jueves, 5 de marzo de 2015
Juan sin miedo.
Era uno de mis cuentos preferidos cuando era pequeño...bueno, más pequeño aún.
El que el protagonista del cuento se llamara como yo y fuese un tipo tan valiente molaba bastante y también el que algunos me llamaran así de forma cariñosa.
Hoy hablando con una persona muy especial, a raíz de lo que ha comentado Fernando Alonso sobre su situación al despertar tras el accidente sufrido, he recordado un montón de películas donde el protagonista despierta de un coma y resulta que habla japonés siendo de Albacete, cuenta unas historias cojonudas sobre su percepción de la situación desde su estado comatoso e incluso se dan unos pirulos tremendos rollo astral y ven a la peña pasándolas putas y llorando por ellos.
Entre que lo mio solo fueron unos días y que perdí completamente la memoria no tengo nada interesante que contar y mira que me gusta escribir, pero no pienso inventarme ninguna historia al respecto y ya no solo porque pase de frivolizar con algo tan serio como esto, si no por que soy plenamente consciente de la suerte que he tenido y lo mal que lo han debido pasar aquellos que estaban expectantes junto a mi cama.
Solo puedo decir que la sensación que más recuerdo es el miedo.
Al despertar y verme allí sondado y hecho un asco sin saber que me había pasado (pues aún no he podido recordar el accidente) me invadió un miedo horrible, un miedo que se nutria de la falta de conocimiento como suele pasar siempre.
También ver las caras de mis familiares y darme cuenta de que lo que habían sufrido por mi y la felicidad que irradiaban al verme despierto y respondiendo a estímulos, me acojonó mucho.
Creo que yo no hubiese podido soportar el dolor de ver a alguno de los mios en esa situación y realmente siento muchísimo el haber generado tanto dolor y admiro la entereza y el valor de mis parientes y amigos.
He tenido una recuperación dura pero muy rápida y ya me encuentro practicamente bien física y psicológicamente.
Según Sonia, mi amiga y psicóloga la única secuela actual es el estress post-traumático y eso es lo que me ha tenido algo bloqueado y asustadizo durante este tiempo.
Lo que no se es de cual de mis traumas viene ese estress, tengo unos cuantos, soy mucho de lo del "dos por uno".
Ahora he decidido que se van a terminar esos miedos.
Quiero ser Juan sin miedo y creo que ese miedo visceral que experimenté al despertar, al igual que esa pena tan espantosa que me embargó al morir mi padre, responden a que estoy vivo y eso significa sentir, asustarse y apenarse, pero también alegrarse, enamorarse y arriesgarse.
El hecho de que todo lo reciba en proporciones descomunales responde únicamente a esa necesidad de experimentar sensaciones que estuvieron a punto de perderse junto a todo lo demás.
Al carajo con los miedos ya.
Que me agobian los planes que implican jaleo de gente, que me asusta volver a enamorarme por si vuelvo a sufrir, que me cago solo de pensar en subirme en una moto...pues vale, con calma y dejando que la vida pase a su ritmo que todo llegará, aunque la vida pasa, pisa y pesa.
De todo se aprende e incluso de aquel pánico que descordinó mis sueños nocturnos, haciéndome participar activamente de ellos y darles la noche quienes se turnaban para dormir conmigo y evitar que pudiera hacerme daño, caerme, meterme en cualquier lío o lo que fuera.
He aprendido que hay muchas cosas que merecen pasar por lo que haga falta para identificarlas con la importancia que tienen. Cosas como el cariño de tu familia, el abrazo de un amigo, la sonrisa sincera de una amiga o el amor de una mujer.
Nada como volver a besar a una chica que te acaricia el cabello con dulzura y que al hacerlo te aporta la explicación más bonita sobre los latidos de ese músculo que todos tenemos en el pecho.
Nada como sentir el incondicional amor de un animal para el que eres realmente importante y que te perdona el haber estado una temporada desaparecido aunque no le puedas explicar que coño ha pasado.
De alguna manera mi gato sabe lo que ha pasado y a su manera me cuida y se preocupa por mi.
La vida es aprendizaje y aprender a veces es duro, pero no puedes esquivar algunas de las lecciones más importantes.
Ahora ya no tengo miedo y me he decidido a intentar hacer algo que siempre me había apetecido pero no me atrevía: escribir novelas.
Como todo lo que merece la pena en esta vida requiere de mucho esfuerzo y trabajo y ahora mismo siento que me han dado un tiempo extra para aprovecharlo de verdad, así que ya he construido el armazón de la primera y ando con revisiones, modificaciones y una vuelta tras otra al manuscrito original, para intentar que vea la luz y no agonice en el disco duro del ordenador.
Al mismo tiempo he comenzado la segunda y estoy muy contento. Sé que me va a llevar mucho tiempo de trabajo pues está ambientada en otra época y en otro continente y eso requiere de una gran labor de documentación, pero al fin y al cabo estoy jugando la prórroga y hasta que el arbitro no vuelva a pitar, pienso dejarme la piel en el partido.
Y si tengo que ir a los penalties pues nada, se va y que la suerte decida.
jueves, 26 de febrero de 2015
Amistad
Pues bien, de todo lo que he vivido este año, hay cosas que incluso tengo que agradecer y una de ellas es el cambio de percepción de las cosas importantes de la vida.
Una de las cosas más importantes de la vida es la amistad.Eso ya lo sabía antes de cierta experiencia a lomos de mi Vespa, pero a consecuencia de haber "desmontado" de aquella forma y de todo lo vivido posteriormente he descubierto cuan importante es rodearse de buenos amigos.
Me considero un tipo afortunado porque aunque tengo los mismos agobios que todo hijo de vecino para llegar a fin de mes, me considero rico, rico en amigos.
Tengo unos amigos fabulosos que me han demostrado el verdadero significado de la palabra amistad.
Espero que aquellos que leáis esta entrada no os molestéis por haberme centrado en este personaje que me acompaña en la foto, es un miembro de mi "vieja guardia" junto con cierto "irlandés con clase" y otros pocos, pero no por ello significa que el resto no seáis importantes para mi, lo sois y no sabéis cuanto.
Este amigo me ha acompañado como otros muchos durante estos meses de mierda, con una sonrisa y una palabra oportuna en cada momento.
De hecho cuando me dieron el alta en el hospital, rechazó la silla de ruedas que le dieron para sacarme de allí (dada mi hemiplejía) y decidió llevarme en brazos hasta el coche.
Meses después al decirle que me sentí como en "Oficial y caballero", él, con su ironía particular me contesto que aquella escena le recordaba más a E.T.
Mira que me jode esa salida y no porque me comparase con aquel extraterrestre de cansina conversación sobre la telefonía y su vivienda, si no porque desde que empezamos a compartir las juergas y salidas con chicas, yo me agarraba a que él era "el guapo" vale, pero yo "el simpático".
Me he quedado sin saber como definirme, ya que es más simpático que yo y además encima de metro noventa, tiene los ojos verdes.
