martes, 23 de junio de 2015

Era todo (la secuela)

Ya sabía yo que aquella entrada "Era todo" que publiqué aquí mismo el 4 de octubre de 2012 tenía que tener una secuela al menos y fijo que si me descuido media docena de ellas.
Lo onírico da mucho de si y más ahora que tengo un verdadero caos allí arriba y la noche es muy dada a fabricar sueños absurdos e incluso monstruos.
En esta ocasión todo transcurría en las oficinas de Hacienda.
Una preciosa música de violonchelo amenizaba la espera de los condenados. Todos vestíamos uniforme a rayas y llevábamos la típica bola negra encadenada al tobillo y a las muñecas esposadas.
No se porqué un violonchelo y no algo más aterrador como el Fary, bueno si se porqué, creo que antes de dormir estuve comunicándome con una amiga violonchelista que tocó en mi boda y con la que hacía mucho que no cruzaba mensajes.
El horror comenzó cuando por megafonía un funcionario dijo eso de " y a por otro, a por otro, a por otro contribuyente piloto" y después añadió mi nombre, dejando desolados a todos los asesinos en serie que aguardaban sentados junto a mi y uno de ellos me guiñó un ojo y se pasó la lengua por los labios en un ademán de todo menos erótico.
Me levanté y arrastré mi bola hasta la ventanilla y para mi sorpresa me atendió Fedra Llorente, la "Bombi", joer...que cabeza la mía.
Tiró de impresos oficiales y me hizo firmar la venta de mi alma (con IVA, eso si) la cesión de mis propiedades (un gato y un paquete de Chester mediado más o menos) y mi consentimiento al derecho de pernada del futuro presidente del gobierno. Acto seguido se despojó de la blusa y me enterró el rostro entre sus pechos.
Cuando conseguí sacar la cara de tan agradable zulo, me encontré en un escenario ante un público numerosísimo que pedía "otra, otra" y reparé en que estaba ataviado con un traje de época, de gobernador o comendador o algo de eso y que me quedaba algo "pesquero" pues el bajo no cubría por completo la silla de ruedas como en el famoso chiste de Clara, la de Heidi.
Traté de saludar dignamente inclinando el cuerpo y en ese momento caí estrepitosmente despertando la carcajada general, aplausos y gran ovación del respetable.
Creo que esto viene de mi vuelta a los escenarios esta misma noche que me tiene acojonado.
Cuando estaba megahumillado en las tablas de la escena una mano me ayudó a levantarme y alzando la vista descubrí a una criatura adorable y de reducidas dimensiones que me sonrió y me dijo"Hola soy yo, tu pequeñita, tu medía mandarina, me estabas esperando y he venido"
No se porque aquella chavalita impresionante me levantó del suelo con una sola mano y de repente cambió de nuevo el decorado y nos encontramos en mi habitación, desnudos en la cama y fumándonos el que debería ser el típico "pitillo de después"
Mi gato estaba recostado entre los dos, vestido, eso si y con las famosas botas del "gato con botas", unas "Katiuscas" amarillas que hacían juego con su largo impermeable de pescador de anuncio de "Capitán Pescanova". Estaba de lo más gracioso el jodío.
Terminé el pitillo y me lo apagué en el pecho sin molestia ninguna, me giré hacia la pequeñita y antes de que pudiera decir lo más mínimo la besé con todas las ganas introduciendola mi lengua hasta las entrañas y en el acto apareció un bebé de la nada, como en "Amanece que no es poco" y ella dijo  "Es que me obra enseguida, yo soy así, underground"
El llanto de un bebé junto a la ventana de mi habitación (vivo en una entreplanta frente a un colegio y la calle se llena de madres y padres que acuden con prisas a depositar o recuperar a sus niños de las aulas, dependiendo de la hora del día) me rescató de aquel sueño tan extraño y me he levantado jurando en arameo y buscando a la chavala por toda la casa.
No bebo y desde luego no consumo ningún tipo de sustancia nociva más allá de los torreznos y el lacón con grelos pero algo raro pasa en mi cabeza.
Igual es que me está volviendo el sentido del humor pero a través de los sueños.
Lo que está claro es que las cosas están cambiando dentro de mi, no solo fuera.
A ver si me recompongo, recupero el humor, el valor y las ganas de enamorarme y me dejo ya de tantas chorradas.
Todo llegará.

 

viernes, 19 de junio de 2015

Mejor no despertar a la bestia.

