Mikel anudó con fuerza el extremo de la cuerda a una de las vigas del desván del basarri, donde acostumbraba a secar las cosechas año tras año. De la cuerda cuelgan grandes cogollos de una variedad de marihuana conocida como "Big foot". Las plantas de esta variedad tienen una concentración tal de thc, que al fumar la primera calada de cada canuto, los efectos te transportan a un universo paralelo, donde nada duele, nada pesa y todo te hace reír. Con la venta de la producción de este año, Mikel ha decidido comprar una txalaparta nueva, aunque Bidane, su novia, le ha dejado bien claro que necesitan una televisión y un par de lamparitas para el salón. Ella y su manía de convertir el basarri en un chalecito convencional, aunque en el monte no hay otro como el suyo y los metros cuadrados de kampa exceden de las parcelas donde ubican la mayoría de los chalets modernos que construyen algunos desalmados para engañar a los nuevos ricos. Un disco de Kepa Junkera en el equipo del salón aporta a su trabajo la banda sonora adecuada. Mikel lleva el ritmo con el tacón de la bota derecha contra el desvencijado suelo de madera que el antiguo propietario no quiso cambiar aceptando abaratar el precio de escritura a cambio. Solo hierba, pasa de añadir tabaco. Un canuto en condiciones no debe llevar sustancias que adulteren la calidad de sus plantas. Boquilla de cartón, eso si, detesta cortar el extremo de un cigarrillo y utilizar ese trocito de tabaco prensado para que no se le queden hebras de hierba en los labios. El sabor no es el mismo al pasar el humos por esa trampa. Él es un fumador con criterio, de los de la vieja escuela. Pasa de otras drogas, ha probado una gran variedad pero ni la coca ni las anfetaminas son de su gusto. La química es una mierda, como le explicó un colega adicto a la farlopa al hablarle de los tremendos bajonazos depresivos tras una noche de "tiroteo farlopero" en la intimidad de los baños de media docena de bares: "Todo lo que sube, tiene que bajar. la droga mas que química, es física pura y dura". Mikel ha perfeccionado el sistema de producción y optimiza los recursos a su alcance para que sus semillas (siempre de la mejor calidad) le permitan poner a la venta tres o cuatro kilos de cogollos prietos, peludos y resinosos, los preferidos de todos los fumetas. A tres euros el gramo, eso son unos nueve mil euros limpios, descontando la comisión del distribuidor. Su aita le reprochó que abandonase los estudios y se fuese a vivir al basarri con el que hipotecó el cincuenta por ciento de su sueldo de jardinero. Su aita no sabia que la jardinería le reporta unos excelentes ingresos extras, que complementan los menos de mil euros al mes que le reporta la empresa de jardinería que le tiene ocho horas al día arreglando jardines privados y parques municipales. Si su ama pudiese verle por un agujerito, seguramente se santiguaría y luego rompería a llorar, como cuando los picoletos se llevaron a su hermano tras una manifa en la que se le fue un poco la mano y le dio por "redecorar" unos cuantos autobuses urbanos. Sus aitas no tienen ni puta idea de que para un chaval como él, la vida está cada día más jodida y si no consigue unos ingresos paralelos, a tomar por culo los sueños de casarse con Bidane y tener media docena de críos correteando por el basarri. Conoció a Bidane durante unas vacaciones en Donosti, a donde sus padres le llevaron para que estrenase la tabla de surf que le regalaron al terminar COU con una media de sobresaliente. Se enamoró de ella en cuanto la vio. Bidane paseaba por la playa como una modelo de bikinis en la pasarela de Cibeles. Ella se sintió atraída por el chaval de las rastas rubias que embutido en un neopreno portaba una gran tabla de surf bajo su escuálido brazo derecho. Por la noche coincidieron tomando una copa en un garito y lo demás fue coser y cantar. Cupido acertó con las flechitas y tras estar de novios a distancia durante ocho o nueve meses decidieron que no podían estar el uno sin el otro y se fueron a vivir juntos. El jodido amor verdadero, el que te cuentan en las películas esas de vampiros modernos, hombres lobo muy cachas y chavalas melancólicas. Mikel y Bidane tienen todo lo que necesitan pero por encima de cualquier otra cosa, se tienen el uno al otro. La vida pasa mucho más deprisa de lo que uno se cree y con certeza lo mejor que te puede pasar es encontrar a tu media naranja paseando por la playa con un bronceado perfecto y un culo de quitar el hipo. Mikel piensa en lo feliz que es mientras le da otra calada al canuto que está a punto de consumirse pero la trikitixa de Kepa a todo meter, no le permite escuchar la patada que el agente de la brigada de estupefacientes le ha dado a la puerta principal del basarri, facilitando el acceso a media docena de compañeros que con la pistola en la mano, se adentran a la carrera en el hogar. El cobarde soplo de un cliente de la competencia, ha terminado con los sueños de tranquilidad y felicidad.A Mikel le caen dos años en el talego y una multa de diez mil euros. Bidane volvió a Donosti con sus aitas. El basarri está a la venta y nunca se llenará de niños, al menos no de los suyos. La vida pasa y pesa.
