se puso furioso porque regresé sucia y a él nunca le gustaron las niñas sucias, por lo que esa tarde me azotó bien fuerte con la correa.
Mientras me dio esa tremenda golpiza, yo imaginaba como hubiese sido sentir el peso de aquel enorme auto sobre mí.
Quizás hubiese sido una muerte rápida, aunque bien pensado puede que me hubiera dejado lisiada, o vegetal.
Entonces no habría podido volver a intentarlo.
La segunda intentona la copie de una película que vi una vez al colarme en un autocine de la ciudad.
También era americana, como aquel auto grande.
No sé qué tienen los americanos con la muerte, son unos expertos, siempre saben cómo matar o como matarse de la mejor manera, de la más efectiva, de la más rápida.
El protagonista se introdujo en la bañera y cuando estaba relajadito, dejó caer dentro un secador de pelo conectado a la red eléctrica.
Se frió en el acto.
Mientras caminaba hacia mi casa pensé en cómo hacerlo.
No tenemos bañera en casa, nos bañamos en un balde enorme que papá hizo traer de una taberna.
Tenemos que acarrear muchos cubos de agua cada vez que nos lavamos y solo se entra de pies.
Tampoco tenemos secador de pelo, lo único eléctrico que hay en la casa es la heladera y de ninguna manera entra en el balde.
Aun así lo intenté, pero fue un fracaso estrepitoso, ya que el cable no alcanzó y ahí estaba yo, desnuda y mojada como una gallinita, con el balde junto a la heladera desconectada.
Así me encontró papa y el muy golfo aprovechó la ocasión para forzarme.
Todavía recuerdo con exactitud el olor a alcohol y el roce de su barba sucia y hedionda.
Mi último intento fue justo antes de venir aquí, al Albergue.
Durante semanas fui preparando un plan minucioso que no podría fallar.
Era muy sencillo, tan sencillo que no sé cómo no lo pensé antes.
Consistía simplemente en plantarme delante de mi papá cuando estuviera muy borracho y escupirle en la cara todo mi odio y mi desprecio.
Elegí con esmero cada una de las palabras, estudié cada uno de los gestos y esperé la ocasión adecuada.
No tardó en llegar el momento oportuno, porque mi papá siempre fue un borracho y un mal hombre, que antepuso el alcohol a la familia y dejó que mamá se marchara lejos harta de una vida miserable al lado de un hombre miserable.
Me puse reguapa, con mi vestido de la Eucaristía, un vestido blanco con mucho vuelo que me hizo mamá antes de fugarse con aquel señor del flequillo rubio.
Me trencé el pelo y me puse la medallita de oro que me dejo la abuela al morir y que no me pongo nunca porque si la viera papá me la quitaría para cambiarla por botellas.
Llegó a casa prácticamente arrastrándose y me planté ante él.
Estaba segura de que me mataría a palos, pero tampoco funcionó.
Le grité, deje salir todo el odio acumulado durante años.
Le dije que era un desgraciado, un poco hombre, un miserable que solo se pone macho con niñas indefensas, porque no es capaz de conseguir una mujer de verdad para que lo ame.
Le escupí en el rostro e incluso lo abofeteé.
El muy asqueroso solo me miraba fijamente, con los ojos turbios y la baba cayéndole de la boca lentamente, hasta quedar en su chompa sucia.
-Ahora si me mata-, pensé, pero entonces sucedió lo que jamás imaginé que sucedería.
De repente dio un paso hacia atrás y se agarró con fuerza el brazo izquierdo.
Comenzó a respirar muy fuerte, como un chancho cuando lo meten el cuchillo en el cuello.
Al mal nacido le dio un infarto y se murió ahí mismo, delante de mí, y no fue justo, porque la que se quería morir era yo.
Hasta en eso lo hizo mal, el borracho de mi papá.
Estuve varios días deambulando por las calles, sin comida, sin nadie con quien poder estar.
Me vendí en alguna ocasión a los hombres de la taberna y hacia con ellos lo que hacía con papá, mientras pensaba en otro plan para irme al cielo con la abuelita, a preparar pollo asado y a jugar con otros niños que vivieran en el paraíso del que nos hablaba tan bien el padrecito de la parroquia.
Pero ya no hizo falta, porque un día que llovía mucho y me estaba empapando el vestido blanco de la Eucaristía se me acercó una mujer y me pregunto muchas cosas y me cogió de la mano y me trajo aquí, y entonces ya no me quise morir.
Estoy segura de que la abuelita me mira desde las nubes y me esperará paciente al día en que me muera de viejita o de una enfermedad.
Y eso es lo que les quería contar, que ahora empiezo a vivir, y pienso que a lo mejor fue mi abuelita la que desvió aquel auto, la que arrancó el enchufe de la heladera y la que detuvo el corazón de mi papá.
También pudo ser mi abuelita, la que guió a esa mujer hasta mí, porque para hacer lo que ha hecho conmigo, tiene que recibir las órdenes del cielo.
Les dejo, porque me llaman para ir a las clases.
Siempre de ustedes.