Desde aquello he recibido toneladas de cariño y apoyo de mis queridos compañeros de "Vesperdidos", de mi gente de la farándula, de los del curro y de aquellos que gracias a Dios he ido conociendo a lo largo de toda la vida, segunda parte incluida.
Mis amigos y amigas se han convertido junto a la familia en el verdadero sentido de todo esto cuando todo pareció dejar de tenerlo, pero que gran error el pensar semejante cosa.
La vida tiene sentido siempre que te acompañen personas capaces de sentir y generar cosas así de bonitas.
A veces todo se pone difícil, pero como decían en aquel programa de TVE de mi infancia "Solo, no puedes, con amigos si".
Casi siempre escribo o hablando del amor o con un transfondo megañoño sobre las relaciones de pareja, pero hoy creo que hay mucho amor en los amigos,y no me va a pasar nada por decir públicamente que los quiero.
Parece que en esta sociedad nuestra los chicos ni lloran ni se dicen cosas bonitas entre ellos para que no les saquen cantares sobre su condición sexual o su virilidad, pero esa es otra de las grandes gilipolleces de este mundo.
De la misma forma que las mujeres me robarán siempre el corazón puesto que cuando las quiero y me quieren no concibo nada más hermoso, el día que vuelvan a rompérmelo, se que mis amigas y amigos serán quienes me devuelvan la alegría y las ganas de continuar y seguir intentándolo.
Hoy por hoy solo puedo estar terriblemente agradecido y al llegar la noche y justo antes de dormir, me sigo preguntando el porqué de merecer algo así, ya que como escribí en una ocasión, nunca he salvado a un niño de un incendio ni he bajado un gatito de un árbol, soy un tipo de lo más normal, incluso un pelín complicado, pero eso si, de lo más agradecido.
Mi vida estará siempre a disposición de mis amigos y esta no es una frase hecha.
Gracias a todas aquellas y a todos aquellos que me habéis obsequiado con vuestra amistad, pienso cuidar esa amistad como lo que es, como el mayor de los tesoros.
Una de las cosas más importantes de la vida es la amistad.Eso ya lo sabía antes de cierta experiencia a lomos de mi Vespa, pero a consecuencia de haber "desmontado" de aquella forma y de todo lo vivido posteriormente he descubierto cuan importante es rodearse de buenos amigos.
Me considero un tipo afortunado porque aunque tengo los mismos agobios que todo hijo de vecino para llegar a fin de mes, me considero rico, rico en amigos.
Tengo unos amigos fabulosos que me han demostrado el verdadero significado de la palabra amistad.
Espero que aquellos que leáis esta entrada no os molestéis por haberme centrado en este personaje que me acompaña en la foto, es un miembro de mi "vieja guardia" junto con cierto "irlandés con clase" y otros pocos, pero no por ello significa que el resto no seáis importantes para mi, lo sois y no sabéis cuanto.
Este amigo me ha acompañado como otros muchos durante estos meses de mierda, con una sonrisa y una palabra oportuna en cada momento.
De hecho cuando me dieron el alta en el hospital, rechazó la silla de ruedas que le dieron para sacarme de allí (dada mi hemiplejía) y decidió llevarme en brazos hasta el coche.
Meses después al decirle que me sentí como en "Oficial y caballero", él, con su ironía particular me contesto que aquella escena le recordaba más a E.T.
Mira que me jode esa salida y no porque me comparase con aquel extraterrestre de cansina conversación sobre la telefonía y su vivienda, si no porque desde que empezamos a compartir las juergas y salidas con chicas, yo me agarraba a que él era "el guapo" vale, pero yo "el simpático".
Me he quedado sin saber como definirme, ya que es más simpático que yo y además encima de metro noventa, tiene los ojos verdes.
Desde aquello he recibido toneladas de cariño y apoyo de mis queridos compañeros de "Vesperdidos", de mi gente de la farándula, de los del curro y de aquellos que gracias a Dios he ido conociendo a lo largo de toda la vida, segunda parte incluida.
Mis amigos y amigas se han convertido junto a la familia en el verdadero sentido de todo esto cuando todo pareció dejar de tenerlo, pero que gran error el pensar semejante cosa.
La vida tiene sentido siempre que te acompañen personas capaces de sentir y generar cosas así de bonitas.
A veces todo se pone difícil, pero como decían en aquel programa de TVE de mi infancia "Solo, no puedes, con amigos si".
Casi siempre escribo o hablando del amor o con un transfondo megañoño sobre las relaciones de pareja, pero hoy creo que hay mucho amor en los amigos,y no me va a pasar nada por decir públicamente que los quiero.
Parece que en esta sociedad nuestra los chicos ni lloran ni se dicen cosas bonitas entre ellos para que no les saquen cantares sobre su condición sexual o su virilidad, pero esa es otra de las grandes gilipolleces de este mundo.
De la misma forma que las mujeres me robarán siempre el corazón puesto que cuando las quiero y me quieren no concibo nada más hermoso, el día que vuelvan a rompérmelo, se que mis amigas y amigos serán quienes me devuelvan la alegría y las ganas de continuar y seguir intentándolo.
Hoy por hoy solo puedo estar terriblemente agradecido y al llegar la noche y justo antes de dormir, me sigo preguntando el porqué de merecer algo así, ya que como escribí en una ocasión, nunca he salvado a un niño de un incendio ni he bajado un gatito de un árbol, soy un tipo de lo más normal, incluso un pelín complicado, pero eso si, de lo más agradecido.
Mi vida estará siempre a disposición de mis amigos y esta no es una frase hecha.
Gracias a todas aquellas y a todos aquellos que me habéis obsequiado con vuestra amistad, pienso cuidar esa amistad como lo que es, como el mayor de los tesoros.
sábado, 21 de febrero de 2015
Más perdido que un pulpo en un garaje
Hay que joderse, esto ya es quejarse de vicio.
No tengo mayor secuela de toda la mierda vivida, que el encontrarme de repente con los miedos y las angustias que he ignorado durante toda una vida mirando hacia otro lado por no enfrentarme a ello.
Ahora es como si de repente hubieran dicho: "vale, te quedas, pero te toca pelear un poco".
Adelante pues, si hay que subir al cuadrilátero subiré, aunque fijo que me van a inflar a ostias y no debería llevarme más golpes en la cabeza, pero eso no me sirve como excusa.
Protector bucal, guantes y determinación, no hace falta mucho más.
Finto y esquivo, cuando veo al enemigo con la guardia baja lanzo unas series con ambos puños, un dos, uno,dos, tres, pero era una trampa para que me descuidase y dejara al descubierto el pecho y el costado.
De nuevo recibo golpes en el pecho, unos cuantos directos al corazón de esos que tumbarían a una mula en el acto.
Jadeo, pierdo el resuello y tambaleándome voy hacia las cuerdas. Si la vida te atrapa contra las cuerdas no tienes escapatoria y a no ser que el árbitro detenga el combate, estás acabado.
