jueves, 29 de septiembre de 2016

Kyrie eleison

Cuando la doctora Zuriñe Iturriarte se instaló en la que creía una apacible casa de turismo rural de Burgos, no supo la que se le venía encima.
Zuriñe es arqueóloga pero vivir aventuras en Egipto o en Grecia, era algo a lo que solo tienen acceso los nobles británicos de siglo XIX y más alla de sus sueños e ilusiones, Zuriñe terminó dando clases de historia en un instituto de secundaria. Por eso esta aventura que le reservaba el destino, era más una compensación por sus horas de lectura, entregada a los descubrimientos de sarcófagos y ciudades milenarias reflejados en los libros que tanto le gustan.
La casa de alquiler completo en fin de semana, la encontró por Internet. Necesitaba desconectar de sus clases y relajarse un poco pero no demasiado lejos de su lugar de residencia, por lo que metió en el coche una pequeña bolsa de viaje, media docena de libros y a su perrita Olma y en menos de hora y media de viaje llegó a su destino.
El día se había estropeado un poco y las nubes comenzaron a cubrir el cielo castellano. La casa, de piedra y adobe, tenía pinta de llevar allí toda la vida. Por dentro era otra cosa. Wifi, cocina completa con todo tipo de electrodomésticos de última generación, pantalla gigante y extra plana en el salón, donde ver canales de pago, ducha con hidro masaje...no faltaba ninguna comodidad de esas que consiguieron elevar el precio de alquiler por la casa a los quinientos euros el fin de semana pero Zuriñe no sabía aún, hasta que punto sería el dinero mejor empleado de su vida.
Olma, la perrita,juguetona y alegre, investigó por su cuenta el nuevo territorio y persiguió a cuanto ser vivo encontró en su recorrido de inspección, buscando únicamente compañeros de juego.
Zuriñe cerró el libro en cuya lectura se había enfrascado perdiendo la noción del tiempo en el cómodo balancín del porche y  se abrió un botellín de cerveza, que había metido en el congelador al llegar y que ya había cambiado el estado del néctar que contenía, de líquido a practicamente solido.
La cerveza helada le supo a gloria bendita y tras comer algo y compartir la cena con Olma, decidió acostarse y madrugar al día siguiente para pasear por el campo y hacer algunas fotos del paisaje castellano.
Los ladridos de Olma la despertaron de madrugada. Zuriñe se asustó un poco, pues Olma no acostumbraba a ladrar porque sí y además los ladridos venían del sótano de la casa. Se puso unos vaqueros, una camiseta y las zapatillas de deporte y por precaución, cogió una linterna y el teléfono móvil, por si había entrado algún animal peligroso en la casa, del estilo de víboras o ratas y tenía que pedir ayuda.
Al llegar al sótano, encontró a Olma muy nerviosa, arañando frenéticamente la pared del fondo de la estancia, practicamente oculta tras estanterías repletas de herramientas.
-Olma, ya, ¿Qué has visto, Olma?- 
Olma gruñó desafiante, cosa que hizo que Zuriñe,se agachase para alumbrar con su linterna el lugar donde Olma estaba arañando y lo que descubrió casi le hizo perder el conocimiento de la impresión. Una calavera. Olma había encontrado una parte del viejo muro que se estaba viniendo abajo por el paso del tiempo y al arañar durante horas, había abierto un pequeño agujero donde al alumbrar con la linterna, Zuriñe descubrió lo que sin duda era un cráneo humano, cubierto de polvo y telarañas.
Zuriñe buscó un pico o una maza entre las herramientas de las estanterías y encontró un enorme martillo de los que se utilizan para allanar caminos.
Apartando a Olma, se lió a darle golpes al lugar del agujero y en menos de diez minutos, abrió un boquete del tamaño justo para poder pasar de rodillas a la estancia contigua, donde grabó rápidamente su descubrimeinto con la cámara de su teléfono móvil de última generación.
Aquello debía de ser el refectorio o la biblioteca de una antigua abadía, una iglesia o una ermita benedictina de las que en esa zona habían proliferado siglos atrás. La calavera pertenecía al esqueleto completo del que debió ser el monje encargado de la protección de los secretos ocultos en suelo sagrado. Casi un centenar de libros que no se atrevió a tocar para no dañar el papel, que se convertiría en polvo al menor contacto, se apilaban en las estanterías de la sala.
Sobre una mesa, había unas grandes hojas que al iluminarlas, rápidamente le confirmaron sus primeras sospechas, al comprobar con una rápida lectura, que eran partituras musicales primitivas, donde se señalaban neumas y melismas, que marcaban los golpes de voz en el canto melismático. Esas partituras contenían un Kyrie eleison, común en el gregoriano benedictino de la zona.
Aquel hallazgo casual, sin duda marcaría un antes y un después en la vida de la Doctora Iturriarte.
Antes de abandonar aquel lugar para llamar a un compañero de estudios que sabía que trabajaba para la Fundación Siglo, de la Junta de Castilla y León , consiguió convencer a Olma para que abandonase sin excesivos remilgos el fémur derecho del esqueleto, que había convertido en su justo pago por el descubrimiento.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.

martes, 27 de septiembre de 2016

El más simpático de su pandilla.

