sábado, 23 de diciembre de 2023

Sombras


Creo que la sombra se puede definir como la oscuridad o la  ausencia de luz  más o menos completa. Y no sé porqué coño siento que en el interior de mi pecho hay un continuo derroche de sombras.
Me gusta la luz, y como Caroline, sé que solo saldré de esa oscura y terrorífica dimensión en la que me sumerjo en ocasiones si voy hacia la luz.
No hace mucho,  cierta encantadora alumna de mi taller literario le dijo a uno de los colaboradores en la sesión de aquel día, que estaba muy agradecida porque el destino la hubiera cruzado conmigo, porque soy un ser de luz y aporto luz a mi entorno. 
Que alguien piense eso sobre ti es realmente bonito, y emociona, pero por otro lado me dice dos cosas: la primera que esta chica ha caído en uno de esos pozos oscuros que en ocasiones la vida no ha señalizado correctamente y no podemos evitar el accidente, y la otra que puede que al recrearme en la oscuridad no sea capaz de ver la luz que yo mismo desprendo y que sin apenas darme cuenta y sin pretenderlo puede servir de guía hacia la claridad a otras personas que se hallen igual de perdidas y asustadas.
Y me encantaría poder ayudar a aquellos que me necesitan y aprender  y asumir de una vez por todas que la vida consiste en sufrir y perder, en esforzarse en avanzar y en levantarse tras cada caída. Y en triunfar cuando hacerlo parecía imposible. Que siempre termina saliendo el sol y que no hay noches eternas, ni siquiera cuando te niegas a dejar pasar la luz. 
Obvia decir que si puedo alumbrar a alguien indicando la salida del pozo me dejaré la piel en hacerlo y que creo que parte de ese pago que debo realizar por la oportunidad que se me concedió hace ya más de nueve años consiste en convencer a los desesperados de que no hay nada tan terriblemente espantoso que impida emocionarse con un abrazo sincero, deleitarse y sentir la felicidad con el beso de los labios de la persona amada, o contagiarse con una de esas sonrisas radiantes y francas que en ocasiones te regala el destino.
Todos llevamos una luz interior, si bien es cierto que hay momentos en los que no atinamos a iluminar nuestras almas, pero que si no permitimos que la oscuridad nos confunda y nos derribe, conseguiremos que el resplandor de los sentimientos más nobles, de la ilusión que se adivina más cercana de lo que creemos, y de la esperanza que se convierte en una realidad, nos deslumbre.
Hoy deseo luz en las vidas de aquellos que me acompañan en este trayecto. Hoy daría otra de mis vidas por ver felices a todas las personas que quiero.



 

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