Hola oscuridad, vieja amiga. Envidio a mi gato por esos ojazos tan felinos y tan útiles en la oscuridad. No me asusta, no tengo miedo, simplemente acompañada por el silencio nocturno, se convierte en ese lugar donde justo no me apetece estar y es una jodida contradicción, porque ahora huyo del bullicio y de las multitudes. Es simplemente que en silencio y a oscuras, me es mucho más fácil ver lo que he perdido por el camino y ha sido mucho, demasiado como para pegar ojo tranquilamente, así que me agarro a mi gato y pongo algo de música para ahuyentar ese silencio tan inquietante. En silencio lo que pienso suena mucho más alto y lo oigo mejor y no quisiera escucharme tan nítidamente. Siempre me ha gustado dormir con una mujer y aunque muchos puedan pensar "mira el listo este" os aseguro que poco tiene que ver con el hecho de que igual caen unas migajas de ese amor físico que tanto gusta, cosa que desde luego nunca he despreciado, más bien es esa costumbre de dormir abrazado a la otra persona, buscando su calor y su respiración y una última conversación antes de pasar al sueño. Soy tan absurdo que en ocasiones sueño que duermo con alguna de las mujeres amadas en el pasado y tan solo duermo en mi sueño, lo juro, no llegan a ser sueños eróticos, más bien son sueños cálidos, que no calientes. A veces me pregunto muy en serio si soy un tipo normal o que cojones pasa, ¿por qué me agarro tanto a ciertas cosas y por qué no soy tan esclavo de mis pasiones como el resto de los amigos?, que no es que sean primitivos ni nada de eso, faltaría más, digamos que son muy humanos y yo creo que me paso de etéreo y nebuloso. Que soy un romanticote lo tengo claro ya, que soy algo ñoño empiezo a comprenderlo y que puede que sea un "rarito" comienza a asustarme un poco. Desde luego soy terriblemente carnal llegado el momento, a ver si todavía vamos a entender mal, que a mi el sexo siempre me ha tirado un montón, desde que era bien jovencito, pero creo que al margen de todo eso hay tanto que disfrutar con la pareja, que discrepo totalmente de aquellos viejos rokeros que cantaban lo de "mujer para acostarse, pero no para dormir" . Yo la verdad es que aunque he tenido la grandísima suerte de haber compartido lecho con un buen número de muchachas, francamente con las que más he disfrutado y a las que sigo añorando es a aquellas con quienes podía dormir confortablemente, como un bebé y sintiéndome seguro. Vale que antes del sueño hubiese en muchas ocasiones combates de esos que se vencen por Ko y no a los puntos, pero más que dormir extenuado por el esfuerzo y el placer carnal, era alcanzar el placer de dormir extenuado tras haber alcanzado otros placeres. No se...igual le doy demasiadas vueltas a las cosas. Desde hace unos poquitos días vuelvo a dormir solo y he descubierto que descansar es muy importante, pero llegar al descanso total atraviesa unos senderos algo tenebrosos. Primero hay que reposar el alma y tratar de adormecer la conciencia. En mi caso lo de la conciencia es fácil, ya que en esta segunda temporada estoy tratando de hacer las cosas bien y no arrepentirme de nada, por lo que tengo la conciencia muy tranquila, lo verdaderamente jodido es lo del alma. Cuando se ha sufrido mucho y además se ha perdido a alguien a quien querias tanto, se te queda un vacío en el alma de lo más cabroncete, que por mucho que lo intentes llenar es como tratar de achicar un petrolero inundado con una cucharilla de café. Parece que todos esos recuerdos cobran vida por la noche y aunque durante el día, también hay momentos puntuales donde es mejor ocupar la mente con otras cosas, de noche esos truquis son más difíciles, la oscuridad y el silencio son las perfectas autopistas para los malos recuerdos y los recuerdos tristes. En cualquier caso creo que aprender a convivir con todo ello y ser feliz, es una de esas pruebas de madurez que inevitablemente hay que pasar, no te vale con un "no presentado" hay que firmar en el acta y apretar el culo, que no se puede ir por la vida así. Lo de ser sensible está genial para escribir cartas de amor o declararse a la luz de la luna, pero cuando las cosas vienen torcidicas, lo cierto es que molaría un rollito más a lo Charles Bronson ese. No pasa nada, que coño, si otra de las lecciones que recuerdo de mi padre es que a veces hay que "aguantar de puro macho" que dirían en las rancheras. Además conociéndome, se que no tardaré en encontrar a la persona perfecta para acompañarme a ver a Morfeo cada noche (a los fans de Matrix les garantizo que no hablo de Trinity, aunque tampoco me importaría lo más mínimo). Ahí os he dejado a estos dos mangurrianes cantando una canción muy oportuna para acompañar este texto, de hecho, comienza con la traducción de las primeras palabras. Uno moreno y otro rubio, hijos del pueblo de ¿Wiskonsi? (desde luego no hay quien haga una zarzuela con estos guiris)