Aflojándose el nudo de la corbata para poder tragar mejor, pidió otro escocés con hielo, que también apuró de un trago, como los tres anteriores.
Marcos echó un vistazo rápido a su alrededor y tras cerciorarse de que ella no lo había seguido hasta allí, reparó en su imagen reflejada en el gran espejo tras la barra del bar. Había adelgazado mucho, siempre había sido un tipo delgado pero las últimas experiencias vividas, le habían devorado la poca carne que tenía. La gomina que hacía que su negro cabello, se mantuviese tirante hacía atrás en su cabeza, le daba cierto brillo plateado a su cuero cabelludo. El traje negro de corte italiano, aportaba algo de elegancia a su desgarbada figura. Su más de metro noventa, de huesos recubiertos por cicatrices y tatuajes tribales a lo largo de gran parte de su piel morena, llamaba poderosamente la atención de la camarera del bar de la estación de ferrocarril, donde apenas había media docena de clientes que le prestaban toda la atención a la pantalla gigante donde se retransmitía en directo el partido de cuartos de final del Roland Garrós, que enfrentaba a Nadal contra Yokovich. El manacorí de enorme sonrisa, estaba ganando cómodamente al jugador serbio que parecía tomarse más interés en salir bien en plano que en devolver las bolas.
Marcos se dio cuenta de que la pernera izquierda de su pantalón, dejaba al descubierto parte de la empuñadura del cuchillo que ocultaba dentro de la bota de piel.
¡Qué tiempos aquellos en los que se podía fumar en todas partes! Por un momento dudó entre otro lingotazo o salir a fumar un pitillo. Optó por otro whisky de malta y aprovechando una fugaz visita al cuarto de baño, fumó media docena de caladas de un Marlboro light que extrajo del bolsillo interior de su chaqueta. Antes de volver a la barra, recompuso su atuendo y ocultó la blanca empuñadura de marfil que delataba el cuchillo que llevaba en su bota izquierda.
Estaba casi seguro de que la había matado. Apenas tuvo tiempo para informarse de los horarios del AVE a Madrid, ponerse el primer traje que encontró en el armario y coger documentación y algo de efectivo, antes de abandonar su casa tras haberla apuñalado.
No estaba seguro de haberlo hecho en un arrebato, comenzaba a sospechar que de alguna manera había sido algo premeditado. Por un lado el llevar el arma encima, él, que era un honrado y pacífico director de hotel y por otro haberla llevado hasta el extremo de perder los nervios y soltar el primer golpe cosa esta que sabía no le costaría lo más mínimo, dado su violento y agresivo carácter) reforzaban la teoría de la ´premeditación. La odiaba. No quería verla más pero lo que si que era cierto es que al provocarla no buscaba aquello, sino que desapareciese de su vida de una vez por todas. Ya le había jodido bastante, ya le había arruinado la vida lo suficiente cómo para además destrozarle el futuro con una condena por asesinato.
Ella era lo que comúnmente se entiende por una "mala pécora" y no era solamente su opinión, su entorno social y familiar le daba la razón al conocer la verdadera  forma de ser, de aquella morenita con rostro y comportamiento de mosquita muerta, cuando realmente era lo más parecido a un demonio babilónico.
Mientras le atravesaba el pecho con el cuchillo, buscando el corazón, sonrió al pensar que seguramente no tuviese nada allí y aquella mujer únicamente respirase y viviese, por algún tipo de magia negra. Había sido completamente cruel con él.Le había minado la auto estima, le había arrebatado su hombría y su orgullo, convirtiéndolo en una suerte de muñeco de trapo que existía solamente para satisfacer sus caprichos, sus deseos y sus necesidades y antojos. Al principio llego a convencerlo de que se había enamorado de él y de que lo que sentía era amor verdadero. Lo hizo muy bien. Consiguió disimular su verdadera naturaleza hasta que él, inocente y enamoradizo corderito, comenzó a quererla. Después, cuando ya lo tenía agarrado por los huevos, descubrió sus cartas.
Marcos había soportado lo indecible y se había encerrado a llorar a escondidas en el sótano de su casa, maldiciendo el amor y su mala fortuna con las mujeres, hasta que llegó un día en el que decidió que cualquier cosa, incluso la muerte o una cadena perpetua en la prisión más siniestra, merecerían la pena con tal de no volver a verla. No quería verla más.
Al terminar el partido de tenis, la camarera hizo zaping y se detuvo a petición de uno de los clientes, en el informativo nacional de la cadena pública. Un gran titular anunciaba la muerte por heridas de arma blanca a manos de su pareja, de otra víctima de la violencia de género, esta vez en Valladolid. Su novio, el presunto asesino, se había dado a la fuga y se encontraba en búsqueda y captura.
Al ver la foto en pantalla del presunto asesino, la camarera se dio la vuelta sobresaltada, justo para presenciar como el hombre de ojos tristes que se había bebido unos cuantos whiskis de a cojón de mico la botella, sacaba un cuchillo de su bota y derramando una única pero inmensa lágrima, se lo hundió muy despacito en el pecho, a la altura del corazón, cayendo desplomado en el acto sobre la barra. Al parecer su corazón no aguantó más puñaladas, al igual que su piel, estaba plagado de cicatrices, de las que le dejaron las mujeres a las que había amado a lo largo de su vida. Al hacerle la autopsía, el forense certificó que las cicatrices por todo su cuerpo se debía a una conducta auto lesiva, típica de los maniacos depresivos.
Marcos en su juventud había sido una persona alegre. El más simpático de la pandilla, hasta que sufrió su primer desengaño amoroso, del que jamás llegó a recuperarse.

lunes, 26 de septiembre de 2016

¿Qué nos hace grandes?