Considero más prudente llevarle a la cama un baso de leche caliente, una tila o incluso llegado el caso un orfidal o un lexatín.
De un tiempo a esta parte se me ha generado un "bruxismo" nocturno consistente en apretar las mandíbulas y rechinar los dientes, producto de la tensión acumulada y los nervios.
Puede que sea algo inherente al sistema de vida actual, a las lacras sociales de la ansiedad y el estrés o puede que sea tan solo una variación del conocido como "mal de la trinchera".
Tras muchos años dudando, al final decidí que prefería empuñar la pluma en vez de la espada.
Por mis venas corre sangre de conquistadores, de resistentes al invasor y de esforzados luchadores en diversas causas, unas seguramente más justas que otras pero vengo de una estirpe de soldados con inclinaciones artísticas y eso a la larga se nota.
He sido siempre un tipo muy calmado, he preferido rechazar la violencia aunque no vamos a mentir, tuve una juventud típica de mi ciudad y mi generación. Algo ajetreada, donde hubo algunos enfrentamientos y algunas actitudes equivocadas.
 Mi padre me enseño a leer a todo tipo de autores y a buscar lo indispensable y lo hermoso de la vida en los libros y gracias a él no torcí mi camino y enderecé a aquel muchacho perdido, confuso y de delicada fuerza de voluntad.
Aunque serví como voluntario en la Policía Militar y aprendí el manejo de distintas armas, aquello no me trastocó si no que me enseñó que es muy sencillo matar a alguien si tienes la herramienta adecuada y eso me lo corroboran desde distintos lugares del mundo cada día que enciendo el televisor y pongo el telediario.
Todos llevamos una bestia dentro y yo siempre me esfuerzo en acariciarle el lomo a la mía para relajarla y que duerma, que esté tranquila y no se meta en lios.
El problema llega con las provocaciones.
Si alguien se dedica a soplarle un "matasuegras" a mi bestia en el oído y a tirarle petardos a las patas, bombas fétidas al hocico y le unta la lengua con wasabi, al final terminará enseñando los colmillos y lanzando zarpazos.
Eso no quiere decir que quiera que suceda algo así pero como dice mi madre; "Lo poco agrada y lo mucho enfada" .
Son tiempos duros para la lírica y creo que lo mejor será ignorar los pensamientos negativos y los miedos aunque noto que estoy recuperando el valor y poco a poco voy a dejar de ser ese tipo asustadizo que traga con todo y consiente que le meen los zapatos y encima le quieran convencer de que está lloviendo.
De momento prefiero rumiar la mala leche y dejar salir a mis demonios en el blog, la vida a veces se presenta difícil pero perder los estribos no es la solución y además hay acontecimientos que vienen como vienen y son incorpóreos, no les puedes romper el tabique ni clavarles un cuchillo en el costado.
Si todos mis problemas adoptaran la forma de un "Golem" fijo que ahora me atrevería a romperle una botella en la cabeza y tratar de convertirlo en polvo y devolverlo al infierno de donde proviene pero trataré de ser realista y acometeré a cada uno de ellos en su terreno y con las armas adecuadas: paciencia, esfuerzo, constancia, ilusión y sobre todo esperanza.
Me he pasado tantos años mirando para otro lado que ahora me han subido las dioptrías al negarme a desviar la mirada de lo complicado de la vida.






