Su abogado le aconsejó ir lo más tranquilo posible a la vista sobre el divorcio.Esta es la segunda vez que va a tener que supeditar su falta de acierto en el amor, a lo que dictamine un juez, porque además de tropezar dos veces con la misma piedra, Iván se mortifica pensando que habrá que dividir el fruto del esfuerzo diario de ambos. Siempre estuvo enfocado a un sueño común, a unos planes de futuro en común y a una vida en común. O eso es lo que había sido tan imbécil de creer desde la primera vez que sus labios se encontraron. Ahora hay que cuantificar el amor, la pasión, la traición, el amplio abanico de mentiras y hay que añadir los ceros correspondientes a la cifra que marcará el precio del fin de sus ilusiones. Para lo demás, Mastercard. No le culpa a ella, no es tan idiota como para proyectar su frustración sobre la persona que supo aprovecharse de sus debilidades. Se culpa a si mismo por haber vuelto a repetir esquemas, confiando ciegamente en los dictados de su pecho y subyugando su existencia a los deseos de una mujer. Siempre fue un romántico empedernido, pero eso no le sirve de excusa ni de justificación a la hora de comprobar el saldo de la cuenta de su felicidad, de nuevo en números rojos. Dicen que no hay dos sin tres, pero para Iván ha sido más que suficiente y no volverá a tropezar con la misma piedra por vez tercera. A la tercera va la vencida y teme que eso conlleve el rechazo completo al sentimiento que le hizo comprender la realidad de la vida. Aunque esa realidad duele demasiado, ya ha entendido que es lo único que le hace sentirse vivo. Pero ya no se expondrá de nuevo a las flechas del angelote puñetero que se empeña en destrozarle el alma. Mejor solo que mal acompañado. La casa, el coche, el apartamento en la playa, los pocos ahorros que conservan en la cuenta de la que ambos son titulares. El juez dictaminará como repartirlo aunque por él, se lo puede llevar todo, igual que se ha llevado su dignidad y su hombría. Da gracias a Dios por no tener hijos, no los tuvo en su anterior matrimonio y tampoco llegaron en este que ahora está más que finiquitado. Los hijos son maravillosos, pero también son los que suelen pagar muy caro la falta de acierto de sus progenitores. Al entrar en el juzgado y pasar por el arco de seguridad que controla un Guardia Civil de uniforme, vacía sus bolsillos en una bandeja de plástico y se estremece al contemplar el llavero que ella le regaló cuando estrenaron la residencia familiar. Familiar. Ese adjetivo no era el correcto para definir su vivienda. Con el tiempo su lecho fue ocupado por alguien completamente ajeno a la familia y ella renunció a todo lo que lleva aparejada esa palabra. No se logra pertenecer a una familia con el solo acto de firmar un papel en el notario, hay que aportar al menos la voluntad sincera de compartir la alegría y el dolor, la pobreza y la riqueza, la salud y la enfermedad, hasta que la muerte y no un juzgado, la separe. Iván ya ha entendido que él fue el único culpable de que ella desease a otro ocupando su lugar en la cama. Será mejor que esto termine cuanto antes. El juez solamente recoge y certifica el acuerdo amistoso que entregan los abogados de ambos cónyuges que han conseguido llegar a un acuerdo razonable, tras haber comenzado el proceso de lo que parecía un duro divorcio. Iván ha cedido, ignorando las recomendación de su abogado, sus amigos y sus padres. Nadie entiende que hay batallas que es mejor no librar y que a enemigo que huye, puente de plata. Una retirada a tiempo es una victoria y por lo menos, conservará intactas las pocas fuerzas que le quedan aunque no piense emplearlas en volver a intentarlo. No volverá a tropezar con una piedra en forma de corazón ni con un corazón duro como una piedra.
Lo de provocar un incendio en el parque natural de Doñana, fue una excelente maniobra de distracción que les permitió acceder a la ermita del Rocío y pegar el cambiazo, sustituyendo la imagen de la Virgen por una copia de las mismas características pero construida con cartón piedra y papel maché, que a simple vista daba totalmente el pego, pero que al hacerse pública la petición de rescate y antes de que los agentes de la científica pudieran evitarlo, sufrió las iras de los almonteños y fue completamente destruida a patadas y puñetazos por el gentío allí congregado al conocer la noticia. El plan era sencillamente genial. Dada la devoción por la virgen del Rocío y la de cientos de miles de fanáticos y fervientes adoradores que tiene esta imagen, Carlos no dudó en solicitar un rescate de mil millones de euros, a ingresar en una cuenta completamente blindada, en un paraíso fiscal del Pacífico. Nada de dejar mochilas con fajos de billetes marcados en un contenedor de basura, ni maletines en la barra de un bar. El no es un político al que haya que pagar comisiones por los servicios prestados, ni un macarra de tres al cuarto, que haya secuestrado al primogénito del terrateniente del pueblo. Tras ocultar la imagen de la Virgen, en la nave industrial alquilada en un polígono comercial de Huelva, para tal efecto, Carlos eliminó allí mismo a los dos únicos hombres que participaron junto a él en la operación y que habían seguido un estricto protocolo de confidencialidad, por lo que al atravesarles la cabeza de sendos balazos,con su automática provista de un más que oportuno silenciador, eliminó en el acto los cabos sueltos y respiró tranquilo mientras saboreaba su Cardhu con hielo. Una vez se hubiese hecho efectiva la transferencia en la cuenta puesta a nombre de una sociedad fantasma, enviaría al diario "El País", y con el teléfono móvil de prepago comprado para este fin, un wasap con la ubicación del lugar donde se encontraba la imagen y se largaría a tomarse