"Tal vez cuando todo amaine, la suerte nos vuelva a mecer".
Una vez que ha pasado el temporal, llega el momento de hacer recuento de perdidas, daños y desperfectos y de ponerse una camiseta vieja, vaqueros rotos, guantes de trabajo y botas. Toca trabajar y tratar de que todo quede lo mejor posible. Todo pasa por que tiene que pasar y en vez de lamentarse por el enorme boquete en la pared del salón, habrá que sudar y tener mucha maña para convertirlo en una nueva ventana, desde donde permitir el paso de la luz del sol y disfrutar de las vistas.
Hay dos opciones: quedarte escondidito en una esquina, llorando por tu mala fortuna, o aprender del enorme desafío de las fuerzas de la naturaleza y enfrentarte a los vientos racheados, que al fin comienzan a debilitarse, sabedor de que el temporal ha comenzado a apaciguarse y yo no eres un ser minúsculo al que el huracán puede arrojar contra los acantilados, sino alguien lo suficientemente fuerte como para agarrarte con ganas a los asideros existenciales y afianzarte en tu posición y tu espacio.
Tal vez lo que te hace grande es precisamente ese conocimiento de tu poder, tus habilidades y tus posibilidades. Y no es una cuestión de ego ni de orgullo, es solo la natural rebelión ante la injusticia y ante la bota del opresor, que pretende que no te levantes del suelo y que seas siempre pequeñito, para poder exprimirte y pisotearte a su antojo.
El miedo a que te arrastre una corriente o a que el ojo del huracán te mire fijamente, siempre estará ahí pero hay que plantarle cara, crear un necesario lastre de éxitos y victorias, suficiente para que no puedan moverte y mantenerle la mirada del huracán, aunque dé miedo.
El valor es algo tan relativo como la cobardía. Dice una canción que el valiente ha sido valiente, hasta que el cobarde ha querido. En nosotros está y solo en nosotros, la posibilidad de cambiar el chip y de levantar la cabeza y devolver los golpes.
Esto comienza a parecer un jodido texto de autoayuda, de esos que se han puesto tan de moda,pero os aseguro que no es mi intención. Tan solo me siento y escribo, vaciando lo que llevo dentro y hoy, por lo que sea, esto es lo que tengo que contar. Puede que al fin haya llegado el momento de comenzar a valorarme a mi mismo, incluso creo que me gusto un poco y que me pongo ojitos y me digo cosas bonitas al oído. Ya era hora.
Una de mis frases favoritas es: No me de consejos gracias, se equivocarme solo.
No seré yo el que cometa la osadía de decirle a la gente lo que tiene que hacer, ni como hacerlo. Simplemente a aquellos que alguna vez tienen miedo y se sienten pequeñitos, les digo que en esta especie nuestra, no hay gigantes (los jugadores de basket no cuentan) y que todos, absolutamente todos, llevamos dentro una cantimplora con poción de Panoramix, que al beberla de un trago, nos convierte en irreductibles galos.
Me he pasado media vida soportando la ocupación romana pero creo que hasta aquí hemos llegado. Me voy a comer un par de jabalíes, poco hechos y con reducción de módena, entrego media docena de menhires serigrafiados con poemas en rima asonante y, me acerco por el campamento romano más cercano para que Gatetix se afile las uñas en la empalizada mientras le explico a su centurión,porqué sobra su presencia allí y porqué se les ha terminando el mamoneo.
La vida no es fácil y a veces es muy dura, pero esto es parte del trato. El que quiera eterna tranquilidad y ausencia total de problemas, que le pida un visado a Yupi para instalarse en sus mundos.

viernes, 23 de septiembre de 2016

Espero que sea un hasta luego. V ¿ES?


Hace ya muchos años que llegó a mi familia un cachorrito de Labrador y se instaló en casa de mi hermana y su marido, su nuevo y verdadero hogar.
Con el paso del tiempo, la familia creció y primero llegó un cachorrrito humano. Para cerrar el cupo un año después,vino otra cachorrita que tiene tanto de humano como de juguetona e inteligente felina. El perro es su hermano mayor y los ha acompañado en el crecimiento, en los juegos, incluso los llevaba al colegio y nunca faltó a recogerlos a la salida.
Mi primer panegírico para un perro, lo escribí, viviendo en Italia, al saber que había muerto Foxi, el Terrier de mi amigo Paddy. Desde entonces y para mi desgracia, he acompañado con mis palabras la partida de unos cuantos animales más.
Aquellos que jamás han convivido con un animal en casa, no sabe hasta que punto forman parte de la familia, ni hasta que punto,sienten y padecen contigo, lloran contigo y se alegran contigo.
Los animales que nos acompañan se convierten en los mejores amigos y su empatia es increíble.
Es por todos conocida mi simpatía hacia diferentes especies animales y mi ocasional desprecio ante conductas aberrantes de la mía propia, que por no se qué motivo se ha erigido en la especie superior. Imagino que por ser la más ducha en exterminar a otras especies.
Este Labrador del que os hablo, está en fase terminal y mi hermana y los suyos, han decidido que no quieren que sufra lo más mínimo. Ese mal con nombre de cangrejo que se alimenta de los seres vivos, se ha cebado con él, extendiéndose por su interior y devorando diversos órganos vitales. Alea jacta est, la suerte está echada y por fortuna, la eutanasia animal aún no se considera un delito y la medicina permitirá que abandone este mundo con el mejor de los recuerdos, y con aquellos que lo aman junto a él en su último aliento, per sé que el día que se vaya lo hará sin dar un ruido y que ni mi hermaa ni su marido le aplcarán la inyección letal a no se que lo vean sufrir y quieran evitarle una dolorosa agonia.
No voy a entrar por extensión en demagogícos argumentos de corrientes extremistas que hacen del sufrimiento animal su bandera de guerra pero que del mismo modo que son capaces de enfrentarse a garrotazos con el público de una corrida de toros, luego se untan de paté de hígado de oca, todas las tostadas de la cena.
Soy omnívoro, como de todo y de alguna manera colaboro a sufragar mataderos y salas de despiece pero siempre respeto a los animales  que no me como.
Como dijo aquél, cuanto más conozco a los hombres, más quiero a mi perro y para mi desgracia he conocido a demasiados depredadores antropomórficos, a demasiadas perras, demasiados lobos y demasiados tiburones.
El mundo de las metáforas es así de curioso, se puede ser inocente como un corderito y más puta que las gallinas; fuerte como un oso, valiente como un león y traidor como una víbora.
Me encantaría saber como nos llaman ellos a nosotros.
No voy a convertir esto en un discurso absurdo. Estas letras son para despedirme de un amigo noble, bueno y leal, al que se le está vaciando la arena en su clepsidra.
Siempre te recordaremos, te has ganado un hueco en nuestros corazones. Aún estás aquí y sé que tus últimos días estarán al menos, llenos de cariño, de caricias y de besos. A mi me parece un planazo. No todos podrían decir lo mismo de sus últimos días. Eso hay que ganárselo y te los has ganado.
Buen viaje, Sinva ( abreviatura de "sin vacaciones", no nombre de monarca leonino.)volveremos a vernos, pero aún no.

