martes, 8 de diciembre de 2015

JUANTIERASMUS



 Primicia:

Hoy voy a dejaros aquí uno de los "capítulos" de ese libro de relatos que nació durante mi experiencia Erasmus en Italia, donde aterricé como un estudiante con treinta añitos recién cumplidos, novia, que al estudiar lo mismo que yo viajó conmigo con su propia beca y al ser un tipo independiente del presupuesto familiar, tuve que trabajar allí para pagarme vicios y caprichos ya que el importe de la beca era absolutamente irrisorioo.Al no tener aún mi blog (ni saber todavía lo que era eso de los blogs) escribia emails semanales a mis familiares y amigos contando a modo de crónicas periodísticas, cuentos y relatos cortos, mis vivencias en Italia pasadas por mi particular estilo literario que ya entonces apuntaba maneras.

Por los motivos que he explicado antes, me puse como nombre de guerra para pinchar en diferentes garitos DJ Juantierasmus, pues era lo opuesto a los Erasmus que pululaban allí.

Por avatares de la vida parece que este libro pueda tener salida y llegue a ver la luz, así que comparto hoy este texto para que juzguéis vosotros mismos si tiene o no interés o si resulta ameno.

Espero que os guste. 

 

GASOLINERAS ITALIANAS



Hola a todos y todas!!!!

Aquí esta de nuevo el corresponsal más dicharachero (nota:no intentar escribir esta palabra después de haber fumado un pitillito de la alegría) del mundo entero, emitiendo para toda la galaxia desde Cassino, Italia.

En uno de los reportajes mas arriesgado de la historia del periodismo, vuestro fiel informador pasa a hablaros sobre .....GASOLINERAS ITALIANAS.
  
  CHAN CHAN....CHAN CHAN

Sábado mañana, Laura ha partido rumbo a Londres, y mis compañeros parten hacia su pueblo dejándome sumido en la mas gris de las incertidumbres..... ¿Qué coño hago solo?

Durante una fracción de segundo negras ideas rondan por mi cabeza.
El desasosiego es tal, que incluso barajo la idea de PONERME A ESTUDIAR.
Gracias a Dios en ese mismo instante me rescata una llamada telefónica.
¿"Pronto"?respondo( no pronto respondo, que no es lo mismo)-hum, si, aha si, aha, claro.- 
Sin problema, se habían confundido.
Ahí estaba yo, solo, recibiendo llamadas misteriosas, deprimido y triste como un cachorrito que no ha pasado el casting de escotex.
Necesitaba algo fuerte, y pronto.
Dos horas después , tras haber visto "Roque tres",me dirigí a la ducha, pues era sábado

Esta parte es para adultos.


La toalla resbaló entre mis lorzas hasta estrellarse contra los azulejos blancos, con pelos negros y muy largos.
-Que hermosura-(pensé para mi)y era lógico, pues tras varios meses me iba asemejado poco a poco a un autentico animal salvaje.
El pelo a lo Mufasa, las uñas , fuertes y oscuras, como las de un halcón culebrero, y claro esta, ese rabito corto y enrollado, como el de Babe, quizás una de las criaturas mas astutas de la naturaleza.
El agua caía calda*(*cálida, en italiano original) y muy mojada sobre mi piel, morena...amarilla....blanca.
El agua caía calda y muy mojada sobre mi piel.
Después, mientras me secaba con vigor, se me escapó un pedo.
Es curioso comprobar el efecto que un buen traje ejerce sobre las personas, aquella mañana mi vecino estaba esplendido (cómo pude comprobar al encontrarlo en el rellano).
Tras saludarlo y salir a la calle, la luz del sol abraso mis ojos sin clemencia, rebelando al mundo la cruel realidad... ESTOY SOLO, TENGO MIEDO POR
LA NOCHE, Y HE LLORADO PORQUE NADIE ME HACE CASO.
Autocompadeciéndome estaba, cuando un claxon me devolvió a la realidad.
-EY-
-eY-(contestó mi amigo) Sin mediar una palabra más (pues es sordomudo) subí a su coche, y por señas, me indicó que tenia que repostar, así que nos dirigimos hacia el bar mas cercano.
Tras 3 o4 birras cada uno, me dijo que el coche tenia que repostar, y algo sobre un oso, o una corista(aun no controlo a la perfección el lenguaje de signos).
Aquel viejo panda del 84 era una buena maquina,sobria austera, como la celda de un franciscano, con sus pegatinas de tías en tetas y todo, incluso había un rollo de papel del cul...
Que simpático es el mudo, tenias que verle hablar por señas mientras conduce, ¡¡¡tiene una gracia!!!
Creo que es italiano y, digo creo porque no tiene mucho acento, o yo, profano aun en el mundo de la lengua de signos, apenas se lo he notado.
Y bien, aquella maravilla de la automoción, haciendo gala de la ingeniería de vanguardia, fre de sesenta km/h a cero en apenas cuatrocientos metros, justo justo al lado del surtidor.
Aquí empieza el horror.
Un extraño ser ataviado con una camiseta ¡¡¡DEL BETIS!!!sal de lo que parecía su guarida, y se dirigió hacia el distribuidor.
Estaba contemplando la maravillosa perfección de su falta de incisivos y caninos, cuando un extraño gesto me hizo reaccionar:
¿Pues no nos estaba echando la gasolina el muy cabrón, con un puro en la mano?
Mediante señas, la indique a mi amigo aquel revelador y peligroso detalle, y el rápidamente, me respondió que no, y que le devolviera los otros cincuenta.
Que cachondo es el mudito, aunque si te digo la verdad, hubiera preferido a gruñón, que aunque se queje, al menos se de que está hablando.
En fin amigos, tras darle lo suyo al gasolinero, él ,  nos dió la vuelta.
Salimos de allí con rumbo desconocido,en dirección al bar que hay bajo mi casa, y después de unas copas de Lambrusco, pensé para mi, Juan, aquí hay reportaje.
Esto es todo por el momento
Muchos besos para todas y todos y tú, Laura, donde quiera que estés, si lees esto¿donde están mis calzoncillos de la rana Gustavo?, sabes que son los que mas me pongo.
Te quiero Laura, un beso.