Desde el público escucho un grito de ánimo que se eleva por encima del estruendo y creo reconocer esa voz de mujer, no sabía que hubiese venido a ver el combate.
Suena entonces la campana y me dirijo a mi esquina, me colocan el taburete y me siento a descansar.
Puedo refrescarme, escupir en el cubo y un tipo con cara de duro pero de gesto amable me cura los cortes en las cejas y los párpados.
Unas friegas en los hombros y el cuello y vuelta al ring en cuanto suena la campana.
Estoy agotado, me siento molido y más perdido que un pulpo en un garaje.
No se porqué pero últimamente no entiendo ni la mitad de las cosas que se me pasan por la cabeza. No sé si obro bien o mal y si tomo las decisiones acertadas. No sé si el hecho de haber querido renunciar al amor ha sido lo correcto o si por el contrario la he cagado hasta adentro.
En cualquier caso estoy hecho un lío, como para dar con la estrategia adecuada para soportar unos cuantos asaltos más.
Antes de que pueda adoptar una posición correcta de defensa, me cae un puñetazo en los morros que me salta el protector bucal y un par de piezas.
Otra vez al dentista a arreglarme los dientes, lo que me faltaba.
El destino comete entonces un error al inclinarse hacia atrás para coger impulso buscando el golpe del KO definitivo, cosa que yo aprovecho como un Foxterrier para lanzarme sobre él golpeando de nuevo con ambos puños en una serie frenética que alterna ganchos y directos.
Se que no puedo acabar con él, pero al menos no venderé tan barata la piel, no me volverá a cazar desprevenido.
El arbitro nos separa cortando mi embestida y dejando bien claro que este combate está amañado y que aunque sea a los puntos, perderé de nuevo.
No pasa nada, cuando termine pienso hacer como el bueno de Stallone en Rocky y gritaré tu nombre y diré que te quiero, aunque luego tengan que ingresarme.
Así lo haré pequeñita y pensar en ese momento es lo que me mantiene en pie.
He aprendido que la vida consiste en no esquivar la pelea, que como un río, va a dar a la mar, que es el morir.
¡¡Con el bigote bicolor, calzón rojo, un metro sesenta y ocho y setenta kilos, "El gato de pucela"!! (gritan por megafonía). Los toros y los potros ya estaban pillados y además los gatos me gustan más y son mejores boxeadores.
No quieras ver a un gatito encabronado.
miércoles, 18 de febrero de 2015
Sigue siendo la canción más bonita del mundo.
Y eso es porque siempre que la escuche me será practicamente imposible no recordar aquella noche en la que al bailarla conmigo lloraste.
Las cosas han cambiado y mucho, aunque hay cosas que sé que no cambiarán jamás.
Al bueno de Cupido le han dado el paseillo, siguen siendo tiempos difíciles para la lírica y la buena noticia es que poco a poco todo parece ir volviendo a tomar rumbo.
Una de las cosas que no van a cambiar en la vida es esa sensación tan mágica que me transmite tu sola presencia y eso de sentir como se me desborda el cauce de los sentimientos contenidos en el alma al escuchar la primera nota de esta canción.
Que de recuerdos, cuanto tiempo ha pasado ya y que deprisa se ha ido.
Todo lo que significó aquella canción ya lo escribí en su momento, en ese texto que lleva por título "La canción más bonita del mundo" y que fue uno de los que introduje en la selección para ser publicados en aquel libro tan intenso.
Ahora solo puedo escribir sobre lo que sigue significando el escuchar de nuevo ese tema, sea la versión que sea y aunque no la canten ni Sinatra ni mi querido Javi con sus "Pichas Rondilleros".
Los primeros acordes me transportan a aquellos días tan duros y tan tristes, pero ni con mucho tan duros y tristes como han sido los recientes, pero siempre te tuve a ti para sobrellevarlo todo.
Tú, has sido el bálsamo para superar los embistes de la vida y sé que siempre serás la orilla hacía donde podré nadar si vuelvo a sentir que me ahogo.
Doy por sentado que eres el refugio para otros naúfragos con más suerte que yo y eso lejos de hacerme nadar en otra dirección, me obliga a dar brazadas más rápidas, no vaya a ser que uno de esos naúfragos se confunda y quiera levantar un cercado.De todas formas tu misma lo impedirías, eres demasiado buena gente y siempre estarás para ayudar al que lo necesite.
Por si alguien no sabe que canción dio lugar a ese texto publicado por primera vez aquí mismo el 9 de octubre de 2011 , aquí os dejo al viejo Franky emocionando al público.
Cierto es que aquella noche del sábado 8 de octubre fue un tipo muy alto y vestido de negro el que nos la regaló y ese mismo tipo muy alto fue quien leyó el texto sobre todo aquello durante la presentación del libro "Historias para según qué días" , cerrando de paso el círculo.
Ese libro solo pude dedicártelo a ti.
Hoy mismo tengo pensado escribir el final de mi primera novela, que si llega a publicarse se la dedicaré a aquel que me alentó siempre a escribir, que me inculcó el gusto por los libros y el valor de la importancia de la palabra empeñada.
Ahora más que nunca, sé que las cosas toman forma con un sentido que a veces no alcanzamos a comprender hasta que vivimos momentos extremadamente duros.
Bailando contigo aquella noche descubrí que hay un sentimiento que está por encima de cualquier otra cosa.El mismo sentimiento que siempre asociaré con aquella persona a la que tanto echaré de menos y a la que tanto debo.
En cualquier caso, pase lo que pase y le pese a quien le pese el resto de mis días formaras parte de esta partitura.
Y siempre que se presente una noche difícil, volveré a cerrar los ojos y bailaremos de nuevo.
Gracias por existir. Te quiero.
Las cosas han cambiado y mucho, aunque hay cosas que sé que no cambiarán jamás.
Al bueno de Cupido le han dado el paseillo, siguen siendo tiempos difíciles para la lírica y la buena noticia es que poco a poco todo parece ir volviendo a tomar rumbo.
Una de las cosas que no van a cambiar en la vida es esa sensación tan mágica que me transmite tu sola presencia y eso de sentir como se me desborda el cauce de los sentimientos contenidos en el alma al escuchar la primera nota de esta canción.
Que de recuerdos, cuanto tiempo ha pasado ya y que deprisa se ha ido.
Todo lo que significó aquella canción ya lo escribí en su momento, en ese texto que lleva por título "La canción más bonita del mundo" y que fue uno de los que introduje en la selección para ser publicados en aquel libro tan intenso.
Ahora solo puedo escribir sobre lo que sigue significando el escuchar de nuevo ese tema, sea la versión que sea y aunque no la canten ni Sinatra ni mi querido Javi con sus "Pichas Rondilleros".
Los primeros acordes me transportan a aquellos días tan duros y tan tristes, pero ni con mucho tan duros y tristes como han sido los recientes, pero siempre te tuve a ti para sobrellevarlo todo.
Tú, has sido el bálsamo para superar los embistes de la vida y sé que siempre serás la orilla hacía donde podré nadar si vuelvo a sentir que me ahogo.