martes, 20 de septiembre de 2016

Cabaret místico.

Con tristeza pero con mucha decisión y con una muy especial valentía y la absoluta certeza de que su gesto, redimirá a la humanidad, se encarama al trapecio.
La humanidad necesita adorar a un Dios, a una Diosa. La humanidad necesita ídolos ante los que inclinar la cabeza pero ella detesta la humillación como señal de reconocimiento, ella solo busca despertar el alma dormida y en estado de shock, dibujar una sonrisa en el rostro de los congregados en su Iglesia y consolar al triste, dar de beber al sediento y de comer al hambriento, con su alimento espiritual.
La gente comienza a llenar el templo y se sienta en silencio en los puestos asignados a la mesa.
La música que interpretan otros miembros de su congregación, eleva el alma de los allí presentes y las intervenciones de los distintos elegidos para proclamar su palabra, embelesan a todos y crean el clima perfecto para el momento de su ascensión.
A una señal, las luces se apagan, dejando la sala entre tinieblas y arriesgando su cuerpo terrenal, ella asciende a las alturas, consiguiendo el bautismo en la fe y la comunión emocional de cada una de las personas que tiembla de placer contenido ante lo que esta viendo.
Una melodía, un verso, una acrobacia, es lo mismo. Los caminos del señor son inescrutables y lo que su puesta en escena deja más que claro, es que ninguna religión puede obligar a matar, en todo caso despertará las ganas de compartir lo mejor de uno mismo. 
Los fieles despiertan del sock y ante ellos y allí mismo, se abren las puertas del paraíso, es decir...del show.
Así sea, por los siglos de los siglos.



domingo, 18 de septiembre de 2016

Héroe

Masticó con calma su rabia y se levantó de la mesa del estudio donde llevaba horas aporreando su máquina de escribir y fumando un pitillo detrás de otro.
Algo había cambiado en él y aunque a través de la ventana podía ver como caía la lluvia en una mañana completamente gris y desapacible, en el interior de su pecho brillaba un sol espléndido.
Nadie volvería a hacer que se sintiese pequeñito. 
Puede que se estuviese alimentando de los restos de ego que no  había consumido en los atracones del pasado. pero esa mañana había decidido confiar en si mismo, creer en sus habilidades y en sus posibilidades.
Lucharía.
Desgranando uno a uno los recuerdos del pasado que se habían resistido a desaparecer tras la tempestad precedida por una calma irreal encontró muchos momentos de paz, y demasiados momentos de lucha, de combate existencial, que le habían convertido en su propio héroe de leyenda. 
Había derrotado a la hidra de siete cabezas que vomitaba a la vez por sus siete bocas histéricas insultos, embustes y amenazas. Había decapitado al dragón que lanzaba fuego abrasador en forma de traición y había conquistado la  prácticamente inalcanzable cima de la nueva vida.
Se acabó llorar. Se terminó lamentarse y hacer un drama de todo. La camiseta le quedaba pequeña tras haber alimentado sus músculos con ganas e ilusiones combinadas con ejercicio diario.
Se acercó hasta el armero donde guardaba bajo llave las metáforas más hirientes, las alegorías con mira telescópica y varias cajas de esdrújulas con la punta hueca, adverbios de plata para neutralizar a los monstruos y vocales y consonantes de nueve milímetros. Munición de combate, armas de destrucción masiva.
Se ciñó a la cintura justo por debajo de la cadera el cinturón con sus dos viejos revólveres : prosa y verso.
Volvería a la pelea. Ya no tenía miedo. Nadie ni nada podría hacer que se siguiera ocultando detrás de millones de páginas sin sentido.
Pertenece al sueño de un destino y ha decidido cumplir con él.
No tiene que rescatar a ninguna princesa, que se rescaten solas. Solamente tiene que avanzar en su camino sin arredrarse ante peligros reales o imaginarios. No debe temer. No habrá brujerías, hechizos ni sortilegios que le vuelvan a reducir de tamaño. Una bala de sinceridad directa entre los dos ojos de la bruja será más que suficiente y, siempre ha sido el más rápido, pero demasiadas veces prefirió sentarse en la barra del Saloon y pedir un Whisky tras otro a salir a la calle principal y contar diez pasos, espalda contra espalda, antes de girarse y desenfundar.
Vuelve a sentarse al teclado de su vieja Olivetti. Las ideas llegan entre marchas de cornetas y tambores. Comienza a escribir mientras las tropas neuronales entonan el himno de Héroes del silencio. Ideal para la batalla.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Abdicar