domingo, 6 de diciembre de 2015

Adicto

a poner por escrito cuanto me remueve el alma. Al subidón de reflejar en negro sobre blanco aquello a lo que no le encuentro el verdadero sentido en un principio pero que termino comprendiendo con la jeringuilla del ordenador detenido en standby frente a mi.
Me emborracho con figuras literarias destiladas en un alambique de emociones y vomito el exceso de tragos a escondidas.
Sufro una sobredosis de metáforas tal, que soy practicamente incapaz de llamar a las cosas por su nombre y aunque a veces me chuto con cualquier metáfora "impura", cuando me hago con un cargamento de metáforas "puras" me desato y organizo un tremendo fiestón alegórico en mi cabeza.
Con mucho cuidado quemo cada dosis sobre el albal de mis textos o en una cucharilla donde las mezclo con lágrimas para potenciar su efecto y al apretar la goma en mi brazo buscando identificar lo antes posible la vena adecuada, sé que la droga llegará a mi alma por un torrente sanguíneo intoxicado al completo por todo lo que hubiera querido decir en su momento y no supe y por tanto que he callado, que se pudrió en mi interior corrompiendo la calidad de mis escritos y llevándome a la perdida de la razón que es el "viaje" más siniestro.
En pleno éxtasis olvido la importancia de puntos y comas para evitar desbocarme cómo un potro  y en demasiadas ocasiones, al estar drogado con términos irreales que se confunden con los reales, corro el riesgo de ahogarme en cada frase.
He tratado de ponerme a salvo, de limpiar mi mente, de salir de esto.
El sudor y los mareos me han acompañado durante el síndrome de abstinencia y ya me he demostrado que esta adicción es muy poderosa y por supuesto mucho más fuerte que yo.
He probado con la metadona de algunos autores que debería contener mi ansía pero por el contrario leer cómo sustituto de otras sustancias, lejos de ayudarme, casi me destruye.
He esnifado aliteraciones y me he inyectado hipérbaton cuando he tenido la ocasión, pensando que podrían aliviar el sufrimiento pero no ha servido de nada.
Necesito escribir y ahora que estoy en tratamiento y me he puesto en manos de profesionales, sé que seré el eterno yonki de la literatura.
Bendita adicción.
El mejor producto se puede encontrar en muy diversos estilos y hay poemas que te dan el mismo subidón que un buen ensayo o las mejores novelas pero ya me han explicado mis terapeutas que a lo que soy verdaderamente adicto es a crear mis propias historias, aunque no sean de una pureza ni con mucho tan elevada como las que escriben otros.
Estoy trabajando muy duro en una nueva novela donde trato de volcar lo que me desborda pero aún así, cuando tras guardar los cambios y progresos,cierro el archivo y me concedo un descanso, a los pocos minutos debo prepararme otro chute en forma de entrada de este blog.
No puedo curarme, no concibo una vida sin ello y si existe esa vida, no quiero vivirla.
Quiero conseguir el mejor producto, ese en el que pueda  decirle con las más hermosas palabras a la persona que quiero, lo terriblemente insoportable de ese amor no correspondido y lo absurdamente necesario de su cotidiana indiferencia.
Quiero aprender a abstraerme de mi mismo durante cada "cuelgue" y, como los fumadores de opio, tumbarme sobre un mullido lecho donde poder sonreír con la mirada perdida y soñar que las cosas van a salir siempre como yo quiero, consiguiendo el entramado perfecto entre sucesos y personajes para la obra cumbre que llevo años persiguiendo y que corre mucho más que yo.
No me importa si esa obra cumbre es una novela póstuma, el caso es que algún día quisiera alcanzarla aunque sea en la antesala de la muerte.




 



jueves, 3 de diciembre de 2015

Te recuerdo costantemente, Blancanieves

Yo no tengo que pensar ni siquiera un segundo si tu recuerdo me hace bien o me hace mal. Evocar tu sonrisa y la dulzura de tu expresión siempre me hará bien.
No sé donde estás exactamente, si aquí o allí y no sé si el que te lean estos textos junto a tu cama del hospital, podrá ayudarte a encontrar el camino de vuelta pero si fuera así no sabes lo infinitamente feliz que me haría saberlo.
Cómo dice esta canción, debes estar "atrapada entre los besos y el adiós" pero aún no te vayas por favor, aún hay muchas cosas que tenemos que hacer juntos, hay mucho que ver y mucho que disfrutar.
De aquellos días que pasé en coma hace ya más de un año, no recuerdo absolutamente nada. Solo sé que no sufrí lo más mínimo durante el estado comatoso y que a mi no me dieron entradas para el famoso túnel, ni había ninguna luz al fondo, iluminando el final del camino (tan solo el brillo de mi buena estrella) por lo que al menos tengo la absoluta certeza de que no sufres y no te enfrentas a nada malo.
No quiero que te vayas aún Blancanieves, estoy dispuesto a buscar otros seis enanitos para compartir piso y hacerte un hueco en casa, prometo incluso cocinar para todos pero por favor, quédate.
Estoy dispuesto a lo que haga falta, incluso a renunciar a todos mis sueños ahora mismo si con ello puedo compensar tu pesadilla y mañana abres los ojos.
Aunque me pese (y le pese a quien le pese) comienzo a entender que por encima de cualquier otra cosa en este mundo, quiero ser escritor y esta es mi manera de tratar de llegar hasta ti.
Podría haber sido el mejor médico del mundo (seguro que habría sido mucho más útil en esta ocasión) pero mi única vocación ha sido siempre la de juntar letras para contar cosas en negro sobre blanco. 
"Voy a poner una velita a todos mis santos" voy a intentar llegar a un acuerdo con el presidente de esta empresa y voy a ofrecer cualquier cosa que pueda interesarle a cambio de que no te trasladen ahí arriba de momento, aún es muy pronto Blancanieves y aquí dejarías demasiadas almas destrozadas por tu ausencia.
Tienes una familia que te adora, viviendo la terrible incertidumbre de no saber que va a ser de ti y tienes a muchas amigas y amigos que no paramos de preguntarnos de que manera ser útiles para que te liberes de tu sueño. 
Puede que de alguna manera te llegue algo, no lo se, no recuerdo cómo funcionaba aquello, yo regresé sin memoria pero estoy convencido de que dentro de mi cabeza y de mi pecho, mi alma,mi esencia o mi energía (llámalo como prefieras) se dejó guiar por las voces amigas que me pedían que me quedase y sintió cada beso y cada caricia de los que velaron mi sueño.
Si vuelves hazlo tranquila, seremos muchos a luchar para intentar que seas feliz.
Y si al final no consigues hacerte con un billete de vuelta, te prometo que en cuanto me toque ir para allá  (después de localizar y saludar a mi padre) te buscaré y te daré el abrazo que quisiera darte a cada momento desde hace demasiadas semanas ya.
Es por eso por lo que tengo más que claro que tu recuerdo me hace bien.


 


 


miércoles, 2 de diciembre de 2015

Sin red

En una entrada que publiqué en octubre de 2012 con el título "Frío" y que más tarde  trasladé a mi libro de relatos "Historias para según qué días" con el mismo título y acompañada por una ilustración de ese genio pequeñito que es Estela Labajo Duque, escribí: "Soy el equilibrista de nieve que camina sin red por la cuerda floja de todo lo que no quiero y de tantas cosas que querría decirle y no puedo."
El funambulismo es una de las expresiones artísticas que mejor expresan de forma metafórica las emociones de la vida y la forma de afrontar cada momento.
Hablando con la artista Cristina Calleja, a quien podemos ver en la foto que encabeza la entrada y de quien me llena de orgullo el que forme parte de mi entorno social y personal, he tratado de explicarla que verla en acción me despierta muchas sensaciones y me inspira infinidad de textos.
Es sorprendente ver a alguien en apariencia tan frágil y delicado, sortear el peligro y vencer a la ley de la gravedad sin el menor problema.
Es una lección de vida.
Cuando piensas que puedes caer al vacío, que no vas a tener la fuerza suficiente para agarrarte a la salvación y cuando al mirar hacia abajo y ver que no hay red te desesperas, recuerdas a Cristina en el trapecio o agarrada a las telas y encuentras el estímulo que te hace intentar ese movimiento que te permitirá sostenerte y mantenerte a salvo.
Todo tiene sus procesos y hay que saber que para poder alcanzar ese grado de supervivencia tan elegante y hermoso hay que practicar mucho y sobre todo hay que decidirse a perder el miedo o al menos a ignorarlo y no permitir que te atenace los músculos ni el alma.
Yo trato de emular a Cristina cada vez que me siento ante un teclado dispuesto a vaciarme las entrañas y a bucear en los rincones más oscuros de mi alma. 
Al escribir según qué textos, trepo hasta un trapecio situado a miles de metros sobre el suelo y a simple vista no hay red pero si me fijo bien veo que hay una red segura y mullida, tejida con los brazos y el cariño de tanta gente dispuesta a detener mi caída que no puedo evitar emocionarme.
Si consiguiese trasladar esa seguridad a mi día a día las cosas serían muy diferentes pero prometo intentar hacerlo y como Cristina y las artistas de su disciplina, conseguiré superarme trabajando duro, aunque cueste y dé miedo.


 

domingo, 29 de noviembre de 2015

Como se quiere a un gato.

