domingo, 24 de junio de 2018

Hogueras

Microrrelato escrito para su lectura pública durante la presentación en la Casa museo de Jose Zorrilla del libro Relatistas 2018. La editora Eva Melgar tuvo la cortesía de leerlo por mi. La temática de estos relatos que no debía superar las doscientas palabras, título incluido, era la noche de San Juan. Y a mi, que por cierto es mi santo, me salio esto.
 
Iván decidió que este año realizaría el ritual de purificación que los pueblos celtas nos habían legado y acumuló en el jardín del chalé maderas y cartones para hacer una gran hoguera donde quemar todo aquello que no quería en su vida.
Llegó el solsticio de verano y supo que aquella noche definitivamente cambiaría su existencia.
De blanco impoluto y con el rubio cabello recogido en una coleta, se situó junto a las llamas para arrojar al fuego el papel donde escribió lo que quería que desapareciese para siempre. Entonces le embargó una terrible angustia. Podría llenar cientos de folios con todo lo que detestaba de su vida y apenas le quedaban tinta en el bolígrafo ni ganas de vivir.
Resignado y asustado al cerciorarse de que eran las doce en punto, tomo aire, apretó los nudillos, sonrió irónicamente y saltó. Por fin todo cambiaría por completo.
Cuando los bomberos alertados por los vecinos al ver las llamas en el jardín, echaron abajo la puerta del chalé adosado, encontraron el cuerpo de Iván carbonizado en el interior de la hoguera.
Mientras retiraban el cadáver comenzó a llover. La tormenta había llegado demasiado tarde, como todo en su vida.

No hay comentarios: