Echo de menos nuestra conversaciones, nuestros descafeinados con leche y nuestras sesiones de peli-pizza en el salón de casa. Echo de menos tu sonrisa angelical y tu compañía en las salas de exposiciones.
Ahora eres la protagonista de un cuento verdaderamente duro y me duele la impotencia de no poder entrar en él para matar al dragón que te mantiene encerrada o a la bruja que te hechizó al envidiar tu belleza.
Recuerdo perfectamente que tu me acompañaste en aquel cuento que protagonicé hace unos años, al desposarme creyéndome un príncipe azul y mi princesa resultó ser una bruja disfrazada de mujer enamorada, que trató de arrancarme el corazón con la ayuda del capitán de la guardia, pero tu presencia me sostuvo y todos mis amigos cerrasteis filas en torno a mi y no lo permitisteis.
Despierta cariño, te gustará ver que por fin he encontrado a aquella que siempre soñé y seréis muy buenas amigas.
Despierta cuando hayas descansado y te encuentres bien para volver a afrontarlo todo pero despierta por favor, es muy difícil vivir sin ti.
Mi espada siempre estará a tu disposición para defenderte de cualquier cosa que te atemorice y cuando lo desees podrás subir a la grupa de mi caballo para llegar a donde tu quieras sin cansarte.
Tu pueblo te espera, te garantizo que se organizarán las mejores fiestas de la historia del reino para celebrar que por fin has abierto los ojos.
Despierta.