Ana.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Los misteriosos crímenes del parquímetro.

El inspector Gutiérrez, del cuerpo nacional de policía de Valladolid, sección homicidios, se llevo una mano a la cabeza e incoscientemente, en un gesto mecánico, se masajeó las sienes.
Era el tercer cadáver en menos de una semana.
Dos hombres y una mujer, todos españoles, caucásicos y de edades comprendidas entre los veinticuatro y los cuarenta y dos años.
El único nexo común: los tres fallecidos trabajaban como controladores de la zona horaria en la capital castellano leonesa.
Aunque los tres cuerpos aparecieron en lugares diferentes y se presuponían tres métodos distintos para acabar con su vida, a saber: diversas heridas de arma blanca en el primer caso, agresión con un objeto contundente, un bate de béisbol quizás, en el segundo y asfixia, estrangulamiento más bien, en el tercero, el inspector Gutiérrez acababa de corroborar su teoría, al encontrar por tercera vez, el resguardo de una multa de "la hora" en el interior de la cavidad bucal de la última víctima.
En todas las ocasiones, el asesino se ensañó a conciencia con los controladores de la zona azul, aunque fue lo suficientemente precavido como para eliminar huellas y otras pruebas circunstanciales de los cuerpos.
La ciudad respiraba miedo y los controladores horarios habían iniciado una huelga que se preveía fuera a durar al menos, hasta que los cuerpos de seguridad del estado dieran con la identidad del criminal.
Sin embargo, entre los ciudadanos que se afanan por encontrar estacionamiento en el centro de la ciudad, se podían descubrir caras alegres, sonrisas cómplices y porque no decirlo, cierta complicidad con el asesino, una especie de simpatía que poco a poco se iba extendiendo por la población vallisoletana, que con está tercera víctima veía de alguna forma como se hacían realidad muchos oscuros deseos.
Era el caso de su vida.
Al inspector Gutiérrez le quedaba apenas un año para prejubilarse y desde luego hacerlo con una mención especial y el reconocimiento de las fuerzas vivas de la ciudad, sería un colofón de lujo para su expediente digamos "aceptable", por denominarlo de alguna manera.
Las llaves de la ciudad y quizás convertirse en asesor de seguridad de Javier León De la riva, podrían permitirle unos cuantos años más de ingresos decentes, ya que la jubilación de un policia, apenas alcanza para pagar la hipoteca y una escapadita a Benidorn en los meses estivales.
Mientras estaba inmerso en estas cavilaciones, se percató de algo que atrajo poderosamente su atención: la corpulencia del cadáver.
Era una mujer realmente grande, a ojo calculó un metro ochenta de estatura y unos doscientos kilos de peso.Quien quiera que hubiera estrangulado a aquella mujer debería ser especialmente fuerte.
Dos uñas rotas y un zapato caído junto al cuerpo daban a entender claramente que la víctima había ofrecido resistencia.
Gutiérrez trató de recrear en su imaginación el momento del crimen. El hecho de que apenas a veinte metros se encontrara una discoteca bastante frecuentada, obligaba a que el crimen hubiera sido cometido de forma rápida, de lo contrario cualquier cliente de los muchos que suelen frecuentar ese establecimiento los fines de semana, sin duda habría presenciado el altercado. Y ayer fue sábado.
