domingo, 2 de enero de 2022

Ilusiones



Puede que nuestras ilusiones nos definan, y las mías no se alejan en exceso de las del resto de los mortales. Quiero ser feliz, pero ya aprendí que la felicidad son pequeños momentos que hacen que sientas que vivir merece la pena. Quizás el resto de los mortales sientan también ese deseo que yo siento de ver felices a los míos, deseo que en muchas ocasiones es más fuerte que el de mi propia felicidad. Quizás es un deseo tan fuerte porque si veo feliz a la gente que quiero, yo también lo soy, y puede que en el fondo realmente sea algo egoísta, no lo sé. En cualquier caso me encanta ese dos por uno en el que veo feliz a alguien que quiero y yo me siento feliz. ¿Dónde hay que firmar? Puede que sea por eso por lo que trato de aportar cuanto está en mi mano para ver felices a los míos. Bueno...voy a dejar de darle vueltas a esto por estoy entrando en bucle.

Ayer amanecí muy creativo a nivel literario, con ideas nuevas y enriquecedoras para una de las novelas en la que estoy trabajando, y en la que me había estancado un poco al no conseguir encontrar el camino para conseguir que sea esa novela que sorprenderá al lector y le hará bucear en sus páginas buscando el tesoro sumergido. Creo que ayer amanecí con el cerebro activo y creativo y me levanté de la cama en "modo escritor", lo que está genial, pero a un tiempo es delicado, porque cuanto expreso pasa por ese filtro literario y todo, desde un wasap al post en una red social, va cargado de literatura y puede confundir a quien lo lee al no distinguir la realidad del mensaje de lo literario del mismo. A veces no soy capaz de contenerme y permito que ese "modo escritor" adultere cuanto expreso.

Pasé unas cuantas horas del primer día del año sentado ante el ordenador escribiendo en la novela y desarrollando esa idea con la que amanecí y que al ver plasmada en el archivo sobre el que trabajo y corrijo constantemente, me hizo sentir bien y me animó a cerrar el documento con una sonrisa y con la certeza de que había encontrado el camino. Ya se verá.

Puede que una de mis mayores ilusiones sea el llegar a ser el escritor que me gustaría llegar a ser, ilusión esta que tiene mucho en común con otra de mis ilusiones más grandes que es llegar a ser la persona que me gustaría ser. Ambas ilusiones van de la mano y se complementan y en ambas estoy trabajando desde hace tiempo, cuando descubrí que para hacerlas realidad debería esforzarme, que no llegaran por casualidad y no caerán del cielo. Así que desde luego, por mi que no quede.

Espero despertarme muchas mañanas con la sensación con la que me desperté ayer y poder trabajar duro para sentirme más cerca de esas ilusiones que en ocasiones se acercan un poco a la realidad. Si a eso le sumo el ver sonreír a las personas que quiero, la felicidad de la que hablaba al principio de este texto se presenta un instante para guiñarme un ojo.

Venga. Hagamos de este año un buen año. Nadie me va a regalar nada.

 

No hay comentarios: