martes, 24 de marzo de 2015

Ha sido niño.

Yo también le pregunté a mi sombra que tal ando, pero ya sabéis, mi sombra tiende a escaparse cuando no la llevo cosida.
Lo que si que tengo claro es que mi era ha parido un corazón y he acudido corriendo para evitar que se cayera el porvenir.
Ya no es solo que me encuentre recuperado al 99 por ciento, es que he descubierto un Juan más válido que el anterior y ahora estoy dispuesto a quemar el cielo si es preciso, por vivir.
Hay que ver este Silvio, no para de poner palabras en mi boca.
Era lógico que uno de sus temas formara parte de aquel espectáculo que monté con mi querido amigo y pianista de confianza Oscar Lobete.
En aquel "Canciones para una noche en vela" Oscar y yo revisamos la música y las letras de algunas de las canciones que nos marcaron la vida y que acuden a nuestras cabezas las noches que nos cuesta dormir y estamos intranquilos por el motivo que sea.
El "ojalá" de Silvio fue una de las canciones que pasamos por nuestro filtro particular para ofrecer una visión muy personal y diferente, eso si, desde el mayor de los respetos.
Estoy en un momento de cambios y quiero que esos cambios sean a mejor.
Al rascar mi boleto encontré un maravilloso "sigue jugando" y pienso jugar y terminar la partida de la mejor forma posible.
Ahora me siento como si hubiera pasado a otra categoría donde ya no valen las excusas que he puesto en tantas ocasiones, ahora solo vale que lo dé todo a cada momento. 
En el amor, en la familia, en la amistad y en el trabajo.
Quiero entregarme a lo que me hace sentir vivo y seguramente no pueda evitar escribir sobre ello cada día, aunque no lo publique aquí ni en ninguna otra parte.
Lo escrito queda y puedo volver a perder la memoria otra vez pero no perderé mis textos.
Como escribió mi padre una vez en su dedicatoria en aquel libro en blanco que para tal efecto me regalaron durante la presentación del primer libro que me editaron hace ya tres años: "Escribir es una forma de fijar el pensamiento".
Hay muchas cosas que quiero hacer a lo largo de mi vida, una de las más importantes es fijar el pensamiento, otra es dejar el mejor de los recuerdos cuando me despida definitivamente.
Se han terminado los miedos y las dudas, estoy decidido a ser quien quiero ser aunque vuelva a tropezar.
Sé que volveré a levantarme y aunque renqueando, alcanzaré mi meta.
Quiero ser  buen escritor y mejor persona. Ambas cosas implican esfuerzo y sacrificio pero estoy dispuesto a ello.
Ahora me tomaré un vinito en la celebración del bautizo de ese corazón que ha parido la era.
Va por ustedes.




viernes, 20 de marzo de 2015

Algo parecido a la felicidad

Así terminé mi día ayer y mira que empezó algo jodidito.
Ayer fue el día del padre y aunque ya hace mucho que abandoné el colegio, donde en esta fecha curso tras curso nos liaban los profes para hacer un regalo para nuestros padres, a base de manualidades, pinturas o cualquier otra de esas habilidades que no he tenido nunca y que terminaban frustrándome sobremanera, sabedor de que le llevaría a mi padre una de mis "chapuzas bienintencionadas", ayer no tuve tan siquiera la oportunidad de comprarle un libro o una colonia, mi padre ya no está y este ha sido mi primer día del padre sin él, cosa que me apenó sobremanera desde primera hora de la mañana, en que comencé a recibir mensajes de los grupos de wasap donde participo con multitud de amigos que ya tienen hijos y que como es lógico, se felicitaban en su día.
Yo obviamente también les felicité porque lo cortés no quita lo valiente y aunque para mi no sea una fecha agradable, celebro que mis amigos sean felices con sus retoños.
El día amenazaba con un "festival de la labilidad" pero como la vida es así de caprichosa y de sorprendente, todo comenzó a enderezarse.
Gran culpa de ese cambio de rumbo lo tiene la chica que ahora me soporta y que aunque tampoco comenzó el día tirando cohetes, a medida que fueron pasando las horas hizo que todo se pintase de otro color.
Por la tarde pasamos un rato estupendo tomando un café y un rico bebedizo  con tónica, ginebra, esencia de lima, bayas de enebro y  corteza de limón, acompañados de unos amigos auténticamente adorables.
El leit-motiv de la conversación fue el chocolate, ya que tan delicioso manjar unía por diferentes motivos a los tres amigos que vinieron hasta casa y que aunque no se conocían entre si, rápidamente dieron con una pasión en común e hicieron del encuentro algo muy especial.
Si a eso le sumas que son tres personas de una excepcional calidad humana, ya está todo en su sitio.
Al caer la noche, esta adorable criatura que ha decidido acompañarme en esta "segunda temporada" y yo, decidimos abrir el sofá cama del salón para vernos tiradazos cómodamente la película "Moulin rouge", cosa que al pobre gato en primer lugar le desorientó, pero después tal cambió de rutina se convirtió en algo terriblemente divertido y emocionante para él, diseñándose su propia Jincana de obstáculos entre los descolocados muebles del salón.
Hay que ver como son los felinos; muy elegantes y gráciles pero unos auténticos y curiosísimos juguetones sin complejos.
Mira que no se porque durante años me han dicho que me parezco un poco a Ewan Mcgregor (supongo que en el blanco de lo ojos y poco más) aunque ayer viendo esta peli, yo me encontraba más similitudes con el actor que hacía el personaje de "Tolouse". Cierto es que el personaje de Ewan quizás tenía más que ver con mi forma de ser y mis aspiraciones vitales, pero vamos, que lo que es con el actor el parecido está traído por los pelos.
En cualquier caso disfruté mucho de todo. De la película y sus números musicales también.
Ayer experimenté algo muy parecido a la felicidad y eso fue cojonudo, pues últimamente me cuesta bastante sentirme así, cuando toda la "anterior temporada" he sido un tipo de los que trataban de disfrutar cada segundo.
En cualquier caso algo tengo claro: la vida sigue y aunque echaré siempre de menos a algunos, los que me rodean hacen que esto merezca la pena.
Un abrazo para todos los que me leéis y en especial para aquellos que tenéis hijos. 
Hasta la fecha no he sabido hacer los propios, pero creo que se va acercando el momento.
Ojalá llegue a ser tan buen padre como lo fue el mio.