un Whisky de malta, en vaso ancho y con dos piedras, a su bar favorito de Sevilla, cerca de la Torre del Oro. Tan solo quedaban tres días para el fin de semana previo al lunes de pentecostés por lo que el plazo para hacer efectivo el ingreso, expirara pasado mañana jueves y si las hermandades no se ponen de acuerdo para cumplir sus exigencias, detonará con el control remoto la carga explosiva adosada a la imagen y de la que ha enviado un completo reportaje fotográfico a los medios de comunicación para que lo difundan y creen el pánico entre los beatos rocieros. Con lo que Carlos no había contado, era con la agudeza de una agente de la unidad de caballería de la policía nacional sevillana, destacada en Huelva para coordinar el itinerario de la romería de este año y a la que llamó la atención aquel enorme Land Rover con las lunas tintadas, aparcado sospechosamente junto a la puerta trasera de la ermita, teniendo multitud de huecos libres frente a los bares de la plaza cercana. La agente Muñóz inició una investigación por su cuenta y al llegar a los medios de comunicación la petición de rescate y comprobarse la falsedad de la imagen de la ermita onubense, rastreó el vehículo del que había hecho unas fotos con su teléfono de última generación, llevada por su instinto y su refinado olfato policial. No hizo partícipes de sus sospechas a ninguno de sus compañeros, ya que siendo nueva en la unidad y mujer,se evitaría el cachondeo y la condescendencia de aquellos con los que tenía que trabajar a diario. Por desgracia, este sigue siendo un país de machistas y por mucho que se le llene la boca de paridad a los mandos de los cuerpos de seguridad y orden público, ya estaba cansada de tener que demostrar constantemente su valía. Al dejar KO de un culatazo en la cabeza al sospechoso mientras estaba deleitando su whisky de veinte euros la copa, sintió una extraña sensación de orgullo por el deber cumplido que culminó al engrilletar las muñecas del cuerpo desplomado y avisar al jefe de su unidad, de que había dado con el cerebro del secuestro más famoso de la reciente historia de España. Semanas despues, el mismísimo Papa, acompañado en la ceremonía por el Rey de España, condecoró en el Vaticano a la heroina y por aclamación popular, los altos mandos policiales asecendieron a la agente Muñoz. Ahora da más gusto que nunca, respirar el polvo del camino.
-Pues si pasa, -dijo Nestor jugando con la traducción del título de la canción, mientras el tema de Metálica sonaba de fondo, en lo que aseguraba los nudos de las cuerdas con las que había atado a Mireya, su amante de las últimas semanas. Mireya es una periodista a la que conoció en la entrega del premio nacional de novela que le otorgaron los Reyes en una gala saturada de pedantes y pseudointelectuales de lo más variopintos. - Creo que esto ya no tiene vuelta atrás y sintiéndolo mucho voy a tener que matarte, no puedo permitirme el lujo de dejarte con vida después de todo lo que has averiguado sobre mi. No debiste haber fisgado en los archivos de mi ordenador, no debiste haberte dejado llevar por la curiosidad, que como bien dice el refrán, mata al gato. En esta ocasión la curiosidad matará a la gatita y no creas que no me jode tener que hacerlo. -No estaba fisgando, sabes que tengo que enviar mi columna diaria y al no saber si iba a quedarme a dormir en tu casa, solo quise comprobar que había dejado preparado el mail con el archivo adjunto para enviarlo al periódico desde mi correo. Me llamó la atención el nombre de la carpeta del escritorio y sinceramente, pensé que se trataba de otra de tus novelas y la abrí para ver si iba a convertirse en otro best seler pero ya veo que desgraciadamente, no es más que el diario de un desequilibrado con ínfulas megalómanas.- Nestor descargó un puñetazo en la boca de Mireya, rompiendo varias piezas dentales y salpicando con la sangre de la columnista de "El País", el blanco sofá de cuero donde la tenía tumbada y atada de pies y manos. - Más me duele a mi, te lo aseguro, -Una mierda, jodido psicópata- dijo Mireya conteniendo las lágrimas de dolor. -No soy un psicópata, según mi psiquiatra tan solo tengo un pequeño trauma provocado por el déficit de cariño en la infancia. Si mi padre no se hubiese ido a por tabaco donde Cristo dio las tres voces, abandonando a su familia, seguramente habría aprendido a controlar mi ira, pero he tenido que descargar toda mi rabia en las novelas y el sobrante de odio, en el cuerpo de alguna mujer. Es curioso lo que son las cosas, las mismas que aplauden y vitorean los crímenes de mis personajes, cuanto más violentos mejor, luego se mean encima y suplican por sus vidas, aún sabiendo que el perdón,es algo que no puedo conceder. -Pues te vas a joder pero controlo mis esfínteres y no pienso suplicarte. Haz lo que tengas que hacer y solo espero que cometas algún error y que te terminen pillando. El crimen perfecto no existe. Tu mismo te has encargado de dejarlo bien claro en cada uno de tus libros. Nestor hundió su estilete en el corazón de Mireya con la mano derecha, mientras con la mano izquierda trató de silenciar las últimas palabras de su nueva víctima, la octava, desde que asesinó a aquella profesora de literatura del antiguo colegio privado donde estudió de niño y en el que le "hicieron un homenaje cuando gano su primer premio literario internacional. La "señorita Ferrero" nunca creyó en él ni en su prosa salvaje y, sabía que le habían impuesto que acudiera contra su voluntad a aquel evento, donde aprovechó para averiguar que vivía sola y a escasos doscientos metros de su piso de Madrid. Lo demás fue sencillo. Acudir a su casa, coseguir que le abriese la puerta con una excusa baladí y fingir un robo, tras reventarle el cráneo de varios