Durante años he formado parte del encuentro de blogueros de la Feria del libro de Valladolid, donde además de vivir grandes experiencias, he conocido a otros blogueros y blogueras que me han reafirmado en la idea de que la pasión por escribir y por que el público pueda acceder a lo que escribes es algo universal y se aleja de la idea de que uno es algo "rarito" por necesitar escribir y alimentar su blog.
Desmitifiquemos ese concepto tan arcaico del joven escritor como un ratón de biblioteca, tímido y retraído o bien como un alocado vividor que poseido por el camino del exceso, termina siendo la semilla del tan supravalorado "escritor maldito", estereotipo del que siempre he huido y que más que despreciar, temo.
Conozco a blogueras y blogueros que ya han publicado o que están a punto de publicar sus propios libros. Gracias al cielo me puedo incluir entre ellos puesto que todos los que escribimos utilizando las nuevas tecnologías, somos grandes amantes del libro impreso y perseguimos de alguna manera transcender a través del negro sobre blanco en una o varias ediciones.
Admiro a todo aquel que es capaz de escribir sus sueños, sus deseos, sus vivencias, sus errores o los productos de su imaginación y de su mente, del mismo modo que admiro y respeto a todo aquel que se atreve a salir a un escenario, por muy mal que pueda llegar a hacerlo después. Lo importante y lo valorable es atreverse a dar ese primer paso que te coloca ante un público que puede encumbrarte o destrozarte por completo.
Hay muchos escritores reconocidos que sabedores del éxito de algunos blogs, han abierto los suyos propios donde además de contarnos sus citas con los medios de comunicación o donde podremos encontrarles firmando ejemplares, a veces se deciden a regalarnos unas lineas de proyectos y futuras publicaciones.
Desde aquí y como es lógico van mis mejores deseos y todo mi apoyo para aquellos que han decidido abrirse un blog donde lanzarse al fabuloso pero sumamente duro mundo de la literatura.
Sé que es practicamente imposible que llegue el día en que pueda vivir de mis textos, pero el hecho de escribir ya de por si me mantiene vivo.
Escritores de prestigio, amigos y compañeros blogueros, caminemos juntos.
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