miércoles, 9 de marzo de 2016

Cobarde hasta el adiós



Al final resultó que lejos de comportarme como el héroe que creía ser, corrí a esconderme llorando cuando se presentaron los primeros problemas.
Permití que rompiera la hucha de nuestro amor contra la pared y malgastase en brazos de otro lo ahorrado con tanto sacrificio.
Ahora de todos los sueños comunes y de nuestros proyectos de futuro, tan solo conservo una alcancía vacía y una hermosa cornamenta para lucir en las fiestas.
Puede que mi cobardía de este amor por ella se convirtiese en un arma de doble filo; se lo puse tan fácil a ese asqueroso ladrón que solo tuvo que hacerse con el arma al rebuscar entre las cosas de mi mesilla de noche y hundírmela en el corazón mientras hacia el amor con ella.
No sé de quien fue la idea de llamar "hacer el amor" al apareamiento animal y lascivo pero algo me dice que fuese quien fuese el que acuñó el termino, jamás amó. Quizás soy yo el que confundió los nombres y el amor es tan solo eso, penetrar, empujar y sudar, gozando hasta el desfallecimiento.
He sido un asqueroso cobarde pero al menos no he terminado de arruinar mi vida. La justicia no entiende de honor y en su balanza pesa lo mismo un kilo de sufrimiento que un kilo de embustes.
Lo que peor llevo es el recuerdo del único momento en el que conseguí reunir el valor suficiente para enfrentarme  a la verdad y me senté junto a ella para abrir la espita de mi tristeza y dejar que manara  un torrente de lágrimas formando un enorme charco a los pies de la traidora.
Lejos de apiadarse entró en "modo irónico on" y cuando cesaron mis sollozos dando paso a un enorme suspiro que llenó con su "ayyyyy" el silencio de la habitación, me miró fijamente a los ojos y sonriendo con sus labios embusteros me dijo:-"pues guarda para cuando no haya".
Nunca más seré cobarde. De todo se aprende y la vida me enseñó a disparar primero, a blindarme el corazón y a esconder la alcancía en lugar seguro. Aquella alcancía rescatada del armagedón está volviendo a llenarse con una fortuna que en forma de besos, caricias y noches perfectas, deposita a diario y con  maravillosa generosidad la nueva reina de corazones que destaca entre los naipes.
El banco de mi corazón ha vuelto a conceder crédito y el departamento de riesgos ha aprobado esta operación sin necesidad de aval alguno. Sé que todo el amor que conceda me será devuelto con un interés moderado pero suficiente,lo considero más que justo, siempre he condenado la usura.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Lanza la primera moneda dentro de la alcancía y pide un deseo. Alguna vez será en la Fontana de Trevi. Yo ya tengo el mío.

Magnífico texto. Bien por ti.

lacantudo dijo...

La Fontana de Trevi comentará con toda Roma cuanto te amo. Esa moneda será la mejor inversión de mi vida, de mis vidas.