martillazos. La policía no sospechó que aquello se tratase de un crimen ajeno a los delitos cada vez más comunes en la capital de España. Apenas tuvo repercusión mediática. Con Mireya, tendría que hilar fino. Era una conocida periodista y más de alguna publicación de la prensa rosa, se había hecho eco del supuesto romance entre el aspirante a premio Nobel y la periodista de la sección cultural de uno de los diarios nacionales con más tirada. Gracias a lo aprendido en la intensa labor de documentación para escribir sus libros, Nestor no tendría problemas para deshacerse del cadáver sin dejar ningún rastro. Al desatar el cadáver y despojarlo de la ropa antes de sumerjirlo en la bañera con diversos productos químicos, Nestor recordó las noches de pasión con Mireya y una tremenda erección, le sorprendió contemplando aquel cuerpo sin vida. Penetrar un cadáver era algo muy difícil, pues entre la ausencia de lubricación vaginal y el comienzo del rigor mortis, el único placer del acto, fue el que le otorgó el sentirse el dueño absoluto de aquel despojo humano. Años después Nestor Ibarra Sanchez fue galardonado con el premio Nobel de las letras y murió en un accidente aéreo al regresar de recoger el galardón en Estocolmo. Cuando su editor encontró el diario, en el ordenador personal del difunto, se puso en contacto con los abogados de la editorial, para ver de que manera podría hacerse con los derechos de edición, antes de entregarlo a la policía.
¿Crees que con esa caidita de ojos y esa miradita de niño bueno, voy a perdonártelo todo y volveré a caer en tus brazos? Pues lo llevas crudo. No hace falta que me repitas lo mucho que me quieres, lo estúpido que fuiste y lo equivocado que estabas. Estas dos últimas cosas, ambos las tenemos más que claras. A ver si lo entiendes. yo quiero un hombre, no un niño ni un jodido Peter Pan, que se niega a crecer. Me parece perfecto que te encanten mis ojos, que me insistas en lo bonita que es mi sonrisa y en lo muchísimo que te he gustado siempre. Ya está bien.Hay cosas que no deberías remover, es mejor dejarlas en el pasado y que el tiempo las vaya macerando hasta que cojan el punto adecuado. No soy imbécil, sé perfectamente que lo mismo que me estás contando a mi, se lo habrás contado a otras muchas. Pero conmigo no te va a funcionar. Puede que no estés acostumbrado a tratar con mujeres inteligentes, a las que nos resbale tu discursito de eterno enamoradizo con exceso de sentimiento de culpa y de inseguridades. Ahora lo mejor que podrías hacer, es tener un poco de dignidad y aprender a reconocer la derrota. Asume que como dice el tango, cualquier tiempo pasado, fue mejor y no te preocupes, que veinte años no es nada y que siempre podrás volver al punto de partida, con la frente marchita, febril la mirada y todas esas cositas que tanto te gustan y que forman parte de tu numerito habitual. Pero lo siento bonito, aquí ya está todo el pescado vendido. No me das ninguna pena. No me creo nada y además no voy a sentirme culpable por ello. Me has enseñado tú, tu has sido mi maestro para hacer sufrir. Es cierto que durante un tiempo me conseguiste convencer de que realmente me amabas, de que yo era la única dueña de tu alma y de que respirabas y latías por y para mi. Es cierto que llegué a creer que te amaba y de hecho y contra mis principios y mi costumbre,también te lo he dicho en más de una ocasión, pero al hacerlo, tan solo estaba cavando la tumba donde enterrar esta relación que ya nació muerta, porque era tan falsa, como todos y cada uno de tus besos. ¿Ahora te das cuenta de que soy la mujer de tu vida y sientes haberme dejado escapar? No seas tan prepotente, tu no me has dejado escapar. Me he ido yo, porque soy libre. Libre para rechazar tus caricias, libre para romper tus cartas. Libre para olvidar tus versos y para desafinar las cuerdas de tu guitarra. Libre para maldecir tu cama y libre para encontrar al hombre que sea capaz de reconocer mi valía, sin temer que mi luz brille más que la suya. ¿Qué no puedes vivir sin mi? Haz el favor de no decir gilipolleces de esas de folletín.La vida no es un mal culebrón venezolano y las personas no se mueren de amor. Puede que de alguna manera el amor que ofreces llegue a intoxicar, pero llevas el antídoto corriendo por tus venas desde que engañaste a la primera mujer. No me jodas con tus cuentos, Si quisiera creer que eres tu el príncipe azul que yo soñé, habría arrojado mi melena por la ventana para que trepases hasta mi dormitorio pero siento decirte que ya no eres bienvenido y que prefiero llevar la cabeza rapada, antes que facilitarte el acceso. No soy dura, no soy mala. No confundas la realidad ni te excuses en mi rechazo. Llora como mujer, lo que no supiste defender como hombre, aunque las mujeres ya no lloramos y hemos aprendido a defendernos de los seductores baratos. Aunque te duela reconocerlo, ya no tenéis el monopolio de la conquista. Atrás quedó eso del rompecorazones que amanecía cada mañana en una alcoba distinta y tras tomarse un café y fumarse un último pitillo, desaparecía para siempre. Ahora jugamos en la misma liga y nos estamos llevando todos los trofeos. Tenemos las vitrinas llenas y tu género se ha convertido en un eterno segundón. Me duele un poco decirte las cosas como son, pero ya está bien de inocentes y crédulas mujeres que te bailan el agua y te dan fuerzas para seguir con tus farsas. Y no se te ocurra forzar una lagrimita. Esos ojos son bonitos, cuando no los disfrazas de embustes. Rentabilízalos con otra. Te deseo mucha suerte, porque cada vez te va a ser más difícil. Ya no eres un niño, aunque te sigas negando a madurar. Y ahora si me disculpas, tengo una vida que vivir, un corazón que llenar y un camino sin obstáculos. Adiós, Peter.