martes, 17 de marzo de 2015

Interiorizando las letras

De canciones como esta, donde hablan de que habrá un lugar para vivir como en un cuento de hadas, pero seguro que es muy caro y no se puede pagar.
Uno va construyendo su vida a base de sueños y deseos, deseos y sueños y de repente un día giras una esquina y te das de morros contra una frustración del tamaño de un pivot de la NBA.
No pasa nada, te levantas del suelo y vuelves a perseguir tu cuento de hadas.
Es cierto que también siempre habrá un diván, ya lo dice la canción. Mi diván funciona con tecnología bloger y lo encuentro allí donde pueda sentarme ante un ordenador para vomitar todo lo que me pasa por dentro, cuidando únicamente la forma, porque el fondo ya no dependerá de mi, si no de mis circunstancias.
Uno se esmera en escribir de la mejor forma posible y de que a la hora de trasladar las vivencias, los anhelos y las derrotas cotidianas, al menos resulten interesantes para aquellos que las leen y puedan identificarse con alguna de esas sensaciones.
Desde luego a todo escritor le puede su estado de ánimo y hay días en los que te resulta muy difícil escribir un cuentecito con final feliz.
Supongo que la profesionalidad y la calidad de un autor radica en que ha aprendido a abstraerse de si mismo y de sus emociones a la hora de escribir lo que sea.
Estoy aprendiendo, no pienso engañarme a mi mismo y me tomo muy en serio cada una de las entradas de este blog, tan personal y tan público al mismo tiempo.
Desde luego trataré de darle la mejor de las formas a mis elucubraciones y seguramente haya días en que lo que me rezuma cerebral y emocionalmente adopte forma de relato fantástico y días en los que se le pueda poner rostro y ojos a la fantasía porque será facilmente identificable.
Una vez me dijeron que lo que más atrae de mi forma de escribir es el  tocar tantos "lugares comunes" para muchos lectores y lejos de pensar en que podría ser una forma educada de decirme que soy poco original, preferí pensar en que me estaban diciendo que soy muy humano y que mis vivencias y aspiraciones son universales.
Es cierto que tomé prestado el universo de  Peter Pan para enmascarar muchas cosas, pero otros a diario salen a la caza de la gran ballena blanca o embarcan en una nave espacial para viajar de la tierra a la luna.
Creo que la mayoría de los escritores de cualquier género profundizan en temáticas y experiencias que todos podemos identificar como propias y aunque cambien los nombres propios y los paisajes, lo que les dota de una mayor transcendencia no es más que el saber contar las historias.
Ahora que me he liado la manta a la cabeza con el mundo novela me paso el día preguntándome si realmente sabré contar aquello que pide el cuerpo, pero creo que aparte de una historia interesante, una trama consistente y unos personajes creíbles, lo más importante es la perseverancia y el trabajo duro, la auto exigencia y las continuas revisiones y correcciones.
Nadie vende duros a cuatro pesetas y desde luego nadie dijo nunca que esto vaya a ser fácil.
Imagino que escribir una novela digna es como tratar de vivir una vida digna, hay que poner toda la carne en el asador y ser sincero con los demás y con uno mismo.
Huy...creo que igual esta entrada era la terapia que necesitaba hoy, ya me siento mejor y más tranquilo.
Perdonen ustedes la turra, prometo que la próxima será algo cuando menos divertido, que parece que de repente me ha dado por madurar y prometo que sigo conservando mis calzas y mi gorrito.
Uno puede tratar de pulirse pero nunca matará su idiosincrasia. 


sábado, 7 de marzo de 2015

Llamaradas de autor.