Según el estudio preliminar, la mujer llevaba muerta menos de ocho horas, es decir: el crimen se debió cometer entre las dos y las tres de la madrugada.
Tenia que haber algún testigo, por fuerza, era imposible que nadie se hubiera percatado de aquello.
Se interrogó a los porteros de la discoteca y a muchos de los clientes habituales, pero fue absolutamente inútil.
En sus declaraciones, todos los interrogados declararon encontrarse dentro del local en la franja horaria en la que se cometió el asesinato.
Muy difícil de creer, ya que es un local angosto y con muy mala extracción, que acumula varias denuncias por incumplimiento reiterativo de las medidas municipales de seguridad.
Había algo en todo aquello que no terminaba de encajar.
Cuatro días después, un controlador horario apareció ahorcado colgando del pendón de la estatua del Conde Ansurez, fundador de la ciudad, que se encuentra instalada en pleno centro de la paza mayor, junto al ayuntamiento.
Alguien clavó con una estaca en el pecho del joven muerto un letrero de cartón con un funesto mensaje: "se acerca el día del juicio, arrepentios pecadores".
Según el dictamen del forense, el cuerpo fue colocado en aquella posición alrededor de las veintidós horas, y aquello era inaudito, puesto que un jueves a aquella hora y en plena semana internacional de cine de Valladolid, era imposible que nadie hubiese visto u oído nada.
A partir de aquel momento, los pocos controladores horarios que se habían incorporado a su puesto para cubrir los servicios mínimos, comenzaron a recibir anónimos donde se les amenazaba de muerte, si persistían en llevar a cabo su trabajo.
De igual manera, en pocos días las amenazas se extendieron a los trabajadores de los parkings privados de la ciudad e incluso algunos policías municipales, conocidos por su "exceso de celo" en las sanciones de tráfico, fueron también amenazados.
Los parquímetros amanecían quemados o arrancados de sus bases y todas las barreras de los parkings de la ciudad desaparecieron misteriosamente.
Aunque el polémico y poco acertado alcalde de la ciudad, relevó de la investigación a Gutiérrez, e hizo traer investigadores de todos los rincones del planeta, jamás se descubrió al autor o autores de los crímenes.
Gutiérrez cobra una pensión de setecientos cincuenta euros y en alguna ocasión, se le ha escuchado comentar delante de un chato de vino, a viva voz y para el que le quiera oir, que aquellos horribles crímenes de los últimos meses de dos mil diez, los cometió "Fuente Ovejuna".
Lo cierto es que hoy Valladolid, es de las pocas provincias españolas donde se ha erradicado por completo la plaga de la zona azul, las sanciones por infracciones de tráfico han disminuido en casi un noventa por ciento y los aparcamientos que en otra hora fueron privados, están abiertos a quien los quiera utilizar, de forma completamente gratuita.
Es cierto que ha aumentado el paro, pues más de cien mil controladores de la zona horaria han pasado a formar parte de las listas del Inem.
¿No es maravilloso?

lunes, 8 de noviembre de 2010

Una máquina perfecta.

