
Un mesecito entero de un lado para otro por ese hermoso país lleno de monjas viejunas y cagarrones de vaca.
En la foto se recoge el momento justo en el que, tras contarnos sus hazañas, se quedó dormido en el sofá, cosa que aprovechamos para incordiar y meterle objetos en la boca.
Objetos.
Desde aquí hago un llamamiento para que suba fotos al blog ya que, el muchacho, ha desarrollado un gran habilidad fotogénica, a base de hacerse autofotos con el móvil.
Lo cierto es que ha capturado momentos, paisajes y rostros con un toque de espontaneidad y de belleza bastante resultón.