Cuando me arrojaron al interior de esta celda, no eran conscientes de lo que habían hecho. Sin darse cuenta, me acababan de ceñir la corona y me habían entregado el cetro con el que me sentaría en mi trono del patio.
Llegué del juzgado, como el príncipe heredero al que las circunstancias y las intrigas palaciegas, habían estado a punto de cerrar el camino, impidiendo lo que me correspondía por derecho de sangre.
Pero aún debía de afianzar mi reinado.
En las duchas de prisión, un par de equivocados plebeyos intentaron dominarme, lo que terminó convirtiéndose en una salvaje lección sobre el derecho real y la sucesión, que llevó a uno de ellos a la enfermería con la cabeza y tres costillas rotas y al otro al destierro en una celda de máxima seguridad.
Los funcionarios que revisaron los sucesos registrados por las cámaras de vigilancía, se contentaron con grabarme con sus porras en la espalda, los hematomas que conformaron mi escudo heráldico.
Al salir al patio tras el confinamiento preventivo, los súbditos allí presentes, se arrodillaron ante mi.
Un verdadero rey ha de ser magnánimo y recompensar la fidelidad y el valor de sus caballeros. Senté en mi mesa redonda a los más laureados en las justas del presidio y les permití que me rindiesen vasallaje, besando mi anillo y jurándome lealtad hasta la muerte.
Los consejeros de la corona, se ocupan de que mis designios se cumplan y de que se imparta justicia. Son muchos los miembros de la guardia real que imponen mi voluntad cuando los funcionarios no pueden impedirlo.
Hay una docena de bufones que me divierten y entretienen cada noche, con sus volteretas, acrobacias y juegos de manos.
Solo echo de menos a mi reina, pero tengo previsto visitar en cuanto pueda el palacio de verano, donde se ha retirado a tomar las aguas y a disfrutar del sol.
Según me ha dicho el mago de la corte, podré verla en tan solo dos años, tres meses y un día. Mientras, saciaré mis apetitos con alguno de los mancebos que se me ofrecen mientras tomo mi baño cada mañana.
Los juglares y trovadores cantarán mis gestas. Pasaré a la historia como el monarca del puño de hierro que trajo la paz al reino y que aunque tuvo que ordenar la ejecución de muchos conspiradores que intentaron derrocar al elegido por los dioses para gobernar a su pueblo, supo devolver la alegría y llenar los silos con el grano cosechado por los campesinos. El comercio con otros reinos fue muy fructífero. Especialmente con los de allende los mares, que nos suministraron las exquisiteces provinientes de las indias que tanto aportaban a los más exigentes.
Ahora debo abdicar. Lo hago por mi pueblo. Mi tiempo ya ha pasado y no debo mantenerme en el trono injustificadamente o por mero capricho. Abdicaré en mi delfín. Larga vida al Rey.


martes, 13 de septiembre de 2016

Carne de objetivo

El pueblo entero está de fiestas, aunque este año ha habido algunos cambios. La presión social y principalmente la de los animalistas, creia haber consiguido erradicar la parte más salvaje de los festejos tradicionales. Sinceramente a ella eso le importa un bledo, tiene problemas más serios en los que pensar, problemas que le han llevado a desear la muerte...pero la muerte no llega.
Los farolillos y los banderines que cuelgan de los balcones le asquean y el olor a alcohol que desprende cada centímetro del pueblo, mezclado con el de orines proviniente de cada callejón y cada garaje, le obliga a contener las arcadas por no montar el número delante de las fuerzas vivas y los vecinos, que han sacado en procesión a la Virgen. Suben los cohetes y estallan en el aire con un ruido ensordecedor y molesto, que consigue encabritar a los caballos que montan algunos paisanos vestidos para la ocasión.
Aprovechando el revuelo causado por una yegua que se ha puesto a piafar de manos, aterrorizada por el estruendo y la muchedumbre, Perla se cuela en la iglesia del pueblo y antes de que nadie pueda detener su ascenso, sube hasta el campanario y se encarama a la barandilla, desde donde amenaza con caer al vacío.
No hace ni diez días que se llevaron a su hijo pequeño y todo apunta a que no volverá nunca a verlo. Hablando con las amigas le han explicado que aunque parezca mentira, en el mundo actual, se siguen dando casos como el suyo y el final siempre es el mismo: un psicópata mata y descuartiza al pequeño y luego expone el cadáver en un lugar público para que su obra sea contemplada por cuanto quiera verlo y sepa apreciar su pericia asesina.
Desde abajo, la gente, alertada por uno de los jinetes, que ha reparado en ella, levanta la vista y comienza a gritar, apartándose prudentemente del lugar donde seguramente se estrelle con gran fuerza, al caer desde esa altura. Algunos gritan suplicándole que resista, que no se enfrente a la gravedad, que no tiene sentido, que es una locura. Para ella la única locura es seguir viva en las condiciones en las que se encuentra, sin su hijo, explotada laboralmente por un hombre al que le importa una mierda la tan manida paridad y mucho menos sus condiciones laborales.
Un ruido a su espalda le hace girarse y ve como el alcalde y el cura han subido hasta allí y tratan de sujetarla pero entonces Perla comprende que lo único que quieren es disimular el escándalo de su muerte durante las fiestas, nada más. Ella les importa menos que nada y aunque la devuelvan a salvo a la finca donde reside, al día siguiente no volverán siquiera a mirarla.
Perla cierra los ojos y cae, gritando y liberando su rabia y su ira en la caída.
En pocos minutos, las fotos de su impacto contra el cemento llegan a los rotativos de todos los diarios nacionales y a los de algunas publicaciones internacionales: "Un año más, la cabra cae desde el campanario de la iglesia de Manganeses de la Polvorosa, en Zamora". Jesús, el redactor de A3, va un poco más allá y llama a la víctima por su nombre, Perla, añadiendo que por primera vez; la cabra que se estrella contra el suelo, había sido utilizada para la cría y, en la cena de inauguración de las fiestas, se había servido a las fuerzas vivas de la localidad, su primer cabrito; sacrificado según el método tradicional por el carnicero del pueblo.
Nada es verdad, ni es mentira. Todo depende del cristal con que se mira.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Emocionado y agradecido.