Ayer noche, durante el concierto que ofrecieron mis amigos de "Los pichas rondilleros", por asociación de ideas y al escuchar una versión de otro tema que canta Don Joaquín Sabina (gran poeta urbano), me vino un nuevo recuerdo a la cabeza.
En esa evocación, rememoré de golpe y sin anestesia alguna, el momento en el que la mujer con la sonrisa más bonita del mundo (que tuvo la deferencia de regalarme una relación que duró más de un año)pocas semanas antes de dejarme, me dijo citando la letra de la canción que encabeza esta entrada: "antes de que me quieras, como se quiere a un gato, será mejor terminar con esto".
Creo que ni el autor de la letra ni ella, tuvieron en cuenta que el amor que se siente por un animal, es algo absolutamente puro y carente del más mínimo interés.
Ahora me doy cuenta de lo mucho que la quise, aunque como siempre y para mi desgracia me doy cuenta de estas cosas a toro pasado.
Cómo dice siempre un gran amigo: "a toro pasado y cojones vistos, macho seguro".
Siempre he convivido con animales domésticos (tigres y leones los tenía prohibidos en casa, pues aunque como cantaba Torrebruno: "todos quieren ser los campeones", despejarían el podio comiéndose al resto de medallistas) y desde bien pequeño me he criado con perros en el hogar.
Mi relación con los felinos comenzó hace relativamente poco tiempo, al perder por circunstancias completamente ajenas a mi voluntad a la perrita que convivia conmigo.
"Gatete" llegó a mi siendo un cachorrrito y me lo entregaron como regalo de cumpleaños,dentro de una caja de botellas de vino. Podéis imaginar mi sorpresa al tirar de sacacorchos y encontrarme con aquella criaturita.
Desde entonces (hace ya casi cuatro años) "Gatete" me ha enseñado mucho sobre el mundo felino pero sobre todo y por encima de todo me ha robado el corazón, con su afecto desmedido.

 Obviamente su amor es correspondido, pues soy víctima constante de sus caídas de ojos y de su ronroneo al oído.
Ya he escrito que entre otras cosas el año pasado perdí la vergüenza a demostrar mis sentimientos y a decirle a quien quiero, lo que siento en cada momento.
Puede que si hace unos años hubiera aprendido a expresar este tipo de interioridades y a liberar el cauce emocional, la chica con la sonrisa más bonita del mundo habría descubierto que si, que la quería como se quiere a un gato pero que yo a mi gato lo quiero con una intensidad y una fuerza brutal y siempre me tendrá a su lado para lo que haga falta y me esforzaré en que se sienta seguro y querido cada día.
La vida da muchas vueltas, quizás con el tiempo aquella chica vuelva a sonreirme o quizás no pero en el fondo, ya sé que el amor siempre tiende a ser cuantificado.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Señor Juez

Cuando encuentren esta carta yo ya me habré ido.
Únicamente escribo esta misiva para exonerar de cualquier responsabilidad a las personas que habitan esta casa. Mi muerte es tan solo decisión mía y yo he sido quien libremente he saltado desde el balcón.
Hoy es un buen día para morir, hay un sol precioso que parece invitarme a despedirme de todo esto con algo de luz.
Mi vida se ha convertido en tal infierno que ya no me interesa seguir viviendo.
Durante nuestro noviazgo, ella siempre fue una fuente de amor y cariño incondicional, cosa que me llevó a desposarme con el absoluto convencimiento de que era la mujer de mi vida y con quien podría alcanzar la felicidad.
Craso error.
Con el tiempo comenzaron los insultos y los desprecios, al principio en privado pero paulatinamente  se convirtió en algo tan normal, que ni siquiera se molestaba en hacerlo en la intimidad.
Comenzó a minarme la autoestima con desmedida crueldad el día que me despidieron del trabajo.
"Poco hombre", "mierdecilla" o "fracasado" son algunos de los apelativos cariñosos que me dedicaba sin importarla quien escuchase los calificativos.
Después llegó la desaparición por completo del contacto físico y sus continuas y repetidas ausencias del hogar sin dar ningún tipo de explicación.
Cuando comencé a preguntar donde pasaba las horas, su repuesta fue "con un hombre de verdad" y aquello terminó de precipitar los acontecimientos.
Tenemos dos hijos de corta edad y no se priva de contarles entre risas lo particularmente estúpido y lo  frustrado que es su padre.
No voy a mentir, he barajado diversas opciones para solucionar este problema. Cuando la hablé de acudir a un asesor matrimonial me escupió literalmente en la cara y al hablarla de divorcio me aseguró que al estar yo en paro y al ser ella la madre de los pequeños y contar con un medio de vida digno, cualquier juez no dudaría en entregarla la custodia de los niños sin pestañear siquiera.
Además tanto el piso cómo el coche y lo poco que tenemos en el banco pasarían a formar parte de su propiedad al hacerse cargo de los menores.
Pensé incluso en lo sencillo que sería matarla pero yo no soy así y no quiero dejar a mis niños sin madre.
Prefiero que todo termine ya, a vivir encerrado en una cárcel y con la peor de las condenas que sería la tortura continua de mi conciencia.
Francamente no entiendo que ha sucedido y que la ha llevado a convertirse en el monstruo en el que se ha convertido.
Esto es muy triste pues uno no se sienta con los amigos a hablar de cuanto le humilla su mujer constantemente. En la sociedad en la que vivimos se somete al hombre a un juicio rápido en cuanto se habla de diferencias matrimoniales y generalmente se le condena de antemano.
Es cierto que hay muchísimo salvaje que maltrata a la mujer pero también hay muchas mujeres que maltratan a sus parejas, aunque este maltrato no implique moratones en la cara.
Espero que cuando mis hijos sean adultos, se hayan erradicado por completo este tipo de conductas y si fracasa el amor, al menos que no fracase el respeto.
Celebro haber comprado un ático en el edificio aunque por tener una buena  terraza y unas excelentes vistas pagué casi cien mil euros más.
Los niños lo disfrutarán.




