Necesito de toda mi energía literaria para volver a enfrentarme con "Temporada de setas" esa novela que verá la luz en poco más de un par de meses.
Releyéndola desde una perspectiva nueva, que me han mostrado dos de las pocas personas que la han leído, cuyas críticas ( siempre constructivas) sé que me van a servir de mucho, me he dado cuenta de que no he dotado a los personajes de toda la humanidad y el sentimiento que acostumbro a imprimir a los protagonistas de mis textos, así como de que he caido en el error de frivolizar excesivamente con algunos de los sucesos y de las personas que describo.
El personaje principal, un policia de permiso, se queda en algo estereotípico y carente del alma que quería que le definiese, aunque por otro lado le haya dotado de muchos de mis defectos para convertirlo en un alter-ego, enamoradizo, inseguro y con placa.
Al margen de los típicos fallos formales o de estilo, que siempre se descubren al pasar el filtro editorial (si realmente tu editor o editora se preocupa por tu trabajo) he caído en la cuenta de que aún estoy a tiempo de tratar de que sea algo más que la novela que me demostró que estaba recobrándome cerebralmente de mi lesión.
Vale, es cojonudo haber podido terminar una novela cuando hace un año no se sabía si tan siquiera iba a ser capaz de hablar, leer o muchísimo menos escribir.
Ese subidón emocional ya lo he disfrutado y por física pura, todo lo que sube tiene que bajar y ha llegado el momento de agradecer de verdad esta oportunidad que se me ha dado y solo podré hacerlo trabajando sin parar hasta que esté realmente orgulloso del producto final.
No quiero parecer arrogante ni presumido pero de alguna manera sé que tengo cierto talento y no voy a dejar que las prisas por publicar a toda costa y las endorfinas producidas por la superación personal echen por tierra una historia que incluso estas críticas recibidas me han confirmado que es buena, interesante y atractiva.
Desde hace unos meses estoy trabajando también en "Colgado de la cuerda oportuna", la que será mi segunda novela pero al igual que con el blog, voy a hacer un pequeño paréntesis para dedicarle todas las ganas, la ilusión y el esfuerzo a "Temporada de setas".
No creo que vaya a salirme de los plazos establecidos.
He reconocido docenas de veces que para mi, escribir es una necesidad vital pero más allá del alimento existencial, quiero que escribir sea también un trabajo en toda regla y sin sacrificio no hay beneficio.
Puede que en ocasiones al ganar algún certamen literario, mi ego y mi vanidad hayan recibido el premio por mí pero os juro que ese no es el fin que persigo, para nada.
No es que vaya a borrar lo escrito ni mucho menos, solamente trataré de mejorar las páginas de la novela aportando cosas que me he dejado dentro y se que son necesarias para que quizás el día de mañana alguien se la recomiende a sus amigos o incluso a sus alumnos.
Nunca seré García Marquez, Umberto Eco ni Miguel Delibes, tan solo quisiera que no se me colocara en la lista de los "quiero y no puedo".
Además por el hecho de haberse concluido en un momento como el que he pasado, quiero que sea especial y quiero que allí donde esté, mi padre, incansable y exigente lector, pueda sentirse al fin orgulloso de mi.
Hasta luego, espero volver con la satisfacción del deber cumplido.
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