No podía ser de otra manera. Con este tatuaje en mi antebrazo derecho, he querido cerrar ya el círculo de mi vida anterior. El dibujo es obra de mi queridísima amiga Estela Labajo, ilustradora de aquel "Historias para según qué días" que publicamos en 2012 en el que su trabajo se compenetró a la perfección con mis textos, dotándolos de un mayor sentido. En el antebrazo izquierdo hace casi dos años que me tatué la ilustración que Estela creó para acompañar al relato "Frío" de ese mismo libro. Me identifico de tal manera con sus dibujos que para resaltar lo importante de mi vida no encuentro mejor forma que pedirla que le de imagen a los acontecimientos, sentimientos o vivencias con sus lápices. Este en concreto, es una metáfora de mi situación actual. Un Peter Pan asustado y tímido tras una pésima y dolorosa experiencia, recibe polvo de hadas de su amada Campanilla para que se decida a volar de nuevo. Ambos dibujos, trasladados a mi piel por el gran tatuador y amigo Sergio Garrido, tienen a Peter Pan como elemento central y en Peter me sigo escudando al identificar muchas cosas. En el antebrazo izquierdo, Peter está atrapado en un tintero y en el derecho se encuentra deseando levantar el vuelo. Estela es una artista de gran sensibilidad y de los cinco tatuajes que adornan mi cuerpo, dos son dibujos suyos. En un alarde de optimismo el año pasado me tatué en el codo izquierdo una gran estrella haciendo referencia a la buena estrella que me ha acompañado siempre y que comenzó a brillar con más fuerza cuando se alinearon los astros para que la mujer de la que estaba enamorado se decidiera a iniciar una relación conmigo. La misma buena estrella que me sacó de una muerte segura hace apenas ocho meses. En cualquier caso creo que ya está bien, que el pasado es pasado, como los otros tatuajes que luzco y de los que prefiero no hablar. La vida sigue gracias a Dios y ahora soy un nuevo juan o un nuevo Peter, pero lo importante es que he recuperado las ganas de volar y de ser feliz, pase lo que pase y sople el viento que sople. No será fácil, pero cuento con grandes amigos y con una familia fantástica. Incluso se que tengo un gran apoyo en mi querido gato, que ha pasado muchas noches junto a mi, lamiéndome el rostro y tirando de mis ánimos. Este círculo está cerrado, pero el compás sigue sobre la mesa y vendrán muchos más círculos.
A veces eso de hacer trampas es más que necesario, no es bonito ni ético ni moralmente legal, pero en ocasiones uno se agarra a cualquier arma con tal de conseguir lo que desea. Todo esto arranca del descubrimiento de que una empresa de Pekin, China, ha empezado a comercializar un producto que seguramente les hará de oro en cuestión de días. Los científicos, ingenieros e informáticos de esta empresa, manipulan a voluntad la genética y elaboran a gusto del consumidor su pareja perfecta. No son robots, ni humanoides de silicona, son versiones maipuladas genética e informáticamente de la persona de la que el cliente se ha enamorado, para entregarle por la módica cantidad de un millón de euros, una pareja perfecta, sumisa y con un chip de amor incondicional implantado en la corteza cerebral. El cliente debe enviar primero una muestra genética, extraída de cabellos, piel, fluidos o de aquello que pueda conseguir de forma discreta e indolora y que contenga la información genética de la persona amada.Deberá acompañar esta muestra genética con una foto de dicha persona y un disco o una memoria usb con aquellas cualidades que espera encontrar en el producto encargado. Obviamente el alma es inmodificable e inalterable, ya que no se puede sintetizar, por lo que el producto tiene una garantía de tan solo unos meses y el cliente debe de firmar un documento en el que exonera de cualquier daño o responsabilidad a la empresa productora así como la renuncia a indemnización de cualquier tipo. Si el comprador no queda contento con el producto enviado, deberá ponerse en contacto con el departamento de atención al cliente para que los ingenieros de la empresa desactiven el microchip instalado en el cerebro del producto y de esta manera el producto pueda llevar una vida independiente y normal, es decir, se completa la clausula especial de libre albedrío. Me he enamorado de una chica tan especial y con tantas cosas en común, que durante unos segundos he pensado que podría tratar de conseguir su genoma para después de pedir un crédito, encargar un clon suyo y casarme con él. Paso de hacer trampas. Ella es perfecta para mi, pero aunque soy consciente de mis limitaciones, carencias y defectos, trataré de que se enamore sin necesidad de aumentar la población mundial (aunque no descarto que si todo va bien, la población mundial aumente con un par de retoños). De momento se que los líderes religiosos de las confesiones con más creyentes del planeta ya han iniciado acciones legales para que se impida la fabricación de seres humanos con fines comerciales. Solo a Dios o a los dioses les corresponde crear vida y en ningún caso se debería hacer para satisfacer los caprichos de nadie. El Papa, líder de la Iglesia católica, ha mostrado su enojo al enterarse de este negocio y ha declarado y con razón, que cualquier líder militar o terrorista con suficientes fondos, encargará tropas alteradas para que lleven a cabo acciones de guerra. Con la vida no se juega, con el amor tampoco. Menos mal que esto no es más que ciencia ficción, creo que todos los seres humanos deben nacer con la posibilidad de experimentar tan hermoso sentimiento y con la capacidad de elegir libremente a la persona con la que compartir su vida, sus sueños y esperanzas. Y si no da uno con esa persona, por lo menos habrá intentado encontrarla y habrá descubierto muchas cosas durante la búsqueda. Espero que la ciencia nunca avance tanto.