Marta se levantó como cada domingo y salió a recoger su ejemplar de El norte de Castilla que como cada día el repartidor la dejaba en el buzón del chalet.
En lo que salía el café, desplegó el diario sobre la mesa de la cocina y comenzó a leerlo con esa cotidiana mezcla de interés, curiosidad y pavor, ya que las noticias que leía de un tiempo a esta parte eran muy poco tranquilizadoras, entre epidemias de lejano origen pero fácil transmisión, geo políticas  guerras absurdas, preocupantes datos estadísticos sobre diversos aspectos tanto de la economía como de la sociedad e incluso las páginas de cultura, que siempre leía con absoluto detenimiento venían cargadas de quejas y reivindicaciones.
El café emitió ese olor característico al estar listo y Marta abandonó momentáneamente la lectura para prepararse una buena taza y unas tostadas con tomate y aceite, su desayuno favorito.
Al estirarse a por una de las tazas que guardaba en lo alto del mueblecito de la cocina, sintió una punzada de dolor intenso en la espalda y recordó que tras desayunar, debía aplicarse la pomada para las quemaduras, ya que parte de su piel se encontraba excesivamente afectada por lo vivido la noche anterior.
Pagina 8, Valladolid sucesos: ”La policía busca al héroe anónimo que anoche puso en juego su integridad física al rescatar valientemente pero sin contar con los medios adecuados cientos de ejemplares en peligro de resultar carbonizados en el incendio de una biblioteca pública de uno de los barrios de la capital.
Al parecer este ciudadano, al percatarse de las llamas y del humo que se extendían por el interior del edificio, rompió una de los ventanales con la tapa de una alcantarilla y se arrojó al interior de la biblioteca, desde donde fue arrojando cuidadósamente  al exterior de la misma centenares de títulos de los que allí se almacenaban para lectura de los usuarios.
No hay testigos presenciales del suceso y el sistema de vídeo cámaras de seguridad resultó dañado por el fuego, por lo que no se conservan las cintas que podían haber arrojado algo de luz sobre la identidad de este hombre”
Marta sonrió con cierta indignación, ya que lejos de buscar reconocimiento público por su acción, lo que la molestaba infinitamente es que desde la prensa se diera por sentado que aquel acto debía de haberlo realizado un hombre.
Cierto es que los hombres suelen ser más dados a meterse en este tipo de embolaos, pero la pasión por la literatura carece de género, al igual que ciertos valores humanos como el valor o valentía y la heroicidad o el heroísmo, solo depende de las palabras escogidas para designarlo.
Marta volvía del gimnasio de su sesión diaria de “pilates”, actividad esta que la mantenía en muy buena forma y al ver las llamas y lo que estaba sucediendo no lo pensó ni un segundo y decidió que haría cuanto estuviera en su mano para salvar el legado de tanta persona que había decidido trascender en el tiempo de la mejor de las maneras, con sus obras.
El hecho de ir vestida con zapatillas de deporte y con ropa cómoda de ejercicio la vino estupendamente ya que tuvo que hacer cierto esfuerzo físico para introducirse en la biblioteca y una vez dentro tuvo que moverse de la forma más rápida posible porque aquello comenzó a tomar un cariz más que preocupante. De hecho tuvo que despojarse de la sudadera ya que comenzó a arder repentinamente y podía haber sido fatal de no haberse percatado de ello, aunque es cierto que su espalda sufrió las consecuencias de su pasión por la literatura.
Permaneció durante más de diez minutos salvando ejemplares de los que se encontraban apilados en las diversas estanterías y solo abandonó el local al escuchar a lo lejos las sirenas de bomberos que se estaban acercando, dado que le entró miedo porque al encontrarla allí dentro pudieran llegar a acusarla de la autoría de aquel incendio.
Siguió leyendo, “el jefe del cuerpo municipal de bomberos ha declarado su intención de nombrar bombero honorario al valiente ciudadano que sin miedo a lo que pudiera sucederle realizó semejante despliegue de generosidad y heroísmo”.
Marta apuró el café tras dar buena cuenta de las tostadas y ligeramente enfadada ante aquella demostración de falta de respeto por la igualdad, se dirigió al cuarto de baño en busca del botiquín para tratar de mitigar el dolor de las quemaduras de su espalda.
Es cierto que los tiempos han cambiado, pensó, pero aún tendremos que pelear mucho para que se le reconozca a la mujer la posibilidad de realizar una acción de este tipo.
Imagino que son muchas personas las que aún nos creen encerradas en la cocina o esgrimiendo plumeros y escobas como únicas armas válidas.
Tras aplicarse con delicadeza la pomada se puso una camiseta holgada con la imagen serigrafiada en el pecho de la protagonista de la película de Tarantino Kill Bill, con quien se sentía muy identificada y sonrió al mirarse al espejo. Marta tenía una de las sonrisas más bonitas del mundo y ni siquiera el rictus de dolor por las quemaduras podía cambiar aquello.
Tenía todo el domingo para descansar antes de acudir el lunes a su puesto de funcionaria de la administración regional.
Desde luego en el trabajo no hacían distinción de sexo, daba igual si eras hombre o mujer, en caso de que no cumplieras con tu cometido te ibas directamente al paro y no está la cosa para semejante situación, ya que las hipotecas y las facturas tampoco hacen distingos de ese tipo.
Recordó que a media tarde debía acudir a casa de su exmarido a recoger al hijo de ambos y se alegró mucho de estar educando al pequeño en la igualdad y de que este no renegara de que en el recreo del cole jugaran las chicas al fútbol.
Poquito a poco(pensó Marta en voz alta) y tras esta reflexión se decidió a comenzar un escrito que debía presentar en el trabajo al día siguiente.
Ella se ganó sus derechos y su igualdad al alzarse con su plaza en oposición hacía varios años, ya que en aquella oposición se presentaban personas de ambos sexos y eso no era obstáculo para quienes habían estudiado tanto como estudió ella, ya que va en cada persona y no en el sexo, la capacidad de trabajo y de sacrificio para alcanzar un fin.