No vuelvo a ponerme, ha sido la última vez. Supongo que esto lo estoy pensando como parte del enorme bajonazo que me ha dado tras pasarme las últimas horas comiendo techo tumbado en la cama. No ha sido muy inteligente acostarme con el subidón que tenía. Si no llega a ser porque cuando llegué a casa, estaba mamá despierta, hubiese cogido algo de pasta del cajón de mi mesilla y las dos rulas que me quedan en la cajita de emergencias y me habría vuelto a bajar a buscar a alguno de estos. Pero tuve que hacerme el niño bueno y disimular para no darle un disgusto. Ayer estuvo bien pero fue un poco pasada.No soy ningún yonki ni ningún poligonero de esos, que salen en la tele en los documentales sobre la juventud y la droga. Lo mio es diferente y con clase, aunque me pudo el ansia y después del MDMA que me ofreció ese compañero de constitucional, al que solo veo ocasionalmente en la facultad y poco más, no me quedó más remedio que corresponder de alguna manera y volqué el gramo. Nos lo metimos de cuatro lonchas, era un perico impresionante que me pasa el camello de un vecino de La Moraleja y nos puso como motos en el acto, los reyes de la fiesta. Lo que no hice bien fue beber tantas copas, pero entre el M, la farlopa y las rulas, tenía una sed loca y los cubatas me duraban lo que un caramelo a la perta de un colegio. Además me gasté un dineral anoche. Cuando me he vaciado los bolsillos, solo he encontrado un turulo hecho con un billete de cincuenta euros, del resto de la pasta ni idea, aunque nos encontramos con Merche y otras niñas de enfermería. Como están tan buenas y queríamos impresionarlas, no las dejamos pagar una copa en toda la noche y claro, me salió caro el magreo en los reservados. Ya tengo veintitrés años y creo que va siendo hora de que eche el freno. Si me lo monto bien, podré currar con papá en su asesoría de empresas, que es donde está la pasta. Cuando termine la carrera puedo empezar a hacer prácticas con él, en lo que me saco el master y sino, siempre me puedo ir a Estados Unidos un añito, a aprender bien inglés, que ahora con lo de la unión europea, el idioma es fundamental si quiero llegar lejos. Lo único, va a ser buscarme un camello en California, pero bueno, eso no creo que sea difícil, allí hay muchos negros y chicanos. De todas formas me estaba planteando no volver a ponerme nunca. Vale que seguramente sea un coñazo de vida pero empiezo a notar demasiados nervios y estos bajones después de las fiestas, no me merecen la pena. No soy el que era, es verdad. Ahora no aguanto ni media y día sí, día también, termino a hostias con algún niñato pero imagino que eso es porque me estoy haciendo mayor y ya no estoy para aguantar tonterías de nadie. La mala leche va con la edad, sino que me expliquen porque los carrozas tienen todos esas caras de cabreo. No quisiera llegar a los cuarenta sin haber disfrutado de las cosas buenas de la vida. Mierda....creo que me voy a desmayar, debo tener la tensión por los suelos, será mejor que me coma una chocolatina y me beba una Cocacola, a ver si con el azúcar me vengo arriba. Joder, creo que he perdido el puto Iphone. Eso, o me lo he dejado en el coche de Merche cuando me trajo a casa. Luego me llamo desde el fijo, a ver quien me lo coge, aunque seguro que ya se habrá quedado sin batería. A veces cuando las cosas están de salir mal, están de salir mal. A ver que le digo a mamá si no lo encuentro, que es el segundo desde Reyes y cuando perdí el otro me dijo que no volvía a comprarme un móvil tan caro. Ella sin embargo no se corta a la hora de gastarse el dinero en caprichitos. Coño que mal me encuentro hoy, se me esta yendo la cabeza, tengo unas ganas inmensas de gritar y de romperlo todo. No vuelvo a ponerme, creo que hasta aquí he llegado.Bueno, despues de la fiesta en casa del padrastro de Merche,el finde que viene, se acabó. No vuelvo a ponerme. Si acaso y como mucho, una rayita de vez en cuando o unas rulas en las ocasiones especiales.