Noto una presencia y sé que no lo estoy soñando. No me atrevo a encender la luz ni a destaparme el rostro y de forma estúpida creo que si la sábana cubre mis ojos impidiéndome ver lo que acecha en la oscuridad, sea lo que sea o sea quien sea tampoco me verá a mi. Seguramente huele mi miedo, probablemente ese olor le resulte muy apetitoso. Con mucho cuidado palpo el colchón en busca del cuchillo que me acompaña cada noche desde que descubrí que las cosas pasan también en la vida real y no solo en las películas de terror. Siento el doble filo en la palma de mi mano y consigo agarrar la empuñadura. Algo pesado y lento está reptando hacia mi desde los pies de la cama, puedo escuchar una respiración entrecortada, unos jadeos siniestros. Maldigo haber insistido a mis padres en que eligieran esta cabaña en lo profundo del bosque, en lugar de aquel chalecito adosado junto al embarcadero del lago. No creo que sean siquiera la una o las dos de la madrugada, tan solo debo de llevar un par de horas dando vueltas en la cama intentando conciliar el sueño. Debí haber hecho caso a mamá y haber tomado una de esas tilas alpinas que te ayudan a relajarte y a dormir bien. Ahora es demasiado tarde pero casi es mejor estar despierto y despejado que aturdido por las hierbas aunque puede que hubiese preferido no ser consciente de todo esto. Mi corazón está a punto de detenerse cuando algo parecido a una mano se posa sobre mi vientre y en ese preciso instante descubro que la suerte está echada y que pase lo que pase ha llegado el momento de dar la cara.Mentalmente rezó un padrenuestro y una oración a mi ángel de la guarda y con la mano izquierda tiro de la sábana hacia abajo mientras libre ya de obstáculos, alzo la derecha con el oportuno y reconfortante cuchillo dispuesto a traspasar el pesado bulto que se mueve sobre mis piernas. Un espantoso y agudo grito de mujer se escucha en la habitación: "Juaaaaaaaaan, las nueve y cuarto, vas a llegar tarde a clase" . Una horrible pesadilla deja paso a la más horrible aún realidad: es lunes y tengo examen de matemáticas.
No hace mucho publiqué en el blog una entrada que llevaba por título "Mejor decir las cosas, más aún si las sientes" que según las estadísticas de blogger es de las más leídas de Laespinilla y sinceramente, se ha convertido en algo que trato de llevar a rajatabla como parte de mi código moral. Y en ello estoy. Ayer mi hermana Elena sufrió una seria lesión jugando al rugby, el deporte en el que ha descubierto la felicidad y una nueva pasión. Sufrió una severa fractura de tibia y peroné que la mantendrá alejada del campo puede que de por vida porque para su desgracia ya no tiene veinte años y estas lesiones son de las que no puedes obviar y si yo he aprendido algo en esta vida es que no se puede mirar hacia otro lado ante las cosas importantes y duras. Si lo haces te la terminas pegando. Elena se ha lesionado porque estaba jugando, si no juegas no te lesionas. Si no vives no sufres ni te haces daño, pero tampoco disfrutas o amas. Elena se entrega en todo lo que hace y eso la supone correr riesgos pero también llevarse inmensas alegrías y cosechar cariño y admiración en todos los que compartimos nuestra vida con ella.