Este relato lo he escrito tras haber leído ( y aprobado) el comentario de un amigo y lector habitual del blog, que me ha pedido que considere que en justicia habría de escribir algo para denunciar también los malos tratos a los hombres, que aunque en menor proporción y de diferente forma, también existen.
Sé que hay hombres que viven maltratados por sus parejas y que sufren en silencio (la mayoría de las ocasiones) el desprecio y el escarnio de aquellas de quienes se enamoraron.
No quisiera entrar a posicionarme sobre lo que es más o menos duro, o más o menos doloroso.
Cualquier tipo de violencia de género, venga de quien venga, es una lacra que hay que erradicar y eso solo se podrá hacer educando en la igualdad y en el respeto, a las nuevas generaciones.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Tampoco es para echarse a temblar.

Eso lo tengo más que claro. No entiendo cómo ha reaccionado así.
Tan solo la he dicho un par de verdades pero no la he puesto la mano encima, aunque con ganas me he quedado.
¿Qué se ha asustado? Más me asustan a mi otras cosas y no voy por la vida montando esos numeritos.
Esta misma mañana me ha tocado comerme los cojones en el curro y agachar la cabeza ante el encargado que me ha echado una bronca absolutamente injustificada. Él no curra ni la mitad que yo pero cómo es el ojito derecho del jefe nadie le reprocha nada y todos los meses se mete sus buenos dos mil euros por chulearse delante de nosotros y hacer un par de llamadas y un par de informes, como mucho.
Por si no estaba yo lo bastante jodido después del palizón que le metieron ayer a mi equipo, encima me encuentro con un día así.
Menos mal que por lo menos cuando terminó el partido, cosimos a pedradas los buses de la afición contraria, instalando un nuevo sistema de ventilación para ayudar a ventilar ese olor a cerdo. Seguro que a ellos no les molesta tanto su olor cómo a nosotros pero fijo que los chóferes nos lo agradecen.
Cuando he salido de currar he ido a la taberna del Paco como cada día a tomar una birra relajante y a esperar a que ella viniese a buscarme. A la media hora mas o menos se ha presentado allí con su carita de niña buena y un chaleco negro ajustado y con la cremallera abierta que aunque lleve debajo una camiseta y no se la viesen las tetas, era demasiado provocativo para mi gusto.
Está muy buena, no nos vamos a engañar pero no quiero que se luzca delante de todos los tíos del barrio, ella es mía. 
En cuanto se ha tomado su cerveza la he cogido de la mano y la he sacado de allí. Me estaba encabronando una barbaridad tanta miradita babosa de los chavales de la esquina y si no nos llegamos a ir, habría tenido que soltar un par de cabezazos para marcar claramente mi ganado y que los cuatreros supiesen que no voy a consentir que nadie se acerque a echar el lazo sobre ella.
Nada más salir la he notado molesta y cuando la he ido a comer la boca, me ha quitado la cara, la muy zorra. A mi , a un tío por el que muchas mujeres pagarían sin problema.¿Quien coño se ha creído que es ella?
Al doblar la primera esquina la he tenido casi que arrastrar para que entrase conmigo en el callejón.
En este callejón hemos pasado muchas horas cuando éramos más canis y no teníamos sitio donde poder estar solos para nuestras cosas y hoy no la apetecía entrar.
No entiendo porqué estaba llorando ¿de qué se queja?.
La llevo por ahí conmigo cuando salgo, la pago las birras como los caballeros de antaño y en cuanto al sexo no creo que pueda decir nada. No soy el Richard Guere ese en Prety Woman pero tampoco ando mal de panoja y tengo mis detalles con ella. Vale que no la puedo comprar todos los trapitos que a ella seguro que la gustarían pero el otro día, sin ser su cumple ni nada la regalé una camiseta bien chula y de marca. Si eso no es amor es que no lo entiende.
Ahora me dice que no la gusta cómo la trato, que no soy un objeto de su propiedad y que no la respeto ¿pero está tonta o que coño la pasa?
Es mía, lo es  desde aquella fiesta en la que en que en vez de enrollarme con su amiga que estaba mazo de buenorra la pedí salir a ella, dándola la alegría de su vida. 
Me dijo que si en el acto. Eso yo lo tenía bien claro, está muy buena pero ni siquiera gana pasta, se pasa el día estudiando y en la facultad, menudo coñazo de tía, que me parece a mi que para ser enfermera con tener un poco de cuidado y poner atención en el hospital es más que suficiente.
Ahora todas quieren ser más que nosotros y plantarnos su títulos en la jeta pero bien que la ha venido que yo curre desde los dieciocho, que tenga carro para irla a buscar a la facul y para llevarla a la playa de Santander en verano, que si tuviéramos que ir con la paga que la dan sus viejos lo llevaríamos claro. 
Yo soy un hombre que se viste por los pies.Pago religiosamente mi alquiler con el sudor de mi frente y me independicé para poder ofrecerla una casa donde pasar tiempo conmigo y no tener que follar en un callejón, en un parque o en el portal de casa de sus padres.
Está muy de moda lo de la violencia de género y se pasan el día metiendo a las chicas pájaros en la cabeza. A ver si se van a creer que son todas unas princesas y que los tíos somos su único problema. Si de siempre el hombre se ha ocupado de la mujer, la ha defendido, la ha hecho la reina de la casa y la ha dado esos hijos que tanto las apetece tener y que aunque lo diga el refranero, no vienen con un pan debajo del brazo, hay que currar mucho para poner un plato en la mesa, pagar los pañales, la leche en polvo, los cuadernos, el colegio y todas esas mierdas.
Me dice que está harta de que la maltrate. No tiene ni puta idea de lo que es el maltrato ¿o se piensa que es una negrita en una plantación y yo el capataz?
Solo la he dado un par de bofetadas en una ocasión y fue porque la vi tonteando con un pijo de su universidad. Aunque ella me lo negase y se pusiera a llorar yo conozco perfectamente a las mujeres y eso de tomarse un café entre clase y clase lo entiendo perfectamente. Hoy un café, mañana un cubata y pasado vaya usted a saber.
¿Pues no me ha dejado la muy zorra? Cuando me ha dicho que ya no aguantaba más y que me fuera a tomar por culo me han entrado tantas ganas de darla una hostia bien dada que cuando se me ha levantado el brazo de forma automática se ha puesto a temblar.
En ese momento han entrado dos maderos que debían de estar buscando camellos o algo de eso y al verme con el brazo levantado y a ella temblando se me han llevado palante sin atender a razones.
Para más cojones ella ha denunciado, la habrá comido la olla el psicólogo de la comisaria o quien haya sido, igual la ha convencido una mujer policía. Mujer y policía, menuda combinación.
El caso es que no soy un delincuente y aunque me tengan aquí unas horas tendrán que soltarme porque no he hecho nada y ya le he explicado al madero de turno que lo que ha pasado tampoco es para echarse a temblar. Tan valientes que se creen ellas.
La putada es que mañana es sábado y hay fiesta en casa del Serpa, todos irán con sus guarras y yo tendré que ir solo pero bueno, seguro que alguna se lleva a una amiga y fijo que con el rollo de que me ha dejado mi tía doy penita y ligo.
La vida da muchas vueltas. 