Doy por sentado que eres el refugio para otros naúfragos con más suerte que yo y eso lejos de hacerme nadar en otra dirección, me obliga a dar brazadas más rápidas, no vaya a ser que uno de esos naúfragos se confunda y quiera levantar un cercado.De todas formas tu misma lo impedirías, eres demasiado buena gente y siempre estarás para ayudar al que lo necesite.
Cierto es que aquella noche del sábado 8 de octubre fue un tipo muy alto y vestido de negro el que nos la regaló y ese mismo tipo muy alto fue quien leyó el texto sobre todo aquello durante la presentación del libro "Historias para según qué días" , cerrando de paso el círculo.
Ese libro solo pude dedicártelo a ti.
Hoy mismo tengo pensado escribir el final de mi primera novela, que si llega a publicarse se la dedicaré a aquel que me alentó siempre a escribir, que me inculcó el gusto por los libros y el valor de la importancia de la palabra empeñada.
Ahora más que nunca, sé que las cosas toman forma con un sentido que a veces no alcanzamos a comprender hasta que vivimos momentos extremadamente duros.
Bailando contigo aquella noche descubrí que hay un sentimiento que está por encima de cualquier otra cosa.El mismo sentimiento que siempre asociaré con aquella persona a la que tanto echaré de menos y a la que tanto debo.
En cualquier caso, pase lo que pase y le pese a quien le pese el resto de mis días formaras parte de esta partitura.
Y siempre que se presente una noche difícil, volveré a cerrar los ojos y bailaremos de nuevo.
Gracias por existir. Te quiero.
sábado, 14 de febrero de 2015
Irresponsable y peligroso
Esta si que era la crónica de una muerte anunciada. Estaba cantado que al final alguien respondería al fuego.
Me parecía un niño peligroso e irresponsable, que tiraba con demasiada facilidad de flechitas.
Descansa en paz, pero no puedo evitar alegrarme. Durante demasiado tiempo me utilizaste como blanco para practicar tu puntería, convirtiéndome en lo más pareció a un alfiletero de la cantidad de saetas que llevaba clavadas.
La primera vez cometí el error de colocarme yo mismo la manzana sobre la cabeza esperando que emularas con la misma fortuna a aquel suizo de leyenda, pero no era más que un pretesto para que me atravesaras el corazón con el venablo de tus hechizos.
Desde entonces me he pasado la vida arrancándome dardos que se iban acumulando hasta casi cubrirme por entero.
Los médicos de urgencias están hasta el pijo de mi y cada poco tiempo repiten el mismo ritual: extracción del objeto punzante, desinfección de la zona y sutura de la herida.
Vale que eras un niño consentido, pero yo también y ya te avisé en su día de que si tu tenías un arco yo tenía una escopeta de cartuchos y bastante precisión en el disparo.
Al final se me han adelantado y aunque siento que hayas tenido un final así, me alegra no haber sido yo el que apretara el gatillo.
Lo que está más que confirmado es que solo tenías una excelente puntería disparando sobre machos, a las hembras no las alcanzabas casi nunca.
Todos los cazadores decentes saben que hay que respetar a las hembras por aquello de no acabar con las especies cinegéticas vale, pero eso de disparar sobre crías manda cojones. A mi me acertaste la primera vez con apenas catorce años y aquella punta aún sigue alojada en mi corazón, no han conseguido extraerla y aunque apenas duele, está latente y de vez en cuando remite y la herida se abre y vuelve a sangrar.
El que a hierro mata a hierro muere y es cierto, el amor mueve el mundo, pero hay movimientos descontrolados que son bastante peligrosos.
No sé quien se ocupará de disparar por ti a partir de ahora, creo que el puesto sigue vacante y con el índice de paro que tenemos seguro que ya hay cientos de solicitudes. Supongo que irá por oposición y espero que además de pruebas prácticas, realicen un buen test de sentido común.
Ojalá a tu suplente no le de por emparejar amores imposibles, de esos que por más que lo deseas no llegan a ninguna parte y terminan volviéndote loco y convirtiéndote en un desgraciado.
Yo era un romántico empedernido, pero de un tiempo a esta parte he adoptado cierta canción de Tonino Carotone como himno y no veas lo que me jode, en el fondo.
Me parecía un niño peligroso e irresponsable, que tiraba con demasiada facilidad de flechitas.
Descansa en paz, pero no puedo evitar alegrarme. Durante demasiado tiempo me utilizaste como blanco para practicar tu puntería, convirtiéndome en lo más pareció a un alfiletero de la cantidad de saetas que llevaba clavadas.
La primera vez cometí el error de colocarme yo mismo la manzana sobre la cabeza esperando que emularas con la misma fortuna a aquel suizo de leyenda, pero no era más que un pretesto para que me atravesaras el corazón con el venablo de tus hechizos.
Desde entonces me he pasado la vida arrancándome dardos que se iban acumulando hasta casi cubrirme por entero.
Los médicos de urgencias están hasta el pijo de mi y cada poco tiempo repiten el mismo ritual: extracción del objeto punzante, desinfección de la zona y sutura de la herida.
Vale que eras un niño consentido, pero yo también y ya te avisé en su día de que si tu tenías un arco yo tenía una escopeta de cartuchos y bastante precisión en el disparo.
Al final se me han adelantado y aunque siento que hayas tenido un final así, me alegra no haber sido yo el que apretara el gatillo.
Lo que está más que confirmado es que solo tenías una excelente puntería disparando sobre machos, a las hembras no las alcanzabas casi nunca.
Todos los cazadores decentes saben que hay que respetar a las hembras por aquello de no acabar con las especies cinegéticas vale, pero eso de disparar sobre crías manda cojones. A mi me acertaste la primera vez con apenas catorce años y aquella punta aún sigue alojada en mi corazón, no han conseguido extraerla y aunque apenas duele, está latente y de vez en cuando remite y la herida se abre y vuelve a sangrar.
El que a hierro mata a hierro muere y es cierto, el amor mueve el mundo, pero hay movimientos descontrolados que son bastante peligrosos.
No sé quien se ocupará de disparar por ti a partir de ahora, creo que el puesto sigue vacante y con el índice de paro que tenemos seguro que ya hay cientos de solicitudes. Supongo que irá por oposición y espero que además de pruebas prácticas, realicen un buen test de sentido común.
Ojalá a tu suplente no le de por emparejar amores imposibles, de esos que por más que lo deseas no llegan a ninguna parte y terminan volviéndote loco y convirtiéndote en un desgraciado.
Yo era un romántico empedernido, pero de un tiempo a esta parte he adoptado cierta canción de Tonino Carotone como himno y no veas lo que me jode, en el fondo.
miércoles, 11 de febrero de 2015
Mejor así
Perdona Lia, pero será mejor así.
Será mejor que ya no volemos juntos, no me apetece volar. Será mejor que no me pierda de nuevo en tus ojos, que pase pronto el mono de tu presencia y que encuentre otro motivo para regresar de nuevo a Nunca jamás, hoy me tengo que marchar.
