Pero claro, el que nace lechón muere cochino y renace más lechón que nunca y no sería yo, sino aprovechase la ocasión para reconocer otro de mis errores existenciales y me autoflagelase un poco. El error del que hablo no es otro que mi afición a la confusión.
Me he confundido al empeñarme en buscar luz al final del túnel, cuando esa luz la irradian las increíbles personas que han decidido enriquecer mi vida y alumbrar los rincones más oscuros.
Resulta que he pasado años lamentando mi mala fortuna y dándome golpes en el pecho sin pararme a pensar bien lo afortunado que soy y la suerte que tengo al contar con tantos y tan buenos amigos.
Ellos son luz. Son la luz que ilumina mi destino y no permitirán que vuelva a caer.
Pablo Acebal, cantante de los Blow suele explicar en sus conciertos el título de una de sus canciones más especiales: Brother friend. Este término, al que acompaña de su femenino, Sister friend hace referencia a esa familia que escoges y con la que no compartes lazos de sangre: los amigos. Esos amigos y esas amigas que con su cariño consiguen hacer que cada mañana merezca la pena saltar de la cama y dar gracias por seguir vivo.
Quiero a mis amigos, adoro a mis amigas y no me averguenza lo más mínimo reconocerlo. Al igual que quiero a todos y cada uno de los miembros de mi familia. Querer es tan bonito como sentirse querido y descubrir que hay personas que apenas te conocen, pero que de alguna manera han encontrado ese puente que terminará por unir sus almas con la mía.
Y ahora aquellos que lo consideren necesario y oportuno que vuelvan a decir que soy un ñoño. Pues si...y a mucha honra. Si por ñoño entienden una persona que siente y que no teme compartir sus sentimientos. Podrían llamarme cosas mucho peores. Prefiero mil veces ser un ñoño que un puto insensible o ir de machito y de duro de película. Además de por que no doy el tipo para ir de malote(es lo que tiene lo del bigote bicolor y los ojitos tristes) sinceramente disfruto mucho compartiendo mediante un abrazo o un beso esos momentos en los que las emociones me embargan y me hacen tiritar de felicidad.
Siempre he dicho que de los momentos tristes nacen los textos más hermosos y los poemas mas sinceros, pero lo que nunca he dicho es que para un escritor, los textos y los poemas que más se disfrutan son los que nacen del amor, del agradecimiento y de esa sensación que tengo ahora mismo y que es la que te inunda el cuerpo al ver que no todo tiene porque convertirse en un disgusto o en algo espantoso. Que la vida es dura, si, pero no siempre. Y que hay momentos como ese en el que te comunican que pese a lo que temías, un ser querido va a seguir a tu lado mucho tiempo aún.
Rendirse no es una opción y sé que tengo mucha gente dispuesta a cerrar filas junto a mi, a pelear espalda con espalda y a romper las lanzas que hagan falta.
Y una mujer que me quiere, un gato cómplice y la posibilidad de seguir gritando en negro sobre blanco que estoy vivo y que me gusta estarlo.
Y eso es todo amigos. No olviden vitaminarse y mineralizarse. Y tomarse un buen vino de cualquiera de las 5 D.O que tenemos en Valladolid a la salud de las personas que son luz. Y de las buenas noticias. Y a la mía.
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