Siempre ha sido un poco cabra loca y siempre ha antepuesto sus ganas de vivir y disfrutar a todo lo demás pero ha llegado el momento de sentar la cabecita y creo que está recibiendo una señal detrás de otra. Ahora toca echar un poco el freno porque ante todo es una madre feliz y una amantísima esposa. Puede que al ser todo corazón, no tenga espacio físico en su cuerpo para demasiado sentido común pero se le perdona todo. Elena vale su peso en oro y cualquiera que la haya tratado lo sabe. Yo tengo la inmensa fortuna de ser su hermano pero además he sido su jefe, su compañero de curro, su compañero de reparto y su socio en muchos proyectos. Cuando la vida se ocupó de ayudarme a frenar en mi vorágine, ella me sujeto fuerte la mano y no dudó en demostrarme lo que significa la palabra familia, una palabra que simboliza algo mucho más fuerte y hermoso de lo que podemos imaginar porque damos muchas cosas por sentadas. En los momentos difíciles es cuando aprendemos a valorar las cosas en su justa medida.
Elena es valiente y muy sacrificada y muchas veces ha antepuesto la felicidad de los demás a la suya propia pero el destino la recompensó con un marido a su medida, con una persona válida y dispuesta a apoyar a su mujer en todo lo que acomete, aun no compartiendo algunas de las inconscientes empresas de mi hermana. El santo Job es un mierda al lado de mi cuñado en cuanto a paciencia y consideración. Para mi fue un orgullo saber que mi hermana había recibido el premio del certamen de cuentos de igualdad de género convocado por el Ayuntamiento de Valladolid y, que ese cuento al ser publicado se convirtió en el top-ventas de la última edición de la Feria del libro de Valladolid, agotándose los ejemplares editados y puestos a la venta. Escribe como hace todo lo que emprende, con corazón, valentía, mucho arte y puede que con exceso de energía, ella es así. Está trabajando en otros proyectos literarios y hace unos meses formó parte del elenco que estrenó la que quizás haya sido su mejor obra teatral, cosechando un gran éxito de crítica y público. No lo voy a negar ni a intentar disimular, la quiero mucho y aunque a veces le daría una collejita por su exceso de ímpetu, me hace sentir muy orgulloso y muy feliz. Soy un tipo muy afortunado, en el reparto me han tocado unas hermanas maravillosas, cada cual a su estilo y tengo la suerte de disfrutar de ellas y de compartir con ellas mis proyectos vitales. Ahora tan solo puedo estar a su lado apoyando y ayudando en lo que necesite y lejos de hacerlo como una obligación, lo haré como un placer. Mañana la operan, tendremos que estar al loro porque como se descuiden fijo que se hace con el bisturí y por no molestar se termina operando ella.
Esto lo escuché por primera vez cuando mi padre me llevó a un cine de Valladolid a ver esta película y la frase pronunciada por Peter O´toole en un momento intenso y dramático del film,se me quedó muy dentro. La vida se ha encargado de demostrármelo y soy de los que cree en el destino, pero principalmente en que nosotros escribimos nuestro propio destino y a todos nos llegará el momento y será cuando tenga que ser y no cuando lo digan las estadísticas. Todo llega, todo. Lo bueno y lo malo siempre terminan llegando y aunque lo bueno acostumbra a remolonear, cuando se decide a presentarse inunda la vida de esperanza y de ilusión y le da sentido a todo. Lo malo es el invitado sorpresa que se cuela en nuestra fiesta aprovechando una puerta abierta por descuido. Es nuestra responsabilidad preocuparnos de que no pase pero aunque cerremos con candado y pongamos la alarma, encontrará un resquicio en la ventana del desván o imitando a Papá Noel, se dejará caer por la chimenea. Debemos ser cuidadosos al repartir las invitaciones porque lo malo es un experto en el disfraz y como el T1000 de la famosa película de Swartzeneeger adopta todo tipo de identidades. Yo estoy aprendiendo a escribir mi destino y a repartir con cuidado las invitaciones a mi fiesta. Lo mejor de todo es que desde hace unas semanas ya es una celebración conjunta con lo mejor que me podía suceder, que ha adoptado una identidad perfecta y pelirroja. A nuestra fiesta solo invitaremos buenas noticias y sumaremos esfuerzos para que sea la fiesta del siglo. Viva con moderación, es su responsabilidad. Las prisas no son buenas consejeras, los excesos nunca serán nuestros amigos y la cobardía, el miedo, el dolor y la tristeza tendrán que hacer un grupo de wasap aparte, Juan ha abandonado el grupo.