Por los cojones una máquina perfecta.
Es uno de los tópicos más habituales y que todo el mundo lleva siempre en la boca: "el cuerpo humano es una máquina perfecta".
Yo me miro al espejo y me da la risa.
Vamos a ver, un metro sesenta y cinco escaso, setenta y nueve kilos (eso ahora, porque esta máquina perfecta alcanzó la asombrosa cifra de noventa y siete kilazos) repartidos al tun tun, porque no tengo culo, ni muslos, pero sin embargo luzco unos hermosos asideros laterales, con efecto salvavidas y tengo unos pectorales de bailarina de barra americana que levantan pasiones entre mis amigos más guarretes.
Cuando voy a comprarme unos vaqueros, con lo que sobra de arreglarme los bajos la del cosetodo, me hace una chupa y un sombrero a juego.
Para leer las señales de tráfico me tengo que asomar por encima del manillar de la vespita y la mayoría de las veces tienen que llamarme dos veces, porque a la primera no lo suelo oír.
Mi estómago ha evolucionado de tal forma que solo contempla dos tipos de procesos digestivos, a saber: con alcohol y sin alcohol.
En caso de haber ingerido la más mínima dosis de alcohol, no quisierais ni imaginar lo que sale de mi y cuando no he ingerido ni una gota, es como ir a una tombola de pueblo, que o no te toca nada, o te toca un muñeco horroroso.
Si se me cae una moneda y me agacho pueden suceder varias cosas, por supuesto ninguna buena, lo más normal es que me crujan las rodillas con un estruendo tal, que en ocasiones ha venido la policía municipal a medir decibelios. Hay veces en que me agacho y recojo la moneda sin crujido de rodillas, ahí es cuando la espalda decide que se está muy agustito en esa posición y que para qué volver a caminar erguido.
Suelo llegar a casa caminando como un gorilita, con el cuerpo doblado, el andar torpe y balanceando los brazos de una lado a otro buscando mantener el equilibrio.
Una vez hice un abdominal, que ataque de risa, entre dos enfermeros bastante cachas me trasladaron al hospital completamente contracturado y tratando de explicar de la mejor de las maneras que no estaba tratando de autofelarme, que era un deportista.
El otro día eché un pulso con mi sobrino y casi me rompe la muñeca...tiene diez años.
La barba me crece como se le pone, de tal manera que entre otras peculiaridades, tengo medio bigote blanco y medio bigote rubio, absolutamente simétrico.
Debajo del ojo derecho tengo una mancha que en cuanto recibe algo de sol se torna de color rosa intenso.
Y no hablemos del tamaño de mi pene, es absolutamente desproporcionado (no crean que es cómodo,dada la longitud de mis piernas) al menos si la inmobiliaria se va a pique y el grupo de teatro decide dejar de pagarme la logopeda, se que podré ganarme la vida dignamente en el mundo del cine o en una barraca de feria.
Los pies han decidido dejar de hablarse y ni tan siquiera se miran, por eso al andar desgasto los zapatos por el exterior.
Si entramos en terreno sicológico ya es de "apaga y vámonos": tengo ansiedad crónica, claustrofobia, agorafobia, personalidad múltiple....y aunque no venga al caso, aerofagia.
El cuerpo humano es una máquina perfecta.
No se que publicista le hizo la campaña a Dios, pero seguro que era Argentino.
Al margen de todo la anterior, les aseguro que soy un tipo terriblemente atractivo y entre otras virtudes, el señor decidió obsequiarme con el don de la palabra, aunque al muy cachondo se le olvidó dotarme de la capacidad para pronunciar correctamente las erres y las eses.
No se hagan ilusiones, señoras, señoritas y caballeros dispersos, mi última pareja era una mujer psicológicamente sana y físicamente proporcionada.
Creo que he sido su penitencia particular y se quiere ganar el billete al paraíso a mi costa.
De todas maneras, cuando alguien vuelva a decirme que el cuerpo humano es una máquina perfecta, le voy a meter un cabezazo en los dientes.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Créditos ICO