martes, 16 de junio de 2015

Hablando de amor, ese tema recurrente

Ayer de la forma más tonta surgieron un montón de reflexiones sobre el amor y lo vivido al respecto de este hermoso sentimiento, que te transforma y te atrapa en una espiral de acontecimientos (que en unas ocasiones te convierte en  la persona más feliz del planeta y en otras en un guiñapo llororoso,lastimero,  con tendencias suicidas y propensión a escribir poemas tristísimos y relatos revanchistas)
A alguna de esas refexiones conscientemente no me había enfrentado nunca, quizás si en sueños o en pesadillas más bien, pero no con los ojos tan abiertos como un lemur.
Surgieron a raíz de la publicación de una amiga de facebook , publicación que comenté con la mejor de las intenciones pero una cosa llevó a la otra y al final aquello se convirtió en una charla de lo más metafísica.
Elena, que se llama esta amiga, creo que se ha enamorado y como la dije ayer tras varios comentarios que podían dar a entender justo lo opuesto, yo soy de los que siguen creyendo en el amor, incluso en el matrimonio y puestos a creer, también soy de los que creen en la posibilidad de la paz en el mundo.
He encabezado esta entrada con un formidable tema de los Dire Straits que siempre me gustó.
Romeo y Julieta han sido el no va más de las historias de amor hasta que llegaron Olvido y Mario, a los que deseo de todo corazón un final mucho más alegre e indoloro.
En cuanto a  mi, las últimas experiencias vitales me han convertido en un tipo asustadizo y prudente a más no poder, que por no atreverse no se atreve ni a enamorarse, con lo que he sido, que para mi desgracia y la de mis lectores siempre me he enamorado como un colegial y claro, eso me llevaba a escribir unos textos que rozaban peligrosamente lo ñoño y lo cansino.
Ahora , creo que he aprendido a diferenciar sentimientos y también a identificar las diferentes formas de amar.
Mi corazón siempre ha estado ocupado, pero lejos de lo que creía, era por un amor forjado sobre el respeto, la comprensión y la amistad en el sentido más completo y hermoso de la palabra (si amiguitos, las chicas tambien pueden ser nuestras mejores amigas sin que pase nada más).
Eso me llevó a tratar de adjudicarle una porción de tal amor a cada chica que se decidió a dormir conmigo y claro, como tenía cantidades industriales de ese amor dentro de mi, no me costaba lo más mínimo confundirlo con otros sentimientos tan bonitos como el cariño.
Craso error.
En las pelis cuando el prota se enamora, casi siempre es correspondido con un amor como el suyo, en la vida real no.
Y desde luego no me voy a poner derrotista y negativo rollo Tonino Carotone, yo no me cago en el amor, solo en los grados de intensidad del mismo.
El que se encuentren dos corazones afines es difícil pero posible y de hecho he tenido la suerte de conocer parejas que se han seguido queriendo hasta el final y más allá y el haberlo vivido tan de cerca es lo que me ha ayudado a no dejarme llevar por la incredulidad al respecto de todo esto.
He optado por esperar a encontrarme con mi famosa "media naranja" aunque con mi tamaño seguro que lo que me reserva el destino es una "media mandarina", da igual, el caso es que al juntarnos consigamos ser la pieza de fruta perfecta.
Hoy por hoy creo que aún estoy en plena posesión de mis facultades tanto físicas como mentales y no creo que nadie me vaya a incapacitar por prudente y por no querer volver a sufrir de amor, que hay que joderse lo que se sufre, yo que pensaba que era solo un tópico para completar las letras de las baladas o los versos de algunos poetas.
Sigue corriendo sangre por mis venas y mantengo mis apetitos, pero prefiero una temporada de dieta depurativa para recuperar la forma en el alma, que se me está quedando en nada y por descontado no pienso culpar de mis desgracias a ninguna de las mujeres que han estado a mi lado.
 El único culpable siempre he sido yo, que no he sabido amar de la forma correcta, no he querido ver la realidad de las relaciones y me he confundido constantemente aún a sabiendas de que algo no terminaba de cuadrar.
Se que estás ahí, que siempre has estado ahí y que un día ambos nos daremos cuenta y estaremos juntos para siempre o lo que quede de ese "siempre".
No te puedo poner nombre, pero te quiero pequeñita y tengo mucho que darte, quiero que poseas todo lo que soy, lo que he sido y lo que puedo llegar a ser.
Igual ya nos hemos besado alguna vez (que es posible) pero sin habernos atrevido a averiguar el porqué de esa extraña sensación en el pecho y esa imperiosa necesidad de recordarnos.
Puede que no seas tan etérea y nebulosa como te sueño, si no más bien tan humana como te deseo.
Igual un día aparece un nuevo Shackespeare y escribe sobre Juan y (...) una obra de esas de quitar el sentido.
Yo te ofrezco todos los mios, los seis.









jueves, 11 de junio de 2015

Haikus de un día más que raro.



Ya comente aquí un día que por mucho que me haya gustado siempre la poesía, nunca he sido muy hábil en el uso de esa disciplina.
Hace unos años descubrí esto de los haikus y aunque muchos piensen que es el refugio de los poetas sin talento, creo que los haikus son hermosos por esconder tanta emoción detrás del minimalismo.
Desde luego no voy a creer que se me den bien estas composiciones de tres versos y diecisiete "moras" o sílabas en total.
Si he sido capaz de enfrentarme a escribir algo en twetter no voy a flojear ante esta métrica tan singular y puede que no haya conseguido transmitir los sentimientos que pretendía en ellos, pero os aseguro que van cargaditos de emoción hasta las trancas.
Algunos de ellos los he escrito esta mañana en una sala de espera, paso previo a enfrentarme con la desconocido y su sello oficial, que puede arruinarte la vida o con suerte permitirte seguir luchando.
En cualquier caso que nadie, ni poetas, ni japoneses, ni poetas japoneses se sientan ofendidos por mi intrusión en este mundo.
Ya me contaréis.