jueves, 5 de marzo de 2015

Juan sin miedo.



 Era uno de mis cuentos preferidos cuando era pequeño...bueno, más pequeño aún.
El que el protagonista del cuento se llamara como yo y fuese un tipo tan valiente molaba bastante y también el que algunos me llamaran así de forma cariñosa.
Hoy hablando con una persona muy especial, a raíz de lo que ha comentado Fernando Alonso sobre su situación al despertar tras el accidente sufrido, he recordado un montón de películas donde el protagonista despierta de un coma y resulta que habla japonés siendo de Albacete, cuenta unas historias cojonudas sobre su percepción de la situación desde su estado comatoso e incluso se dan unos pirulos tremendos rollo astral y ven a la peña pasándolas putas y llorando por ellos.
Entre que lo mio solo fueron unos días y que perdí completamente la memoria no tengo nada interesante que contar y mira que me gusta escribir, pero no pienso inventarme ninguna historia al respecto y ya no solo porque pase de frivolizar con algo tan serio como esto, si no por que soy plenamente consciente de la suerte que he tenido y lo mal que lo han debido pasar aquellos que estaban expectantes junto a mi cama.
Solo puedo decir que la sensación que más recuerdo es el miedo.
Al despertar y verme allí sondado y hecho un asco sin saber que me había pasado (pues aún no he podido recordar el accidente) me invadió un miedo horrible, un miedo que se nutria de la falta de conocimiento como suele pasar siempre.
También ver las caras de mis familiares y darme cuenta de que lo que habían sufrido por mi y la felicidad que irradiaban al verme despierto y respondiendo a estímulos, me acojonó mucho.
Creo que yo no hubiese podido soportar el dolor de ver a alguno de los mios en esa situación y realmente siento muchísimo el haber generado tanto dolor y admiro la entereza y el valor de mis parientes y amigos.
He tenido una recuperación dura pero muy rápida y ya me encuentro practicamente bien física y psicológicamente.
Según Sonia, mi amiga y psicóloga la única secuela actual es el estress post-traumático y eso es lo que me ha tenido algo bloqueado y asustadizo durante este tiempo.
Lo que no se es de cual de mis traumas viene ese estress, tengo unos cuantos, soy mucho de lo del "dos por uno".
Ahora he decidido que se van a terminar esos miedos.
Quiero ser Juan sin miedo y creo que ese miedo visceral que experimenté al despertar, al igual que esa pena tan espantosa que me embargó al morir mi padre, responden a que estoy vivo y eso significa sentir, asustarse y apenarse, pero también alegrarse, enamorarse y arriesgarse.
El hecho de que todo lo reciba en  proporciones descomunales responde únicamente a esa necesidad de experimentar sensaciones que estuvieron a punto de perderse junto a todo lo demás.
Al carajo con los miedos ya. 
Que me agobian los planes que implican jaleo de gente, que me asusta volver a enamorarme  por si vuelvo  a sufrir, que me cago solo de pensar en subirme en una moto...pues vale, con calma y dejando que la vida pase a su ritmo que todo llegará, aunque la vida pasa, pisa y pesa.
De todo se aprende e incluso de aquel pánico que  descordinó mis sueños nocturnos, haciéndome participar activamente de ellos y  darles la noche quienes se turnaban para dormir conmigo y evitar que pudiera hacerme daño, caerme, meterme en cualquier lío o lo que fuera.
He aprendido que hay muchas cosas que merecen pasar por lo que haga falta para identificarlas con la importancia que tienen. Cosas como el cariño de tu familia, el abrazo de un amigo, la sonrisa sincera de una amiga o el amor de una mujer.
Nada como volver a besar a una chica que te acaricia el cabello con dulzura y que al hacerlo te aporta la explicación más bonita sobre los latidos de ese músculo que todos tenemos en el pecho.
Nada como sentir el incondicional amor de un animal para el que eres realmente importante y que te perdona el haber estado una temporada desaparecido aunque no le puedas explicar que coño ha pasado.
De alguna manera mi gato sabe lo que ha pasado y a su manera me cuida y se preocupa por mi.
La vida es aprendizaje y aprender a veces es duro, pero no puedes esquivar algunas de las lecciones más importantes. 
Ahora ya no tengo miedo y me he decidido a intentar hacer algo que siempre me había apetecido pero no me atrevía: escribir novelas.
Como todo lo que merece la pena en esta vida requiere de mucho esfuerzo y trabajo y ahora mismo siento que me han dado un tiempo extra para aprovecharlo de verdad, así que ya he construido el armazón de la primera y ando con revisiones, modificaciones y una vuelta tras otra al manuscrito original, para intentar que vea la luz y no agonice en el disco duro del ordenador.
Al mismo tiempo he comenzado la segunda y estoy muy contento. Sé que me va a llevar mucho tiempo de trabajo pues está ambientada en otra época y en otro continente y eso requiere de una gran labor de documentación, pero al fin y al cabo estoy jugando la prórroga y hasta que el arbitro no vuelva a pitar, pienso dejarme la piel en el partido.
Y si tengo que ir a los penalties pues nada, se va y que la suerte decida.