De entre las muchas cosas que siempre le agradeceré a mi padre, una de las más importantes es el que nos inculcase la afición por la literatura. Él era un lector insaciable y escribía estupendamente. Además de ser abogado y oficial superior del Ejército español, de joven trabajó como redactor en El Norte de Castilla, con nombres de la talla de Miguel Delibes y Maribel Rodicio o Manu Leguineche, a las órdenes de su buen amigo Fernando Altés.
Nos transmitió desde bien pequeños la importancia de la palabra escrita, que como él decía, siempre queda. Lo escrito queda.
Mi hermano mayor, José Ángel, fue primer premio de poesía de la Junta de Castilla y León y el primero de los hermanos en publicar un libro. Mi hermana Elena, ganó el certamen de cuentos sobre la igualdad de género del Ayuntamiento de Valladolid y su cuento publicado, fue el libro más vendido de la Feria del libro de Valladolid en el año 2015. 
Mi hermana Alejandra, debe de ser un hacha redactando demandas y recursos (a los hechos me remito) ha heredado la habilidad jurídica de mi padre. Mi hermana Silvia, la pequeña, es ese "angelito de alitas de plumón blanco" del que ya os he hablado alguna vez y que por su deficiencia mental, no sabe escribir pero no le hace ninguna falta, con su mirada y su sonrisa, escribe los versos más hermosos.
Yo soy lo que soy y escribo como escribo pero hoy quiero hablaros de mi hermana Elena. 
Sobra decir lo muchísimo que quiero a mi familia pero en Elena he encontrado muchas cosas y no deja de sorprenderme tanto su impresionante vis cómica como actriz, como su natural talento para la dramaturgia.
Ayer acudí a la representación en la Casa de Zorrilla de Valladolid, de una comedia escrita por ella y que estrenó el año pasado junto a dos estupendas actrices y amigas, Evangelina Valdespino y Anahí  Santos, cosechando un gran éxito, que repitió anoche pero en esta ocasión junto a Noemí Martinez y Beatriz Toquero.
El público no paró de reírse durante toda la función y no solo por la brillante y divertida interpretación de las tres actrices de Katakrok Teatro, sino por lo divertido, original y sorprendente del texto.
Nunca he sido envidioso, al contrario, me siento muy orgulloso de la calidad literaria de mis hermanos y sé que de alguna manera, mi padre siempre vivirá en nosotros y en nuestros textos.
Elena vale su peso en oro, como persona y como escritora y en este momento está en proceso editorial de un libro en verso para niños,que dará mucho de que hablar.
Trato de aprender de todos y de todo. Mis hermanos forman parte de mi buena estrella y sé que aunque todos tenemos lo nuestro y no somos ni con mucho, perfectos, mi madre está orgullosa de nosotros y reconoce a mi padre en mucho de lo que hacemos y decimos, sirviéndola de  consuelo,(aunque pequeño) para el enorme dolor por su pérdida.
Emocionado y agradecido por formar parte de esta familia y por haber visto ayer, como personas que habían asistido a la representación, paraban a mi hermana por la calle para felicitarla.

viernes, 9 de septiembre de 2016

El mundo



Se sentó frente a él y con la mano izquierda se retiró el flequillo de la cara, dejando al descubierto uno de esos rostros que cualquier pintor querría ser capaz de dibujar al detalle.  Su sonrisa era el perfecto complemento para unos ojos tan bellos como expresivos.
Durante más de hora y media charlaron amistosamente poniéndose al día de lo sucedido desde la última vez que se habían visto y el tiempo parecía haberse detenido en la mesa de aquella cafetería, respetando el encuentro y convirtiéndolo en eterno. En un momento de la conversación, ella le dijo que no entendía lo que estaba sucediendo en el mundo. No entendía porque para la gente afín era tan difícil encontrarse, porqué la sociedad había creado unas nuevas cadenas con las que atar a las almas libres y porqué la gente tenía tanto miedo a decirse las cosas, a compartir sus sentimientos y a dedicarse las palabras necesarias, las caricias necesarias, los abrazos necesarios.
Él, no podía apartar la atención de su mirada mientras formulaba aquellas preguntas. Trató de responder, de explicar el porqué de todo aquello que ahora ella había comenzado a cuestionarse y le habló del necesario cambio que había experimentado su visión de la vida. Ambos compartían una misma idea quimérica de la vida y de las relaciones humanas. 
Entonces ella disculpándose, se ausentó unos minutos al cuarto de baño del local y él dió con la respuesta perfecta, pero cuando ella regresó, no encontró el valor suficiente para decírsela por miedo a confundirla, por miedo a que la interpretase erróneamente.
Él se arrepintió en el acto de no haber reunido las fuerzas suficientes para decirle: "Este mundo nunca estará a tu altura, pequeñita, porque tu eres un ser de luz. Una persona noble y sensible, incapaz de comprender el comportamiento de una sociedad que se ha vuelto egoísta, cruel y avariciosa. Desde que te conozco he sabido que tu amistad es un inconmensurable regalo. Que en ti se encierra la cura para todos los males del alma, que lates y respiras como un ángel desubicado. No te merecemos, ni el mundo ni yo".
Pero una vez mas, calló ante ella. Contuvo el torrente de verdades que le vinieron a los labios y en su lugar, argumentó con trivialidades retóricas. Aprovechó para inhalar cada molécula de oxígeno que ella expiraba junto a él, tratando de imbuirse de su esencia, ya que supo que nunca podría respirar aire más puro y más limpio La quiso hasta lo indecible, hasta que llegó la despedida; el duro momento en el que le toca volver a la dura realidad sin ella. Prometieron volver a verse al día siguiente y se despidieron con un cariñoso abrazo, seguido de un beso que a él se le antojó demasiado corto, demasiado formal. La habría estado besando hasta el fin de los tiempos. Pero el fin de los tiempos llegó cuando se separaron.En ese mismo instante decidió soñar con ella una noche más y que su inconsciente le diera la respuesta que había callado por miedo. Quizás en la onírica conversación, se atreviese a abrirle por completo su corazón. Que bobada... suyo, siempre le pertenecerá a ella. El solo lo utiliza en usufructo.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

