jueves, 19 de enero de 2017

Lo que nunca salió en las pelis

Es que el bueno y pavisoso de Luke, tenía un hermano mayor, mucho más interesante y más humano que él, pero también más bajito y menos habilidoso pilotando naves espaciales.
Cuando Luke se largó con la excusa de salvar la galaxia o no sé que otra bobada, su hermano Lacan, se quedó en esa granja desértica que heredó de sus padres tras ser estos aniquilados por la represión imperial. Obviamente su idea de cultivar Cannabis Sativa  de calidad, no gustó demasiado al maestro Yoda, que pese a ser una enano verde dixlésico y puritano, se enteraba de todos los cotilleos de la galaxia. Yoda se presentó en su planeta y le destrozó el cultivo hidropónico a sablazos de luz, por lo que Lacan, cogió los pocos ahorros que le había respetado el fisco sideral, una mochila con chalecos anti gravedad y a su pequeño androide felino y salió en busca de fortuna lejos de aquel planeta miserable y yermo.
El reverso tenebroso de la fuerza lo tentó en tantas ocasiones, que terminó sucumbiendo y cayó en todos los pecados capitales y en muchos de provincias.
De lo único que se libró fue del incestuoso romance que vivió su hermano Luke con su también hermana, la princesa Lia. El primo a la prima se arrima y si es prima hermana con más gana, pero Lacan terminó comprendiendo que hay muchos peces en el océano y que buena gana de andar metiéndose en más fregados.
Lacan no era en absoluto un mal tipo pero se las apañó para fallar a todos sus amigos, uno detrás de otro y terminó llegando a un acuerdo con Boba Fet para vender a su terriblemente atractivo amigo, Han Solo, a Montoro de Hut, la babosa espacial. De esta manera, Lacan dejaría de una vez de ser el amigo simpático del grupo y de alimentar su libido con los despojos de Han. En seguida se dio cuenta de que el capitán Solo siempre se había portado fenomenal con él y que no merecía que le abandonase a su suerte en manos de aquel ser despreciable, por lo que Lacan se tragó el orgullo y media docena de vasos de anticongelante, llamó a su hermano Luke, que ya era un caballero Jedi, a Lando y a la peña de la vieja guardia y organizó el rescate.
La putada fue que durante el camino a la guarida de Montoro de Hut, el anticongelante y el cansancio hicieron mella en él y al doblar un satélite y derrapar en una cuerva, se metió una hostia tremenda contra un asteroide.
Su nave, que en aquel momento circulaba a velocidad absurda, quedó instantáneamente convertida en basura espacial. Los barrenderos espaciales tienen que vivir de algo.
Lacan despertó una semana después en la cama de un centro médico de Naboo, con un doctor que hablaba muy raro y que consiguió en el acto ponerlo de los nervios. Se levantó como pudo, le quito la espada láser y le cortó la lengua, pero el jodio siguió dándole la turra por señas, así que le cortó también los brazos.
Para alegría y solaz regocijo de Lacan, el capitán Solo vino a recogerlo al centro médico y lo bajo en brazos hasta su Halcón milenario. Parecía que Luke y la peña habían hecho bien las cosas y que el atractivo y vividor piloto contrabandista, le había pagado incluso, sus deudas con el fisco sideral por lo que aprovechó ese descenso en sus brazos, para darle besitos en los pezones. Que Lacan es muy hetero pero es que Han se había portado tan bien con él, que no le extraño nada saber que le había quitado a Leia al panolis de su hermano Luke.
Cuando aterrizaron en un planeta de la rebelión y le dejaron en sus aposentos, Lacan encontró en ellos a su androide felino, "Robotete", quien lo recibió dando brincos de alegría y soldando los circuitos de una batidora estelar.
Entonces Lacan, decidió que esta nueva oportunidad vital, no era gratuita y que aunque había cometido demasiados errores en el pasado, se le estaba dando la oportunidad de enmendarlos y de aprender de ellos. Lacan comenzó a trabajar par ser el Jedi que siempre había querido ser y se matriculó en una academia de pilotaje de naves y transportes. Dejó de creer que se había enamorado de todas las habitantes de diferentes sistemas que le ponían ojitos y conoció a una verdadera princesa.
Pero eso...ya es otra historia.

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