jueves, 26 de febrero de 2015

Amistad

Pues bien, de todo lo que he vivido este año, hay cosas que incluso tengo que agradecer y una de ellas es el cambio de percepción de las cosas importantes de la vida.
Una de las cosas más importantes de la vida es la amistad.Eso ya lo sabía antes de cierta experiencia a lomos de mi Vespa, pero a consecuencia de haber "desmontado" de aquella forma y de todo lo vivido posteriormente he descubierto cuan importante es rodearse de buenos amigos.
Me considero un tipo afortunado porque aunque tengo los mismos agobios que todo hijo de vecino para llegar a fin de mes, me considero rico, rico en amigos.
Tengo unos amigos fabulosos que me han demostrado el verdadero significado de la palabra amistad.
Espero que aquellos que leáis esta entrada no os molestéis por haberme centrado en este personaje que me acompaña en la foto, es un miembro de mi "vieja guardia" junto con cierto "irlandés con clase" y otros pocos, pero no por ello significa que el resto no seáis importantes para mi, lo sois y no sabéis cuanto.
Este amigo me ha acompañado como otros muchos durante estos meses de mierda, con una sonrisa y una palabra oportuna en cada momento.
De hecho cuando me dieron el alta en el hospital, rechazó la silla de ruedas que le dieron para sacarme de allí (dada mi hemiplejía) y decidió llevarme en brazos hasta el coche.
Meses después al decirle que me sentí como en "Oficial y caballero", él, con su ironía particular me contesto que aquella escena le recordaba más a E.T.
Mira que me jode esa salida y no porque me comparase con aquel extraterrestre de cansina conversación sobre la telefonía y su vivienda, si no porque desde que empezamos a compartir las juergas y salidas con chicas, yo me agarraba a que él era "el guapo" vale, pero yo "el simpático".
Me he quedado sin saber  como definirme, ya que es más simpático que yo y además encima de metro noventa, tiene los ojos verdes.
Desde aquello he recibido toneladas de cariño y apoyo de mis queridos compañeros de "Vesperdidos", de mi gente de la farándula, de los del curro y de aquellos que gracias a Dios he ido conociendo a lo largo de toda la vida, segunda parte incluida.
Mis amigos y amigas se han convertido junto a la familia en el verdadero sentido de todo esto cuando todo pareció dejar de tenerlo, pero que gran error el pensar semejante cosa.
La vida tiene sentido siempre que te acompañen personas capaces de sentir y generar cosas así de bonitas.
A veces todo se pone difícil, pero como decían en aquel programa de TVE de mi infancia "Solo, no puedes, con amigos si".
Casi siempre escribo o hablando del amor o con un transfondo megañoño sobre las relaciones de pareja, pero hoy creo que hay mucho amor en los amigos,y no me va a pasar nada por decir públicamente que los quiero.
Parece que en esta sociedad nuestra los chicos ni lloran ni se dicen cosas bonitas entre ellos para que no les saquen cantares sobre su condición sexual o su virilidad, pero esa es otra de las grandes gilipolleces de este mundo.
De la misma forma que las mujeres me robarán siempre el corazón puesto que cuando las quiero y me quieren no concibo nada más hermoso, el día que vuelvan a rompérmelo, se que mis amigas y  amigos serán quienes me devuelvan la alegría y las ganas de continuar y seguir intentándolo.
Hoy por hoy solo puedo estar terriblemente agradecido y al llegar la noche y justo antes de dormir, me sigo preguntando el porqué de merecer algo así, ya que como escribí en una ocasión, nunca he salvado a un niño de un incendio ni he bajado un gatito de un árbol, soy un tipo de lo más normal, incluso un pelín complicado, pero eso si, de lo más agradecido.
Mi vida estará siempre a disposición de mis amigos y esta no es una frase hecha.
Gracias a todas aquellas y a todos aquellos que me habéis obsequiado con vuestra amistad, pienso cuidar esa amistad como lo que es, como el mayor de los tesoros.


