viernes, 25 de marzo de 2016

En efecto, el mayor monstruo: los celos.

Detrás de él, siempre en segundo plano, como ya era habitual.
Hoy la posición la marca el protocolo de la ceremonia. Siendo uno de los testigos del novio, no tiene sentido que se sitúe junto a los contrayentes frente al altar pero de alguna manera lo de hoy es la gota que colma el vaso y se lo piensa hacer pagar, jura ante la imagen de su Dios que preside la iglesia clavado en la cruz, que le va a arruinar la vida.
Se supone que son los mejores amigos del mundo, aunque nadie, ni su propio supuesto mejor amigo, sospechan lo que anida en el interior de su alma. Ya está harto de ser siempre el número dos. Él sin duda reune todos los requisitos para ser el "number one" y, le jode una barbaridad que el brillo que despide su amigo eclipse todo su atractivo natural.
No entiende porqué, pero su amigo despierta más simpatías, es más valorado por la crítica, por las mujeres y por su entorno social. Incluso ha llegado a pensar que ese asqueroso advenedizo con sonrisa de triunfador, le cae incluso mejor a su madre que el mismo, su propio hijo.
Hoy firmará el documento oficial en el que se recoge el enlace de su antagonista con una mujer de bandera, una pelirroja simpática y preciosa que le ha debido tocar en un sorteo, porque no termina de entender que coño hace casándose con él, un hombre del que solo puede reconocer que tiene una suerte muy superior a la media.
Traga saliva, respira hondo y aprovecha el discursito del sacerdote para echar una mirada de soslayo a la violonchelista que ameniza el enlace, una virtuosa realmente interesante de sonrisa perfecta y sugerente silueta. Cómo no podía ser de otra manera, es amiga del novio y hoy toca gratis, aportando sus encantos a la completa ceremonia diseñada al dedillo para que todo sea realmente insuperable.
¡¡¡Disfruta cabronazo!!! A partir del "si quiero" te prometo que sin que te des cuenta, voy a destrozarte el futuro. Convertiré tu vida en algo tan espantoso que terminarás pidiéndome ayuda para terminar con ella.
De nada te servirá tu encanto, tu carita angelical y tu sonrisa aniñada. De nada te servirá tu puto don de gentes, tus elegantes modales de colegio de curas y universidad privada, ni tu fiestas en el club social donde te inscribieron tus padres desde chiquitín.
Sueñas con ser un escritor capaz de crear una obra que te transcienda al morir y te voy a dar el argumento perfecto para tu drama póstumo: La historia de un hombre que encuentra a su mujer en brazos de su mejor amigo y que al no querer perder a ninguno de ellos, ve desaparecer su orgullo y  su auto estima y se vuelve muy pequeñito, para terminar muriendo al ser pisoteado por la bota que a pesar de la traición, seguía lamiendo.
A partir de ahora yo seré el rey de las fiestas, ocuparé el trono que me pertenece por derecho de sangre. Seré el artista mejor valorado por la crítica y el hombre al que todas las mujeres deseearán nada más conocerlo. Contaré los chistes más graciosos, escribiré los versos más hermosos y cocinaré los mejores platos, mientras tu te consumes. Te veré suplicar la muerte agarrado a mis tobillos y ni eso te concederé.
Estoy más que cansado de ser tu segundo de abordo. Esto no es un acto de  celos, es un motín en toda regla.

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