jueves, 10 de enero de 2019

Cuelga de un hilo.

Muchos no nos damos cuenta, o no queremos dárnosla. Pero nuestra felicidad pende de un hilo, al igual que nuestra vida.
El herrero del destino ha forjado miles de millones de espadas de Damocles y los hados se han ocupado de sujetarlas sotre nuestras cabezas.
Es por eso que tenemos la responsabilidad de tratar de  exprimir al máximo cada minuto de nuestra existencia. Y de ser felices y no dejar de intentarlo aunque se ponga dificil. Nadie dijo que fuera a ser fácil.
Digamos que a veces se conceden segundas oportunidades, pero eso no es lo habitual. Todos tenemos fecha de caducidad y un día, bien por hartazgo, bien poniendo fin a una agonia o bien sin esperarlo, el hilo que sostiene la espada que pende sobre nuestra cabeza se rompe y la espada cae.
Me he vuelto particularmente sensible a este tema y un defensor a ultranza de la vida. Más allá de creencias religiosas o políticas, no encuentro justificación moral a interrumpir una vida. Sé que muchos se llevarán las manos a la cabeza al leer esto, pero que nadie se confunda. Quiero que todo aquel ser humano que nazca en este jodido planeta, lo conozca o no, sea de mi entorno o no, viva su vida libre y todo lo feliz que sea posible. Luego están las circunstancias de cada uno y ahí no me meto, pero debemos valorar el regalo que es vivir.
Por eso cuando alguien de mi entorno lo está pasando mal y encuentra un vacio en su interior, mi prioridad es tratar de llenarlo, devolver sonrisas y ayudar a que supere ese mal momento.
Ya perdí a un ser muy querido que decidió rendirse al sufrimiento y no os podéis imaginar cuanto la echo de menos. Fue su decisión y la respeto, pero me hubiese encantado encontrar la manera de que no hubiese desistido.
Sé que gracias a Supergato nadie más de mi entorno se encuentra en esa situación.
No pretendo aleccionar a nadie ni dar consejitos ni sermones. Detesto los libros de autoayuda y los falsos gurús que pretenden enseñarte a ser feliz sn tener ni puta idea de tus carencias ni de tus necesidades. Solo quiero dejar por escrito que la vida es algo maravilloso y que hay que agarrarse a cualquier motivo para sonreir antes de que la espada caiga.
Y con eso lo digo todo.
A ti, que me estás leyendo y habrás identificado el sentido de este texto, por favor, si me necesitas dame un silbidito. No quiero que vivas en blanco y negro. No estés triste. Tu sonrisa es a todo color y de una calidad incrible. No quiero perder los colores que me descubres cuando iluminas mi alrededor con esa sonrisa tan especial que debería ser declarada patrimonio de la humanidad.

1 comentario:

Unknown dijo...

Si,si...
Un abrazaco crack