A este lado del Pisuerga.

Y es que el Rosarillo es mi Saloon preferido a este lado del Pisuerga.
Muchas veces aparqué mi montura a la puerta de este bar, junto a las de otros vaqueros de mi banda.
Allí los cuatreros no se atrevían a asomar la cabeza y hasta que tropezó rompiéndose una pata, mi hermosa y fiable "Vespa" (mi yegua italiana), conocía a la perfección el camino hasta las puertas del Rosarillo.
El dueño del Saloon es un tipo honesto que decidió retirar la escopeta de debajo del mostrador y enfrentarse a los forasteros con la mejor de sus sonrisas y con sus ganas de hacer las cosas bien. Como él mismo dice, "las cosas bien hechas, bien parecen". El propietario está seguro en su local, ya que ha sabido rodearse de un estupendo equipo de colaboradores.
En la barra le acompañan dos jóvenes que a simple vista parecen tan solo unos amables y eficientes camareros pero que no dudo que llegado el momento, sabrán demostrar al mundo su rapidez con el revólver y desarmar certeramente a quien se atreva a desafiarlos.
Las camareras que allí trabajan también, además de preciosas, ocultan entre las enaguas de su profesionalidad y experiencia, el  Derringer de pequeño tamaño y dos cañones, con el que atravesar el corazón del patoso de turno que piense que con la consumición y la sonrisa, le van a servir por obligación cualquier otro placer.
Al entrar en el Rosarillo, cuelgo en el perchero el  cinturón del que pende mi Colt y, sé que allí estaré a salvo y no tendré ningún problema. Eso es algo muy difícil de encontrar en el mundo de los salones del salvaje oeste, creedme, sé de lo que hablo. Además de por  su excelente whisky, su mejor zarzaparrlla, las estupendas melodías de la pianola y que la clientela siempre es de mi agrado (otros vaqueros como yo y muchas valientes pioneras que han volcado su futuro y sus esperanzas en el fondo de la carreta y se han atrevido a cruzar el Pisuerga, buscando tierras donde establecerse), os animo a acercaros  a beber unos tragos pero os recomiendo cautela y buenos modos, en este Saloon, no nos gustan los problemas.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Agua que no has de beber...

Cristina no puede dormir. Por quinta noche consecutiva, opta por levantarse a tomar un vaso de leche calentita y unos somníferos. Su conciencia le impide conciliar el sueño. Su conciencia y la viva imagen del hombre que ocupa por completo sus pensamientos.
Creía haber estado enamorada en pasadas ocasiones...y no pocas veces, pero Cristina descubrió sensaciones totalmente desconocidas para ella, al mantener fugazmente la mirada de Iker, la noche en que lo conoció. 
Esto que siente, debe de ser amor verdadero pero no está bien. Iker es  el prometido de su prima Begoña y Begoña está completamente enamorada de él y feliz por haberlo encontrado. Desde que su prima comenzó a salir con Iker, Cristina supo que debía de ser un hombre excepcional y se alegró hasta el infinito por ella.
 Todo comenzó la noche en que Begoña acudió con su flamante nuevo novio a cenar a casa de Cristina y los presentó oficialmente. 
Sobra decir que Iker es guapo, bueno, más que guapo, es terriblemente atractivo y sus ojos y su sonrisa transmiten al tiempo sinceridad y alegría. Eso no fue lo que comenzó a confundir a Cristina. Ella siempre ha tenido cierto éxito entre los hombres y ha mantenido romances con todo tipo de varones; muy agraciados la mayoría. Pero siempre busca algo más interesante que el atractivo físico en sus parejas y el novio de Begoña destila atracción por los cuatro costados. Cristina sabe que no debe fantasear con que Iker y ella tienen la oportunidad de conocerse mejor y que aquello deriva en la historia de amor más intensa y especial del mundo. La felicidad de Begoña está por encima incluso de la suya propia, ya que Begoña merece un hombre como Iker. Pero en el fondo Cristina la envidia y, le da mucha rabia ver que al fin ha encontrado al hombre con el que lleva soñando toda a vida y resulta ser la pareja de su prima. Encima desde el primer minuto, Iker y ella encontraron un punto de complicidad muy elevado y sintieron una poco frecuente conexión al hablar y disfrutar de la cena y del posterior whisky en el saloncito de casa.
Volvieron a verse al día siguiente, pues Iker vive y trabaja en Pamplona y estaba en Burgos, ciudad donde residen ambas primas, porque Begoña y él aprovechan cualquier oportunidad para pasar unos días juntos, sea donde sea, en Burgos o en Pamplona. Como en todas las relaciones a distancia, la ocasión la pintan calva y ambos se pasan el tiempo de un lado para otro, con la maleta siempre dispuesta y el teléfono echando humo, de llamadas y mensajes en los que dejar constancia de lo que se quieren y se echan de menos.
Obviamente Cristina nunca bebería de ese manantial, a no ser que Begoña ya hubiese saciado su sed y le dejará vía libre para sumergirse en sus aguas y recibirlo y disfrutarlo a través de todos los poros de su piel. Eso es lo que le roba el sueño a Cristina cada noche, la necesidad de demostrarle su amor a Iker, de poder decirle al menos que siempre ha soñado con encontrarlo y que ahora que lo ha encontrado, debe dejarlo pasar de largo por fidelidad y amor a su prima.
A veces la vida no es justa. Cristina maldice el momento en el que cruzó su mirada con la de Iker y supo que siempre lo amaría, aunque fuese en secreto. Al fin Cristina, sabe en que consiste eso del amor platónico y lo que es peor, ha comenzado a componer preciosas melodías fruto del amor no correspondido, que interpreta con su violín.El violín es el instrumento que lleva muchos años tocando y con el que  al fin puede ganarse a vida dando clases, tras haber recibido diversos reconocimientos públicos por su virtuosa interpretación. Siempre que puede , Cristina se encierra a tocar hasta que le duelen los dedos. Tocar es su forma de expresar todo lo que le inunda el pecho y convierte las alegrías y las penas en pegadizas y armoniosas melodías.
Mientras observa como Begoña besa a Iker, las notas de una triste romanza comienzan a venirle a la cabeza. Tararea en voz muy baja y se aparta un poco de la acaramelada pareja, para que no descubran que su corazón se acaba de romper y de que una enorme lágrima ha empezado a resbalar por su mejilla.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Sevilla

