Dado que el ministerio fiscal ha solicitado la pena más elevada para el delito del que se acusa al señor Gatete, mi defendido; esta defensa considera que deben tenerse en cuenta todos los eximentes que puedan atenuar su condena.
Si bien es cierto que Gatete actuó con premeditación, alevosía y nocturnidad, el testimonio del testigo de la defensa que subirá al estrado para aportar credibilidad y fundamento científico a mi alegato, demostrará que Gatete no se encontraba en plena posesión de sus facultades mentales.
Como se expondrá ante este tribunal, ya ha sido demostrado con anterioridad y a continuación aportaré la pertinente jurisprudencia al respecto, que al combinarse la ingesta de comida para el control de bolas de pelo con productos lácteos, se producen una serie de alteraciones neuronales que pueden derivar en conductas psicópatas con el consiguiente peligro para la seguridad del paciente que sufre dichos trastornos y de su entorno.
Mi defendido confundió la realidad al estar bajo los efectos psicotrópicos de esta peligrosa mezcla y durante un periodo no inferior a siete días, creyó tratarse de un reputado cirujano ocular al que la familia que ocupa el domicilio contiguo al suyo, había encargado una complicada cirugía de las corneas de ambos ojos de su perrita cocker spaniel.
En un descuido del humano con el que vive, Gatete escapó de su control a través de un agujero en la valla que circunlimita la propiedad y si bien es cierto que se introdujo en la caseta de la perra "Bora", al ser esta una construccíon prefabricada que no consta en el registro de la propiedad de Valladolid, no puede considerarse como domicilio particular y pedimos al tribunal que no proceda la acusación por el delito de allanamiento de morada. Una vez dentro encontró a la supuesta víctima en un profundo sueño producido por la ingesta de una cazuela llena hasta los topes de arroz cocido con pollo por lo que mi defendido renunció a la idea inicial de utilizar anestésicos y procedió directamente a operar.
En un momento de lucidez, Gatete esterilizo las uñas de su pata delantera derecha y tras comprobar lo aséptico de su filo realizó las incisiones con gran pericia.
A continuación el testigo de la defensa corroborará lo afirmado en este alegato.
Concluyendo. La defensa pide que se tengan en cuenta los eximentes y que se reduzca lo máximo la petición de pena por parte de la acusación particular y del ministerio fiscal.
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