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jueves, 12 de septiembre de 2024

Más que escritura


 El año pasado arranqué en una sala que me cedió Libera Teatro en su espacio escénico, La bien pagá, de Valladolid, un taller de orientación y creación literaria, que en principio concebí como trimestral, pero que dada la implicación, el interés y el esfuerzo del grupo que se inscribió, este año aún continuamos trabajando , escribiendo y compartiendo amor por la literatura juntos, y de hecho el próximo mes de noviembre publicaremos un libro de relatos con sus textos y los de algunos de los colaboradores que han venido al taller a compartir sus conocimientos en los distintos campos de la literatura, desde el periodismo o la poesía,  a la letra de las canciones que tarareamos en la ducha.

A fuerza de ejercicios, actividades y ratos de ocio en común, nos hemos convertido en un grupo de amigos, más que en un grupo de trabajo.

La catarsis que conlleva el vaciar tu alma en los textos ha aportado al grupo un vínculo muy especial  y además de por sus innegables avances en cuanto a la escritura, estoy muy orgulloso y muy satisfecho del resultado de la propuesta.

Es por ello que abro plazo de inscripción hasta el próximo día 30 de septiembre (incluido) para formar un nuevo grupo de amantes de las letras que quieran compartir esa pasión literaria, que quieran perfeccionar sus textos o sus versos, sus canciones o sus artículos en prensa o blogs, y que quieran curarse el alma a fuerza de juntar palabras.

Decía mi padre, que en paz descanse, que hablar de dinero empobrece las conversaciones, pero obviamente esto tiene un coste, aunque os puedo garantizar que es mucho más que asequible para cualquier bolsillo. Pero tanto sobre eso, como sobre  las posibles fechas y horarios de las sesiones del nuevo grupo, estaré encantado de informaros en el correo jupizano@hotmail.com o en el tlf que aparece en el cartel.

He pensado que esta actividad es igual de válida para personas de 18, de 50 o de 96 años, por lo que a partir de los 18 (incluidos, por supuesto) cualquiera podrá disfrutar del talle. Y con menos también, pero igual aún necesitan seguir leyendo y haciéndose preguntas durante un poco más de tiempo. Yo no voy a darles muchas de las respuestas que buscan, pero todo está en los libros y si no aciertan a leerlas, con el tiempo acertaran a escribirlas.

Si os interesa, venid, pasad y poneros cómodos. Os espero.


viernes, 30 de agosto de 2024

Satisfecho


 Puede que una de las mejores sensaciones que experimenta el ser humano, es la de la satisfacción personal.

Quizás ese sentir que aquello que has intentado aportar a tu entorno ha llegado, ha servido y ha sido valorado, te reconforta hasta tal punto que llegas a pensar que en efecto, eres suficiente.

Y eso es lo que me hacen sentir lo alumnos de los dos cursos que imparto, el de dramaturgia en Simancas y el de escritura creativa en Valladolid.

Leer los comentarios y los mensajes que algunos de los asistentes escriben en grupos de wasap y en RRSS me aportan tal energía, tal satisfacción y tal deseo de seguir avanzando, que me reafirmo en mi empeño de mejorar en cada sesión y de tratar de compartir con ellos aquello que es el verdadero motor de mis vidas, la necesidad de escribir, y la inmejorable sensación de enfrentarme a la lectura adecuada para cada momento.

Trabajo con ellos la escritura desde el alma, desde la emoción y desde los sentimientos. Lo explico que escribir desde la más absoluta sinceridad y desde la cruda verdad permite que los textos, los versos y los libretos teatrales se empapen de realidad, de vida y de ilusiones.

Da igual la temática, el género y el estilo. Da igual el campo literario en el que decidan dar salida a los que les inunda el pecho. Dan igual las incorrecciones , los errores orto tipográficos y las extensiones de los trabajos. El caso es que ya van unas cuantas veces en las que algunos alumnos han roto a llorar al leer sus ejercicios y he visto como sus compañeros aplaudían el momento y se levantaban a transmitir apoyo y camaradería con abrazos. Y eso me hace muy feliz.

Y me hace feliz porque ya no son meros alumnos o integrantes de una actividad, son amigos, son miembros de mi tribu, son compañeros de trinchera literaria.

Rezo para que consiga mantenerme en el camino y recorrerlo con acierto, creando vínculos entre las personas que se sientan a escribir conmigo, colaborando en el necesario trabajo neuronal que evita o retrasa el deterioro del cerebro, y ayudándolas a hacer de sus vidas algo más llevadero. Porque como no me cansaré nunca de afirmar, la literatura salva vidas.

Y ya está. Solo quería contaros que me siento bien, para compensar todas esas entradas en las que os cuento lo mucho que me duele el alma.