Razones
Necesito amar,
más que encontrar razones,
para resistir.

Besos
No busco besos,
ni que lo interpretes mal,
solo ver tu luz.

La luz inversa
Sale el sol en ti,
brilla en tus ojos,
quema mis raíces.

Frío
Llega un invierno más,
hoy,
congelando esperanzas perdidas.

Despedida
Te me vas de repente,
lloro en silencio,
bebo recuerdos.

Sigue jugando
No juegues con la vida,
eso se paga,
y no se premia.

Ansiedad
Comete tus nervios hoy,
se sirven platos,
a muy buen precio.

Terror
A no encontrar un camino recto,
que me libere,
de tanta angustia.

Agradecido
No puedo entender porque,
ni a quien lo estaré,
cuando te marches.

Gato
Saca las uñas,
arquea la espalda,
ante aquello que bufas.

Mienten
No serán tus amigas,
Ni tu refugio,
tan solo aliadas.

Invisible
O tal vez ciego,
porque no quiero veros,
ni que me veáis.

martes, 9 de junio de 2015

Los dragones suelen proteger grandes tesoros.

En mi última entrada os hablé de que tras conocer a una joven bloguera y leer entradas de sus blogs, comprendí que esta necesidad de ponerlo todo por escrito no entiende de edades ni de generaciones.
Lo que si que veo con cristalina claridad es la selección de momentos internos que se llevan a las páginas de un libro o a las de un blog y que son de decisión absoluta y meditada de cada autor, pues uno no tiende a prostituir sus sentimientos, si no a compartir esas mareas existenciales con quien quiera o pueda tratar de comprenderlas e identificarlas.
No suelo hacer esto, pero al igual que en determinados momentos recomiendas un libro o una peli a los amigos, hoy voy a recomendaros la lectura del último post del blog "Cuidado con el dragón" de esta joven autora de la que os vengo hablando ultimamente.
Esto de entrar en contacto con otros blogueros es genial y me permite descubrir muchas cosas chulas.
Un día os pondré una selección de mis blogs imprescindibles y de lectura recurrente entre los que no faltarán medias mentiras, diarios de personajes carismáticos o actrices en busca de su identidad.
De momento os dejo con la entrada que os comentaba al principio y que ha dado lugar a este post.
Podréis acceder a ello a través de: www.ellosiemprehesidoyo.blogspot.com .
Y es que esto de tratar de reflejar lo que se vive y siente no es más que una historia interminable que pasa de unos a otros y que mientras exista la fantasía y las ganas de comunicar, la emperatriz seguirá gobernando nuestros sueños desde su torre de marfil.
Disfrutad de la lectura.

domingo, 7 de junio de 2015

Mejor como un perro negro que como un perro verde

Eso es lo que me ha venido a la cabeza cuando esta mañana tras el primer café me he sentado ante el teclado con la sana intención de escribir y  me he puesto en el equipo de música a buen volumen un disco de Led Zeppelin.
Este tema, Black Dog, ya se ha convertido en uno de esos míticos  en la historia de la música y habrá a quien le guste y a quien no, pero desde luego tiene una fuerza muy especial y transmite una burrada de sensaciones.
Yo que de un tiempo a esta parte no paro de darle vueltas al coco, ha habido ocasiones en las que me he llegado a sentir un poco "rarito" por mi forma de proceder, de enfrentarme con las cosas, de relaccionarme con los demás, de sentir y de vivir en general.
No soy un tipo especial ni mucho menos, simplemente me cuesta un poco ubicarme pero hay mañanas como la de hoy en las que al escuchar una canción siento como me renuevo por dentro y como mi energía interior experimenta un cambio radical.
Ser un perro verde es algo que se puede interpretar casi peyorativamente máxime cuando es tu entorno el que te cuelga el cartelito y por supuesto ni lo soy ni lo quiero ser, prefiero ser un "gatoflauta" puestos a elegir.
Hace un par de días conocí a una chavala bien maja que alimenta dos blogs literarios y al leer entradas de ambos blogs me di cuenta de que pertenezco a una especie muy común dentro de los seres humanos. Son muchos los que necesitan poner por escrito sus vicisitudes contándolas de una forma más o menos amenas o interesantes.
Ya no solo es que a veces  tengas una imaginación desbordante que te lleva a escribir una historia tras otra en la que inventas mundos, personajes, situaciones, historias de todo tipo. No, es algo muy diferente y que va más allá porque la necesidad estriba en compartir tus experiencias, tus miedos, tus penas, tus alegrías y todo lo que viene siendo tu día a día con un montón de lectores, algunos conocidos y otros no, da igual.
No es afán de protagonismo ni egocentrismo llevado al límite, que va. Es una necesidad vital como el que siente que tiene que bailar para expresar su identidad, el que encuentra el camino a través del sonido de un instrumento musical o el que plasma su esencia en un cuadro o en los muros de un edificio en ruinas.
Y no se hace buscando arte en si mismo, si no una vía de expresión.
No creo que ninguna persona con semejante necesidad sea "rarita", al revés, creo que es más raro aquel que prefiere cerrar sus ojos, sus oídos y su corazón ante estos mensajes.
En el último encuentro de blogueros que se celebró en la Feria del Libro de Valladolid esta necesidad vital de escribir fue uno de los puntos que tratamos en la mesa los tres blogueros que participamos de aquella charla y hablando de ello nos sentimos más cerca los tres, aunque tengamos estilos muy diferentes y abordemos temáticas distintas en nuestros textos.
Particularmente empiezo a considerar esta necesidad casi como una bendición y no como un problema o un lastre. Me ayuda a depurar el alma y a sacar de dentro muchas cosas que podrían enquistarse si las abandonara a su suerte dentro de mi pecho.

