domingo, 17 de abril de 2011
Cartas de amor
Hace tiempo,mucho tiempo quizás, que no te escribo cartas de amor.
Y el amor es como un animalito que si no lo alimentas y lo tratas con dulzura se termina muriendo.
Ya son unos cuantos años, compartiendo tantas cosas...
Me conoces, conoces mis virtudes y mis defectos, conoces mis carencias y mis excesos, mis miserias y mis miedos.
Conoces todos los juanes que viven en mi.
La vida es un juego sin reglas donde todo vale y en ocasiones se comporta de forma caprichosa.
Yo he escogido amarte con todas las consecuencias.
He elegido amarte por las mañanas, cuando te tapas la cabeza con la nórdica y reniegas del astro sol.
He elegido amarte mientras dibujas, cuando discutes con la teleoperadora de Orange y cuando te empeñas en que la perra no se suba al sofá.
He elegido amarte cuando me amas e incluso te amo cuando dejas de quererme y lloras...y yo lloro también.
Te quiero cuando me besas, cuando me acaricias y cuando me reprochas mis faltas.
Te quiero cuando estás cansada de todo, cuando estás cansada de mi.
Quererte en ocasiones es casi tan difícil como dejar de hacerlo, pero eso es porque quererme a mi mismo es mucho más complicado.
A veces estoy lleno de amor, a veces estoy lleno de dudas, a veces estoy tan lleno de ti que soy mejor persona y en ocasiones estoy tan vació que soy tan solo yo.
Muchas noches me siento como un niño pequeño que se soltó de la mano de su madre en un centro comercial, y llora al pie de la escalera mecánica. Y entonces te abrazas a mi y siento tu calor inundándolo todo.
Trato de ser lo mejor para ti pero todo me sale mal y solo puedo ofrecerte un corazón lleno de tiritas y de gasas.
Lucho por hacerte feliz pero me siento como el payaso que no hace reír a nadie y se vuela la cabeza en su rulot.
Se que en ocasiones he sido ingrato, te he fallado y te he desilusionado y me arde el alma pensando que ha habido momentos en los que te has sentido sola.
Siempre he sido el sombrero que dibuja la serpiente tras tragarse al elefante, aunque quisiera por un día ser el niño con las respuestas adecuadas, el cabello rizado y un planeta que regar.
Tu sin embargo eres el reflejo de una estrella muy lejana, que ilumina todo lo que tiene alrededor y que brilla tan hermosa que hace daño a los ojos.
Te quiero y no me avergüenza escribirlo y que todo el mundo lo lea porque habría que ser un estúpido para avergonzarse de amarte.
Nunca me separaré de ti, aunque se fusione el núcleo y la luna se llene de chalés adosados con parcela y garaje para dos coches.
Estaré aquí, contigo, el día que decidas que es suficiente y la noche en la que todo se torne oscuro.
Estaré a tu lado mientras te vayas porque aunque quizás yo me marche antes, siempre estaré donde estés tu.
Estaré en tus cuadros y en el bombín de las funciones, en la nariz de clown y en las sandalias que siempre olvidas en el coche.
Estaré muy calladito, apartándote el pelo de la frente mientras observas el mar, con los pies semienterrados en la arena y las manos en las caderas, orgullosa de estar viva.
Y lo demás...quien sabe.
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2 comentarios:
"Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas.
-Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo todavía-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro:
-Adiós -dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos."
P.d_1: afortunados sois...,muchos de nosotros nunca podremos compartir nuestra vida con alguien capaz de ver corderos en cajas, o boas digiriendo elefantes...
P.d_2: ya me dirás dónde te paso la factura de los Klinex...
Ay Mirinda...que doloroso es querer.
Si quieres encaragamos un trailer de klinex a medias, que todos llevamos lo nuestro.
En fin...es mejor morir queriendo que morir matando...creo, o da igual, de cualquier forma es morir.
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