Creo que le debía un homenaje a esta preciosa ciudad, donde reside parte de mi familia más querida y algunos buenos amigos, además de una personita a la que he querido y quiero mucho.
Esto no es una guia de viajes pero creo que en estos tiempos, se peca en exceso de postureo y la gente tiende a esclavizarse con las cadenas de la apariencia y, estoy convencido de que muchos de los que gastan sus ahorros en viajes a la República Dominicana , Mexico o Cuba, para encerrarse en un resort donde se les anilla como a las palomas, con una pulserita de "Todo incluido", no se habrán molestado en conocer bien el país.
Sevilla encierra muchas maravillas, además de la lluvia en Sevilla, que es una maravilla, como decían hasta la saciedad en la película "My fear lady".
Es la capital hispalense, podemos encontrar vestigios de la ocupación musulmana y de que la convivencia pacífica entre culturas, es algo posible.
Además de Torre del Oro y Giralda, hay muchísimo que ver. La ciudad es un reclamo para rodajes de películas como "Star Wars" , "´Misión imposible" y otras muchas cintas. Incluso series para televisión tan famosas y comerciales como "Juego de tronos", han caído bajo el embrujo del que habla el señor Bosé en su canción.
A mi me gusta la Sevilla de Juncal, en la que tomarte una caña con una aceutunita en alguna de sus tascas de toda la vida, se convierte en un palcer a tener muy en cuenta.
"El corazón que a Triana va, nunca volverá" y mucho me temo que eso es una gran verdad, basada en hechos reales.
Sevilla ha sido también y sigue siendo, cuna de grandes músicos y artistas. El flamenco campa a sus anchas por la ciudad y puedo asegurar que pocas cosas me han sobrecogido tanto, como escuchar cantar una saeta desde un balcón, al paso de una virgen durante la Semana Santa sevillana, de sobra conocida en el mundo entero. Algunos de los mejores raperos de España son sevillanos y las letras de sus canciones rezuman arte y carácter por los cuatro costados.
En temas taurinos no estoy muy puesto, pero creo que "La maestranza" es una plaza donde debe de ser un verdadero honor enfrentarse a un toro, o aun torero (dependiendo del lado de la contienda en el que te encuentres).
El clima acompaña durante prácticamente todo el año y el calor, sofocante en demasiadas ocasiones,invita a muchos a probar las aguas del Guadalquivir, río navegable que atraviesa la ciudad. De todas formas el mediterraneo está a tiro de piedra en coche, por lo que el deje del acento sevillano, se escucha hasta la saciedad, en playas de Cadiz, Granada, Almeria y Málaga.
Si me meto a hablar de la Feria de Abril, que he podido disfrutar junto a mis primos sevillanos en más de una ocasión, esta entrada se convertiría en un libro. Impresiona ver el arte y la belleza de la mujer sevillana, vestida de lunares, bailando sus bailes típicos que como curiosidad, os contaré mi sorpresa cuando estudiando la carrera, me explicaron en clase,que "Las sevillanas", en realidad son danzas de Ávila que al trasladarse la corte a Sevilla a raíz del descubrimiento de América, se bailaron añadiendo el salero y la gracia típica del pueblo andaluz. Esto es demostrable y comprobable.
En cualquier caso, bailar una sevillana bebiendo un Rebujito en una caseta de la Feria de abril, con una mujer vestida de corto porque acaba de bajar de su montura con la que circula por la feria, es una cosa que aunque apeste a topicazo, realmente emociona.
Creo sinceramente que merece la pena acercarse por Sevilla, si no lo conocéis. No os va a defraudar en absoluto.