No estoy a la altura.
No he estado a la altura de Campanilla ni lo estaré tampoco a la tuya, al menos mientras siga asustándome tanto reconocer mi propia identidad.
No me apetece volar si no es para salir de aquí y alejarme lo más posible de tu calidez y de tu piel tan suave.
Me he obcecado en tener un hada a mi lado para ser feliz y la felicidad radica en no necesitar más que el oxígeno necesario para respirar y afrontar un nuevo día.
Me he vuelto un yonki de esos polvos de hadas sin los que me creía incapáz de levantar el vuelo, pero se que puedo volar sin ellos, quizás menos rápido y menos grácil, pero puedo volar sin otra ayuda que mi determinación.
Lo siento mucho, se que he sido cobarde y he escondido mis verdaderos sentimientos bajo aquellos que me despertabais vosotras.
No quiero ser un cobarde, que me den cien piratas o un buen cocodrilo gigante, que me enfrentaré con todos sin problemas, pero me asusta mucho un beso o una palabra de amor.
Eso es porqué aún no he terminado de comprender la esencia de todo.
La gran verdad es que necesito conocerme, comprenderme, aceptarme y perdonarme para poder luego compartir algo tan hermoso como es el amor.
Si yo no me quiero será muy difícil que sepa querer a alguien.
Por eso me marcho Lia, eres perfecta y preciosa, tanto que no mereces alguien como yo y no puedo ser tan egoísta como para querer imponértelo.
Llegará un día en el que esté preparado para volver a sobrevolar el poblado indio y la laguna de las sirenas.Un día en el que pueda dar lo que realmente soy y no sentirme mal por ello.
Puede que aunque lleve tiempo tratando de crecer y ser el hombre que debería ser, en realidad aún soy ese niño que no quiere irse de mi.
Puede que llegue el día en el que incluso Campanilla comprenda mi verdad de los años que hemos pasado juntos. La he querido mucho si, pero de una forma que no era la adecuada.
No se que me ha pasado dentro para reconocer que hasta aquí ha llegado mi estupidez, quizás ha sido tu mirada, tu sonrisa o tu forma de hablarme, con dulzura y calidez, una calidez que ha derretido el hielo de mis entrañas y ha dejado al descubierto algo que latía tan fuerte que lo confundí con el corazón, pero no lo era.
En cualquier caso ahora se que ha llegado el momento de identificarlo todo, me guste o no.
Igual sin vuestra ayuda no pueda superar un viento racheado y me vuelva a dar de bruces contra el suelo, pero ese es un riesgo que estoy dispuesto a correr.
Acojona un poco, pero es necesario y ya lo dije antes, no quiero ser cobarde.
Esto se merece un último cacareo.
A partir de aquí va a cambiar todo, todo.
Necesitaba decírtelo Lia, no me odies por ello.
Puede que no lo creas porque ni yo mismo estoy plenamente convencido de ello, pero algo me dice que esto solo traerá consecuencias positivas para todos.
Que se prepare Garfio, volveré con más fuerza que nunca.
Será mejor que ya no volemos juntos, no me apetece volar. Será mejor que no me pierda de nuevo en tus ojos, que pase pronto el mono de tu presencia y que encuentre otro motivo para regresar de nuevo a Nunca jamás, hoy me tengo que marchar.
No estoy a la altura.
No he estado a la altura de Campanilla ni lo estaré tampoco a la tuya, al menos mientras siga asustándome tanto reconocer mi propia identidad.
No me apetece volar si no es para salir de aquí y alejarme lo más posible de tu calidez y de tu piel tan suave.
Me he obcecado en tener un hada a mi lado para ser feliz y la felicidad radica en no necesitar más que el oxígeno necesario para respirar y afrontar un nuevo día.
Me he vuelto un yonki de esos polvos de hadas sin los que me creía incapáz de levantar el vuelo, pero se que puedo volar sin ellos, quizás menos rápido y menos grácil, pero puedo volar sin otra ayuda que mi determinación.
Lo siento mucho, se que he sido cobarde y he escondido mis verdaderos sentimientos bajo aquellos que me despertabais vosotras.
No quiero ser un cobarde, que me den cien piratas o un buen cocodrilo gigante, que me enfrentaré con todos sin problemas, pero me asusta mucho un beso o una palabra de amor.
Eso es porqué aún no he terminado de comprender la esencia de todo.
La gran verdad es que necesito conocerme, comprenderme, aceptarme y perdonarme para poder luego compartir algo tan hermoso como es el amor.
Si yo no me quiero será muy difícil que sepa querer a alguien.
Por eso me marcho Lia, eres perfecta y preciosa, tanto que no mereces alguien como yo y no puedo ser tan egoísta como para querer imponértelo.
Llegará un día en el que esté preparado para volver a sobrevolar el poblado indio y la laguna de las sirenas.Un día en el que pueda dar lo que realmente soy y no sentirme mal por ello.
Puede que aunque lleve tiempo tratando de crecer y ser el hombre que debería ser, en realidad aún soy ese niño que no quiere irse de mi.
Puede que llegue el día en el que incluso Campanilla comprenda mi verdad de los años que hemos pasado juntos. La he querido mucho si, pero de una forma que no era la adecuada.
No se que me ha pasado dentro para reconocer que hasta aquí ha llegado mi estupidez, quizás ha sido tu mirada, tu sonrisa o tu forma de hablarme, con dulzura y calidez, una calidez que ha derretido el hielo de mis entrañas y ha dejado al descubierto algo que latía tan fuerte que lo confundí con el corazón, pero no lo era.
En cualquier caso ahora se que ha llegado el momento de identificarlo todo, me guste o no.
Igual sin vuestra ayuda no pueda superar un viento racheado y me vuelva a dar de bruces contra el suelo, pero ese es un riesgo que estoy dispuesto a correr.
Acojona un poco, pero es necesario y ya lo dije antes, no quiero ser cobarde.
Esto se merece un último cacareo.
A partir de aquí va a cambiar todo, todo.
Necesitaba decírtelo Lia, no me odies por ello.
Puede que no lo creas porque ni yo mismo estoy plenamente convencido de ello, pero algo me dice que esto solo traerá consecuencias positivas para todos.
Que se prepare Garfio, volveré con más fuerza que nunca.
lunes, 9 de febrero de 2015
Cuan largo me lo fiáis
Así canta Macaco. Como se ve que el no se queda a escasos centímetros del metro setenta como yo.
De puntillas y con un palo aún me apaño, pero si no, lo llevo algo chungo.
En efecto, "seguiremos". Estoy de seguir, de hecho no puedo parar.
No puedo ni quiero parar de escribir, de identificar cosas, de disfrutar, de vivir.
Dicen que los cuarenta son los nuevos veinte, pues no lo se, pero en cualquier caso creo que la esperanza de vida de un varón de mi zona ronda los setenta y ocho años.