Deberías cerrar las ventanas con cuidado cada noche al acostarte, si no lo haces bien, el frío de invierno se te colará en la habitación y aunque yo he podido entrar y ha sido estupendo dar con ese resquicio, hay posibilidades de que se cuelen copos de nieve, gotas de lluvia o algún insecto de esos que siempre resultan algo más desagradables cuando uno está intentando descansar. El caso es que te has quedado dormida y harto de esperar abajo, he subido a despertarte y ahora no me atrevo. Estas tan bonita en la placidez del sueño que sería casi hasta un crimen arrancarte de los brazos de Morfeo. No te quiero en brazos de nadie, te quiero solo para mi pero eso no será excusa suficiente para devolverte al mundo de los despiertos. Solo puedo admirarte en tu hermosura, pequeñita, ya tengo claro que solo podías ser un hada o ninguna otra cosa. Respiras muy despacito y en ocasiones frunces el ceño involuntariamente, luego debes de estar soñando algo más complejo de lo que vienen a ser mis sueños diarios, siempre con piratas o con princesas indias. Eres tan especial que incluso en esta situación me rindo a tu supremacía, por mucho que lo intente nunca estaré a tu altura, solo seré un niño confuso y perdido al que no le ha quedado otro remedio que crecer. A veces cacareo y tiro de daga pero soy de naturaleza tranquila y me asusta enfrentarme a sentimientos como este del amor, para el que no se me ha preparado, no se si alguien lo está realmente pero bueno, eso es parte de esto de la vida adulta. En cualquier caso solo quiero volar a tu lado, si no me acompañas tu, prefiero volar solo. Acabas de pestañear y estirar los brazos en un bostezo ya estás de regreso, eres la chica más bonita que he visto nunca y el solo acto de contemplarte en silencio me inunda de placer el alma. Despierta no te asustes, soy yo, Peter, nunca te haría el más mínimo daño antes preferiría que me ensartase Garfio en su sable, no podría vivir sabiendo que te he generado el más mínimo dolor. Despierta pequeñita, eres preciosa y todo lo que puede soñarse en una mujer. Nos esperan muchas aventuras, muchas nubes y estrellas y muchas noches al calor de la hoguera. Despierta, te ofrezco una vida repleta de momentos especiales, tan especiales como todo lo que generas en mi.