"Pudo ser y no fue, por ser la vida cómo es, nos dio la vuelta del revés" Lo siento pero no puedo evitarlo. Tras varias entradas de diversas temáticas en las que he afrontado diferentes estilos literarios, para tratar de profundizar en los males que azotan a la humanidad, hoy vuelvo a permitirme el lujo, de dejar salir cosas de mi interior y no contento con eso, voy y las hago públicas, exponiéndome a la crítica personal y poniéndome de nuevo en manos del lector, para que decida que hacer conmigo. Una vez me dijeron que mi blog estaba funcionando bien porque en mis textos, abordaba diferentes lugares comunes con los lectores. ¿Quien no ha sufrido por amor? ¿Quien no ha perdido un ser querido? ¿Quien no ha pasado por una experiencia aterradora alguna vez? Ultimamente digo mucho una frase, mitad en broma, mitad en serio: El que nace lechón, muere cochino y renace más lechón que nunca. Hoy me voy a centrar en esas historias de amor, que crees que son las definitivas y terminan pasando y convirtiendo a los amantes, en extraños. Cuantas veces habré dicho lo de "es la mujer de mi vida". Tantas, que mi familia y mis amigos me lo sueltan cada vez que voy emocionado y feliz a hablarles de si me he vuelto a enamorar o no. Cada uno es como es y en ese sentido me ha tocado una personalidad harto complicada, porque al igual que es maravilloso sentir que has conocido a tu alma gemela con la que terminarás tus días, es realmente duro cuando descubres que has vuelto a confundir las cosas y aquella mujer por la que hoy te dejarías matar, seguramente dentro de dos meses desviará la mirada a otra parte cuando se encuentre contigo al doblar una esquina. Soy terriblemente enamoradizo, para mi desgracia. Desde mi último gran desamor, realmente estoy trabajando mucho la autocontención y el poner límites y freno a los sentimientos, cosa que seguramente está siendo injusto con las mujeres con las que me cruce ahora y a las que no conseguiré explicar que tengo un lastre en el corazón , que me imposibilita volver a creer en el amor verdadero. Ese lastre tiene nombre del pasado y aunque tengo más que demostrado que segundas partes nunca fueron buenas (excepto "Alien 2" y "Las dos torres") no puedo evitar imaginar lo fabuloso que sería aplicar todos los conocimientos y experiencias adquiridas desde la primera vez que nos besamos hasta ahora, que han pasado casi veinte años y se supone que de todo se aprende. pero no, ya lo estáis viendo, no aprendo. Lo que me duele una barbaridad, es saber que algunas de las mujeres a las que he amado, han rehecho sus vidas. Que nadie me malinterprete, me alegro muchísimo por ellas y las deseo toda la felicidad del mundo aunque no sea conmigo, pero me doy cuenta de que he pasado de formar parte de sus sueños y proyectos, a ser un incómodo recuerdo vivo y parlanchín, que no quiere desaparecer entre la neblina del pasado y se empeña en mantener el contacto. Y no lo quiero mantener para intentar que vuelvan a quererme, sino porque no soy capáz de olvidar con tanta facilidad. El hombre, es el único animal que tropieza dos veces con la misma Vespa, digo con la misma piedra y no consigo entender como funciona esto del amor, cuando un día eres la persona más feliz del mundo y al día siguiente te conviertes en un despojito que va llorando por las esquinas. "No te empeñes en buscarla", me dicen algunos amigos, "un día aparecerá". Ya...¿y si por lo que sea, me pilla fuera o al teléfono? La última mujer de la que estuve realmente enamorado, me dijo no hace mucho algo precioso, pero que me hizo sin querer un daño espantoso: "No te preocupes Juan, seguro que encontrarás a la persona que descubrirá en ti, lo mismo que yo he visto" . Pues imagino que eso que ella vio, tenía fecha de caducidad o realmente no era algo tan bonito como para amarme incondicionalmente y para siempre, sino, no entiendo que coño terminó pasando. No quiero convertirme en un extraño para ella, ni para ninguno de mis verdaderos amores del pasado (para otros sin embargo, me encantaría ser un completo desconocido e incluso "el hombre invisible") y no sé porqué carajo, cuando me enamoro , me entrego hasta el final y sin límite, anulando mi voluntad y convirtiéndome en un títere en manos de la persona que si no lo manipula con cuidado, se lo cargará y le arrancará los hilos. Si eso es el amor, si en eso consiste el juego, prefiero no jugar y no volver a enamorarme. Siempre he sido un romántico empedernido, pero algo está pasando dentro de mi, ahora me cuesta demasiado volver a experimentar aquel fuego. Ahora tengo demasiado miedo a volver a quemarme. No obstante estaba tan contento por haber aprendido a abstraerme de mi ego a la hora de escribir un texto, que creo que acabo de echar por tierra todo el trabajo de estos últimos meses. Y si esto es terapéutico, que venga Supergato y lo vea,porque me voy a levantar del teclado exactamente igual que me he sentado hace veinte minutos...incluso con más dudas y más nostalgia. Mi vida se va llenando de encuentros entre extraños. Que triste.