sábado, 21 de febrero de 2015

Más perdido que un pulpo en un garaje


Hay que joderse, esto ya es quejarse de vicio.
No tengo mayor secuela de toda la mierda vivida, que el encontrarme de repente con los miedos y las angustias que he ignorado durante toda una vida mirando hacia otro lado por no enfrentarme a ello.
Ahora es como si de repente hubieran dicho: "vale, te quedas, pero te toca pelear un poco".
Adelante pues, si hay que subir al cuadrilátero subiré, aunque fijo que me van a inflar a ostias y no debería llevarme más golpes en la cabeza, pero eso no me sirve como excusa.
Protector bucal, guantes y determinación, no hace falta mucho más.
Finto y esquivo, cuando veo al enemigo con la guardia baja lanzo unas series con ambos puños, un dos, uno,dos, tres, pero era una trampa para que me descuidase y dejara al descubierto el pecho y el costado.
De nuevo recibo golpes en el pecho, unos cuantos directos al corazón de esos que tumbarían a una mula en el acto.
Jadeo, pierdo el resuello y tambaleándome voy hacia las cuerdas. Si la vida te atrapa contra las cuerdas no tienes escapatoria y a no ser que el árbitro detenga el combate, estás acabado.
Desde el público escucho un grito de ánimo que se eleva por encima del estruendo y creo reconocer esa voz de mujer, no sabía que hubiese venido a ver el combate.
Suena entonces la campana y me dirijo a mi esquina, me colocan el taburete y me siento a descansar.
Puedo refrescarme, escupir en el cubo y un tipo con cara de duro pero de gesto amable me cura los cortes en las cejas y los párpados.
Unas friegas en los hombros y el cuello y vuelta al ring en cuanto suena la campana.
Estoy agotado, me siento molido y más perdido que un pulpo en un garaje.
No se porqué pero últimamente no entiendo ni la mitad de las cosas que se me pasan por la cabeza. No sé si obro bien o mal y si tomo las decisiones acertadas. No sé si el hecho de haber querido renunciar al amor ha sido lo correcto o si por el contrario la he cagado hasta adentro.
En cualquier caso estoy hecho un lío, como para dar con la estrategia adecuada para soportar unos cuantos asaltos más.
Antes de que pueda adoptar una posición correcta de defensa, me cae un puñetazo en los morros que me salta el protector bucal y un par de piezas.
Otra vez al dentista a arreglarme los dientes, lo que me faltaba.
El destino comete entonces un error al inclinarse hacia atrás para coger impulso buscando el golpe del KO definitivo, cosa que yo aprovecho como un Foxterrier para lanzarme sobre él golpeando de nuevo con ambos puños en una serie frenética que alterna ganchos y directos.
Se que no puedo acabar con él, pero al menos no venderé tan barata la piel, no me volverá a cazar desprevenido.
El arbitro nos separa cortando mi embestida y dejando bien claro que este combate está amañado y que aunque sea a los puntos, perderé de nuevo.
No pasa nada, cuando termine pienso hacer como el bueno de Stallone en Rocky y gritaré tu nombre y diré que te quiero, aunque luego tengan que ingresarme.
Así lo haré pequeñita y pensar en ese momento es lo que me mantiene en pie.
He aprendido que la vida consiste en no esquivar la pelea, que como un río, va a dar a la mar, que es el morir.
¡¡Con el bigote bicolor, calzón rojo, un metro sesenta y ocho y setenta kilos, "El gato de pucela"!! (gritan por megafonía). Los toros y los potros ya estaban pillados y además los gatos me gustan más y son mejores boxeadores.
No quieras ver a un gatito encabronado.
 