Desde luego esta canción explica de forma muy contundente lo que pasa por todos los que alguna vez se han identificado con Peter Pan y padecen o disfrutan (por que no decirlo) de ese síndrome tan peculiar. No querer crecer va más allá de retener la infancia, ya no es un tema de amor por lo inocente y lo pueril que vivimos hace años, si no más bien es la negación a aceptar las responsabilidades que conlleva el ser adulto, el miedo a enfrentarse a la vida adulta, a la muerte de los sueños de aquel niño que vivía sin más preocupaciones que las propias de su edad, que eran escasas y casi intrascendentes. Ser un Peter Pan, ha derivado hoy en día en ser un pelín egoísta, cosa que de alguna manera ofendería al personaje original, pues no se movía por egoísmo alguno. A ese egoísmo de buscar la comodidad en no tener que resolver problemas, le podemos sumar la cobardía de no enfrentarse a ellos y Peter Pan era de todo menos cobarde. Vivir auspiciado por las ventajas de padecer ese síndrome te puede llevar a renunciar a muchas de las cosas buenas que implica la madurez y el hecho de convertirte en un adulto. A la larga, si lo sopesas con algo de autocrítica y toda la equidad posible, llegará un día en el que decidas que ya es hora de hacerte mayor. Decidir crecer es decidir vivir en el sentido más amplio de palabra, reuniendo agallas para enfrentarte a la vida y resolver lo que se pueda presentar en cualquier momento, porque eso es lo que nos toca, queramos o no. Es fácil recibir cariño y querer siendo un niño, pero es muy diferente asumir que aquello que recibes ha de ser devuelto con creces cuando eres un adulto y sobre todo aceptar que un día puede desaparecer y por mucho que busques debajo de la cama o en el armario de los juguetes, no lo encontrarás. Es genial volar con hadas pero te arriesgas a enamorarte y cuanto más alto te eleves, más dura puede ser la caída. ¿Pero que sería de Peter sin mirar a los ojos a su Campanilla y saber que en esa mujer ha descubierto los sentimientos más hermosos y la certeza de que ya no querrá vivir en otro mundo donde ella no esté? No se quien le podrá explicar que ese vínculo que siente que le ata a su hada, va ganando intensidad con el paso del tiempo y se convierte en algo tan maravilloso, que antes preferirá estar muerto a asumir que no serán felices ni comerán perdices. Los piratas no llevan parche en el ojo ni tienen patas de palo, suelen pedirte mogollón de papeles engorrosos y en ocasiones inexistentes, para cualquier cosa o directamente te deniegan la ayuda que necesitas para pasar las malas rachas. De repente un día las personas más queridas comienzan a irse a un país que está más allá de Nunca Jamás y te sientes morir un poco con cada despedida en el tanatorio. Te empeñas en dar con el hada adecuada y en muchas ocasiones fracasas, pero el verdadero fracaso será emprender ese viaje eterno sin haber amado de verdad. Con suerte tendrás un trabajo y por mucho que no te guste será eso, un trabajo y aprenderás a valorarlo y a esforzarte para no perderlo porque ese trabajo por duro que te parezca será el que te financie todo lo que anhelas. Tras pasar por varios años en los que me agarré a mi síndrome de Peter Pan, como el que se agarra a las crines de un caballo desbocado, llegó el día en que decidí crecer. Lo más increíble de todo es que en la vida adulta también he encontrado magia e ilusión y de ambas hay a raudales y cada día que pasa los sueños se van volviendo más reales y accesibles y no hay porque renunciar a ellos. Si lo hubiese hecho, no habría besado a Campanilla como la besé una vez, ni habría conocido a cierta hadita, abordado el navío de Garfio ni bailado con la princesa india más hermosa de todas las naciones apaches. Ser adulto no está nada mal y de alguna manera aún conservo algo de aquella inocencia, se que no la perderé nunca. En mi vida habrá muchas fechas importantes, pero una de las señaladas será la del día que decidí aceptar las consecuencias del paso del tiempo y recibir todo lo que la madurez tenía que ofrecerme.
Y por encontrarse a si mismos en Nunca Jamás. Tras el incidente con Garfio y su tripulación, Peter pasó unos días muy relajado, vagueando y soñando con que un día Lia le diría que se había enamorado de él. Pero la vida es como es y las ensoñaciones no son más que eso y Peter volvió a hacerse cargo de su vida normal y de sus amiguitos quienes habían aprendido la lección y ahora extremaban las precauciones cada vez que se aventuraban por aquella tierra llena de magia y de lugares sorprendentes. Una noche Peter se despertó con los gritos de alerta del centinela de la casa árbol y al levantarse corriendo a ver que sucedía encontró que los niños habían apresado a un rapáz de apenas diez años,muy asustado y con cara de haber llegado hasta allí por algún motivo duro de verdad. Peter lo acompañó a la cocina y le calentó un tazón de leche con cacao animándolo a pasar el susto y tratando de averiguar las circunstancias por las que aquel pequeño había llegado a Nunca Jamás. El niño dijo llamarse Fran y le contó su historia. Al parecer su padre les abandonó a su madre y a él y su madre enloqueció de dolor al perder al hombre de su vida. Peter tragó saliva al imaginar que un día Lia decidiera no volver nunca de uno de sus viajes y aún no siendo nada comparable aún, sintió que entendía bien el dolor de la madre de Fran Aquella mujer de alguna manera culpaba al pobre niño de la marcha de su padre y de hacía un tiempo a esta parte había comenzado a abofetearlo con cualquier excusa. Los malos tratos infantiles están a la orden del día en el mundo real, por eso muchos de los niños deciden escapar de la realidad y se transportan a Nunca Jamás, donde pasan a formar parte de la banda de los niños perdidos. Fran mostraba en su piel las marcas de los golpes de su madre y aquello hizo que Peter sintiera mucha lástima por aquel pequeñó de mirada asustadiza. Hizo la presentación oficial al grupo y el resto de pequeños acogió al recién llegado con mucho cariño y le explicaron que a partir de ese momento formaría parte de su banda y jugaría con ellos, vivirían aventuras juntos y aunque en ocasiones echaría de menos lo abandonado en el mundo real, allí tendría todo cuanto podría soñar aunque debería tener mucho cuidado de no caer en manos de los piratas de Garfio y de no volar en solitario pues podría perderse y llegar a otros lugares donde seguro no querría estar. Por primera vez desde su llegada Fran sonrió y aquella sonrisa le indicó a Peter que este crío llegaría muy lejos allí y se integraría a la perfección, cosa que le hizo sentir muy bien. Si acaso quiere volar,debería pensar en algo encantador o pedirle a las hadas que le rocíen con ese polvo mágico que hace que uno se eleve por encima de todos los problemas. Una vez les hubo acompañado al curto de las literas, Peter regresó a su habitación y se quedó dormido pensando en los preciosos ojos de Lia y en su enorme sonrisa. Poco a poco comenzaba a dejar de ser el niño que antaño abandonó el mundo real.
