sábado, 11 de agosto de 2018

Llegará

Imagino que echarte de menos es algo natural. Y que por las noches todo sea cambio de posturas y encontrar telarañas en las costuras es parte de todo esto.
Lo que es fundamental es llegar a darse cuenta de lo que uno vale, porque sino el mundo es una tonteria. pero de las gordas.
Tanto tiempo de agachar la cabecita y mirar de reojo, asumir puntuaciones ajenas y enarbolar la bandera de la humildad, solo lleva a un enfermizo deseo de ser una avestruz y esconderse bajo tierra. Pero no. 
Soy un felino y se acabó eso de tenerle miedo a lo que se oculta en las sombras. He encontrado la luz que ilumina hasta los rincones más oscuros y he afilado mis garras.
Te invito a que sonrías al futuro, a que mandes a tomar por el culo las angustias, las humillaciones y a las personas dañinas. Perdona todo el daño que te han hecho pero no consientas que vuelvan a hacértelo. Y si te lo hacen, avisa. Un día pasarán bajo el árbol en cuyas ramas estaré agazapado y dispuesto a saltar sobre sus gargantas para saciarme con su sangre y demostrar que el valiente ha sido valiente hasta que el cobarde ha querido.
No derrames ni una lágrima más. No renuncies a ninguna sonrisa y no prescindas de ninguna palabra bonita.
Te echo de menos y aún no hemos compartido más que instantes y porciones de vida, pero han generado un vínculo tal que el día en el que podamos volar juntos, conseguiré escribir el poema perfecto, ese que me quita el sueño y que llevará tu nombre. Ese que siempre he soñado con escribir porque llevo soñándote todas mis vidas. Y un día de repente te acercaste a mi madriguera y me acariciaste el lomo. Y me gustó.
A veces pienso en ti y ronroneo. A veces creo que todo es posible y me decido a dar otro paso adelante. A veces me erizo y bufo al recordar las circunstancias que nos mantienen separados, pero enseguida se me pasa y recupero la calma, porque todo termina llegando, incluso lo bueno.

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