Harto de ver a Viriato llorar como una nenaza en Antena3, probé a buscar algo interesante en el resto de los canales.
Saltando de cadena en cadena, me encontré con un anuncio nuevo sobre los créditos ICO.
Era precioso: un señorín trata de levantar la persiana metálica de su negocio y no puede pero varias personas, de forma desinteresada, se acercan a ayudarle y, entre todos, lo consiguen.
Mientras, una voz en off iba contando lo chupi que es pedir un crédito ICO liquidez de hasta 200000 pepinos, porque con la que está cayendo "papá estado" no va a dejar que los pequeños empresarios y los autónomos lo pasen mal, que coño.
Se me caían las lágrimas.
Así que abrí los ojos y vi la luz y me dije -eso es justo lo que necesito- y al día siguiente me puse todo lo guapete que pude, me corte las uñas y me eché colonia detrás de las orejas y, con los balances anuales de mi empresa y el resto de la documentación pertinente, me encaminé a por mi ICO liquidez.
En el banco, un señor muy amable me pidió que me sentara y que le explicara el motivo de mi visita.
Muy ufano yo, dije -vengo a solicitar un ICO liquidez.
La carcajada del empleado fue tal, que comenzaron a asomarse sus compañeros desde los despachos contiguos.
No paraba de reírse el cabrón y le caían unos lagrimones de aupa, empapando los papeles de la mesa.
-Sólo quería veinte mil euros- aproveché a esgrimir entre risotada y risotada, y aquello fue la gota que colmó el vaso.
Que convulsiones, oiga. El tío estaba completamente desencajado y empezó a ponerse rojo y todo.
Se desaflojó la corbata y, conteniendo la risa, me pidió que pasara al despacho contiguo, a explicárselo a su compañera Pepi, que es la que lleva créditos a empresas.
No veas la Pepi, se retorcía de la risa la muy asquerosa.
Yo lo estaba pasando fatal porque, como no pronuncio la "r" y seseo un poco, pensé que a lo mejor no me habían entendido alguna palabra, se había originado alguna absurda confusión y por eso se me estaban descojonando todos en la cara.
Pero no, tras pasar por varios departamentos de la entidad a alegrar la mañana a diversos empleados, al fin uno accedió a explicarme que los créditos ICO son como los manatíes, todos sabemos lo que son, pero casi nadie ha visto uno en la vida real.
Así que ahí estaba yo, humillado por un montón de pazgüatos para los que las ilusiones y las esperanzas del ciudadano de a pie son como chistes de Arévalo.
Entonces no sé que me sucedió en el cerebro, fue como una especie de "clic", como si saltara un resorte oculto que me desquició y me llevó a hacer lo que su señoría y el ministerio fiscal han calificado como asesinato múltiple.
Cogí el abrecartas del escritorio más cercano, me abalancé sobre un empleado y lo atraje hacia mi tirando de la corbata con la mano izquierda mientras que con la derecha le hundí el afilado objeto en el cuello media docena de veces.
Todo sucedió muy deprisa, cuando el vigilante de seguridad se percató de lo sucedido era demasiado tarde ya que, de un solo golpe, le clavé el abrecartas entre los ojos.
Luego lo que ustedes ya conocen, armado con el revolver reglamentario del guardia de seguridad, disparé sobre el resto de los empleados y los fui eliminndo uno a uno, incluida la señora de la limpieza, cosa de la que estoy arrepentidísimo, porque lo tenia todo impoluto.
Recargué el tambor del arma con la munición que encontré en el cinturón del vigilante, salí por la puerta como si tal cosa y pedí un taxi.
Pagué al taxista que me dejó a la entrada del palacio de congresos y esperé allí fumando un pitillo tras otro, hasta que vi salir al ministro de economía y, lo demás, ya saben, lo mismo.
La primera bala le entro por el ojo derecho, las dos siguientes se alojaron en un pulmón y en el bazo, según ha explicado el forense aquí presente.
Había mucha gente corriendo y gritando a mi alrededor y, es curioso, recuerdo el olor a palomitas de maíz que emanaba de un kiosco de chuches, como dice Rajoy, situado a mi espalda.
Casualmente aquel día había huelga de brazos caídos de la guardia civil, con lo que los agentes que custodiaban el edificio, se dieron la vuelta, subieron el volumen del aparato de radio y me dejaron marchar tranquilamente.
Yo que siempre he sido una persona honrada y temerosa de Dios, recapacité sobre lo sucedido y media hora después acudí a la comisaría de policía más cercana a entregarme, aunque de nada sirvió, puesto que por falta de recursos técnicos, no pudieron atenderme y me solicitaron que volviera pasados unos días.
Tres semanas después, se presentaron en mi casa los geos, armados hasta los dientes, llamando con muy malos modos y, al derribar la puerta, me rompieron el jarrón de porcelana inglesa que me regaló mi tía Puri antes de morir, cosa que me puso frenético y, de no haber sido por esto, le prometo señoría, que no hubiera abierto fuego contra los agentes.
Se que he dejado tres viudas y un viudo en el cuerpo, y también lo lamento mucho, pero aquel jarrón tenía un gran valor sentimental.
Me desarmaron, me esposaron con las manos a la espalda y se negaron a rascarme la nariz que me estaba picando horrores y yo no alcanzaba, figúrese usted, con las muñecas a engrilletadas.
Fue un gesto muy feo el suyo, porque el picor persistía y no hubo manera de convencer a ningún policía de que me rascara y eso, en un estado de derecho, es inadmisible.
Se que el ministerio fiscal ha solicitado mil doscientos años por mis delitos, pero viendo como salen los presos de ETA, libres a los ocho o nueve años, a mi como si pide tres millones de lustros, porque con todos mis respetos señoría, además de cagarme en el Instituto de Crédito Oficial, me cago en la justicia española.
He terminado mi alegato, buenos días.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Perpetuar mis genes