Así estoy ahora mismo, como dice la letra del himno de la alegría, "soñando un nuevo sol", Se han ido los nubarrones, se ha despejado el cielo y me he encontrado con ese sol con el que llevaba meses soñando al quedarme solo. Ahora si que si, ahora ya puedo volver al ruedo y enfrentarme a lo que sea porque me han liberado del mayor de los lastres: el miedo. La vida se me presenta como una tierra por colonizar. Igual está llena de aborígenes antropófagos o de fieras y alimañas salvajes pero vamos que me da igual, si se me tienen que comer, espero que al menos me encuentren sabroso. Creo que entre la familia y los amigos me han aderezado con las hierbas adecuadas así que el bichito afortunado que me hinque el diente que lo disfrute.Creo que además voy muy bien para eso de regular el estómago, vamos, que estoy rico que te cagas. Este sol ilumina un paisaje francamente chulo, con alguna cima muy elevada en la distancia, pero si creyera que se me terminó lo de escalar y jugarme el tipo en la escalada sería un auténtico gilipollas. No tengo ni mapa ni brújula, pero se que si me pierdo,podré pedir ayuda de nuevo. Desde luego ya no hay aventureros como los de antes, ahora todos tiran de móvil a la primera de cambio, pero tiene que haber cobertura claro, si no "vas dao" . Pertenezco a la mejor compañía del mundo,la "buena compañía" que me garantiza por escrito que siempre tendré saldo y teléfono operativo. Espero que no resulte que es un timo como tantas otras, que prometen y prometen hasta que te la meten y luego donde dijeron digo, dicen una sarta de soplapolleces tremenda. El caso es que tenía muchas ganas de que me dejaran desembarcar en esta nueva vida llena de posibilidades y esperanza, así que estoy deseando ver donde coloco mi bandera. Prometo no esquilmar recursos naturales, terminar con la población autóctona ni saquear los bienes que encuentre. No soy de esos, yo lo mio me lo gano como mejor puedo y puestos a terminar con algo, me terminó la sopa y listo.En cuanto a lo de esquilmar, siempre pensé que era hacer esquí acuático. Vale que tengo el cerebro lleno de cicatrices pero también lleno de ilusión e ideas por llevar a cabo, así que es un estupendo "ahora o nunca" Tengo un inventazo en mente, se trata de tensar seis cuerdas a un mástil y una caja de resonancia, veréís como la humanidad entera lo va a flipar en colores. De esta me forro, Lo llamaré "Guindarra" porque va a ser la guinda en todos los conciertos. También se me está ocurriendo un libro sobre un señor al que se le pira la almendra a fuerza de leer libros de caballerías y se pira por ahí con un operario a desfacer entuertos. Lo llamaré "El fijote" porque fijo que triunfa en todas las listas de "más vendidos". En cualquier caso hay mucho por hacer y se acabó ya lo de quedarme acurrucadito debajo de la cama. Hasta el infinito y más allá!!!!