"Cuan largo me lo fiáis", que diría Don Juan Tenorio, además, eso de "varón caucásico" me suena como a conde Drácula o algo de eso y lo cierto que yo soy más de sidra que de sangre.
Mira que me gusta la sidra casi tanto como me gusta Asturias, que me apasiona, aunque claro, con este tamaño mio y teniendo el pelo rubio y los ojicos azules, cuando escancio unos culines, intentando hacerlo correctamente y levantando la botella por encima de la cabeza, más parezco un angelote de fuente renacentista o de cuadro de Rubens que un avezado asturiano tirando sidra.
En cualquier caso me encuentro con un plazo bien majo para ponerme en paz con mi espíritu y con el resto de la humanidad y a ello voy.
Me quedan muchas cosas por hacer y quiero hacerlas antes de que se me vacíe la clepsidra y juro que trataré de hacer un castillo con mi cubito y mi pala utilizando la arena del reloj.
Echaré un ojo a mi colección de "películas educativas" suecas para recordar eso de como hacer niños, aunque creo que es como montar en bici, vamos, que una vez que has "pedaleado" unas cuantas veces, ya no se te olvida nunca.
Menos mal, si no que bochorno, yo que llevo en bici media vida y para una vez que me planteo apuntarme a una carrera en condiciones, las iba a pasar putas.
De todas formas creo que me tocará hacer como con las pizzas, encargar la prole de oferta y con los ingredientes adecuados, a ser posible a domicilio.
Hay algo que también quisiera hacer mientras me quede algo de valor y no es otra cosa que nadar con tiburones, pero de los de verdad, no de esos metafóricos que abundan en las oficinas y en las calles.
Me han encantado siempre estos bichitos. No me gustan tanto como mi gato, pero en el agua fijo que son más gráciles y estilosos, aunque más voraces y agresivos también.
Mira que tengo documentales de tiburones y mira que he visto todos los vídeos de youtube sobre escualos. Puestos a jugarnos el tipo, prefiero tratar de escaquearme de ser el plato fuerte de la cena de un tiburón tigre, que de un tigre de esos a rayas y con bigotazos.Fijo que me pondría tonto al ver al tigre y trataría de jugar con él como con mi "gato-perro" pero ni pesan lo mismo ni tienen las mismas zarpas.
Hay tiburones bigotudos como el famoso "tiburón-gato" pero no pienso rascarle la tripa ni darle besitos porque del primer bocado me arranca la cara.
Bueno...no me voy a agobiar con cosas que no he hecho y quisiera hacer, no tengo prisa para nada y si no las hice en su momento por algo será.
Menos lo de pegar el estirón, no me arrepiento de nada que haya dejado de hacer.
Bien mirado, si hubiera nacido hace cuatro o cinco siglos hasta sería alto. Utimamente me la paso pensando en que por mi forma de ser, igual debería de pertenecer a otra época, pero creo que en el siglo diecinueve eran más o menos de estatura similar a la de ahora.
Digamos que más que bajito soy de cómoda estatura. Menos para jugar al basket, ver el teatro de calle y pedir las copas en un bar lleno de gente, mi tamaño es casi perfecto.
El caso es que ahora se me presenta toda un vida por delante y eso me mola bastante.
Igual hasta se me logra uno de mis sueños y un día os escribo para contaros lo felices que somos ella y yo.
Claro, eso si no se me come un tiburoncito en medio del baño.
No importa, aunque sea con una pierna bajo el brazo, seguiremos, que si lo canta Dani Macaco no seré yo el que le lleve la contraria.
domingo, 8 de febrero de 2015
Para ñoño un servidor, que se le va a hacer.
Fijo que mis amigos de Cosmic Birds, XXL e incluso Macaco,buenrrollista como ninguno, me darían una paliza en cuanto me viesen.
Que le voy a hacer si es que el amor de mi vida has sido tu y lo peor de todo para mi patata es que sigues siendo tu.
Eso no quiere decir que no haya querido a otras personas o que incluso no pueda encontrar a otra a quien querer tanto, el tiempo lo dirá, pero para mi desgracia dejaste algo en mí que no se va y sigue corriendo por mis venas.
Tu primer beso fue como uno de esos dardos impregnados de "curare" con el que los aborígenes de las islas del pacífico se cargaron a buen número de intrépidos marinos europeos.
Una vez el veneno entraba en contacto con la sangre, ya estaba todo el pescado vendido y poquito a poco se adueñaba del sistema nervioso de aquel que había sido alcanzado por ese dardo envenenado.
Tu amor causó el mismo efecto en mí. Cada vez que me reencuentro con tus ojos o con tu sonrisa es como si algo reactivara esa sustancia en mi flujo sanguineo y vuelta la burra al trigo.
Me da hasta cosica irme a hacer análisis porque fijo que aparece algo y el médico me daría un par de ostias para que se me quite la bobada, por prescripción facultativa.
Me he vuelto tan discreto como ñoño, por lo que ni escribiré tu nombre, ni haré la más mínima referencia para evitar que puedan relaccionarte conmigo, pero no hace falta, sabes perfectamente quien eres y ya hace mucho que te dije por primera vez que me había enamorado de ti.
Echo de menos dormir contigo, despertarme a tu lado y tomar juntos ese primer café de la mañana.
Contra todo pronóstico un día decidiste entregarte a mi y aquello cambió por completo mi vida, pero como dice el refrán: "agua que no has de beber, déjala correr"
En cualquier caso te estoy profundamente agradecido porque aunque me mate tu ausencia, me has descubierto el sentimiento más maravilloso del mundo y ahora hago lo posible porque aflore con otros rostros y otros nombres y a veces se me logra.
Dicen que soy un enamoradizo compulsivo, pero eso es porque no han vivido lo que yo viví contigo.
Supongo que el día de mañana si me decido a escribir mis memorias (el haber perdido la memoria por completo con el puto accidente me hizo pensar que sería un libro de bolsillo, pero para desgracia propia y de muchos, ya la he recuperado casi por completo, recuerdos tristes y duros incluidos) no podré evitar citarte por tu nombre y la humanidad se sorprenderá al ver como el amor de una mujer, me condicionó la vida de semejante manera.
No te preocupes, antes de escribir esas memorias quiero vivir muchísimos años más, así que desde luego tu identidad seguirá siendo secreta, como la de Catwoman.
Imagino que si a este texto le añadiera unos toquecitos de erotismo o una pequeña dosis de violencia, dejaría de ser considerado ñoño. Podría hacerlo si quisiera, pero hoy lo que me piden el corazón y tu recuerdo es otra cosa completamente diferente.
Prometo escribir mañana algo muy diferente a todo esto, no digo algo erótico y violento por fuerza, puede ser satírico, irónico e incluso poético, ya se verá.
Un beso muy grande nenica, de esos que siempre sabrán a amor verdadero, sin colorantes ni conservantes artificiales.
sábado, 7 de febrero de 2015
Otro buen día.