 



miércoles, 18 de febrero de 2015

Sigue siendo la canción más bonita del mundo.

Y eso es porque siempre que la escuche me será practicamente imposible no recordar aquella noche en la que al bailarla conmigo lloraste.
Las cosas han cambiado y mucho, aunque hay cosas que sé que no cambiarán jamás.
Al bueno de Cupido le han dado el paseillo, siguen siendo tiempos difíciles para la lírica y la buena noticia es que poco a poco todo parece ir volviendo a tomar rumbo.
Una de las cosas que no van a cambiar en la vida es esa sensación tan mágica que me transmite tu sola presencia y eso de sentir como se me desborda el cauce de los sentimientos contenidos en el alma al escuchar la primera nota de esta canción.
Que de recuerdos, cuanto tiempo ha pasado ya y que deprisa se ha ido.
Todo lo que significó aquella canción ya lo escribí en su momento, en ese texto que lleva por título "La canción más bonita del mundo" y que fue uno de los que introduje en la selección para ser publicados en aquel libro tan intenso.
Ahora solo puedo escribir sobre lo que sigue significando el escuchar de nuevo ese tema, sea la versión que sea y aunque no la canten ni Sinatra ni mi querido Javi con sus "Pichas Rondilleros".
Los primeros acordes me transportan a aquellos días tan duros y tan tristes, pero ni con mucho tan duros y tristes como han sido los recientes, pero siempre te tuve a ti para sobrellevarlo todo.
Tú, has sido el bálsamo para superar los embistes de la vida y sé que siempre serás la orilla hacía donde podré nadar si vuelvo a sentir que me ahogo.
Doy por sentado que eres el refugio para otros naúfragos con más suerte que yo y eso lejos de hacerme nadar en otra dirección, me obliga a dar brazadas más rápidas, no vaya a ser que uno de esos naúfragos se confunda y quiera levantar un cercado.De todas formas tu misma lo impedirías, eres demasiado buena gente y siempre estarás para ayudar al que lo necesite.
Por si alguien no sabe que canción dio lugar a ese texto publicado por primera vez aquí mismo el 9 de octubre de 2011 , aquí os dejo al viejo Franky emocionando al público.
Cierto es que aquella noche del sábado 8 de octubre fue un tipo muy alto y vestido de negro el que nos la regaló y ese mismo tipo muy alto fue quien leyó el texto sobre todo aquello durante la presentación del libro "Historias para según qué días" , cerrando de paso el círculo.
Ese libro solo pude dedicártelo a ti.
Hoy mismo tengo pensado escribir el final de mi primera novela, que si llega a publicarse se la dedicaré a aquel que me alentó siempre a escribir, que me inculcó el gusto por los libros y el valor de la importancia de la palabra empeñada.
Ahora más que nunca, sé que las cosas toman forma con un sentido que a veces no alcanzamos a comprender hasta que vivimos momentos extremadamente duros.
Bailando contigo aquella noche descubrí que hay un sentimiento que está por encima de cualquier otra cosa.El mismo sentimiento que siempre asociaré con aquella persona  a la que tanto echaré de menos y a la que tanto debo.
En cualquier caso, pase lo que pase y le pese a quien le pese el resto de mis días formaras parte de esta partitura. 
Y siempre que se presente una noche difícil, volveré a cerrar los ojos y bailaremos de nuevo.
Gracias por existir. Te quiero.

 