Desesperado ante la impotencia de no encontrar las palabras precisas, rompí el folio en mil pedacitos y arrojé aquellas torpes frases de amor desmenuzadas por la rabia a la chimenea. Coloqué otro folio en blanco sobre el escritorio, me serví un café solo con una sacarina y un chorrito de armañác y me dispuse a encontrar los términos adecuados para escribirte lo que aloja mi alma. Para acompañar la inspiración necesaria, el equipo de música del salón comenzó a reproducir un cd de Carlos Gardel, quizás uno de los mejores cronistas del amor y el desamor. Encabecé la misiva como me enseñaron en el colegio, con mi nombre y apellidos y la fecha del día y me lancé a ello: Valladolid 10/03/2016 Juan Pizarro Nogués La noche que me quieras, todas las estrellas del cielo celosas, nos mirarán pasar y comentarán cuchicheando entre ellas que jamás han visto a un hombre tan enamorado. El día que me quieras lo marcaré en mi calendario como el día más feliz de mi historia y no lo olvidaré nunca porque señalará un antes y un despues en mi vida. Aún a pesar de todo lo vivido creo en el amor, creo en ti y creo en las huellas que tus labios han dejado sobre mi piel. Creo en el amor epistolar, que supera cualquier distancia y no se arredra ante la dificultad de los kilómetros que nos separan. La rosa que engalana se vestirá de fiesta con su mejor color pero no conseguira estar tan hermosa como tu. No habrá más que armonia, será clara la auror...
De un manotazo arrojo los restos del café sobre el folio al lanzar la taza contra la pared. Me levanto enfurecido y comprendo que lo que estoy haciendo es plagiar la letra de la canción de aquel famoso rápsoda, que acompañado por la voz de Nacha Guevara, se estaba adueñando de mi cerebro con cada compás. Horrorizado descubro que estoy quemando de uno en uno todos los folios del paquete, que llevo más de seis horas tratando de decirte lo muchísimo que te quiero y que no soy capaz de transcribirlo al papel. Desesperado por tamaña frustración, amartillo el revólver que me coloco en la sien presa de la histeria pero entonces sucede el miagro y suena el timbre de la puerta. Guardo el arma en el cajón de la mesa de donde no debía de haber salido nunca y me dispongo a abrir preguntándome quien osará molestarme un domingo a mediodia y al tirar hacia a mi del picaporte con una palabra de reproche en los labios con la que recibir al inoportuno visitante, me encuentro de frente con tu sonrisa y con tus ojos llenos de ilusión. Tu inesperada visita me ha salvado del desatre una vez más y sé que cuando tras marcharte dentro de unos días, vuelva a sentarme ante un folio en blanco, comenzaré la carta con un sencillo "a ti, que te debo la vida"
Al final resultó que lejos de comportarme como el héroe que creía ser, corrí a esconderme llorando cuando se presentaron los primeros problemas. Permití que rompiera la hucha de nuestro amor contra la pared y malgastase en brazos de otro lo ahorrado con tanto sacrificio. Ahora de todos los sueños comunes y de nuestros proyectos de futuro, tan solo conservo una alcancía vacía y una hermosa cornamenta para lucir en las fiestas. Puede que mi cobardía de este amor por ella se convirtiese en un arma de doble filo; se lo puse tan fácil a ese asqueroso ladrón que solo tuvo que hacerse con el arma al rebuscar entre las cosas de mi mesilla de noche y hundírmela en el corazón mientras hacia el amor con ella. No sé de quien fue la idea de llamar "hacer el amor" al apareamiento animal y lascivo pero algo me dice que fuese quien fuese el que acuñó el termino, jamás amó. Quizás soy yo el que confundió los nombres y el amor es tan solo eso, penetrar, empujar y sudar, gozando hasta el desfallecimiento. He sido un asqueroso cobarde pero al menos no he terminado de arruinar mi vida. La justicia no entiende de honor y en su balanza pesa lo mismo un kilo de sufrimiento que un kilo de embustes. Lo que peor llevo es el recuerdo del único momento en el que conseguí reunir el valor suficiente para enfrentarme a la verdad y me senté junto a ella para abrir la espita de mi tristeza y dejar que manara un torrente de lágrimas formando un enorme charco a los pies de la traidora. Lejos de apiadarse entró en "modo irónico on" y cuando cesaron mis sollozos dando paso a un enorme suspiro que llenó con su "ayyyyy" el silencio de la habitación, me miró fijamente a los ojos y sonriendo con sus labios embusteros me dijo:-"pues guarda para cuando no haya". Nunca más seré cobarde. De todo se aprende y la vida me enseñó a disparar primero, a blindarme el corazón y a esconder la alcancía en lugar seguro. Aquella alcancía rescatada del armagedón está volviendo a llenarse con una fortuna que en forma de besos, caricias y noches perfectas, deposita a diario y con maravillosa generosidad la nueva reina de corazones que destaca entre los naipes. El banco de mi corazón ha vuelto a conceder crédito y el departamento de riesgos ha aprobado esta operación sin necesidad de aval alguno. Sé que todo el amor que conceda me será devuelto con un interés moderado pero suficiente,lo considero más que justo, siempre he condenado la usura.