 

martes, 2 de junio de 2015

No se si meter ropa de invierno o de verano

Una vez te dije que contigo iría al fin del mundo y que si iba de tu mano, me parecería un lugar cojonudo.
Lo cierto es que dándole vueltas me han surgido un montón de preguntas como por ejemplo: que se pone uno allí, si hay que llevar pasaporte o vale con el DNI y si hay viajes organizados o cada uno llega por sus propios medios.
Ese crucero que podría pagarme con el euro que me dieran cada vez que he escuchado lo de "poco a poco", creo que no recala en esas costas, pero todo es saber buscar camarote en el barco adecuado.
Hay uno que me da muy buen rollo, un tal Titanic, creo que lleva hasta una orquesta dispuesta a animar la travesía hasta el último momento, suena bien.
Imagino que eso de "contigo al fin del mundo" es una frase excesivamente manida , que se utiliza casi como comodín en determinadas circunstancias y que ha perdido su valor original.
Para mi es una forma de decir muchas cosas pero principalmente, una que está por encima de las demás: "contigo no necesito otro mundo que no seas tú, que eres mi paraíso particular"
A fuerza de recorrer senderos y realizar misiones de exploración constantes he descubierto todo tipo de mundos, algunos con muy buena pinta y luego auténticos infiernos y otros en los que podría haber vida humana tal y como se conoce aquí pero cuya raza autóctona no admitía más que al hombre como esclavo o como alimento y claro, opté por salir corriendo.
Alguien dijo una vez que el infierno es la imposibilidad de la razón y como frase para citar no está nada mal pero mi infierno tengo más que claro que es una vida sin poder amarnos.
Ahora es cuando mi legión de detractores se frota las patitas y me cuelga el cartel de "superñoño" pero he llegado a un punto en que me la pela.
Que se le va a hacer, para mi desgracia soy de esos que creen en el amor aunque el hijoputa de Cupido muy buena puntería no debe de tener porque a mi me ha cosido a flechazos pero a ellas con suerte las ha rozado lo justo para que se puedan poner otro pendiente.
Ahora estoy bastante combativo y se me han hinchado las amígdalas.
Sé que en algún lugar no muy lejano debe de estar aquella que me colme pero igual se esconde sabedora de que tengo gato y no pienso renunciar a su compañía nunca o igual y ojala, esa eres tú pero aún no lo sabes y por mucho que te de el pálpito prefieres ignorarlo.
No pasa nada, si te he querido tantos años sin resultado puedo quererte al menos otros mil con igual fortuna.
El caso es pedir el cambio al entrenador y salirme un rato a la banda para recuperar el aliento y todo lo perdido por el camino.
Espero que venga el médico del equipo con su maletín repleto de calmantes, pomadas y cualquier cosa que me quite este dolor que ya empieza a ser insoportable.
Tus besos eran un bálsamo pero visto que ya no tengo receta y que sin ella no puedo conseguirlos, tiraré de cualquier sucedáneo homeopático para que al menos me sirva de placebo.
Renuncio a salir de nuevo al campo.
Durante la primera parte me ha ido bastante como el culo, de repente perdí el conocimiento por la carga de uno de los defensas del equipo contrario, uno italiano, un tal Piaggio alias "el avispa", seguro que por lo mucho que se pica siempre y desperté tras el descanso con muchas de ganas de jugar y feliz por ver que no se había terminado el partido y se me daba la oportunidad de jugar una prometedora segunda parte.
Lo he intentado con todas mis ganas, he corrido la banda, he tratado de regatear al adversario pero me han detenido constantemente y me han dejado en fuera de juego en demasiadas ocasiones.
Ahora solo quiero irme contigo al fin del mundo o a donde sea. Sería feliz incluso en el famoso apartamento de los concursos de la tele, ese de Torrevieja, Alicante.
Cualquier sitio si al despertarme puedo besar tu cuello y acariciarte el cabello.
Lo único es que seguramente tendrán que sacarme en camilla del terreno de juego porque soy de los que ponen todas las ganas en cada partido y el último me ha dejado muy tocado.
No pasa nada, como dice el psicólogo del equipo "esto no es un juego individual, pensad en el compañero y pasad la pelota" así que trataré de no aferrarme al balón
Estoy dispuesto a sentarme contigo ante la pizarra y estudiar bien la jugada, te lo juro.
En cualquier caso no hace falta que lo grite la grada, ya te lo digo yo, te quiero.
Tranquila pequeñita, sé quererte en la distancia, lo he perfeccionado con el tiempo.