Aunque está rodeado por cientos de jóvenes como él,tras la improvisada barricada construida a base de contenedores y coches volcados, Iván tiene miedo. Él nunca fue un tipo violento, nunca quiso enfrentarse a la policía, sabe que son unos currantes más, que tan solo cumplen con su trabajo y que hoy el destino los ha colocado frente a él, para defender los intereses de aquellos contra los que Iván se ha echado a la calle para protestar. Iván creció leyendo a Julio Verne, a Emilio Salgari y a Walter Scot. Su infancia y su adolescencia,las pasó estudiando en un colegio bilingüe y preparándose para la universidad ya que todos le dijeron que hoy en día, sin una buena formación académica, no se puede acceder al ideal de felicidad de la vida moderna, es decir: un buen puesto de trabajo, un chalet adosado, un monovolumen o un todoterreno y una familia ideal de la muerte, compuesta por una esposa preciosa, muy preparada y con un trabajo a la altura de su capacidad y unos hijos monísimos que aprueben todo y sean unas fieras en las actividades extra escolares, el conservatorio y la academia de inglés. Se matriculó en empresariales y fue un estudiante aplicado. Justo cuando estaba cursando el master de post grado, su padre perdió el trabajo en la empresa en la que llevaba más de treinta años y al entrar esta en un concurso de acreedores, no hubo indemnización ni finiquito de ningún tipo. Lo peor es que el poco dinero que habían conseguido ahorrar su padres, los invirtieron en las tan famosas "preferentes" y lo perdieron todo, por lo que de repente la situación económica familiar, que aunque nunca había sido especialmente desahogada, sí los había permitido vivir sin angustias, sufrió un brutal descalabro. Su madre nunca había trabajado. Ella pertenecía a esa generación en la que la palabra paridad, se asociaba directamente con dar a luz. Siempre recordará a su madre como la abnegada madre de familia numerosa que había vivido al pie del cañón, en casa, ocupándose de que a ninguno de sus seis hijos les faltase jamás un plato en la mesa, un baño caliente y una muda limpia. Con el despido de su marido y la crisis económica repentina, cayó en una depresión profunda de la que aun no se había terminado de recuperar, pero las madres son seres extremadamente fuertes y sabe que saldrá de ello. Le duele mucho verla sufrir por culpa de la especulación y la avaricia de los de siempre. Haciendo un esfuerzo considerable, sus padres terminaron de financiarle los estudios y cuando por fin Iván dio por concluida su formación, con las mejores calificaciones, descubrió la realidad de los tiempos que corren , pasando a engrosar directamente las listas del paro, tras ser despedido a los pocos meses de comenzar a trabajar en una empresa que lo contrató por un sueldo ridículo y en unas condiciones infrahumanas, donde la media jornada cotizada era realmente una jornada de más e diez horas diarias, aunque no costase en ningún lado. Llevó su caso a los tribunales por considerarlo un despido improcedente y sin fundamento pero el juez se posicionó al lado del poderoso y no solo no le dio la razón, si no que encima le condenó en costas, y su cuenta corriente pasó de dosmil euros a cero, en apenas unos días. Hoy se ha echado a la calle, presa de la indignación y se ha juntado a otros muchos que como él, están cansados de bailar la danza de los nadie. Da igual el partido político que ocupe el gobierno del país, dan igual las siglas, son el mismo perro con diferente collar. Iván no puede evitar las lágrimas de rabia e impotencia cuando ve a los antidisturvios organizarse para una nueva carga y cuando los botes de humo y las pelotas de goma empiezan a hacer mella entre las filas de indignados. Él siempre ha odiado la violencia. Solo quería ser feliz, conocer a la mujer adecuada, enamorarse y fundar una familia con la que envejecer y compartir todos y cada uno de sus días. A los quince años, supo que nunca iría de la tierra a la luna, que no navegaria en busca de la ballena blanca y que jamás bajaría al fondo del mar con el capitán Nemo, pero de ahí a ser considerado un alborotador y un delincuente , hay un gran trecho. Le puede la rabia, le ahoga la desesperación de saber que poco puede hacer, que sus manifiestos y sus asambleas en las plazas quedarán en papel mojado y que aquellos que manejan el mundo, se reirán al saber que ha tenido que claudicar ante su poder. Le hierbe la sangre, le tiemblan las piernas. Le palpita el corazón y el sudor acompaña a las taquicardias, por lo que decide tomarse un ansiolítico, de esos que lleva encima desde que conoció la sentencia de su pleito, por si le sobreviene una crisis de pánico. Confundimos la luna con farolas. Confundimos la felicidad con un anuncio de Cocacola Confundimos realizarnos con convertirnos en obreros prefabricados. Confundimos la dignidad con el servilismo. Iván no quiere seguir siendo un esclavo, quiere ser un liberto y vivir con fuerza y honor.