Sigues dormidita y en mi egoísmo estoy deseando que despiertes para contarte un millón de cosas que han sucedido en estos meses, desde que cerraste los ojos. Duermes porque te acostaron muy muy cansada y cuando llegue el momento oportuno despertarás. Echo de menos nuestra conversaciones, nuestros descafeinados con leche y nuestras sesiones de peli-pizza en el salón de casa. Echo de menos tu sonrisa angelical y tu compañía en las salas de exposiciones. Ahora eres la protagonista de un cuento verdaderamente duro y me duele la impotencia de no poder entrar en él para matar al dragón que te mantiene encerrada o a la bruja que te hechizó al envidiar tu belleza. Recuerdo perfectamente que tu me acompañaste en aquel cuento que protagonicé hace unos años, al desposarme creyéndome un príncipe azul y mi princesa resultó ser una bruja disfrazada de mujer enamorada, que trató de arrancarme el corazón con la ayuda del capitán de la guardia, pero tu presencia me sostuvo y todos mis amigos cerrasteis filas en torno a mi y no lo permitisteis. Despierta cariño, te gustará ver que por fin he encontrado a aquella que siempre soñé y seréis muy buenas amigas. Despierta cuando hayas descansado y te encuentres bien para volver a afrontarlo todo pero despierta por favor, es muy difícil vivir sin ti. Mi espada siempre estará a tu disposición para defenderte de cualquier cosa que te atemorice y cuando lo desees podrás subir a la grupa de mi caballo para llegar a donde tu quieras sin cansarte. Tu pueblo te espera, te garantizo que se organizarán las mejores fiestas de la historia del reino para celebrar que por fin has abierto los ojos. Despierta.
Pues en efecto, entre tantas cosas que no acierto a entender en la vida, sin ti no entiendo el despertar. He dormido y he despertado tantas y tantas veces que debería haber interiorizado ya esa sensación tan alucinante que se experimenta al abrir los ojos y recuperar la consciencia pero aunque creía haberlo comprendido hace menos de dos años, cuando desperté del sueño más profundo y más peligroso y fijé la vista en los mios y en la oportunidad que se me brindaba, ahora si despierto y no veo tu sonrisa junto a mi se me vuelven a presentar algunas de las dudas del pasado. Puede que de aquel sueño intenso despertase para conocerte, puede que sin saberlo haya estado dormido durante toda mi vida y ahora realmente sea capaz de entender de una vez por todas. La vida es aprendizaje y de todo, absolutamente de todo se aprende, aunque algunas lecciones sean más duras que otras. Gatete apenas ocupa espacio cuando se acuesta junto a mi cada noche pero aún compartiendo lecho con él, sin ti mi cama siempre será ancha. Espero que Pikolin, Flex o quien sea, haya acondicionado mi pecho con el colchón más mullido y cómodo porque cada día podrás tumbarte apoyando la cabecita en la almohada de plumas de mi corazón. No te preocupes, sé que eres friolera y aunque yo viva en Invernalia, colocaré un edredón de sentimientos y varias sábanas de emociones calentitas con las que taparte hasta los ojos. Soy un romántico, lo sé, pero al ser ese uno de mis mayores defectos, como ya escribí antes de todo se aprende y me esforzaré en dosificar el amor para que no se te indigeste ni te produzca ardores de estómago, reacciones alérgicas, diabetes por el exceso de azúcar o úlceras sangrantes cuando sea demasiado impetuoso. Todo pasa porque tiene que pasar y yo creo más en la causalidad que en la casualidad así que me resultó extremadamente sencillo identificarte entre el resto de hadas con las que acostumbro a sobrevolar los tejados de mi ciudad. Es un verdadero placer volar a tu lado y sé que ahora ni me desorientaré jamás, ni chocaré contra ningún obstáculo imprevisto. Seré inteligente y aprenderé a aprovechar las corrientes de aire para que me lleven junto al mediterraneo y junto a ti.