Este texto me ha supuesto introducirme en la mente de uno de tantos hombres que no han entendido nada de la vida ni mucho menos de la mujer y tratar de expresarme como si lo pensase en primera persona alguien al que han pillado a tiempo y han llevado a calabozos.
Hoy es el día contra la violencia de género.
Me da mucha vergüenza que en mi país y en los tiempos que corren muera una mujer por semana, víctima de este tipo de violencia.
Lo triste es que aún hay muchas personas que piensan como el protagonista de mi relato.
Esperemos que la sociedad consiga abrirles los ojos.
Con todo mi cariño y mi respeto al género femenino.
Fuerza y honor.



 


domingo, 22 de noviembre de 2015

Atracón de recuerdos

Esto de la neurología es un no parar de llevarse sorpresas.
Aquel 14 de abril del año pasado, perdí la memoria y los médicos me dijeron que no me preocupase que la iría recuperando poco a poco.
Al resetearme a las bravas, el disco duro de mi cerebro eliminó o cambió de sitio muchísimas carpetas de recuerdos, excepto aquellas que contienen los recuerdos más desagradables y más intensos.
La neuróloga que me revisa cada equis tiempo me ha explicado que precisamente los recuerdos dolorosos al igual que los conocimientos adquiridos a fuerza de estudio y empeño, son los que antes se recuperan (para mi sorpresa sigo hablando inglés e italiano pero no consigo recordar con detalle mi primer beso) y que justo los recuerdos amables y los triviales son los que más tardan en volver.
A veces una cosa lleva a otra y de repente me encuentro con recuerdos de mi vida que me sorprenden gratamente y con otros que me asustan un poco y llegan a cabrearme, pues no me termino de identificar con ese yo de antaño que a veces me resulta bastante gilipollas.
Si pudiese hacerlo no dudaría en cambiar comportamientos del pasado, subsanar errores que en su momento no me lo parecieron pero que en el presente arrastran consecuencias.
He recordado también por asociación de ideas muchas historias de amor o de lo que yo creí que era amor.
En ese terreno siempre he sido igual de estúpido que en muchos otros y he mantenido mi nefasta estrategia de mirar hacia otro lado cuando las cosas se ponían difíciles y surgían problemas o simplemente no quería ver la realidad.
Ahora la veo y me empeño en mantenerla la mirada, ya no voy a apartar la vista aunque me duela y me ciegue el brillo de muchas cosas.
Desde que era un niñatillo identifiqué todo lo que deseaba encontrar en una mujer en cierta persona que lee asiduamente este blog y que siempre ha estado a mi lado, en los momentos buenos y en los malos.
Me ha costado muchos años darme cuenta de que nunca pasará de lo platónico y de que además, me cierro yo mismo las puertas que debería abrir de par en par para que pase la persona adecuada y se ponga cómoda para el resto de mis días. Además sin desearlo también estoy lastrando su vida, pues si lo que quiero es que esa persona sea completamente feliz, debo darla toda la libertad que se merece y quedarme con lo bueno de su inmenso cariño y su  incondicional amistad. Cómo canta Pablo Milanés "la prefiero compartida antes que vaciar mi vida".
Digamos que con los recuerdos me está llegando también algo de inteligencia emocional, debe de estar de oferta o haber un dos por uno.
Al igual que escribí que quisiera ser un buen escritor, que con ser escritor no me vale, también quiero ser una buena persona, con ser persona tampoco me vale.
Creo que me va a costar mucho más lo primero que lo segundo pues para ser un buen escritor tendré que trabajar mucho y para ser una buena persona tan solo tendré que esforzarme en no hacer a los demás lo que no me gustaría que me hiciesen a mi.
Si todo el mundo funcionase con este principio las cosas serían muy diferentes pero imagino que todos deberían proponerse lo mismo que me he propuesto yo y aunque nunca he sido particularmente "malo" ni negativo para los demás, me ha costado cuarenta y un años plantearme esa idoneidad de acciones.
He de perdonar a muchos y pedir perdón a muchos más.
Puede que se deba a esa tan fastidiosa "labilidad" pero ahora la mayoría de las veces que me siento ante el teclado termino con la lagrimilla colgandera.
Fijo que algún amigo me va a forrar a collejas para que espabile y me deje de tanto drama.
En "Colgado de la cuerda oportuna", la novela que estoy escribiendo sobre la guerra de secesión americana, he repartido sentimientos y actitudes entre muchos personajes para poder actuar a través de ellos cómo quisiera actuar en la vida real y aunque suene estúpido, al escribirles situaciones límite y dejar que reaccionen ante ellas me sirve de catarsis y de campo de pruebas.
Tengo la suerte de poder plantearme muchas cosas a través de lo que escribo.
Del mismo modo que un pintor plasma su mundo en un lienzo, un compositor le da forma musical a través de corcheas y semi corcheas yo puedo escribirme hipotéticas reacciones ante sucesos que aún no han llegado a ocurrir y que espero que algunos no lleguen nunca.