Pues es curioso que mi super héroe favorito desde hace años fuera Logan,un tipo algo hosco, salvaje y más conocido como Lobezno. Según una de mis hermanas debo de tener algún tipo de "gen Lobezno" dada la rápida y asombrosa recuperación desde aquel puto accidente. No tengo ni un gramo de amianto en mi cuerpo, suficientes sustancias cancerígenas me meto ya con cada pitillo. Tampoco poseo ese lado tan animal, nada de lobo, en cualquier caso algo de gato y no por el sigilo, si no por la capacidad de hacerse al entorno superando los molestos cambios. Nunca he sido un tipo duro, soy de naturaleza más bien sensible y en cuanto a lo de hosco, siempre me han considerado un chaval simpático y he tratado de ser lo más amable posible. Si peco de algo es de "bien queda". He aprendido a atribuirle mis fracasos y mis anhelos a una especie de "alter -ego" sobre quien acostumbro a escribir. Campanilla no es ni más ni menos que todo lo que he amado como hombre y en ella recuerdo centenares de noches con diferentes historias de amor y diferentes nombres, aunque sus ojos verdes iluminarán mi pasado, mi presente y mi futuro. Ahora Peter Pan está viviendo el romance al que no me atrevo a enfrentarme y como el que escribe soy yo, le concederé la gracia de un final feliz. Lo que está claro es que la vida real es dura, mucho, nunca imaginé cuan dura podía serlo hasta hace escasos años que comenzaron las verdaderas zancadillas vitales. El record de dureza lo he experimentado este año, al perder al que sin duda ha sido mi amor más real, al destrozarme contra el suelo tras caer de la jodida moto y al perder al hombre a quien más he admirado nunca, mi padre. Ahora todo eso ya es pasado. Tengo la inmensa fortuna de vivir, contra todo pronóstico y sin ningún tipo de alteración física o genética en un laboratorio clandestino. Noto cambios en mi. Siempre fui un tipo muy vital para quien el día carecía de las horas necesarias y la cuenta corriente de la cantidad oportuna para mantenerme en juego constantemente. Cientos de amigos, de planes, de fiestas de actividades, cientos de excusas para no parar en casa y de paso para dejar escapar aquello que no llevaba mi ritmo. Mucho trabajo, mucho y además encantado de haberlo conseguido y deseoso de ser el mejor en mi campo. "¿Tu nunca descansabas?" (me preguntó la neuróloga durante la rehabilitación)"Muy de vez en cuando me caía de cansancio y no podía seguir hasta que no dormía unas cuantas horas"contesté yo. Respuesta algo difusa, como mi lesión. He aprendido a descansar, me he vuelto un señor prudente y responsable, excesivamente celoso de las normas de conducta y de la moral. Creo que me gusta escribir sobre un Peter Pan valiente y audaz, porque me veo a mi mismo algo apocado y temeroso de los hados. Yo quiero volver a ser aquel tío "echau palante" y comerme el mundo one more time. "Todo llegará" "poco a poco" y "no tengas prisa" son mis directrices desde hace meses. Este miedo a todo está haciendo que pierda entre otras cosas un cariño muy especial de una mujer muy especial, que pierda autoestima y la capacidad de enfrentarme a los problemas como antaño, entre risas y pensando más en como celebrar que los solucioné que en los problemas en si. Mi mayor audacia desde hace semanas es esta, ponerlo por escrito. Lo que si que he aprendido es que aunque pueda considerar que este tiempo ha sido duro, no es ni con mucho, más duro que el tiempo por el que pasan millones de personas a mi alrededor. No puedo ni quiero compararme con nadie, son muchos los que arrastran su dolor y viven con él, los que pierden a seres queridos y los que experimentan cambios en su vida. La putada es que yo hay algo que conservo por completo y es la necesidad de escribir. Puede que esto sea un tipo de exhibicionismo como muchos otros, aunque no necesite una gabardina ni unas gafas de sol. Simplemente me siento y escribo. Hoy he decidido que se acabo, que de una puta vez voy a ponerme de pie y voy a pelear por lo que quiero, aunque no lo consiga, pero recibo tanto de tanta gente que creo que lo mínimo es demostrar que todo lo que me han dado me ha devuelto la ilusión. Sacaré mis garras y me arrancaré la camisa si es necesario, pero a partir de hoy 7, no, 8 de enero, voy a recuperar mi vida por completo. Seguiré echando de menos a los que ya no están, pero se que también yo habré de marcharme cuando toque y con suerte me reuniré con ellos, en Andrómeda, el cielo o en un hormiguero gigante, depende de que creencias sean las acertadas. Mientras tanto quiero volver a hervir de amor, besar unos labios ardientes, acariciar un rostro bonito y ganarme el pan honradamente. Tatuarme un último dibujo en la piel y aprender a escribir solo para mi, sin necesidad de compartirlo todo. Mis superpoderes son la constancia y la esperanza. Igual hasta me hacen de la Patrulla X.