sábado, 14 de febrero de 2015

Irresponsable y peligroso

Esta si que era la crónica de una muerte anunciada. Estaba cantado que al final alguien respondería al fuego.
Me parecía un niño peligroso e irresponsable, que tiraba con demasiada facilidad de flechitas.
Descansa en paz, pero no puedo evitar alegrarme. Durante demasiado tiempo me utilizaste como blanco para practicar tu puntería, convirtiéndome en lo más pareció a un alfiletero de la cantidad de saetas que llevaba clavadas.
La primera vez cometí el error de colocarme yo mismo la manzana sobre la cabeza esperando que emularas con la misma fortuna a aquel suizo de leyenda, pero no era más que un pretesto para que me atravesaras el corazón con el venablo de tus hechizos.
Desde entonces me he pasado la vida arrancándome dardos que se iban acumulando hasta casi cubrirme por entero.
Los médicos de urgencias están hasta el pijo de mi y cada poco tiempo repiten el mismo ritual: extracción del objeto punzante, desinfección de la zona y sutura de la herida.
Vale que eras un niño consentido, pero yo también y ya te avisé en su día de que si tu tenías un arco yo tenía una escopeta de cartuchos y bastante precisión en el disparo.
Al final se me han adelantado y aunque siento que hayas tenido un final así, me alegra  no haber sido yo el que apretara el gatillo.
Lo que está más que confirmado es que solo tenías una excelente puntería disparando sobre machos, a las hembras no las alcanzabas casi nunca.
Todos los cazadores decentes saben que hay que respetar a las hembras por aquello de no acabar con las especies cinegéticas vale, pero eso de disparar sobre crías manda cojones. A mi me acertaste la primera vez con apenas catorce años y aquella punta aún sigue alojada en mi corazón, no han conseguido extraerla y aunque apenas duele, está latente y de vez en cuando remite y la herida se abre y vuelve a sangrar.
El que a hierro mata a hierro muere y es cierto, el amor mueve el mundo, pero hay movimientos descontrolados que son bastante peligrosos.
No sé quien se ocupará de disparar por ti a partir de ahora, creo que el puesto sigue vacante y con el índice de paro que tenemos seguro que ya hay cientos de solicitudes. Supongo que irá por oposición y espero que además de pruebas prácticas, realicen un buen test de sentido común.
Ojalá a tu suplente no le de por emparejar amores imposibles, de esos que por más que lo deseas no llegan a ninguna parte y terminan volviéndote loco y convirtiéndote en un desgraciado.
Yo era un romántico empedernido, pero de un tiempo a esta parte he adoptado cierta canción de Tonino Carotone como himno y no veas lo que me jode, en el fondo.

                                   




miércoles, 11 de febrero de 2015

Mejor así

Perdona Lia, pero será mejor así.
Será mejor que ya no volemos juntos, no me apetece volar. Será mejor que no me pierda de nuevo en tus ojos, que pase pronto el mono de tu presencia y que encuentre otro motivo para regresar de nuevo a Nunca jamás, hoy me tengo que marchar.
No estoy a la altura.
No he estado a la altura de Campanilla ni lo estaré tampoco a la tuya, al menos mientras siga asustándome tanto reconocer mi propia identidad.
No me apetece volar si no es para salir de aquí y alejarme lo más posible de tu calidez y de tu piel tan suave.
Me he obcecado en tener un hada a mi lado para ser feliz y la felicidad radica en no necesitar más que el oxígeno necesario para respirar y afrontar un nuevo día.
Me he vuelto un yonki de esos polvos de hadas sin los que me creía incapáz de levantar el vuelo, pero se que puedo volar sin ellos, quizás menos rápido y menos grácil, pero puedo volar sin otra ayuda que mi determinación.
Lo siento mucho, se que he sido cobarde y he escondido mis verdaderos sentimientos bajo aquellos que me despertabais vosotras.
No quiero ser un cobarde, que me den cien piratas o un buen cocodrilo gigante, que me enfrentaré con todos sin problemas, pero me asusta mucho un beso o una palabra de amor.
Eso es porqué aún no he terminado de comprender la esencia de todo.
La gran verdad es que necesito conocerme, comprenderme, aceptarme y perdonarme para poder luego compartir algo tan hermoso como es el amor.
Si yo no me quiero será muy difícil que sepa querer a alguien.
Por eso me marcho Lia, eres perfecta y preciosa, tanto que no mereces alguien como yo y no puedo ser tan egoísta como para querer imponértelo.
Llegará un día en el que esté preparado para volver a sobrevolar el poblado indio y la laguna de las sirenas.Un día en el que pueda dar lo que realmente soy y no sentirme mal por ello.
Puede que aunque lleve tiempo tratando de crecer y ser el hombre que debería ser, en realidad aún soy ese niño que no quiere irse de mi.
Puede que llegue el día en el que incluso Campanilla comprenda mi verdad de los años que hemos pasado juntos. La he querido mucho si, pero de una forma que no era la adecuada.
No se que me ha pasado dentro para reconocer que hasta aquí ha llegado mi estupidez, quizás ha sido tu mirada, tu sonrisa o tu forma de hablarme, con dulzura y calidez, una calidez que ha derretido el hielo de mis entrañas y ha dejado al descubierto algo que latía tan fuerte que lo confundí con el corazón, pero no lo era.
En cualquier caso ahora se que ha llegado el momento de identificarlo todo, me guste o no.
Igual sin vuestra ayuda no pueda superar un viento racheado y me vuelva a dar de bruces contra el suelo, pero ese es un riesgo que estoy dispuesto a correr.
Acojona un poco, pero es necesario y ya lo dije antes, no quiero ser cobarde.
Esto se merece un último cacareo.
A partir de aquí va a cambiar todo, todo.
Necesitaba decírtelo Lia, no me odies por ello.
Puede que no lo creas porque ni yo mismo estoy plenamente convencido de ello, pero algo me dice que esto solo traerá consecuencias positivas para todos.
Que se prepare Garfio, volveré con más fuerza que nunca.