He decidido ignorar el clamor popular y no voy a tener hijos.
En su lugar, he pensado comprarme un hamster con todos sus accesorios: la rueda que gira, el bebedero- nigt club, el comedero de comida rápida y, cada dos martes, una hamster esterilizada para que le de alegría a las largas noches enjaulado.
En cuanto me despisto ya tengo alguna amiga preñada (quiero decir, que sucede con asiduidad, que se embaracen, no que las preñe yo) y, en la típica cena de colegas, sale la consabida frasecita "animaros...que os va a cambiar la vida".
¡Claro, como ya se te ha jodido a ti, ahora quieres que se nos joda a nosotros!
Lo siento, tengo el mismo instinto paternal que el Dios ese del cuadro, que se comía a sus hijos (¿Saturno?) y más de diez minutos seguidos con un bebé desemboca en ataque de ansiedad (para mi y para el bebé).
Se que soy algo repetitivo con este tema, pero no entiendo porque cuando insisto en decir que no me gustan los niños, todos lo toman por una pose e insisten en que sería un padrazo.
¡Que no cojones! soy un irresponsable, egoísta, narcisista, hedonista y con un enorme complejo de Peter Pan.
Quiero todo mi tiempo libre para mi, y no quiero compartir la atención de mi mujer con un bulto blandito que se caga y se mea cada cuarto de hora (claro que ella no notaría la diferencia).
Voy por la calle y solo veo excompañeros de clase empujando carritos con críos sobrealimentados y llorones.
Que horror.
Encima han suprimido el "cheque bebé", único aliciente por el que cometería semejante barbaridad.
Gasto fortunas en métodos anticonceptivos y los uso todos a la vez.
Mi postura favorita es "por teléfono" y la sola visión de un predictor me produce nauseas, vértigos y desmayos fulminantes.
Una noche soñé que, tras cometer un terrible crimen, el juez me condenaba a mil años de trabajos para la comunidad en una guardería. Me desperté empapado...perdí el control de los esfínteres.
Agradezco mucho que queráis que amplíe mi familia, pero buscaros a otro para que os pague las pensiones.
No tengo espacio en el trastero para setecientos artilugios innecesarios y carísimos.
No quiero un miniyo deambulando por mi habitación y detesto el olor de los potitos.
Un hamster es el compañero ideal... no hace preguntas, come poco, sus cagaditas son mínimas y cuando te cansas de él lo puedes aplastar con un martillo corriente, de los que hay en cualquier hogar.
Si señor...un hamster.
Me parece genial que la gente tenga hijos y todo eso, y me alegro si se alegran, porque al fin y al cabo disfruto con la felicidad de mis amigos, pero que no me den palmaditas en el hombro ni me hagan guiños cómplices, que yo paso.

