Pelusa es una gata a la que siempre le ha gustado el sol, por eso ha decidió ir en su busca.
Tiene algo más de quince años y eso para una felina, ya es una edad avanzada y hay que empezar a cuidarse y darse merecidos caprichitos.
Supuestamente Pelusa pertenece a la raza "Gato común europeo", pero ella es de todo menos común.
Podríamos decir que Pelusa es una gata hedonista. Nunca quiso pasar ningún tipo de privación ni restricción, por lo que con los años y los placeres de la vida, ha ido perdiendo la linea.Mas que perderla, la ha redondeado. Pero desde luego, "que le quiten lo bailau". Como ya no tiene edad ni interés ninguno por lucirse en bikini ni pavonearse con un modelito ajustado, el haber cogido unos kilos de más sinceramente le preocupa lo justo. Es decir, nada. Sin embargo disfruta de las buenas comidas, de las largas sobremesas y de las siestas en el regazo de su humana de compañía, una hermosa morena de gran corazón que responde al nombre de Reyes.
Todo sería idílico para ella, sino fuese por el clima vallisoletano.
A Pelusa le encanta tumbarse al sol a hacer la digestión y puede pasarse horas bajo las reconfortantes caricias de los rayos del astro rey. Pero Valladolid no es conocida precisamente por su agradable temperatura media anual. Hay un refrán sobre Valladolid que define su clima como nueve meses de invierno y tres de infierno. Lo del término medio climatológico brilla por su ausencia. Y a Pelusa se le han terminado hinchando los...bigotes. Ayer mismo decidió irse sin hacer ruido y, sin grandes ni lacrimógenas despedidas, hizo su maletita y compró un billete a Almeria, solo de ida. Ya estaba harta de pasar frío al tumbarse al sol en la terraza de su casa, de octubre a Junio. Y harta también de suplicar a Reyes la compra de un enorme bote de crema de protección solar factor cincuenta, que vaciaba entre julio, agosto y septiembre. Así no hay quien pueda.
Conoce Almeria de tiempos pasados y allí el clima es mucho más agradable, por lo que tras sopesar pros y contras, al final decidió volver a nstalarse junto al mar y tomar el sol en las mejores condiciones durante todo el año. Como una reina.
Aprovechó que Reyes se había ido a pasar el fin de semana fuera para pedirle a Belen,la cochorrita de su humana de compañía,que le ayudase a preparar las cosas y a elegir el regalo de despedida para Reyes y, aunque las echará mucho de menos, no duda en que dentro de un tiempo volverán a encontrarse. Reyes, Belén y sus parejas,José Luis y Víctor, son ahora su manada y los humanos que le han devuelto la fe en una especie que aunque se cree superior a las demás, deja bastante que desear.
Puede que en el sur encuentre más humanos que merezcan la pena, pero sinceramente, no cree que de con otros especímenes como los que la acogieron en Valladolid. Incluso un pintoresco primo de Reyes que ocasionalmente ocupa el sofá del salón para descansar de sus juergas nocturnas por la ciudad y de sus mil compromisos sociales, le resulta simpático.
Ahora Pelusa es plenamente feliz, disfruta de la temperatura adecuada y de pescadito fresco en la lonja. Lo que cualquier gata del Imserso firmaría sin dudarlo ni un segundo.
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