Marcianos

Los marcianos están empezando a hacer las maletas porque se han enterado de que en la tierra se perfilan ya con éxito los futuros viajes a su planeta.
Tan agustito que estaban ellos, con sus cráteres y sus cielos rojos y ahora van a llegar especuladores, alcaldes corruptos, pendones profesionales y toreretes que cantan y bailan.
Tocate las antenitas.
Llevan años visitándonos en secreto con la única intención de tratar de comprendernos y al final lo han conseguido.
Han comprendido de tal forma la naturaleza humana que se han agotado en dos semanas los billetes a Plutón.
Aquí en la tierra sin embargo los de siempre se están frotando las patitas porque si han sido capaces de construir hoteles en Cabo de Gata, que no harán en los millones de hectáreas vírgenes del planeta rojo.
Los que lo tienen más jodido van a ser los de los club de carretera. Allí, en vez de neones van a tener que poner azulejos sevillanos si quieren llamar la atención.
Los políticos se mueren por diseñar fronteras y empezar a crear aranceles para sacarse sus buenos duros y alguno ya está buscando agua, pa lo suyo de los trasvases.
La tierra va a fletar el CHANCHULLER 1º, aeronave de última generación que se desplaza mediante la combustión de la baba que se le va escurriendo al grupito de hijos de puta que nos están dejando sin recursos naturales.
La ministra Aido se las ve y se las desea para igualar a hombres, mujeres y marcianos, y han aumentado en tropecientos millones de euros su tan necesario ministerio, no vaya a ser que alguien meta la pata y no sea políticamente correcto con los marcianicos.
No va a hacer falta, señora ministra, cuando lleguen allí los primeros terrícolas, no los va a estar esperando ni "ruto"(que diría mi amiga Carmela)porque sería de chalados que Charlton Heston se hubiera sentado a esperar a la marabunta, o que los antiguos chinos, en vez de construir la gran muralla para protegerse de las hordas mongolas se hubieran conformado con extender una cinta policial de esas de "no pasar".
Nos van a dejar una nota, un mojón y un bastón de metro y medio, para que se lo meta por el culo el primer ser humano que pise sus tierras.
En la nota está claro, con letra grande y clara "SI ME QUERÉIS, IRSE".
El mojón es cortesía de mi homónimo en Marte, para quien lo quiera aprovechar.