 



sábado, 30 de mayo de 2015

Si Meucci y Bell levantasen la cabeza

Seguro que estos dos ingenieros que terminaron tirándose los trastos a la cabeza y empantanados en mil batallas legales por la autoría y patente del teléfono nunca se dieron cuenta de lo estrechamente relacionado que terminaría estando su aparatito con el amor.
Hoy en día es sorprendente lo bien que funciona el teléfono y las ofertas de las distintas compañías, si  utilizamos esto como metáfora para hablar de amor aunque claro,las compañías ya solo buscan ser las mejores y forrase el lomo con este invento .
Sin ir más lejos mi vida sentimental daría para un nuevo anuncio de mi idolatrado Macaco que casualmente utiliza su tema Love is the only way para promocionar a Orange.
Recuerdo que cuando empecé con esto del amor era como tener un teléfono de tarjeta.
Con cada relacion adquirías un saldo determinado y a veces se te acababa el saldo sin darte cuenta, intentabas hacer una recarga que te duraba X tiempo, o directamente cambiabas de tarjeta buscando la que mejor te saliera para hacer llamadas o escribir mensajes.
Ya más mayorcito comenzaron los contratos y aunque todas las compañías te prometían el oro y el moro, al final terminabas cambiándote de una a otra con la penalización correspondiente en el alma al hacer la portabilidad.
Lo peor era que en algunos cambios llegabas incluso a perder el número, que es la metáfora perfecta de tu idiosincrasia personal y tu identidad y de repente los amigos o la familia no acaban de reconocerte por mucho que llamaras.
También era duro vivir que de pronto la propia compañía te había instalado un servicio de multiconferencia o llamada a tres, por lo que aparecía otra voz que se metía en tus conversaciones, ocupaba la linea de tu pareja y terminaba por contratar un "dúo" con ella dejándote fuera pero os aseguro que a veces es mucho mejor estar incomunicado que mal conectado.
Uno se pone como un "Simio" y se pone "Orange" a base de temer la aparición de cualquier "PepePhone" o termina harto de la "tarifa León" cuando debería haber sido más "Ardilla" y haber sabido guardar para el futuro. No todas las noches cubren mis cielos de estrellas por lo que terminé renunciando a "Movistar" enamorado por costumbre.
A lo largo de la vida, buscas aquella con la que aunque no firmes una "permanencia" eterna crees que la comunicación será perfecta y nunca tendrás problemas de cobertura por mucho que peligre tu integridad emocional si te caes de su red.
No he necesitado nunca tener el terminal más moderno ni el más bonito, soy consciente de mis limitaciones y sé que como terminal soy  más clásico que funcional pero sirvo para hacer llamadas que es lo importante y no se me acaba enseguida la batería,  como a estos espectaculares armatostes de última generación.
Además que coño, de pequeño era feliz jugando con una amiguita a comunicarnos con dos envases de yogurt vacíos unidos por un hilo muy largo y nos decíamos bobadas de un yogurt al otro.
Lo de los terminales son modas y como todas las modas, van pasando muy deprisa y hay que tener en cuenta que la belleza está en el interior.
Nunca he terminado de entender eso de las ondas pero creo que son la expresión física de los latidos del corazón y mientras no se pare habrá posibilidad del establecimiento de llamada.
De momento y en un tiempo me parece que tengo un verdadero problema de conexión y tendré que enchufarme al cargador para recuperar toda la carga, así que estaré apagado o fuera de cobertura hasta que de con la interlocutora adecuada.
No pienso firmar con una nueva compañía porque aun me están reclamando facturas de compañias anteriores que ya estaban más que saldadas pero que si no termino de solucionar el problema, amenazan con incluirme en una lista pública de morosos.
El amor, como la energía, ni se crea ni se destruye, se transforma.
Os dejo que tanta metáfora me ha sobrecargado el sistema y tengo que actualizar la aplicación o me borrará todos los datos.