No me gusta buscar culpables, no me veo capacitado para ser el Sherlock Holmes de mi vida. Lo que está claro es que ni tu ni nadie puede cambiarme y que en mi corazón llevan demasiado tiempo repicando mil campanas con un ruido ensordecedor tal, que si no cesa de una puta vez terminará volviéndome loco. Como dice esta canción atormentarse después es muy fácil y pedir perdón es muy difícil. He tenido relaciones que yo creía maravillososas y he amado siempre idealizando lo que más me gustaba de cada mujer que ocupaba mi corazón pero me he encontrado con que en demasiadas ocasiones tras exprimirlo hasta el final, terminaban arrancándomelo y arrojándolo al contenedor de basura más cercano, sin importar si era de orgánico, vidrio o papel. He tenido que escribirme renaciendo de las cenizas una y otra vez. He aprendido el valor de un beso, de una caricia y de una noche de pasión y quizás he llegado a pagar demasiado por cualquiera de estas cosas porque hubo quien se empeñó en elevar mi tensión y en aplastar mi ambición y a fuerza de buscar el origen de ese error sin solución, llegué a la conclusión de que yo mismo terminaba precipitando los acontecimientos así que no voy a ser tan miserable como para achacar todos mis fracasos a la persona amada por error. Es cierto que ha habido de todo y algunos íncubos trataron de apuntarse mi alma en sus listas de victorias pero también he amado y me han amado mujeres realmente increíbles y no he sabido o no he podido estar a la altura. Un día de repente y sin buscarlo resulta que das con la persona adecuada y sientes que el pasado no ha sido más que el aprendizaje correcto para llegar hasta ella y para saber y poder estar a la altura de una vez por todas. Siento horrores haber sufrido tanto pero sobre todo siento mucho más el haber hecho sufrir a alguna mujer, que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, arroje al fuego la primera alianza y llame al encargado. A mi no me cuesta tanto pedir perdón y sirva esto como mi más sincera disculpa hacia aquellas florecillas que ayudé a marchitar, aquellas hadas que perdieron su polvo confundiendo el vuelo y a aquellas sonrisas perfectas que terminaron desapareciendo.
Pues en efecto, parece que está de nuevo en la ciudad. Ha vuelto para saldar cuentas con el pasado, para enfrentarse de nuevo a la vida con su mente y su revolver como únicos aliados y para besar a la chica en el Saloon, despertando de nuevo la envidia de los hados, que intentarán que vuelva a caerse del caballo o que se le trabe el Colt en la cartuchera en el momento más inoportuno. El pistolero ha llegado a la ciudad. Aunque sé que algunos lo intentarán, no le podrán parar, no acabarán con él. Viste siempre chaleco, botas y sombrero negro, como sus recuerdos y su pasado pero ayer le vi y me sorprendió un detalle de su atuendo, ya que anudado al cuello lucia un pañuelo verde, el color de la esperanza Era el más rápido hasta que las circunstancias y su continua y apresurada huida vital lo desmontaron del caballo dando con sus huesos contra las piedras y alejándolo de tabernas, partidas de poker y duelos en la calle principal. Ha recuperado el brillo de sus ojos, al fin. Su sonrisa ha vuelto a ser cínica y permanente. Mantiene la costumbre de encenderse los fósforos en la mejilla derecha y de disparar con la mano izquierda, rápido y mortal, como una serpiente de cascabel. Mantiene la costumbre de compartir sus días y sus noches con una mujer, aunque está vez le acompaña una dama del sur, una reina del algodón que le ha debido ayudar a encontrar el camino de vuelta y se nota en cada gesto que entre ellos hay amor verdadero. Nadie volverá a beberse sus sueños, arrojando luego la botella vacía contra el árbol donde ahorcamos a los cuatreros, nadie volverá a arrebatarle lo que más quiere para convertirlo en barro. Es bueno con el cuchillo de su lengua, sus afiladas palabras se te hunden en el pecho sin que apenas te des cuenta. Escogió la vida de pistolero porque simplemente nació para ella. Ha vuelto.