lunes, 25 de octubre de 2010

Uno, dos, tres

Un dos tres. Cuatro cinco seis, salto a la derecha y trato de no pisar la raya que divide la calzada. Las nubes son muy negras hoy, eso es que va a llover. Siete ocho nueve, seguro que llueve. Entonces me mojare, y puede que resbale, y caiga al suelo. Tengo que tener mucho cuidado porque me puedo hacer daño. Diez once doce, la desgracia te escoge. Sé que si no quiero pasarlo mal, tengo que apartarme de los posibles charcos que se originen. Trece catorce quince, la niña bonita no me quiere y no contesta a mis llamadas, seguro que ya está con otro. Ese es otro charco que no puedo pisar, porque resbalaría y volvería a caerme. Y ya estoy muy dolorido. Dieciséis diecisiete dieciocho, doy dos pasos hacia atrás y me siento en el suelo. No sé porqué sigo andando. Se ha marchado, y estoy convencido de que ya no va a volver. Diecinueve veinte veintiuno, estará durmiendo con alguno. Cae la primera gota, moja mi frente y resbala hacia el suelo. Se detiene en el zapato, veintidós veintitrés veinticuatro. Ya no quiero contar más, mejor me tumbo aquí, y espero a ver qué pasa, quien pasa, porqué pasa.

martes, 12 de octubre de 2010

Callejones



Para llegar, sentarte y encender un pitillo.
Para subirte los cuellos del chaquetón y empezar a hacerte preguntas,y desechar las respuestas veraces, las que no te gustan.
Los callejones son fantásticos también para besar a una mujer a la que seguro no vas a volver a ver, o al menos no vas a volver a ver con los mismos ojos.
También se puede orinar, rápido, preciso, silencioso.
A un callejón te pueden arrastrar entre tres o cuatro, y golpearte fuerte en las costillas y en la boca. Arrojarte al suelo y patear tu espalda.
En un callejón los gatos tienen nombre de demonio babilónico o de político trasnochado, pero siguen teniendo nombre... y reputación.
Las pintadas hablan de cárceles olvidadas, de muchachas vejadas y de matones de quince años.
Desde una ventana diminuta arrojan el contenido de un orinal.
En un callejón puedes jugar a los dados y bailar con los trileros, comprar un revolver antiguo, mercadear con cocaína cortada con vaya usted a saber y escupir más lejos, más alto, más fuerte.
Por eso, cuando alguien me dice que estoy a punto de entrar en un callejón sin salida, sonrió y me acaricio los nudillos, porque se que se avecina un poco de sal, un sombreo de Indiana, una caricia de Sofía Loren.
Reniego de las grandes avenidas con bulevares, iluminadas como hospitales, plagadas de señores y señoras honorables que aprietan el paso al cruzarse con la sordidez de la vida real.
En un callejón puedes amar de verdad, rudamente, sin palabras bonitas, sudando y arqueando la espalda entre gruñidos y gemidos, vigilando a tu espalda y oteando entre las sombras.
No hay mayor belleza que la inesperada y es la puedes encontrar entre contenedores de basura y restos de vidas felices.
Nada como un buen safari por los callejones de tu ciudad.
Lo recomiendo.

sábado, 2 de octubre de 2010

Cada día peor.



