Actuar es una de las cosas que todo el mundo sabe hacer.
Desde que nacemos estamos actuando, bien por el placer de la recompensa en forma de beso o caricia o bien para obtener lo que deseamos.
Todos, absolutamente todos, actuamos a diario.
Actúa el que le da largas al de la cruz roja por la calle, fingiendo tener mucha prisa, o hablar por el móvil.
Actúa el empleando del banco cuando te dice que va a estudiar tu solicitud, a sabiendas de que no te van a dar ni un duro.
Actúas cuando te toca sentarte al lado de una persona que no soportas, en la boda de un primo segundo.
Actúas cuando te pillan mirando el escote de la rubia que está poniendo los cubatas y no quieres que su novio te rompa la cabeza, o que tu mujer te rompa la cabeza, o que la rubia, su novio y su mujer se pongan de acuerdo y te rompan la cabeza.
Actúas cuando llaman de Orange, de Movistar o de Vodafone y te apetece "contestar a una sencilla encuesta" como sentarte en un charco.
Actúas cuando te sometes a un interrogatorio, digo...a una entrevista de trabajo.
En cada gesto cotidiano, sale el actor que llevamos dentro, en mayor o menor medida.
Por supuesto hay gente que es incapaz de actuar, pero son los menos y suelen estar internados.
Yo siempre he dicho que para mi ha sido muy sencillo compaginar mi trabajo en el sector inmobiliario, con el grupo de teatro.
La vida es teatro, continuamente teatro.
Hay grandes funciones, donde puedes llegar a bordar un orgasmo.
Uno de mis papeles preferidos, es el de "tipo que se ríe ante un chiste que ya conoce, o no le hace puta gracia". Ese se me da muy bien.
Para mi actuar es vivir, y vivir es actuar, con lo que cada día que pasa es salir a un escenario, con la única diferencia del número de público asistente.
En ocasiones el aplauso está garantizado.
Animo a todo el mundo a que acuda al teatro siempre que pueda, para formarse y pulir el estilo.
Vamos, no me sean cínicos, no se me rasguen las vestiduras, todos, absolutamente todos, somos personajes en busca de autor.
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