lunes, 3 de noviembre de 2014

Perdiendo el miedo a volver a despertar.

Lo cierto que en algún momento de la noche me he despertado algo asustado por miedo a hacerlo otra vez del coma en el hospital y que no estuvieras en la cama abrazada a mi.
Era un miedo lógico dado que aún me estoy preguntando como ha sido posible que una mujer como tu se decidiera a dormir conmigo esta noche y a ser "la primera" de esta nueva vida.
Algo tenía muy claro y es que en esta "segunda temporada" cuando llegará el momento de "entregar mi flor" (manda cojones, con cuarenta tacos y volviendo de esta forma a lo mejor de los diecisiete) lo haría con alguien que me aportara algo mucho más allá del sexo puro y duro, a estas alturas me descubro como una quinceañera, tímida y recatada, celosa de su integridad y prudente con los temas de corazón, pero sobre todo valorando lo especial de esa "primera vez".
En estos meses de recuperación, no nos vamos a engañar, he fantaseado con este momento en numerosas ocasiones (no dejo de ser un tío)y cierto que jamás supuse que serias tú la protagonista, dado que al entenderlo de esta nueva forma, atribuía el momento a alguna de las chicas de las que he estado tan enamorado, cosa que no quiere decir ni mucho menos que no me vaya a enamorar de ti, lo que pasa es que si que tenía muy claro que no sucedería de cualquier forma.
Y así ha sido. Lo cierto es que como escribí en mi dedicatoria del ejemplar firmado que te regalé, lo entregaba "al mito erótico de mi juventud". Siempre me habías atraído mucho y aquello sucedía desde el mayor de los respetos, dado que te consideré desde el primer momento una chica lejos de mis posibilidades.
Creo que esto ha sido parte del lote de regalos que alguien ha decidido por alguna extraña razón que merecía, como la vida y la nueva percepción de todo.
Ahora me siento como un niño el día de Reyes, maravillado y dando botes de alegría con las cosas que "me han traído".
Ya escuchar de tu boca que te encantaba desde hacia tiempo se me antojó como un indicador de que todo aquello debía de ser parte de un sueño, pero lo guay es que no.
Eres real y muy bonita y esta noche ha sido sencillamente fantástica y casi tan bonita como tú.
Estoy hecho un lio, no se si el hecho de que se me haya concedido esta segunda oportunidad tiene algo que ver con todo esto, o eres solo parte de lo que la vida me muestra para explicarme lo genial que es seguir vivo.
Y es genial, ha sido genial.
Eres un motivo más para convencerme de que el tiempo aquí merece la pena mucho más de lo que soy capaz de explicar con palabras.
De todas formas es curioso como se desenvuelven los acontecimientos, pero creo que ya puedo dejar de pellizcarme y de buscar al doctor encargado de la Uci, esto no forma parte de ningún sueño, es tan real como la sonrisa que tengo ahora.
Solo puedo estarle agradecido a la vida, a mi suerte, al que maneja el cotarro y a ti.
Así me siento.

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