viernes, 22 de mayo de 2015

Oculto entre las sombras.



Limpió cuidadosamente con un pañuelo la hoja del cuchillo  antes de introducirlo en la vaina que llevaba en el interior de su bota izquierda.
Antes de salir de ese callejón de forma sigilosa echó un vistazo al cuerpo de la  mujer que yacía en el suelo.
Lo cierto es que era preciosa. El largo cabello oscuro, alborotado tras el forcejeo ocultaba la herida del cuello, un tajo certero en la carótida pero su vestido agujereado y lleno de sangre a la altura del pecho no podía disimular la puñalada en el corazón.
El corazón.
Igual por estar convencido de que el suyo fue maltratado hasta la saciedad en el pasado, el asesino disfrutaba atravesando el corazón de sus víctimas mientras las miraba fijamente a los ojos.
En esta ocasión algo grave sucedió dentro de él, pues al apuñalar a la joven sintió que aquello no estaba bien y por primera vez tuvo miedo.
Apenas la conocía. Habían coincidido entre el público de una representación teatral y tras cruzar comentarios sobre lo insulso de aquella obra y lo desacertado de la puesta en escena, decidieron salir de la sala y tomar unos vinos en la taberna más cercana.
Hoy no tenía previsto asesinar a nadie aunque siempre llevaba su afilado cuchillo oculto en la bota por si acaso.
Podría decirse que todo fue un cúmulo de catastróficas desdichas.
La cosa comenzó a torcerse cuando tras el segundo vino, ella comenzó a hablarle del asco que sentía hacia los caballeros que la pretendían por arrogantes y vanidosos, cuando con sus gestos evidenciaba una vanidad que demostraba sin lugar a dudas su estrategía en aquel juego de seducción.
Era hermosa y eso la aportaba cierto sentimiento de triunfo pues fue ella misma la que le invitó a acompañarla hasta su casa " por seguridad" dijo sin saber que  estaba poniendo al zorro a cuidar del gallinero.
Durante el trayecto continuó con su discurso de rechazo hacía la condición masculina y al hablar de las rupturas terminó por sacar al joven criminal de sus casillas.
La mujer presumió de haber roto corazones durante toda su vida, rechazando enamorados que la asediaban con cartas patéticas y ramos de flores y él no pudo evitar recordarse a si mismo sentado en el escritorio a la luz del candil, buscando las palabras apropiadas para demostrar su amor por aquella diablesa que le destrozó el alma.
Cuando la hizo entrar con engaños en aquel oscuro callejón, aún sentía que aquella mujer merecía morir, pero al clavar la hoja en su pecho algo le hizo experimentar un vértigo desconocido hasta el momento y de pronto se arrepintió de no haberla dado la opción de salvar su vida cambiando de tema de conversación y alejándose de aquel peligroso discurso.
Antes de morir ella lo miró con una expresión muy diferente al terror o a la sorpresa.
Más bien aquella mirada fue de completa desilusión, como si hubiera esperado que aquel encuentro ocasional fuera el inicio de algo muy especial y lo peor era tener la certeza de que él habría querido amar y sentirse amado por esa mujer pese a tan irritante inicio.
Oculto entre las sombras del Madrid mal iluminado al caer la noche, el asesino llego hasta su casa, se desvistió con sumo cuidado dejando la ropa debidamente estirada en el galán de noche y extrajo el cuchillo de la vaina.
Se sentó en la cama y sin pensarlo dos veces apoyó la punta contra su pecho y de un fuerte empujón la hundió en su corazón.
El servicio encontró su cadáver a la mañana siguiente y lo que soprendió al policía que acudió a la casa, fue ver aquella sonrisa en su rostro.
Aquella cara evidenciaba claramente felicidad en la muerte, felicidad por haber decidido terminar de una vez por todas con esa espiral de sangre y locura.
En su ilógico razonamiento interior, él joven suicida culpó de su muerte y de las muertes de aquellas seis mujeres que cayeron bajo la hoja de su cuchillo a aquella cruel persona que le arruinó la vida y le mató la ilusión apenas seis meses antes.