Así estamos...cada día un poquito peor.
Viendo el telediario, me encuentro con la "bromita" que le han gastado dos universitarios americanos a un compañero de facultad.
Resulta, que estos "cachondos" ocultaron una web-cam en el dormitorio de su compi y retransmitieron on line, un encuentro sexual entre este joven y otro hombre.
El muchacho no ha podido soportar la presión y el escarnio y se ha suicidado.
Para descojonarse ¿verdad?
Era un estudiante de violín, de dieciocho años.
Un chaval que no había hecho pública su condición sexual, porque a nadie le importa una mierda si eres gay o hetero, que lo que cada uno hagamos en la cama es cosa nuestra.
Vivir en una sociedad como la yanki, que presume de libertades debe de ser horroroso.
Partimos de la base de que millones de americanos hipócritas como ellos solos, condenan la homosexualidad, la libertad de pensamiento, la libertad de credo...
Son, los mismos hijos de puta que experimentaron con enfermos mentales en Guatemala, inoculándoles enfermedades como la Sífilis o la Gonorrea, para estudiar los efectos de la penicilina.
Si es que tienen una guasa...
Que quieren que les diga, a mi este tipo de gente me da bastante asco, pero aún me da mucho más asco que se permitan el lujo de ir dando lecciones de moral por el mundo "liberando" países y "estableciendo" orden y democracias a golpe de caza-bombardero y refinerías de petróleo.
Este joven, gay, tímido y sensible (no por ser gay sino por su exclusiva dedicación a la música) se ha tirado al río Hudson, quitandose la vida y la parejita de "cómicos" que le han jodido la vida, seguiran despollandose en sus casas, con una amonestación verbal entre guiños de un juez republicano o de un gobernador con licencia para matar.
Puto país de mierda.
Cada día va a peor porque cada día tienen más poder y mas chulería y la comunidad internacional se aprovisiona de rodilleras para tirarse al suelo a comerle el pijo al "tío Sam"
Así nos va a ir a todos, como alguien no empiece a pararles los pies.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Que país.




Hoy llegan a León, con los pies doloridos, el alma cansada y la mirada perdida.
A las puertas de la ciudad les esperan vecinos, amigos, familiares y miles de personas que se solidarizan con su causa, con la causa eterna del trabajador indefenso y despreciado.
Hoy como todos estos días, se tumbarán en una colchoneta, sobre el frió suelo de un polideportivo,a mesarse las barbas mientras piensan si va a servir para algo, o si por el contrario hay un hijo de puta descojonándose de risa delante de la tele, viéndolos caminar con el mono de trabajo y la mochila a la espalda.
Algunos caerán reventados del camino y se quedarán dormidos enseguida, extenuados. Otros pasarán unas horas haciendo cábalas sobre como pagar la letra del coche, la hipoteca, el cole de los niños o la factura del veterinario, porque el perro tiene lismaniosis, para terminar de joder la marrana y el pobre animalico no merece que lo abandonen a su suerte...como a ellos.
Mientras tanto, en la otra punta de España comienza el proceso por el caso Malaya.
Hay más de noventa imputados.
Noventa chorizos que se han forrado a costa de meter la mano en el errio público, en las alforjas del borrico del constructor o en el coño de la Bernarda, o en el de la tonadillera.
Y uno se pregunta que cojones está pasando para que un señor se levante a las cuatro de la mañana para bajar a la mina a partirse la espalda jugándose la vida y tenga que calzarse unas chirucas para reclamar el pan que se ha ganado honestamente con su esfuerzo mientras un montón de hijos de puta acarrean los billetes de quinientos en bolsas de basura ,los envían por mensajero a un paraíso fiscal cercano (Gibraltar mismo, que esta lleno de monos británicos, y de monos y de británicos)y se sientan tranquilamente en la terraza del chalé a tocarse los cojones mientras la fulana de turno les prepara un mojito.
Hoy comienza el juicio, con a absoluta certeza de que a la inmensa mayoría de estas sanguijuelas no los van a condenar, y si les condenan van a cumplir en la trena tres cuartos de hora, y en el patio.
Hago zapping y salto de las lágrimas de emoción de un minero abrazando a su hija, al final de una dura jornada, al bigote caciquil y socarrón del payaso de Cachuli.
Que injusta es la vida, pienso.
Roca cuelga un Miró en su cuarto de baño, la Pantoja cocina pollos especiados con comisiones y los mineros se ponen tiritas en las ampollas.
No se cuando, ni como...pero esto debería cambiar.
Harto de contemplar el cachondeo de esta mierda de sistema, vuelvo a hacer zapping y me encuentro con la sorpresa de que si se presentara, Belén Esteban conseguiría escaños en el parlamento.
No se si cortarme las venas o dejármelas largas.