Lo está siendo por dos sencillas razones, primero porque puedo levantarme y hacer planes y segundo porque el hecho de haberlos trazado con precisión, me ha acercado más a una buena amiga a quien le han cuadrado y de paso hemos terminado coincidiendo con más gente estupenda.
Solo la certeza de que las cosas irán bien ya de por si lo maquillan todo con el color adecuado y los ojos te resaltan en el rostro, los labios toman forma, las bolsas desaparecen y los pómulos te señalan como alguien feliz.
Lo bueno de la vida es el perfecto tratamiento de belleza al que te sometes de lo más contento y sin darle la más mínima importancia.
Somos así de básicos y cuando uno se encuentra de buen humor, la ropa parece sentarle mucho mejor frente al espejo, el pelo adopta la caída adecuada e incluso el cuerpo se nos antoja no perfecto, pero si al menos consentido por los cánones estéticos del momento.
En cualquier caso todo sienta mejor, está más de moda y es más ponible.
El tema es que en un día como el de hoy te vas a tomar uno de esos vermús canallas al sitio donde los vermut son canallas por antonomasia y saben absolutamente deliciosos y además coincides con otras muchas caras conocidas y canallas y disfrutas de cada trago y de cada bocado de aquello con lo que te obsequia el establecimiento al pedir cada consumición.
Lo mejor es el haber charlado un rato con Alex, el joven camarero que atiende la barra del piso superior del local.
Alex tiene casi veintena y media y podría ser mi hijo o por lo menos tener la edad del posible hijo que podría haber nacido de no haber sido prudente en mis primeros escarceos.
Este chaval te sirve con absoluta corrección lo mismo un vino tinto que un cóctel o una caña y te das cuenta de que aunque algunos lo puedan pensar, no forma parte del local, si no que aporta al local todas su ganas, su trabajo y su empatía.
Según él mismo me ha comentado, curra para disfrutar de aquello que a su edad es difícil de conseguir sin desprenderte de algunas otras cosas: independencia total y absoluta.
Estudia algo tan absolutamente actual como diseño gráfico y aunque ya en su momento se dio un paseo por el mundo administrativo, es consciente de que hay que aportar algo más actual a los conocimientos si quiere tener alguna oportunidad.
El muchacho tiene la cabeza muy bien amueblada, atiende siempre con una sonrisa en el rostro y ha tenido la inteligencia de adquirir un trabajo en el local oportuno, con unos compañeros que a su vez son jefes y sabe que mientras cumpla, siempre sacarán la cara por él.
Si el ambiente en el local ya es bueno entre los clientes, entre los trabajadores es mucho mejor y eso influye casi tanto como lo delicioso y variado de las tapas con las que te obsequian al pedir una consumición.
El día ha comenzado fenomenal, con buena música y mejores brebajes y aperitivos. Si a esto le sumas una buena conversación y una cara bonita, las previsiones se disparan a lo cuasi perfecto.
Como decía mi amigo "Campu" cuando nos sentábamos a disfrutar de cualquier cosa juntos: "si así vivimos los pobres, como vivirán los ricos".
"Campu" siempre fue un cerebro privilegiado, por algo es ingeniero de telecomunicaciones, yo simplemente tuve la oportunidad de compartir con él años de vida y de adquirir parte de sus conocimientos y la aproveché lo mejor que pude.
Alex es joven si, pero lo suficientemente astuto como para irse a casa a descansar después de terminar su turno y prepararse en cuerpo y mente para afrontar el siguiente.
Da gusto conocer a gente así, te reafirma en la idea de que el Ser humano es un animal inteligente y con raciocinio.
La única putada, es que este tipo de ejemplos cotidianos, te llevan a replantearte la vida y a tratar de organiza mejor las cosas, a optimizar los recursos y a sopesar las consecuencias de cada acto irreflexivo.
Pero bueno, no hay mal que por bien no venga y sigo en mis trece, hoy ha sido un buen día.
Esperemos que el futuro no sea más que una sucesión de días como este.
Si es así firmo ya, si no firmo de todas formas, ya haré por encontrar el camino.
Creo que como el resto de la humanidad aspiro a ser feliz aunque ya de por si, esa búsqueda de la felicidad se pueda casi relacionar con el egoísmo.
Si ese es el silogismo, no hay problema, el hombre es egoísta por naturaleza, Juan es un hombre, ergo Juan es egoísta por naturaleza.
No me importa ser egoísta si en mi camino no me llevo nada ni a nadie por delante, nunca podría ser feliz a consta del sufrimiento de cualquier otro y creo que esta reflexión es el mejor legado que puedo transmitir a las generaciones venideras.
Eso si quieren escuchar la chapa de un carroza, claro.
viernes, 6 de febrero de 2015
Mi buena estrella
Tenía seis puntas, una por cada una de las personas con las que he crecido.
Desgraciadamente ahora solo tiene cinco visibles, pero la sexta estará ahí siempre.
Estas dos que me acompañan en la foto son dos de mis hermanas, de las que me siento absolutamente orgulloso y profundamente agradecido de que formen parte del brillo nocturno de mi supernova en esta constelación.
Son muy diferentes pero al mismo tiempo emanan la misma luz poderosa y cálida.
No nos llevamos apenas diferencia de edad, hemos disfrutado de una niñez, una juventud y una madurez muy similar y siempre compartiendo lo vivido, por desagradable que se nos presentara a veces.
Tengo otros dos hermanos a quienes quiero igual y sobre los que también escribí en su momento. Mi hermano, dos años mayor que yo, fue el primero de los hermanos en publicar sus escritos y el primero en obtener un premio literario y mi hermanita pequeña es aquel angelito de "alitas de plumón blanco" de quien ya os hablé en su día.
Con estas dos simpáticas hermanas siento un vínculo especial, ya que tenemos mucho en común, más de lo que creí en su momento y aunque las dos se casaron, doy fe de que en vez de perder dos hermanas he ganado dos nuevos hermanos, eso si, con la mili hecha y las cabecitas bien amuebladas.
Charlando con un compañero de trabajo y con una de ellas el miércoles pasado en uno de esos buenos momentos que se presentan a veces durante la jornada laboral, mi hermana dijo algo que se me grabó a fuego en el alma, algo así como que en tan solo unos meses del pasado año, había aprendido la importancia tanto del que se va, como del que se queda y me siento muy afortunado por haberme quedado con ellas.
Se que ninguno olvidaremos nunca al que se fue y aunque en su momento me enfadé por no haberme ido yo y que él se hubiera quedado, mi madre me dejó bien claro que durante los primeros días tras aquel accidente, mi padre pidió al jefe de mesa de este gran casino que es la vida, que se aceptara el cambio de jugador e irse él en mi lugar.
A los dos meses de abandonar aquel coma, sufrí la pérdida de mi padre y yo que soy jugador, creo que el cambio no fue justo, las suyas eran las mejores cartas, yo me quedé a defender una mísera pareja de treses y él se marcho a pelear su escalera de color allá donde esté montada la timba definitiva.
