martes, 18 de julio de 2017

Leyendas de aprensión

Esta noche es la noche. El ambientador de amapolas y lilas hace su efecto en el salón de casa, despejando del ambiente el olor de los calcetines de la suerte que decidió echar a lavar al despertar de la improvisada siesta de dos horas en el sofá. Los documentales de "pescaitos" de La2 son tan efectivos como tratar de ver el Tour o el Giro en posición horizontal despues de una comida copiosa. Es escuchar la melodiosa voz de  Cousteou y caer sonriente y baebante en los brazos de Morfeo. Introdujo una pastilla de suavizante en el tambor de la lavadora junto a los calcetines que le acompañaron a más de quince entrevistas de trabajo y que quería tener listos para el lunes, día en que haría su entrevista número dieciséis. Estamos saliendo de la crisis, el empleo está cada vez más accesible para un joven licenciado en una ingeniería superior, con tres idiomas, dos masters y siete publicaciones en revistas especializadas.Cuando consiga el empleo y logre independizarse, nadie podra pararlo. En la última entrevista de trabajo, para un puesto de responsabilidad como auxiliar de plancha en el McDonalds, sintió muy buenas vibraciones al ver la atención y el interés con que el encargado leia su cvs a todo color. A los pocos segundos, cuando el encargado encontró las gafas bajo un montón de cvs apilados sobre la mesa y se las puso, notó que el interés fue en aumento y el culmen de la expectación se alcanzó, cuando el encargado le dijo que sus meses de prácticas en los altos hornos de Vizcaya le serían de mucha utilidad. Además de un impresionante salario de ochocientos euros mensuales en doce pagas y con las vacaciones "por errateadas", como le dijo el empleado, le entregarían un uniforme completo, compuesto de calzado adecuado, pantalones y camisa a juego de rabiosa actualidad  y tocado informal pero elegante. También y como si de un agente de la CIA se tratara, le entregarían su tarjeta acreditativa de acceso. De uso personal e intransferible.
Se ducha como le enseñó su madre de pequeño, frotándose bien detrás de las orejas y en las "zonas delicadas". Mientras se seca con vigor, echa un vistazo a su imagen en el espejo y no puede evitar lanzase un piropo y ponerse ojitos. Se gusta. A ver si consigue gustarle a la chavala a la que ha invitado a cenar aprovechando que sus padres se han ido de turismo rural. En realidad se han ido al pueblo a ver a  la abuela pero dicho así suena mucho más sofisticado. El sumun de la sofisticación es decir cuando le preguntan por sus padres que se han ido de viaje a pasar unos días a Cauntry land (tierra de campos).
Se afeita con mucho cuidado para estar suavecito como el culo de un bebé, aunque ha decidido evitar esa expresión en público para que nadie le tome por un pervertido o un pederasta.
Un buen amigo le enseño un truco infalible ( infalible para su amigo que mide metro noventa y tiene los ojos verdes) consistente en después de echarse el desodorante y su colonia habitual, aplicarse unas gotas de "Nenuco" o "De nenes" en el pecho,la ingle y las nalgas, para conseguir enternecer olfativamente a cualquier mujer ante la que se desnude. Una vez haya superado el habitual ataque de risa, claro.
Se pone sus mejores vaqueros (los que no están rotos por los muslos) y una impresionante camiseta de Terminator con la expresión "Sayonara, Bamby"serigrafiada, que le da un toque agresivo pero dulce al mismo tiempo. Pone la mesa en la terraza con la intención de cenar a la luz de las estrellas pero claro, siendo el piso de sus padres  un tercero interior, en vez de disfrutar de las estrellas, disfrutaran de las ventanas iluminadas en el patio de luces de la comunidad. Da igual, la intención es lo que cuenta.
No ha querido jugársela a improvisar platos de cocina minimalista ni nada de eso, esto es una cita romántica, no Master Chef y ha optado por lo seguro. ¿Qué tía no se derrite ante la comida oriental que dice mucho de lo aventurero y viajado de un hombre? El del chino de la esquina le ha dicho que estaría allí en veinte minutos. De no haber llamado hace casi una hora sería todo perfecto.
Llaman al telefonillo. Comprueba que tiene la bragueta subida, pone un disco sugerente en el equipo de música y abre la puerta sonriendo seductor.
El repartidor de Hog Kong pasa de los boleros de Los Panchos y de su sonrisa, le entrega una bolsa de plástico bastante grasienta y tras cobrarle una fortuna por dos rollitos de sobras y una ración de "venerable anciano con aloz" se pira por donde ha venido.
El enamorado e impaciente Iván, se gira y cierra la puerta de una coz, con tan mala fortuna que escucha el "crok" que hace la nariz de Carolina que iba a llamar con los nudillos en ese mismo instante. Mientras le pone un algodón para cortar la hemorragía, aprovecha para que note que además de un avezado karateca, es también un socorrista cualificado. Lo que viene siendo el hombre perfecto.
El chino les ha regalado una botella de sake y la saca a los postres para comenzar un ritual de alcohol y sexo. Y en efecto, cuando Carolina se despide porque tiene que irse a no se qué de su gato o de su hermano pequeño o de su gato pequeño, comienza la película del Canal + así que se bebe la botella de shake, dos chupitos de orujo de hierbas de su abuela y se entrega a la pasión con la única persona que siempre está deseosa y receptiva: el mismo.
Haciendo memoria sobre sus escarceos con Carolina, recuerda aquella ocasión en la que fue a cenar a casa de la preciosa jovencita de sonrisa espectacular y esta le obsequió con un delicioso pastel de pepino de catastróficos efectos. Ha llovido mucho desde entonces pero algo le dice que ella aun recuerda todos los detalles de aquella noche.

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