 

viernes, 15 de mayo de 2015

"Agua" o un relato dedicado a la pérdida de lo más querido.



 Este relato lo presenté a un certamen literario que tenía como tema este año el agua y esa palabra debería aparecer en el título de lo que se presentara a concurso.
Al ver que no figura entre los finalistas he decidido compartirlo con todos vosotros puesto que a mi me gustó cuando lo escribí, aunque no es muy ameno y sé que no tenía demasiadas posibilidades por lo negativo del texto.




                               Agua (líquida desesperación)

Maldigo su composición química, su odioso H2O tan presente en todo y en todos, maldigo el que sea incolora, inodora e insípida, además no es del todo cierto, tiene sabor y cuando es fresca y pura ese sabor me recuerda demasiado a ti.

Maldigo las canalizaciones, las griferías y la necesidad de empaparme la cara con ella todas las mañanas para poder despertar de cada sueño, incluso de aquellos en los que sigues viva y junto a mí.

El agua es necesaria y fundamental para que pueda haber vida, lo que no te dicen los libros de texto es que el agua es también una trampa mortal, que el ser humano está compuesto de ella en un alto porcentaje, pero que eso como todo tiene un límite.

Que una vez que se encharcan los pulmones puede derivar todo en un fallo multiorgánico, como aquel que sufriste tú, tú que no cometías nunca fallo alguno.

Fue precisamente esa adoración tuya por el agua lo que te hizo sumergirte en aquella poza de montaña y nadar y bucear como un pececillo, pero no lo eras, carecías de branquias y del instinto necesario para reconocer bajo qué grieta no debías bucear.

Ahogada, esa maldita palabra lleva implícita la palabra agua. Siempre el agua.

Tu fantasma se me presenta cada vez que abro el grifo de la bañera, tu imagen se adueña de todo, tan hermosa con tu bañador azul, el pelo recogido en una coleta con una gomita negra y la piel llena de pecas.

Si pudiera vivir sin necesidad de agua sería feliz, si pudiera vaciar mi organismo de ese asqueroso líquido que me arrebató lo único que he amado en esta vida, si pudiera extirparme cada gota para hacer con ellas una fuente en tu memoria.

Yo la maldigo, pero la única maldición real es la que sufro yo, que por fuerza tengo que estar sujeto a la necesidad de ella, de ese líquido que por avatares se conjuga en femenino y es un monstruo sin alma, género o corazón.

Dicen que fue un accidente, que no calculaste la profundidad de aquella oquedad de la montaña que se llenaba con cada deshielo y al no conocerla quedaste atrapada en las irregularidades de su orografía y moriste ahogada.

Yo se que de alguna manera fue el agua la que no te permitió que salieras de allí, te envidiaba por ser más fresca, más pura y más necesaria para mí que ella.

Quisiera estar compuesto de ti en un porcentaje más alto de lo que ella vive en mí, pero claro, eso sería imposible, tus fluidos no podrían ser útiles al organismo de la misma manera.

Ahora sufro al saber que las verduras que llenan mi plato han brotado gracias a ese líquido espantoso que me hizo infeliz y que mire donde mire y haga lo que haga siempre estará presente: el agua.

Odio que llueva, algunos dicen que la lluvia es un regalo del cielo, pero yo preferiría que las nubes descargasen acero fundido.

Abriría la boca para que me abrasara las entrañas y terminara con todo.

Han pasado tan solo un par de meses desde aquella funesta mañana de vacaciones en la que decidimos aventurarnos por esa maldita sierra y hacer un poco de vida sana.

¿Vida sana? En realidad al calzarnos las chirucas y preparar las mochilas nunca debimos haber cogido los bañadores porque aunque era agosto y hacía calor, ni imaginábamos lo frío que estaría tu cuerpo, tan bonito incluso inerte y rígido, al terminar la mañana.

Quiero morir deshidratado y acudir a buscarte, sé que me esperarás en la orilla, por eso trato de no beber pero  la vida me hace trampas y siempre termino recibiendo líquido de una manera o de otra y mi cuerpo aún no ha alcanzado la cota de escasez necesaria para irme de aquí.

Tu por exceso y yo por defecto, la cosa es que volvamos a estar juntos.

Te echo tanto de menos que he aprendido a llorar sin lágrimas  por no mancillar tu recuerdo.

No creo que falte mucho ya, te veré pronto cariño.