Adoro el realismo mágico de Macondo y manteniendo las distancias, a veces creo mis universos tan reales como mágicos, donde soy feliz.





viernes, 20 de noviembre de 2015

Hasta cierto punto

Una vez más estoy de acuerdo con Manolo Garcia, pero hasta cierto punto.
Sentir es mejor que pensar, sobre todo si piensas demasiado y entras en bucles peligrosos pero sentir en exceso también puede ser muy peligroso, mucho.
Cómo humano que soy, estoy sujeto a mis sentimientos y en la mayoría de las ocasiones los sentimientos me atan más que los pensamientos. Craso error, uno puede equivocarse al pensar pero también puede hacerlo al sentir y con desastrosas consecuencias.
Agua y aceite. Aunque mezcles sentimientos con pensamientos, los sentimientos se mantendrán en la superficie y será lo primero que se vaya al achicar la inundación en el alma.
Aún no he aprendido cómo lastrar algunos sentimientos para que se queden en el fondo y no tiendan a emerger, con el peligro que eso conlleva.
Pensar es algo a lo que no estaba acostumbrado , solía vivir deprisa y mirar hacia otro lado, hacia cualquier punto donde no viese problemas y quizás ahora pienso demasiado y le doy millones de vueltas a todo, como si con ese centrifugado mental fuera a conseguir algo.
A sentir si que estaba acostumbrado y he sentido mucho y no quisiera dejar de hacerlo.
No todos los sentimientos han sido hermosos, ni mucho menos. No soy un tipo dado a sentir ira  y odio, siempre he tendido a tratar de ignorar esos sentimientos e incluso a eliminarlos antes de que llegasen a florecer pero ahora también forman parte de mi realidad cotidiana. Maldigo lo humano que hay en mi. Maldigo la facilidad de muchas personas para causar dolor y destruir las ilusiones de los demás.
Puede que no esté en mi mejor momento emocional, puede que el haber sentido tanto miedo y tanto dolor me hayan causado una herida que aunque con el tiempo llegue a cicatrizar, me molestará con los cambios  climatológicos y con la humedad, sobre todo si esa humedad viene de un torrente de lágrimas.
Quizás lo más intenso que he sentido en estos últimos tiempos, aparte de la muerte de mi padre, haya sido un profundo agradecimiento hacia mis seres queridos por haber estado a mi lado.
Pero no todo es de color de rosa y aunque algunos lo piensen, no vivo en los mundos de Yupi.
En ocasiones se me mezclan sentimientos y pensamientos y me descubro pensando y sintiendo que no me gusta mi vida, que me he encontrado con demasiadas cosas terribles seguidas y que en ocasiones estaría mejor dormidito o en standby. 
Aún disfruto al sentir el aire fresco en el rostro las mañanas soleadas, aún disfruto de un buen vino con un amigo, de una buena conversación, de un buen libro, de una cación bonita y de encontrar algo especial en determinadas personas pero siento que he perdido parte de mi esencia primigenia. Igual eso es la madurez, vaya usted a saber.
Imagino que todo esto a muchos de vosotros os parecerá una soberana estupidez y haréis cola para darme collejas pero muy a mi pesar, estoy confuso.
Siempre he sido un tipo muy positivo y tremendamente optimista, de naturaleza alegre y sociable y con una seguridad en mi mismo que me ha llevado a cometer demasiados errores.
A fecha de hoy me estoy centrando en escribir y en aprender a hacerlo lo mejor posible. 
Corro el peligro de convertirme en uno de esos hikikomoris japoneses que no salen de sus habitaciones y viven conectados a la red y atrapados por sus ordenadores. 
Es cierto que he cambiado de ocio y aunque sigo haciéndolo gustoso, he cambiado muchas horas de alterne con los colegas, por horas ante el teclado, escribiendo o leyendo. Aún no me he enganchado a "Gran hermano" o a "Sálvame" ni creo que lo haga, teniendo libros a mano.
Leo un libro detrás de otro, eso no es nada nuevo, lo que si que es nuevo, es la envidia que se me mezcla con el placer al abrir cada uno de ellos y enfrentarme a sus páginas.
Mucha gente me considera escritor. He publicado un libro de relatos, estoy a punto de publicar una novela, trabajo duro en otra que tengo muy avanzada, escribo relatos, cuentos y textos en este y otros blogs practicamente a diario y aunque he ganado algunos premios literarios, cada día soy más consciente de mis carencias y limitaciones, también en lo literario.
No me vale con convertirme en escritor, quisiera ser un buen escritor.
Supongo que esa habilidad es cómo el ritmo o el oído musical, o naces con ello o es muy difícil adquirirlo. 
Trabajo mi mente a más no poder y trato de absorber lo que puedo de los grandes autores que llenan mis estanterías pero cada día me siento más frustrado, pues aunque me bullen las ideas para miles de historias y  la necesidad de contarlas y de transmitir es superior a mis fuerzas, me parece que no termino de dar con la forma adecuada, de depurar el estilo y de encontrar ese "Santo Grial" de la literatura mediante el que al beber un trago del cáliz, alguna de mis obras se convierta en inmortal.
De todas maneras me ratifico en que es mejor sentir que pensar, sobre todo si aquello que sientes te despierta pensamientos lúcidos y bellos.




