No es casualidad que este tango, Volver, formase parte de aquel espectáculo que tuve la suerte de llevar a escena con mi buen amigo, el pianista internacional, Oscar Lobete. Volver fue seleccionada como una de esas canciones para una noche en vela y Oscar revisó la partitura al piano y yo hice lo propio con la letra, de tal manera que utilizamos este hermoso tango para transmitir al público lo que realmente significaba para nosotros y porqué nos acompañaba durante muchas noches sin dormir.
Este formidable artista y yo, somos amigos desde hace poco más de veinticinco años y a lo largo de este cuarto de siglo, hemos compartido muchas alegrías y demasiadas penas, casualmente la mayoría de estas últimas, por amor.
Siempre he creído que la gente se une por afinidad y aunque me encanta el piano y mi formación universitaria es la de maestro de música, realmente lo que más nos ha unido siempre a este caballero y a mi, es la absoluta devoción por la mujer y por todo lo que nos aportan los "te quiero" al despertar junto a la persona amada.
Al final de este vídeo, Oscar me dice que hay que levantarse y que ya está bien de tropezar. Y tiene muchísima razón. Llevamos tropezando toda la vida y equivocando el camino que nos permitirá volver a donde queremos regresar, que no es otro lugar que ese que se encuentra exactamente junto a los labios de la mujer adecuada. Viajaremos juntos y aprovecharemos para tomarnos unos vinos por el camino y para convertir todo lo que nos sacude el alma en música y textos. Puede que un día no muy lejano, volvamos a salir a escena para contarle al publico,que estaban todos los senderos mal señalizados pero que a base de preguntar y de seguir esa estrella polar que no es otra que la sonrisa de una amiga común, a la que ambos debemos mucho, conseguimos llegar a nuestro destino.
Mientras tanto, no se me ocurre mejor compañero de viaje, así que iré llenado la bota con un vino acorde a los brindis que nos esperan y la mochila de cuantos cigarrillos quepan, para fumar juntos sentados en los recodos de la senda con mejores vistas, porque la vida que a veces nos ha golpeado con dureza, aún tiene que mostrarnos los paisajes mas hermosos.
Quien a buen Olmo se arrima, la mejor sombra le cobija y nosotros nos hemos sentado a compartir el tabaco junto al más hermoso, fuerte y seguro de esos olmos.
Y nos quedan por escribir nuestras mejores canciones juntos. Nos quedan por conocer a las mujeres más especiales y a las que sabremos amar sin reservas, gracias al aprendizaje de dolor que ambos llevamos a las espaldas. Todo tiene un sentido y las cosas nunca pasan porque sí. pasan porque tienen que pasar y de ellas podemos aprender para no repetir errores del pasado y acercarnos más a nuestros objetivos. Cada día los veo más cerca.
Vamos, amigo. Volvamos.
4 comentarios:
:-)* Todo tiene un sentido... Yo también lo pienso así.
...Aunque a veces creo que hay situaciones q no tienen sentido ninguno :-)))))
Buenas noches,
Zeroide
Desde luego que hay situaciones que no tienen un sentido aparente y que a simple vista son absolutamente surrealistas pero si las analizas con el tiempo, descubres que encieran n aprendizaje en lo absurdo. Según voy cumpliendo años (ayer hice 43 primaveras) me voy dando cuenta de que se puede aprender absolutamente de todo.
Buenos días, Zeroide.
:-))) Si, es verdad. Cosas que no tienen sentido te hacen aprender mucho tanto en lo absurdo como para que lo que venga después no sea tan absurdo...
Jo! Ahora me has tocado al corazón!! Eres de mi quinta!!! Felicidades por tu cumple!!! Yo también soy del 74!!! y también he cumplido 43 este año! Vivan los del 74!!!
Zeroide
Pues mira, una cosita más que tenemos en común.
Como soy de tierra de vinos, puedo decir sn problema que la cosecha del 74 fue estupenda. Una gran añada.
A veces llega un punto en el que te cansa de aprender y quisieras pirarte alguna clase o al menos evitar la lección pero eso es imposible.
Cuando leas laúltima entrada del blog, seguramente te preguntes a que vien tanta pena. No viene más que a haber aprendido que por muy feliz que pueda sentirme un dia, seguramente llegarán pronto días de lágrimas, de dolor y de "la letra con sangre entra". Y eso no me convierte en un tipo negativo ni gris, al contrario, eso me convierte en un superviviente proque a pesar e tener esos días de tremendo bajón, quiero vivir y disfruto de la vida y de las flechas que me otorgó Cupido. Aunque todas errasen el blanco por milímetros.
Buenas noches.
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