En cualquier caso sé que mis hermanas cubrirán todas mis apuestas con sus fichas si es necesario.
Ahora que han abierto baraja nueva, trato de jugar cada mano con la mayor prudencia y respetando el orden de la mesa.
No pienso volver a hacer un "all in" ni a farolear innecesariamente.
Todos tendremos que ir dejando la mesa cuando nos toque, pero más allá de aspirar al bote acumulado, la cosa está en disfrutar de la partida.
Igual no he elegido bien los símiles ni las metáforas, pero si hay algo que define mis textos es la espontaneidad y la cercanía y aunque me he sentado dispuesto a escribir un texto super ñoño muy a mi estilo, para contaros cuanto quiero a mis hermanas, he terminado hablando de poker, que le voy a hacer, soy así de absurdo.
Solo le pido al crupier que el día de mañana (se me va a pasar el arróz como me descuide) si encuentro a la mujer adecuada y tenemos hijos, sepamos llevar la familia como lo hicieron mis padres y consiga que mis hijos se comporten entre ellos como se han portado mis hermanos conmigo.
Todos forman parte de esa buena estrella que dicen que tengo desde la infancia y que efectivamente, ahí está, iluminándome el camino y orientándome por si me vuelvo a perder.
Los médicos no se explican como fui capaz de pasar en tan pocos días de la muerte clínica a un estado cercano al actual, pero fijo que si se pudiera demostrar de alguna forma, verían que a lo lejos me cegó un brillo refulgente y me arrastré hasta su origen, que no era otro que mi estrella concentrada en irradiar más luz que nunca para que aquella oscuridad desapareciera.
Se que muchos lectores me acusan de ser demasiado ñoño en mis textos, pero esta mañana al terminar de currar he coincidido tomando un vinito con una directora teatral y amiga, a la que veo en contadas ocasiones y hablando con ella sobre todo lo vivido y como me encuentro ahora, me ha dicho "escríbelo".
Lo hago Nina, ya sabes que siempre lo hago y de hecho ha sido parte de mi terapia y el bálsamo de mi curación.
El poder volver a escribirle textos a mi "Campanilla", el vaciarme el alma en cada entrada del blog y el limpiarme la psique soltando aquí todo lo que se me antoja demasiado duro, dándole diferentes formas a mis miedos e ilusiones, me ha devuelto la fuerza.
Ahora como canta mi siempre admirado Macaco, danzaré al son de la vida.
Desgraciadamente ahora solo tiene cinco visibles, pero la sexta estará ahí siempre.
Estas dos que me acompañan en la foto son dos de mis hermanas, de las que me siento absolutamente orgulloso y profundamente agradecido de que formen parte del brillo nocturno de mi supernova en esta constelación.
Son muy diferentes pero al mismo tiempo emanan la misma luz poderosa y cálida.
No nos llevamos apenas diferencia de edad, hemos disfrutado de una niñez, una juventud y una madurez muy similar y siempre compartiendo lo vivido, por desagradable que se nos presentara a veces.
Tengo otros dos hermanos a quienes quiero igual y sobre los que también escribí en su momento. Mi hermano, dos años mayor que yo, fue el primero de los hermanos en publicar sus escritos y el primero en obtener un premio literario y mi hermanita pequeña es aquel angelito de "alitas de plumón blanco" de quien ya os hablé en su día.
Con estas dos simpáticas hermanas siento un vínculo especial, ya que tenemos mucho en común, más de lo que creí en su momento y aunque las dos se casaron, doy fe de que en vez de perder dos hermanas he ganado dos nuevos hermanos, eso si, con la mili hecha y las cabecitas bien amuebladas.
Charlando con un compañero de trabajo y con una de ellas el miércoles pasado en uno de esos buenos momentos que se presentan a veces durante la jornada laboral, mi hermana dijo algo que se me grabó a fuego en el alma, algo así como que en tan solo unos meses del pasado año, había aprendido la importancia tanto del que se va, como del que se queda y me siento muy afortunado por haberme quedado con ellas.
Se que ninguno olvidaremos nunca al que se fue y aunque en su momento me enfadé por no haberme ido yo y que él se hubiera quedado, mi madre me dejó bien claro que durante los primeros días tras aquel accidente, mi padre pidió al jefe de mesa de este gran casino que es la vida, que se aceptara el cambio de jugador e irse él en mi lugar.
A los dos meses de abandonar aquel coma, sufrí la pérdida de mi padre y yo que soy jugador, creo que el cambio no fue justo, las suyas eran las mejores cartas, yo me quedé a defender una mísera pareja de treses y él se marcho a pelear su escalera de color allá donde esté montada la timba definitiva.
En cualquier caso sé que mis hermanas cubrirán todas mis apuestas con sus fichas si es necesario.
Ahora que han abierto baraja nueva, trato de jugar cada mano con la mayor prudencia y respetando el orden de la mesa.
No pienso volver a hacer un "all in" ni a farolear innecesariamente.
Todos tendremos que ir dejando la mesa cuando nos toque, pero más allá de aspirar al bote acumulado, la cosa está en disfrutar de la partida.
Igual no he elegido bien los símiles ni las metáforas, pero si hay algo que define mis textos es la espontaneidad y la cercanía y aunque me he sentado dispuesto a escribir un texto super ñoño muy a mi estilo, para contaros cuanto quiero a mis hermanas, he terminado hablando de poker, que le voy a hacer, soy así de absurdo.
Solo le pido al crupier que el día de mañana (se me va a pasar el arróz como me descuide) si encuentro a la mujer adecuada y tenemos hijos, sepamos llevar la familia como lo hicieron mis padres y consiga que mis hijos se comporten entre ellos como se han portado mis hermanos conmigo.
Todos forman parte de esa buena estrella que dicen que tengo desde la infancia y que efectivamente, ahí está, iluminándome el camino y orientándome por si me vuelvo a perder.
Los médicos no se explican como fui capaz de pasar en tan pocos días de la muerte clínica a un estado cercano al actual, pero fijo que si se pudiera demostrar de alguna forma, verían que a lo lejos me cegó un brillo refulgente y me arrastré hasta su origen, que no era otro que mi estrella concentrada en irradiar más luz que nunca para que aquella oscuridad desapareciera.
Se que muchos lectores me acusan de ser demasiado ñoño en mis textos, pero esta mañana al terminar de currar he coincidido tomando un vinito con una directora teatral y amiga, a la que veo en contadas ocasiones y hablando con ella sobre todo lo vivido y como me encuentro ahora, me ha dicho "escríbelo".
Lo hago Nina, ya sabes que siempre lo hago y de hecho ha sido parte de mi terapia y el bálsamo de mi curación.
El poder volver a escribirle textos a mi "Campanilla", el vaciarme el alma en cada entrada del blog y el limpiarme la psique soltando aquí todo lo que se me antoja demasiado duro, dándole diferentes formas a mis miedos e ilusiones, me ha devuelto la fuerza.
Ahora como canta mi siempre admirado Macaco, danzaré al son de la vida.
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