Durante milenios el ser humano ha matado y ha sometido a sus congéneres en el nombre de Dios. Da igual el momento y el lugar pero la historia universal está plagada de la tan manida costumbre de tratar de imponer religiones, creencias e ídolos. Los nombres con los que se identificaban al dueño del universo han sido de lo más variopintos, al igual que sus distintas reprsentaciones. La mayoria forman parte de nuestro vocabulario habitual y los hemos aprendido desde bien pequeños, desde que tuvimos acceso a ellos, desde que nació en nosotrós o se nos inculcó, la verdadera fe. Estos nombres evolucionan con el paso del tiempo pero siempre perdurarán en nuestras memorias, porque a veces volvemos a ellos y recurrimos a terminos olvidados para tratar de desenterrar la sepultada y arcaica fe de algunos pueblos. Rupia, Piastra, Dinar, Peseta, Libra, Yen, Rublo, Euro,Dolar...hay tantas maneras de nombrar al Dios verdadero, como culturas y civilizaciones en el planeta. Pero no debemos permitir que reine el caos y hay que crear leyes y normas por las que regirse, so pena de eterna condenación e indecibles sufrimientos. Los diez mandamientos en los que resumimos la verdadera fe, son: -Amarás al dinero sobre todas las cosas. -Gastarás en vano -Santificarás la bolsa. -Honrarás a la casa de la moneda y al Ibex 35, o sea, a tu madre y a tu padre. -No matarás, si no supone un beneficio económico para alguien, el que sea. -No cometerás actos impuros, como compartir y donar, o cualquier acto de caridad. -No robarás, si pueden pillarte e imputarte por ello, como acusado ante un tribunal. -No extenderás cheques falsos ni sin fondos. -No tendrás pensamientos impuros, sobre el justo reparto de la riqueza -Codiciarás los bienes ajenos y sobre todo envidiarás el dinero del prójimo. Lo más triste es ver como aún con lo sencillo y lo básico de este decálogo, hay personas que se empeñan en pecar y son capaces de vivir felizmente con lo que tienen, sin tratar de robar la más miserable cantidad, ni defraudar en sus impuestos, ni siquiera intentar tributar en paraisos fiscales, que son los únicos y verdaderos paraisos en la tierra. Dios lo puede todo, lo controla todo y su voluntad es la única ley y ante él debemos inclinarnos, agachar la cabeza y acatar su voluntad. Todos somos hermanos y miembros de su única Iglesia y por suerte contamos con infinidad de templos repartidos por los cinco continentes, con sucursales muy cerca de nuestras casas, que visitar en horario comercial,cuantas veces queramos, porque él siempre estará allí y si lo necesitamos, contaremos con confesionarios exteriores donde acudir a ponernos en paz con él, utilizando nuestras libretas o tarjetas de crédito y débito. La fe evoluciona con el tiempo y hoy contamos con la gran fortuna de poder acceder a su palabra a través de nuestros teléfonos móviles, tablets u ordenadores personales. La cabeza visible de Dios en la tierra es nuestro Santo Padre o Papa, con sede en Bruselas. Cuenta con la ayuda de innumerables hombres y muejeres a su servicio, que se han educado en seminarios con títulación universitaria y masters y que trabajan empleados y al frente de cada templo, siempre dispuestos a aconsejarnos, guiarnos y ayudarnos a no sucumbir ante las continuas tentaciones del maligno. Porque para nuestra desgracia, todos hemos nacido con un terrible pecado: la generosidad.Pero al abrir nuestra primera cuenta corriente nos redimimos de él y será la obligación moral de padres y padrinos en la fe, el que todo niño pueda ser bautizado con el agua de la vida(en metálico,si fuese caso de mortal necesidad). El señor es mi pastor, nada me falta. Con verdes fajos me apacienta. Yo confieso, ante Dios todopoderoso, que he pecado mucho, de pensamiento,palabra, obra y omisión. Con mi cuenta con mi cuenta con mi gran cuenta. Danos hoy nuestro crédito de cada día y perdona nuestros desfalcos, como nosotros pedonamos a los que desfalcan. Tengo que dejaros, porque soy voluntario y me voy de misiones, a Wall Street, donde parece ser que como la lepra, se está extendiendo la prudencia y el ahorro.
No entiendo muy bien este cambio de objetivos, cuando hace unos meses mi misión era proteger a la cúpula del movimiento rebelde a toda costa y hoy resulta que tengo que eliminarlos porque se han convertido en el enemigo más terrible. No hace mucho, desde la agencia donde trabajo, se marcaron unas directrices sobre ellos, ordenándonos instruirlos y financiarlos para que colaborasen en la inestabilidad del país de oriente medio donde campan a sus anchas.Nadie intuyó que habíamos creado un monstruo. Ahí viene el líder supremo. Será mejor que me concentre en lo mio. No va a ser fácil, por desgracia su bebé se ha despertado antes de tiempo y la esposa del líder ha bajado al salón con el pequeño en brazos, y parece ser que los tres se van a relajar un rato en el gran sofá de cuero, de la estancia. No será la primera vez que tenga que eliminar mujeres y niños, son daños colaterales y no debo olvidar que estoy sirviendo a mi país y que aunque me produzca una repulsa interior tremenda, el éxito de esta misión, garantizará la paz mundial. Hay demasiados intereses en juego y no volveré a tener una oportunidad como esta para decapitar su organización y eliminar la cabeza visible de su movimiento. Busco el momento perfecto. Hakim se ha tumbado en el sofá abrazando a su mujer y a su pequeño y por la postura, le será practicamente imposible alcanzar su revolver de la funda de piel bajo la axila izquierda. Rápido. Me coloco sigilosamente frente a ellos y sin darles oportunidad alguna, apunto con mi GL Glock de nueve milímetros y abro fuego. El silenciador en el cañón de la automática, se ocupará de amortiguar el ruido. Disparo primero a la cabeza del bebé. En Langley me enseñaron que cuando acabas con lo más querido de una persona delante de ella, consigues al mismo tiempo anular su raciocinio y su voluntad. El proyectil convierte su cabeza en una pulpa sanguinolenta esparciendo por el rostro y el pecho de sus padres trozos de cerebro y fragmentos de su diminuto cráneo. Acto seguido disparo dos veces a su madre, una en el corazón y otra en el rostro.Al matarla apenas un segundo después de matar a su pequeño, la libro del mayor de los sufrimientos: sentir a su hijo destrozado y muerto sobre ella. Hakim, parece reconocerme. Yo mismo lo entrené en la lucha de guerrillas y le enseñé a fabricar las bombas lapa con las que su organización terrorista se ha llevado por delante a cientos de militares, policías y turistas en su milenario y desértico país. En aquellos tiempos éramos aliados pero en su mirada leo que sabe perfectamente que no habrá piedad para él y que tan solo cumplo órdenes. Imagino que ante el dolor de ver morir a los suyos, estará implorando mentalmente, su muerte inmediata. Le disparo en la frente y el pecho, alojando media docena de proyectiles en su interior y garantizándome su muerte segura. Abandono la habitación por los conductos del aire acondicionado y cuando consigo dejar el edificio, y alejarme más de doscientos metros, doy vía libre al comando de artificieros de las fuerzas especiales, que ha preparado un coche bomba cargado de C4 para simular un atentado de otra facción insurgente, envidiosa de los logros de Hakim y sus secuaces. No podíamos cometer ningún fallo y no debíamos correr el riesgo, de que por cualquier motivo, el líder sobreviviese a la explosión. El director de la agencia me marcará los nuevos objetivos, cuando tras la campaña de desinfomación mediática, preparada para encubrir esta acción y confundir a la opinión pública internacional, pase el revuelo que causará la noticia. Todo quedará en un conflicto interno entre terroristas, que legitimará las nuevas acciones contra el fundamentalismo radical y garantizará la protección de los intereses económicos de mi patria. Soy un patriota y me ha tocado hacer el trabajo sucio, pero creo que nadie se hace cargo del precio que pago por ello y de lo necesarias que son mis acciones. El mundo funciona así y si no soy yo el que aprieta el gatillo, lo hará cualquier otro.
Supuestamente era el que me llevaría hasta la morada del Mago de Oz, quien me ayudaría a regresar al seguro y confortable hogar, del que me arrebató un tornado salvaje, no hace demasiado. Al caminar, pensé que no estaría de más aprovechar para que me concediese el cerebro que siempre he querido y así, dejar de ser ese espantapájaros absurdo que he sido en ocasiones y que no paraba de equivocarse y hacer mal las cosas por mera ignorancia, no por maldad, aunque sé que eso no es excusa Ya puestos pensé también en solicitarle la venía de un corazón a prueba de fracasos. Un corazón a estrenar, sin remiendos ni cicatrices por todas partes, un corazón que lata fuerte bajo la hojalata de mi pecho, que reluce y brilla mucho, pero se traspasa y se abolla con excesiva facilidad. Solo tendría que llegar a un lugar bajo el arco iris, donde todo sería fascinante y adorable y además, no habría que pagar ni alquiler ni hipoteca, ni tan siquiera un canon de alojamiento, ni un canon cultural de esos que se han puesto de moda. El miedo que me provocaba la terrible bruja del norte me dio la idea de que como no hay dos sin tres, o así reza el refranero popular, le solicitaría a su mágica excelencia el valor para enfrentarme a todo lo que me hacía sentir pequeñito, porque siendo como era, un leo de manual, lejos de ser un tipo valiente como el rey de la selva, me asustaba de mi sombra ( lo cierto es que precisamente muy grande no es, la jodia). Pensaba también por el camino, que un día de estos aprovecharía para cosérmela a los zapatos, que ultimamente le había dado por escaparse y hacer su vida, pero eso es otra historia y ahora no viene al caso. El trayecto no era escandalosamente arduo y, aunque me había llegado a plantear el buscar un Bla-Bla Car que me acercara hasta allí, decidí que me apretaría de un trago mi cantimplora de "jugo de gumibayas escocés" y que me pondría una rayita de polvo de hadas, con lo que estaba seguro de que llegaría volando. Con lo que no había contado era con encontrarme con la jodida bruja del norte al doblar una esquina.Un cubo de agua en toda la jeta fue la solución ideal, aunque ya había intuido que la policía de la magia actuaría según el protocolo establecido para estos casos, me llevaría al talego y tendría que demostrar legítima defensa, ante un tribunal de violencia de género. Me parece genial el sistema y estoy dispuesto a someterme a él, si eso redunda en la seguridad de las brujas y hadas buenas e inocentes. Solo quería vivir mi propio cuento, dejar de representar cada día el papel de Peter Pan y conseguir algo en mi vida, aunque fuese el billete para el viaje de vuelta al lugar de donde no quise irme nunca. Pero esto, también es otra historia. Os la contaré algún día y ya de paso, aprovecharé para contaros mis conversaciones con un zorro encantador, lo bonito que es mi planeta y lo increíblemente hermosas que están mis rosas, aunque tienen unas espinas de la hostia y siempre que intento acariciarlas, me atraviesan las manos de lado a lado...y el corazón. También os contaré lo triste que ha sido despedirse del niño que habita en mi, al que me ha tocado castigar, encerrándolo en lo más profundo y oscuro de mi alma y obligándolo a madurar sí o sí, dado lo espantoso de su comportamiento y lo nefasto de sus calificaciones escolares, con un muy deficiente en actitud vital, otro en afectividad y un insuficiente en sueños cumplidos. Menos mal que el muy capullo siempre vuelve de las recuperaciones con las mejores notas. Se le da bien lo de la recuperación.