Peter volvió a su casa árbol más que contento. Había pasado un rato muy ameno con Lia y de alguna manera sabía que habría muchos más, si ella quería, claro, aunque no dudaba de que se estaba creando una conexión más que especial entre ambos y eso era algo fantástico. Igual hasta le pedía que le acompañara en alguna aventura, pero cuando el hadita rubia se hubiera recuperado del todo, que aún estaba algo delicadita. Cuando aterrizó en la rama de acceso a la vivienda, Peter se dio cuenta en el acto de que había pasado algo y no precisamente muy divertido Uno de los niños perdidos que había escapado de los piratas de Garfio le contó en el acto lo acontecido y Peter montó en cólera de inmediato. ¡¡¡Canallas!!! se lo haría pagar caro. Dejó a los pequeños recogiendo el estropicio de aquel ataque y salió escopetado en busca de los tres chiquitines secuestrados. Localizó el barco a pocas millas de la costa y al acercarse sigilosamente escuchó como aquellos sinvergüenzas celebraban su gran hazaña. Aprovechando que estaba oculto en la cofia del vigía en el palo mayor, hizo un rápido recuento de los piratas que había a bordo, ya que la inmensa mayoría estaban en cubierta bebiendo ron y cantando cancioncillas de abordajes y saqueos. Por lo que pudo entender los niños perdidos se hallaban en las bodegas a buen recaudo, así que perfecto, puesto que no sufrirían peligro alguno durante la acción de rescate. Dieciocho piratas formaban parte de la tripulación de Garfio, y diecisiete se encontraban allí, dedujo que el que faltaba debía de estar sirviendo la cena en el camarote del capitán, luego no habría mejor momento para preparar una distracción adecuada y rescatar a los pequeños. Voló rápido y sin ser visto hasta la Santa Bárbara y con destreza y cuidado empalmó varias mechas a la pólvora que allí se guardaba para ser usada en los cañones. Con la llama de uno de los faroles cercanos,encendió el extremo de la mecha y calculó que tendría unos cuarenta segundos para salir de allí y prepararse para cuando empezara todo. Con sumo cuidado reptó hasta la entrada de la bodega y silbó a los rehenes con su silbido secreto. Los pequeños le dijeron que podían moverse y caminar, pero que estaban atados entre ellos por las muñecas. Peter les pasó su daga por entre las rejas y cortaron rápidamente las ligaduras. Justo en el momento en el que recuperaba su daga y forzaba con ella el candado de la puerta, una violenta explosión puso fin a la fiesta de aquellos delincuentes y Peter no disimuló su sonrisa. Los piratas hicieron una cadena para pasarse cubos de agua para tratar de apagar aquel fuego en la Santa Bárbara y entre maldiciones, juramentos y blasfemias. no dejaban de preguntarse quien habría sido el idiota que había tirado una colilla encendida por esa zona. Al abrir la puerta enrejada, espolvoreó a los niños con polvo de hadas para que pudieran seguirle y cuando iba a levantar el vuelo con ellos para regresar a salvo, sintió un contacto frío y metálico en su cuello. Garfio le había descubierto y desafiante y muy enojado le colocó la punta de su sable de abordaje junto a la yugular. En un rápido movimiento de defensa con la daga Peter se libró de aquella hoja en su cuello y tras fintar y saltar se colocó frente a aquel cobarde y sucio marino. que hacía ya mucho tiempo debió confundir el rumbo. Los gritos de Garfio atrajeron hacia aquél lugar a sus hombres, pero Peter pudo ver aliviado por el rabillo del ojo como los tres niños perdidos escapaban volando. El cacareo de Peter sonó alto y claro por encima del bullicio que reinaba en el navío y ambos contendientes se lanzaron mandobles y estocadas sin cesar hasta llegar a la barandilla de cubierta más cercana. Garfio trató de atravesarle el pecho lanzándole una estocada de frente y al apartarse ágilmente Peter, Garfio perdió el equilibrio yendo a caer por la borda. Peter levantó el vuelo para escapar de la tripulación que se abalanzó sobre él con sables, dagas y hachas y apenas se había elevado unos metros cuando escuchó el horroroso grito de Garfio. Peter vio como en la mala fortuna del capitán, al caer a aquellas aguas se encontró con un viejo conocido: el enorme cocodrilo marino que le había amputado la mano en el pasado, por lo que el pirata tuvo que colocarse en el muñón que le produjo aquella amputación el temible artilugio que le dio su nombre. En ese momento Garfio trataba de escapara del cocodrilo que habría sus fauces con la sana intención de cenar marino pedante. Algo dentro de Peter hizo que no pudiera consentir aquello y aunque resulte extraño, voló en picado hacia el asustado capitán y llegó a agarrarle de su única mano en el momento en el que el cocodrilo iba a disfrutar del primer bocado. Para sorpresa de Garfio, Peter le depositó con suavidad en cubierta, bien lejos de aquellos furibundos piratas , pero antes de irse de allí, cerró el puño de su mano izquierda y atizó un terrible zurdazo directo a la mandíbula a aquel veterano bucanero, con la advertencia de que si volvía a atacar a los niños perdidos, la próxima vez el cocodrilo debería ver Master Chef en la televisión, para elaborar la receta adecuada para que aquel cuerpo viejo y lleno de cicatrices le supiera lo más rico posible. De vuelta a casa, extenuado por el esfuerzo pero feliz con los resultados, Peter volvió a cacarear y pensó en lo perfecto que sería besar y abrazar a Lia para celebrar todo aquello. Pronto sus deseos se harían realidad, pero eso es otra historia.
