domingo, 30 de octubre de 2011

Ironías de la vida

Como por ejemplo que todo cobre sentido cuando ya nada lo tiene.
Que me plante en medio del camino para hacer dedo, a ver si alguien me puede acercar hasta el sitio más lejano de todo esto y de mi mismo.
Que me des fuego con esas dos llamas inmensas y  me haya olvidado el tabaco en el bolsillo trasero de una noche que no se va a repetir.
Que seas la "bien pagá" y me haya quedado sin saldo en la cuenta de tu amor, y los bancos no dan crédito.
Yo tampoco doy crédito...la verdad.
Que uno se descubra cepillando el pelo de la mentira más peluda de la historia de las mentiras gordas peludas.
Que me quede sin palabras, sin aliento, sin recursos y sin lágrimas.
Que empiecen a aburrirme los soliloquios y termine mandándome callar y pidiendo la última, Manolo, que mañana te la pago.
Que abra la puerta con sigilo, sin hacer el menor ruido, porque nadie va a despertarse ni va a preguntarme que horas son estas de llegar.
Me resulta tan irónico descubrir que soy el que quería ser, que me taladra el silencio, que me persiguen las sombras y me ponen la zancadilla todas las canciones de amor.
Que en aquella ocasión, realmente me importó una mierda aquel cazador disparando a la madre de Bambi, yo lloré porque lloraban todos los niños del cine.
Que E.T. siempre me pareció un mierdas carente del más mínimo encanto y que  Drew Barrymore apuntaba maneras y de alguna manera yo ya sabia que terminaria siendo una adicta a las emociones fuertes...y a todo lo demás.
Pero me he despistado, porque resulta que apesto a humo y cada vez que intento poner ojitos termino haciendo el más espantoso de los ridículos, y las mujeres me preguntan si me encuentro bien.
¡¡Que coño me voy a encontrar bien!!
 Me encuentro como el ojete.
Pero tampoco te lo voy a decir porque me queda muy mal la ropa de triste y la gente prefiere que te pongas colores cuando sales de casa.
Que joderse, como son las cosas.
Creo que si rebusco puedo encontrar en algún armario mi viejo traje de bufón, y si no lo encuentro, puedo pedir prestado uno a mi corte de bufones.
Que sea pacifista y que lo que más me apetezca en la vida sea patearle el culo hasta que se me caigan las uñas de los pies.
Y que cojones...voy a tener que hacerlo.



















5 comentarios:

Anónimo dijo...

...pero deja algo para los demás, que también queremos practicar el medievo con su culo...yo ya me he comprado un soplete!!

lacantudo dijo...

un soplete...que guay.
La putada es que esto es literatura, o bueno, pseudoliteratura y todo se queda aquí.
Soy partidario de la no-violencia.
No hay mayor desprecio que no hacer aprecio.

Anónimo dijo...

Anda que no has tenído altibajos en tu vida, y siempre has sabido levantar la cabeza y mirar para adelante, así que intenta que quede en anécdota, por muy dificil que lo veas, y disfruta de tu gente, que de eso te sobra

Anónimo dijo...

y yo que me la lleve al rio creyendo que era mozuela y resulta que era un tio....cabron que me dio bien por el...

lacantudo dijo...

Y yo que la lleve al rio creyendo que era mozuela, y resultó ser un tio que por poco me la cuela.