martes, 17 de mayo de 2011
Más personas que plazas.
Tengo un amigo, un buen amigo que además de ser compañero farandulero, es sociólogo.
Él me informó sobre la pasada manifestación del 15M y me insistió en que lo acompañara y yo, tonto de mi, no le hice caso.
Siempre se te ocurre algo mejor que hacer, o algo menos trabajoso que salir a la calle a exigir que cese esta absurda manipulación de la sociedad por parte de políticos corruptos y banqueros sin escrúpulos.
Me arrepiento de no haberle acompañado, porque el pasado quince de mayo, ha comenzado a cambiar el mundo, nuestro mundo.
Pero sigue cambiando, esto ya no habrá quien lo pare y voy a ser testigo y partícipe de la patada en el trasero a muchos de los que expolian a diario nuestra vida y nuestra dignidad.
Basta ya de bipartidismos, de mismos perros con diferentes collares, de garrapatas sedientas de la sangre y la energía de los hombres y mujeres decentes de este país.
Basta ya de pagar con miseria y sufrimiento las poltronas de los asquerosos que deciden con un gesto de abanico que padre o que madre de familia va a tener que mendigar, que suplicar un trabajo miserable con un salario que no pagaría tan siquiera las cerillas con las que ellos se encienden los habanos.
Basta ya de ceder al adoctrinamiento de muchos medios de comunicación vendidos al demonio del interés.
Es la hora de levantar la cabeza con orgullo y gritar a los cuatro vientos que ya estamos cansados, que no necesitamos sus migajas, sino que aspiramos a disfrutar de nuestra parte de ese pastel que llevamos años cocinando a base de doblar la rodilla en los fogones y pagar el azúcar y el chocolate con el futuro de nuestros hijos.
Me descubro ante todos esos ciudadanos, de todas las edades, de todos las clases sociales, que acampados en una plaza han sido desalojados a la fuerza por los perros del pastor.
Hay más personas que plazas y más personas que perros.
Ayer expulsaron a cien, hoy serán miles los que ocupen su lugar.
Joderos romanos, porque yo también soy Espartaco, y mi mujer y mis hermanos, y mis padres y mis amigos y mis vecinos y todos nos levantaremos en contra de vuestra eterna gula.
No tenéis cruces para todos.
Esto es una revolución social en toda regla y ha llegado el momento de posicionarse a favor de la lógica y en contra de las desigualdades.
No va de política, no somos de un partido, somos de todos y de ninguno, a favor de aquellas personas con criterio y decisión, con verdadera capacidad de gobernar.
Queremos que el pueblo tome las riendas de una forma real, queremos una democracia auténtica donde no se manipule la decisión del ciudadano.
No sois nuestros amos, trabajais para nosotros, no sois nuestros jefes sino nuestros servidores.
Actuad como tal.
Esto ha comenzado a rodar y espero que lo siga haciendo de forma pacífica pero firme.
Contad conmigo, con mi indignación y con mi rabia, con mi voluntad de trabajar por el bien común.
Contad con mi respeto por todas las personas que sueñan con un mundo mejor.
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2 comentarios:
Saludos, Juan. Creo que se trata de ver qué podemos aportar cada uno a la causa y hacer algún sacrificio para tratar de que la cosa prospere. Yo por mi parte ya me he comprometido a dejar mi ordenador portatil a los acampados de fuentedorada, otro amigo mío ha prestado sus servicios de sanador, otro pretende dar una charla sobre Nueva Era...otros traen comida y así cada cual aporta su granito de arena...si esta sociedad cambia radicalmente habrá un futuro para los que somos diferentes.
Me parece perfecto...pero asegurate de recuperar el portatil, porque en esta familia somos unos pupas y siempre pencamos nosotros.
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