La danza tribal llegó a su fin en medio de cánticos y brincos y los guerreros indios dieron por invocado al espíritu del bisonte que cazarían a la mañana siguiente. Era mejor para ellos ir poniéndose en paz con el animal que alimentaría a la tribu durante unos cuantos días y además cedería su piel para realizar chalecos y mocasines. Salvajes los llaman algunos, pero que equivocados están, realmente son un pueblo muy civilizado y en comunión con la naturaleza. Peter pensó que en el mundo real, se han perdido ciertas costumbres que dignifican al ser humano como la de agradecer los bienes naturales necesarios para la supervivencia y respetarlos. La hoguera se fue apagando y Lia comenzó a tiritar, habiendo estado malita días antes no era bueno que volviera a enfriare por lo que Peter la propuso acompañarla de vuelta a su casa, cosa a la que el hada accedió de inmediato. El muchacho se levantó y tras ser espolvoreado con esos mágicos polvos que las hadas le regalan para que pueda volar, despegó tomando a Lia de la mano caballerosamente, de tal manera que ella pudiera reservar fuerzas y no se agotará en el vuelo a casa. Puede que fuera la luz de la luna, pero Peter se fijó en los ojos azules de Lia y aunque la tonalidad no era la misma,por el tamaño y la expresión gentil y amorosa le recordaron mucho a los de su querida Campanilla. No pudo evitar recordar durante un buen rato todo lo vivido con aquella hada de la que se había despedido pocas jornadas antes y si algo tenía muy claro, era que siempre la había querido y siempre la querría, pasara lo que pasara. Campanilla personificaba todas sus aspiraciones y deseos, la pena es que su historia no hubiera funcionado como ambos habrían querido, simplemente se dieron cuenta de que aunque se adoraban, no estaban hechos el uno para el otro y eso es algo que condiciona la vida, tanto en la Tierra como en Nunca jamás. El niño que es Peter echa de menos la calidez y la seguridad que siempre encontró en Campanilla y el hombre que comienza a aflorar en el muchachito de vida aventurera, añora el contacto de sus labios y de su piel. No hubo discusión alguna entre ellos dos, simplemente decidieron que se estaban privando el uno al otro de una de las partes más hermosas de la vida y se concedieron la libertad para vivir en el concepto más amplio de la palabra. Puede que fuera una pavesa que se le metió en un ojo al sobrevolar el poblado o puede que su alma necesitara expresarse, pero una lágrima le resbaló por la mejilla y trató de disimular. Lia es un hada muy inteligente y habiendo mediado en la separación de ambos y siendo buena amiga de Campanilla, al percatarse de las lágrimas de Peter enseguida comprendió y en un acto lleno de cariño y comprensión, optó por mirar hacia otro lado y le apretó con fuerza la mano, transmitiendo apoyo y dulzura. Peter se sintió muy afortunado porque sabía que si era posible volver a disfrutar de un amor pleno y generoso, lo haría junto a aquella hada de carácter afable y expresión cordial. Mientras tanto una desagradable sorpresa esperaba a Peter en su casa del árbol, ya que mientras él estaba gozando de la compañía de Lia, Garfio y sus secuaces atacaron el refugio de los niños perdidos y raptaron a tres de ellos, que por desgracia no eran tan rápidos como el resto de sus amiguitos y no pudieron ponerse a salvo. Los piratas los cargaron de cadenas y los arrastraron hasta el navío anclado en la costa más cercana y tras encerraros en la bodega, comenzaron a discutir con su capitán las condiciones del rescate que debería pagar Peter Pan como persona al cargo de este grupo de niños perdidos. Tras un buen rato de trifulcas y discusiones llegaron al acuerdo de que pedirían por cada uno de ellos tres barrriles de ron y cuantas piedras preciosas pudiera almacenar Peter en el interior de su gorro. Lo que estos malencarados marinos desconocían era que con el señor Pan no se podía jugar de forma tan vil y al día siguiente los acontecimientos darían un giro inesperado. No todo va a ser amor en el corazón de Peter y tengamos en cuenta que de su cinturón pende una daga tan afilada como los dientes de un cocodrilo, pero eso es otra historia.