Ha vuelto para saldar cuentas con el pasado, para enfrentarse de nuevo a la vida con su mente y su revolver como únicos aliados y para besar a la chica en el Saloon, despertando de nuevo la envidia de los hados, que intentarán que vuelva a caerse del caballo o que se le trabe el Colt en la cartuchera en el momento más inoportuno.
El pistolero ha llegado a la ciudad. Aunque sé que algunos lo intentarán, no le podrán parar, no acabarán con él.
Viste siempre chaleco, botas y sombrero negro, como sus recuerdos y su pasado pero ayer le vi y me sorprendió un detalle de su atuendo, ya que anudado al cuello lucia un pañuelo verde, el color de la esperanza
Era el más rápido hasta que las circunstancias y su continua y apresurada huida vital lo desmontaron del caballo dando con sus huesos contra las piedras y alejándolo de tabernas, partidas de poker y duelos en la calle principal.
Ha recuperado el brillo de sus ojos, al fin. Su sonrisa ha vuelto a ser cínica y permanente.
Mantiene la costumbre de encenderse los fósforos en la mejilla derecha y de disparar con la mano izquierda, rápido y mortal, como una serpiente de cascabel.
Mantiene la costumbre de compartir sus días y sus noches con una mujer, aunque está vez le acompaña una dama del sur, una reina del algodón que le ha debido ayudar a encontrar el camino de vuelta y se nota en cada gesto que entre ellos hay amor verdadero.
Nadie volverá a beberse sus sueños, arrojando luego la botella vacía contra el árbol donde ahorcamos a los cuatreros, nadie volverá a arrebatarle lo que más quiere para convertirlo en barro.
Es bueno con el cuchillo de su lengua, sus afiladas palabras se te hunden en el pecho sin que apenas te des cuenta.
Escogió la vida de pistolero porque simplemente nació para ella.
Ha vuelto.
2 comentarios:
Bienvenido a la ciudad. Maravillosa canción. Besos.
Nos vemos en el Saloon.
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