jueves, 31 de marzo de 2016

Karma



Todo vuelve en esta vida, todo. El que siembra recoge y hay personas que no sabéis que al sembrar vientos recogeréis tempestades.
Puede que me esté condenando al decir esto, pero tengo la suerte de que ya lo cantan por mi y, no creo que merezca el infierno por hacerle los coros a Nacho Vegas y Enrique Bunbury: "Deseo que después de que mueras, no haya para ti un lugar." 
Soy de perdonar y de tragar con todo. Como dicen por ahí, "he aguantado carros y carretas" cuando el perjuicio solo me los causabais a mi y disfrutabais retorciendo el cuchillo dentro de la herida pero ahora habéis cometido vuestro error más grande y quizás y con suerte el último: mancillar  la memoria del hombre más bueno y más generoso que habéis tenido la suerte de conocer en la puta vida y ensuciarla con vuestra falta de vergüenza y con la osadía que os caracteriza.
El odio que habéis generado en mi, alimentándolo con un elaborado menú compuesto por:  entrante de mentiras de temporada. Traición  aliñada con reducción de vinagre de Módena.Segundo a elegir entre infidelidades asadas en horno de leña o adulterio de interior en papillote con patatas asadas y para terminar  un delicioso sorbete de apropiación indebida y dulces variado de injurias y calumnias; al final ha terminado por crecer tanto que comienza a darme miedo.
Yo os maldigo en la distancia y os deseo el peor de los males y que la justicia kármica os devuelva con creces todas vuestras obras. No seré yo el que tire la primera piedra, no estoy libre de pecado y sé que mi pecado más horrible fue el abriros mi corazón y quereros hasta lo indecible, aún a sabiendas de que me estabais matando. No busco ni he buscado nunca vengarme, tan solo le he pedido al cielo algo de justicia y capacidad para olvidar, cosa que casi se me concede al perder la memoria pero por desgracia hay cosas tan dolorosas que nunca se olvidan.
En ocasiones me he arrepentido de no haberme tomado la justicia por mi mano como me recomendaron muchos que incluso se ofrecieron voluntarios para participar en el linchamiento pero gracias a Dios he sabido contenerme y no cometer un error que me arruinaría la vida por completo y para mi suerte y vuestra desgracia, en mi mundo literario soy juez, jurado y verdugo y os he condenado a la muerte más horrible sin posibilidad de recurso. La condena se aplicará lo antes posible a no ser que el alcaide de la prisión de mi cerebro reciba la llamada del gobernador del estado de mi alma concediendo el indulto. No lo creo aunque todo es posible, porque el recuerdo de aquel al que estáis faltando al respeto después de muerto, es misericordioso.
Escribir esto me sirve de catarsis y de limpieza espiritual, además es mucho más inteligente que destrozarme los nudillos contra la pared o contra el cráneo de alguien. Solo siento que hayáis sido capaces de despertar estos sentimientos en mi, que soy un tipo tranquilo y de talante pacífico, respetuoso y comedido.
La vida da muchas, muchas vueltas y, todo termina llegando, incluso lo bueno.

2 comentarios:

Maestro Ocultista dijo...

Juan, vaya disgusto que tienes encima...¿Qué te ha pasado? ¿O sólo estabas pasando por un mal momento? Espero que te recuperes pronto y vuelvas a estar bien.
Mucho ánimo!!!

lacantudo dijo...

No te preocupes hermano. Me jode que un momento dulce de mi vida, con todo lo que he pasado ultimamente , se me revuelvan las entrañas al ver que las malas artes de algunas personas terminen afectando a la familia y sobre todo a la memoría de papá.
Ya te lo contaré con calma.
Gracias por preocuparte, estoy bien. Este texto ha sido mi forma de limpiarme anímicamente.