 

 

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Tan lejos, tan cerca.

Debo de ser un auténtico profesional en alejar de mi todo lo que quiero.
Ya lo canta Bebe:"Era verdad que yo tenía ganas de verte, era de verdad que yo tenía ganas de quererte, a ti".
Supongo que es parte de este eterno proceso de aprendizaje que me hace caer desde lo alto de las ilusiones y que me enseña a no obcecarme en lo que no puede ser.
Es duro pero de todo se aprende.
No es que quiera demasiado, es que aún no he aprendido a hacerlo en condiciones.
Genaralmente asusto y confundo, trato de purgar mis defectos a base de textos, relatos, cuentos...historias en definitiva donde le paso un filtro a mis carencias y las maquillo para tratar de convencer a quien de otra forma no podría, pues ya me conoce lo suficiente y sabe de mi afán por dar con la historia de amor perfecta, aunque solo sea para poder escribirla, que ya estoy cansado de escribir fracasos.
La vida te ha llevado lejos, pero tan lejos, tan cerca, que al abrir los ojos cada mañana, maldigo al inventor de la distancia física.
Hoy por hoy, hay mil artilugios que nos acercan, como la radio o el ordenador, el siempre agradable y necesario papel donde garabatear una carta oportuna que establezca un puente entre los dos, o el tan minusvalorado teléfono móvil que a través de llamadas o mensajes minimiza ese millón de pasos que tendría que dar hasta llegar a ti.
Es un placer abrir los ojos y leer un mensaje en el teléfono, donde me das los buenos días y me llamas corazón pero sería infinitamente más placentero que me los susurrases al oído al despertar junto a mi.
De todas formas siempre he tratado de superar todo a fuerza de un malentendido romanticismo y esa no es la forma, a la vista está.
Creo que en efecto soy una persona muy romántica pero tras ese romanticismo que me desborda, escondo muchos defectos que son altamente incompatibles con una relación sana.
No se puede construir una vida tan solo con palabras bonitas, aunque ayudan a cimentar la construcción pero si no se aplica la argamasa necesaria de realidad y proyectos comunes, se termina yendo todo al carajo y se desmorona.
Sigo aprendiendo, quizás el método "ensayo-error" sea eficaz pero deja demasiadas cicatrices y corrompe la pureza de los sentimientos.
En cualquier caso me he concedido una tregua y un periodo de calma sentimental.
Necesito abituallamiento emocional y rearme energético. Sé que volveré a las andadas pero espero que al menos todos los fracasos hayan servido para algo y el día que las piezas del puzle encajen, termine con mi fantástica habilidad para alejar de mi a quienes apuestan por el caballo perderdor, tan necesitado de que alguien crea en él y de que dejen de golpearle con la fusta y de picar espuelas en su abdomen.
Algún día una mano amiga me alborotará las crines mientras me besa el cuello y me acaricia la frente.
Ese día no necesitaré escribir, tan solo tendré que vivir.