viernes, 12 de febrero de 2016

Bendita condena

Hacerme mayor nunca estuvo en mis planes, por eso también he malgastado mi tiempo, mi dinero y los cigarros que nunca fumé, como canta esta jovencita.
De repente cuando todo estaba perdido y parecía que los orcos volverían a ganar la batalla apareciste tu para poner orden en mi vida y en mis emociones.
No solo me has regalado amor y otra oportunidad para crecer, has llenado mi vida de maravillosas coincidencias.
Es curioso que siendo tú funcionaria de prisiones, en el hotel madrileño donde pasamos nuestra primera noche juntos, nos dieron la habitación 211, como la celda de aquella película de Luis Tosar y Marta Etura.
Fue solo por aquella primera noche pero si me condenasen a permanecer allí el resto de mis días contigo como carcelera, aceptaría gustoso la bendita condena.
Algo me dice que disfrutaremos juntos del resto de las coincidencias, como la de que también escribas con regularidad en tu blog literario y siempre textos que nacen del corazón o de tus circunstancias, pasadas por un tamiz literario, como los mios.
Hay veces en que parece que las personas que han nacido para estar juntas no podrán encontrarse y la vida ya se encarga de que de una manera u otra, superen las barreras que el destino colocó en su camino y terminen abrazadas en la cama de un hotel o en el andén de una estación.
De pequeño, en el instituto, una compañera de clase monísima y encantadora con la que aún conservo la amistad, me escribió en la carpeta(si, en mis tiempos llevábamos carpetas y no tablets,no te pueden firmar una tablet, eso que se pierden los chavales de ahora):"Si un rubio te pide un beso y un moreno el corazón, no desprecies al moreno por un rubio besucón". Yo te he pedido ambas cosas y ambas has accedido a darme sin pedirme que me oscurezca el cabello.
Tu corazón lo cuidaré y lo mantendré caliente y sano, no te preocupes. Besos podremos intercambiar cada vez que estemos juntos, tantos como quieras.
Te leo con asiduidad y tu blog se ha convertido en mi blog de cabecera. Es curioso también que yo haya elegido a Peter Pan como alter ego y tu blog se llame "Los asesinatos de Peter Pan". Sabes que yo no mataría ni una mosca pero me hace gracia encontrar a mi alter ego en tu blog.
También es curioso que hayas crecido en una de las ciudades que más han marcado mi vida y donde pasé unos años muy felices y llenos de experiencias maravillosas: Granada.
Tenemos por delante toda una aventura para vivirla juntos y sé que agarrado a tu mano podré afrontar lo que sea, me has hecho recuperar el valor.
Si te parece bien ábreme la celda y déjame salir al patio a fumar un cigarro, prometo no intentar fugarme, no quiero, solo quiero quedarme aquí contigo.



2 comentarios:

Unknown dijo...

Cigarrillos, risas, y dos corazones vírgenes, porque así quedaron tras la tormenta, limpios e inocentes. Bellísimo, dulce y perfecto. Besos.

lacantudo dijo...

Bellísimo, dulce y perfecto. Como tu. Otra coincidencia.